Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

*Capítulo 27*

Me despierto 15 minutos tarde, ya que el despertador no me ha sonado.

Genial, otro día de mierda que empieza.

Le envío un mensaje a Tyson y le digo que vaya directamente al insti, que yo llegaré más tardea.

Voy al baño para lavarme la cara. Sin darme cuenta, casi tiro un frasco de perfume al suelo. Cojo una pequeña toalla y la dejo en la estantería. Cuando voy a mojarme la cara, me quemo porque el agua está muy caliente. La pongo más fría, y me lavo la cara.

Voy a mi habitación y abro el armario. ¿Qué me pongo? Tengo que decidirme rápido porque sino llegaré aun más tarde de lo que voy a llegar. Saco una sudadera negra con unas letras blancas en el centro y unos tejanos azul oscuro. Me pongo mis Vans negras y unos pendientes negros. Me hago un moño sin peinarme y me pongo mi perfume. Me pongo rimel y me hago la raya fatal. Me la borro y me la vuelvo a hacer. Joder, me ha quedado aún peor. Bueno, da igual que sino no llego ni a las once al instituto.

Me pinto los labios con un rojo mate y salgo de la habitación con el móvil en el bolsillo trasero del pantalón.

Rápidamente bajo las escaleras, como voy de dos en dos y aun estoy medio dormida me resbalo y casi me caigo. Sorprendentemente, llego viva a la cocina.

Pongo un vaso de leche en el microondas para calentarlo. Mientras, cojo el café y el plato de galletas de chocolate y coco que mi madre preparó ayer.

Saco el vaso de leche del microondas y me quemo los dedos: la ha calentado mucho.

Cuando la leche está un poco más fría, le echo el café y el azúcar. Me la tomo corriendo, cojo la mochila, el móvil y las llaves y salgo de casa. En 10 minutos llego a la puerta del instituto. No queda casi nadie aquí. Genial. Y encima, ahora toca historia, con el señor Scott, que es súper puntual siempre. Perfecto.

Voy a mi taquilla, vacío mi mochila y cojo la libreta y el libro de historia. Voy de camino a la taquilla de Tyson cuando me encuentro a Madison y a Kimberly hablando. ¿Desde cuándo estas dos van juntas? Cuando me ven, se callan de repente, y me miran mal. Se ponen a susurrarse cosas al oído, y no dejan de tirarme cuchillos con la mirada. Decido ignorarlo pasando de largo, resoplo y acelero el paso. Si me caen mal por separado, juntas ya, mejor no digo nada.

Llego a la taquilla de Tyson y antes de que el me vea le doy una palmada en el culo, y le digo:

-¿Qué tal cariño? ¿Cómo has dormido?

Me sonríe ampliamente. Tiene una sonrisa preciosa.

-Genial. ¿Y tú? -Le sonrío yo también.

-Bien, pero vaya media hora más intensa.

Mientras nos dirigimos a la clase de historia, me choco con mil personas. Joder pero qué asco de día, y eso que solo acaba de empezar.

Al llegar a la clase, el señor Scott aún no ha llegado, así que se lo cuento todo a Tyson:

-Joder, me ha pasado de todo hoy. Me he despertado 15 minutos tarde, me he quemado la cara al lavármela, la raya me ha quedado fatal y me la he hecho dos veces. Oh, y casi me caigo por las escaleras.

Tyson se me queda mirando y de repente, se le escapa una media sonrisa de los labios. Al instante, empieza a reírse a carcajadas.

-Oye puto, no te rías, que el día acaba de empezar –le digo yo también riendo.

-Por eso.

Le doy un manotazo en el brazo y él aún ríe más fuerte. Cuando quiere, es un puto.

Hoy no ha venido el señor Scott, así que nos han dado la hora libre. Luego nos ha tocado física, como siempre, y durante la clase, Tyson y yo no hemos parado de enviarnos notitas. La profesora nos ha llamado varias veces la atención porque no parábamos de reír. Está amargada, necesita follar urgentemente.

-¿Vienes hoy a comer a casa nena? Mi madre me lo ha dicho antes de salir de casa, pero no me he acordado de decírtelo –me dice Tyson cuando entramos a la última clase.

-Vale, deja que le envíe un whatsapp a mi madre. Ven a mi sitio y tápame para que no me vean.

-Vale.

Me giro y saco el móvil del bolsillo trasero del pantalón y me lo escondo en los libros que tengo en la mano porque como un profesor me pille me van a quitar el móvil demasiados días. Tyson me rodea la cintura y yo le beso.

Llegamos a mi sitio y nos arrodillamos en el suelo. Desbloqueo el móvil y le envío un whatsapp a mi madre:

Katia: mama luego iré a comer a casa de Tyson.

Mamá: vale cielo, dale recuerdos a él y a su madre. Pasadlo bien! Tq<3

Katia: y yo a tii<3

Bloqueo el móvil, pero de repente alguien me lo quita de las manos.

-Katia, ¿acaso no sabes que el móvil no se puede usar en clase? –me dice el profesor.

-Ha sido un momento. Le estaba enviando un mensaje a mi madre –le digo.

-A mí no me cuente escusas, señorita. Baje al despacho del director.

-Es verdad, estaba hablando con su madre –me defiende Tyson -. No puede expulsarla por eso.

-Y tanto que puedo. Es más. Usted también está expulsado. Venga, cojan sus cosas y bajen al despacho del director –me devuelve el móvil y señala la puerta para que nos vayamos. Toda la clase nos mira. Este hombre grita mucho.

Tyson y yo nos miramos. Decidimos bajar. Cogemos nuestras cosas y salimos al pasillo. Doy un portazo al cerrar la puerta.

Qué mal me cae este profesor.

-Lo siento, ha sido culpa mía. No te tendría que haber dicho que vinieras a taparme.

-No, es culpa mía por no haberte dicho antes lo de venir a comer. Lo siento.

-No seas tonto, anda.

Seguimos hablando por el pasillo. De repente, lo paro y le digo:

-Oye, vamos a casa.

-¿Ahora? –me dice súper nervioso.

-Sí, ahora. Así tenemos una hora para hacer lo que queramos –le digo tranquila.

-Pero estamos expulsados... No podemos irnos. Nos caerá una buena bronca –cada vez está más alterado.

-Podemos irnos. Saltamos la verja del patio y ya. Tranquilo, que he hecho esto más veces con Sasha y no nos han pillado.

- No se Katia... Es que, como vamos a hacer eso?

Después de estar unos minutos hablando, lo acabo convenciendo, aunque está súper nervioso.

Le cojo la mano y bajamos las escaleras hasta llegar a la primera planta del instituto. Abrimos la puerta que lleva al patio. Una leve brisa nos acaricia la piel mientras caminamos hasta un extremo del patio: está aislado, y nadie nos puede ver desde aquí. Además, hay una roca que nos ayudará a escapar porque es bastante alta.

-Katia, ¿pero y si nos pillan?

-Tranquilo, que no lo harán. Nadie pasa por aquí, y si pasa alguien alguna vez, es para escaparse.

-Pff...

-Vamos. Ayúdame a subir a la roca y luego a saltar.

Me hace caso, aunque no deja de mirar hacia el edificio por si sale alguien.

Saltamos la verja y Tyson me coge la mano. Nos miramos y le digo:

-Estás echo un malote, eh. Hace unos 5 meses si sacabas un 7 en un examen te enfadabas porque decías que debías sacar más nota, y mírate ahora, expulsado y saltando una verja para escaparte del insti. A este paso, no te van a aceptar en la universidad por tu expediente lleno de expulsiones eeeh. Qué maalootee –le digo riendo.

-Anda, calla, que esto es culpa tuya, eres una mala influencia para mí. Tú sí que eres una malota –río. – Y sí, por tu culpa no podré entrar en la universidad.

Nos reímos los dos a carcajadas. Estoy un rato pinchándolo con el tema este de escaparse del insti. Es tan divertido hacer estas cosas...

Decidimos ir a una pequeña plaza al lado de la casa de Tyson.

-Vamos a los columpios -le digo con voz de niña pequeña.

-Oh Katia. No me digas que después de haberte fugado del instituto quieres montarte en unos columpios.

-Siiii –digo y le agarro de la mano para llevarlo hasta los columpios.

Pone los ojos en blanco, ríe y con la otra mano me hace cosquillas. Yo grito e intento hacerle cosquillas también, pero me coge la otra mano, y como tiene más fuerza que yo, no puedo soltarme.

-Estamos en desventaja. No tengo la misma fuerza que tú.

-Puedes hacer otras cosas para liberarte –me dice con una sonrisa pícara.

Sé lo que quiere, y lo haré. Pero primero, vamos a jugar un poco.

-Oh, vaya. No llego –le digo sonriendo

-¿A qué?

-A besarte. Eres muy alto ¿recuerdas? Yo soy más bien bajita. O te agachas o no llego.

-¿Qué harás a cambio de que yo me agache, nena?

-Lo que quieras, baby –le digo riendo. Él ríe también.

-Una noche de sexo salvaje –y me guiña un ojo.

-Eso ya iba a pasar seguro. Otra cosa.

Se lo piensa un poco, y me dice:

-Una conversación caliente por teléfono.

-Uhhh, suena tentador, me parece bien –y recojo sus mejillas entre mis manos. Lo miro un instante, y luego lo beso. Mi lengua se aventura en su boca. Es un beso caliente y húmedo. Él me da una palmada en el culo, lo aprieta, lo suelta, y lo vuelve a apretar de nuevo. Yo sonrío. Salto y me subo encima suyo, rodándole la cintura con las piernas. Él me sujeta por el culo. Nuestras lenguas siguen jugando, traviesas, ansiosas por tener más. Me separo un poco de él y gruñe en señal de protesta. Le empiezo a mordisquear la clavícula, y le tiro suavemente del pelo. Él me aprieta otra vez el culo y gime.

-Vamos a casa, nena.

Me bajo, le vuelvo a besar y le digo:

-Al final no me he montado en el columpio, ya puedes follarme bien eh.

Él ríe y me da otra palmada en el culo.

Llegamos a su casa. Su madre no está, ya que trabaja hasta por la tarde.

Dejamos las mochilas en el comedor. Nos miramos y nos sonreímos. Voy corriendo hasta donde está él y salto para rodearle de nuevo la cintura con las piernas. Hacemos lo mismo que estábamos haciendo en la plaza, pero esta vez es Tyson el que me mordisquea la clavícula.

-Tyson... –le susurro al oído, y le muerdo el lóbulo de la oreja derecha.

Él gime y sube las escaleras conmigo encima. Llegamos hasta su habitación. Yo cierro la puerta, y él me apoya contra ella. Me quita la camiseta, y yo le quito la suya. Seguimos besándonos apasionadamente, estamos los dos muy excitados, como siempre, y me encanta verlo así. Me acuerdo que cuando lo conocí era tan tímido, y ahora pf... Aun que sigue siendo tímido conmigo es diferente.

Me tumba en la cama, y se coloca encima de mí. Puedo notar su erección, y yo ya estoy muy húmeda.

Nos desprendemos de la ropa tan rápido como podemos. Lo atraigo hacia mí y le beso el cuello.

Quiero sentirlo dentro de mí, y se lo hago saber.

Él se levanta, abre el primer cajón de su mesita de noche y saca un preservativo. Me entrega le sobrecito, lo rasgo y se lo pongo. Esta vez, soy más rápida que él, y lo obligo a estirarse en la cama. Me pongo a horcajadas encima de él y empiezo a dejar besos húmedos y a lamer cada milímetro de su piel.

Él me penetra lentamente, para hacerme sufrir, pero aumenta el ritmo poco a poco. Las embestidas son cada vez más fuertes e intensas. Él me agarra de las caderas mientras que nos besamos y acaricio su cuerpo.

Los dos soltamos sonoros gemidos, cada vez más intensos. Llegamos al orgasmo y yo me estiro encima suyo para recobrar el aliento. Permanecemos así, abrazados, un par de minutos, él acariciándome el pelo y yo poniéndole la piel de gallina al rozar su cuello con mis labios y mi respiración entrecortada.

***

-TYYSOOON VEEEEN.

-VOOOOOY.

Hemos venido a mi casa. ¿Y yo ahora qué me pongo?

-¿Qué necesitas nena?

-Que me ayudes a elegir la ropa. No voy a ir con unos tejanos y una sudadera a un restaurante.

Tyson me ha invitado a cenar a un restaurante en la playa, y no pienso ir así vestida.

-Pues yo creo que vas perfecta así –y me besa. Me encanta.

-Gracias, pero en serio, que no pienso ir así. ¿Qué te parece este vestido? –le digo mostrándole una percha con un vestido rosa pastel -. Me hago una trenza y me pongo estos zapatos –le digo enseñándole los zapatos – y me llevo esta chaqueta por si hace frío. ¿Te gusta? ¿Voy bien?

Él ríe, y me dice:

-Pruébatelo y lo compruebo.

Asiento. Me quito la sudadera y los pantalones sensualmente, moviendo las caderas y acariciándome las piernas. Él me observa atento y se muerde el labio. Me pongo el vestido y le digo que me abroche la cremallera. Se levanta de la cama, y cuando llega a mí, me acaricia los hombros, me aparta el pelo y succiona la fina piel de mi cuello. Me aprieta por la cintura y me atrae hacia él. Me acaricia los brazos lentamente y me sube la cremallera. Yo me giro, lo beso y voy a ponerle los zapatos. Me pongo los pendientes y me hago una trenza rápida, sin peinarme.

-¿Qué tal estoy?

-Buenísima, de eso no hay duda. Me encanta como te queda. Estás preciosa –y me sonríe. ¿Por qué tiene una sonrisa tan jodidamente perfecta?

-Entonces voy así. Por cierto, me encanta como te queda esa camisa. Eres tan sexy... –y le miro pervertida -. Yo te daba.

Y soltamos una carcajada al unísono.

-Ya lo has hecho, nena.

-Pues lo volveré a hacer.

Llegamos al restaurante, pedimos mesa para dos, nos la dan al lado de la ventana y al momento nos traen la carta. Pedimos los platos y tardan 5 minutos en traerlos. La comida está muy rica. Tyson y yo hablamos durante toda la cena, y no paramos de reír.

- ¿Nena que quieres hacer este verano? Ya queda muy poquito para que lleguen las vacaciones.

- Es verdad, tengo unas ganas.

- Nos podríamos ir los dos a Miami, a la playa. -le digo bromeando.

- Si claro y que más? También a Hawai si quieres -le digo con sarcasmo riendo.

- Claro, donde quieras. -y dicho esto se empieza a reir.

Pedimos un trozo de pastel y helado para los dos de postre, y cuando terminamos, Tyson paga la cuenta y nos vamos. Decidimos ir a dar un paseo por la playa.

-Nena, quería decirte algo... –me dice Tyson.

Esta muy serio, no se que será lo que querrá decirme.

-Si, dime. ¿Qué querías? –digo nerviosa.

- Mmm...

- Tyson...

-Quería decirte que te quiero. Que desde el día en que nos chocamos por el pasillo y me miraste a los ojos, me encantaste. Que aunque hayamos tenido malos ratos, los hemos superado, porque nos prometimos el cielo, y eso incluye las tormentas. Que no te das cuenta de que sé cosas de tí que nadie más sabe. Que pase lo que pase, siempre serás mi pequeña, y dentro de poco ya cumplimos 6 meses. Te quiero.

Eso sí que no me lo esperaba. Pero que mono es madre mía. Me lo como.

-Oooohh. Dios mío que monoo. Pero... te a quedado muy cursi –le digo riendo.

-Sí, ¿verdad? Bueno es igual. Que eso, que me encantas joder. Que me encanta tu sonrisa, tu mirada, tu pelo y tu culo. Es perfecto. Bien redondito y respingón.

Me río al escucharle decir eso. Él ríe conmigo.

-Tu culo sí que es perfecto, anda –le digo dándole una palmada en el trasero-. Pero, oye, a que viene todo esto ahora?

- No se, simplemente tenia ganas de decírtelo. -me río.

- Me tenías nerviosa, parecías estar tan serio antes de decírmelo, que ya no sabia ni que me ibas a decir. -se ríe y me besa.

Decidimos ir a pasear por la playa ahora que es de noche. El mar esta precioso, y la luna se refleja en él.

Este día a empezado como una mierda, pero me está gustando como acaba.

****************************************

Esperamos que os haya gustado el capítulo putitas, comentad y votad.

Sois geniales, os amamos. Muchos beshiitos♡

Alba&Paula

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro