I
Te quedas sentado, esperando algún milagro. Estás consciente de que quedándote ahí sentado puedes morir, sin embargo no te importa. Ya estás ahí, ¿qué más da morir?
Pasan al rededor de diez horas y tú sigues ahí sentado, tu estómago ruge de hambre y tu garganta te pica de tanta sed que tienes. De pronto, a un metro de ti, el vaso de agua de hace un rato comienza a aparecer, a lado de un plato con una torta. Te acercas a él y esta vez no desaparece. Devoras la torta pues llevas un día completo sin comer, ya que la noche anterior no habías cenado. Tomas el vaso para darle un sorbo y notas que debajo de este se encuentra una nota.
Lee en voz alta: Alar, Alar, Alar, protégeme y dame tu luz.
En la habitación blanca escuchas un sonido que te ensordece. De pronto, la habitación se vuelve completamente negra. Te comienzas a sentir nervioso y sin aire, pues le tienes fobia a la obscuridad. Afortunadamente esto dura solo un minuto aproximadamente, pues la habitación vuelve a tornarse blanca.
—¿Quién me ha hablado? —Escuchas una voz muy grave, miras a todas partes pero no sabes de dónde proviene. Un holograma aparece a medio metro de ti—. Oh, has sido tú. Veo que has quedado atrapado, pobre de tí, mi más pésame hacia ti —Se burló—.
a) Te quedas a escuchar lo que está a punto de decirte, no importa si se está burlando. (Parte III)
b) Decides seguir buscando si hay una manera de salir de aquella habitación. (Parte IV)
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro