Katia en multimedia

Siete de la mañana. Suena el despertador. Sin abrir los ojos empiezo a dar golpes a la mesita de noche hasta que encuentro el móvil y consigo apagar la alarma.

Pf ya es lunes....

Después de estar un rato más en la cama con los ojos cerrados, consigo abrirlos y me quedo estirada en la cama mirando instagram y otras redes sociales.

- Katia, el desayuno está listo -grita mi madre desde la cocina.

- Voy mamaa... -digo gritando para que me oiga, alargando las letras y saliendo del lío de mantas.

Entonces escucho que alguien llama a la puerta. Cuando miro, veo una cabecita asomarse por la puerta.

- ¡Hola, Katia! -dice alegre.

- Hola peque, ¿que tal? -le pregunto, y rápidamente, mi hermana pequeña Emily entra a mi habitación y viene corriendo a darme un beso. Ella siempre suele ser muy cariñosa con todos. La cojo y la siento en la cama a mi lado.

- Bien, pero no quiero ir al cole -me dice haciendo pucheros.

- Yo tampoco, pero ya sabes que tenemos que ir. Venga vamos a desayunar.

Las dos nos levantamos de la cama. Yo me pongo torpemente las zapatillas de ir por casa y las dos bajamos al piso de abajo, donde nos espera mi madre, como siempre cuando no trabaja por la mañana, con el desayuno ya preparado.

Dos cafés con leche para mi y para ella, y un vaso de colacao para Emily. A parte de galletas y cereales.

- Hola mamá -le digo mientras le doy un beso.

Voy hacia la mesa y me siento delante de ella mirando las galletas.

La verdad es que a estas horas de la mañana no tengo mucha hambre, pero si no como nada luego me muero de hambre en clase, así que siempre acabo desayunando algo antes de irme aunque no quiera.

- Hola, cariño. Otra vez lunes, ¿preparada? -dice sonriendo y dándole un sorbo al café.

- No -digo sonriendo le.

- Yo tampoco para el trabajo la verdad -dice riendo-. ¿Hoy también te espera Kim para ir al insti?

- Si, y tengo que espabilar para no llegar tarde como siempre -digo riendo.

- Oye, esta tarde me tengo que quedar hasta mas tarde a trabajar, así que llegare tarde. Haz la cena y acuesta a Emily a las 10 como muy tarde -dice mama.

- ¿Uff me tengo que quedar con Emily? Bueeno, si no hay más remedio -digo de broma como si no tuviera ganas.

- ¡Eh! -se queja ella haciéndome reír.

Terminamos de desayunar y subo a mi habitación para cambiarme de ropa.

¿Qué me pongo?

Empiezo a abrir cajones y a mirar en mi armario la ropa que tengo. No sé que ponerme. Rebusco entre las pechas algo que me guste y decido ponerme unos tejanos negros rotos, un top básico blanco, las airforce blancas y una chaqueta de cuero negra.

Voy al baño y me quedo mirándome en el espejo. Tengo una cara de dormida...

Me cepillo los dientes rápido y luego me peino un poco, para que mis ondas queden bien.

Me pongo mi perfume, y me maquillo un poco: el rimel, el eyeliner con la raya considerablemente ancha y los labios rojos.

Bajo los escalones de tres en tres, ya que es súper tarde y Kimberly me está esperando.

Me despido de mi madre, voy corriendo hacia el comedor, cojo la mochila y salgo de casa.

En 5 minutos he quedado con Kimberly en el semáforo de la esquina. Como no acelere el paso no llego.

Las 8 menos cuarto. No llegamos. Empiezo a correr hasta llegar a la estación del bus, donde veo a la chica pelirroja, llena de pecas, bastante blanca de piel histérica que parece que quiere matarme.

Sí, esa es mi amiga Kimberly.

- ¿Tía donde estabas? ¡No llegamos a tiempo! -me grita Kimberly al verme llegar.

- Lo sé... Las sábanas y yo nos llevamos bastante mal...

Entramos a zancadas en el bus. Unos chicos se me quedan mirando y les lanzo un beso. Ellos se quedan con cara de tontos y empiezan a reírse entre ellos fascinados porque les he lanzado un beso. Idiotas, siempre tan básicos los tíos.

Nos sentamos en nuestro sitio de siempre, al final del todo.

- ¡El próximo día que llegues tarde no te espero!

- Lo siento -digo sonriendo le con cara de niña buena.

- Estaban ahí los chicos de buenorros del insti y yo allí sola. ¿Sabes que dicen que Ryden se ha liado con Marina en la fiesta del otro día?

- ¿Ryden con ella? ¡Dios!

Ryden es uno de los chicos mas guapos del instituto, uno de esos de bachillerato que hace un momento Kimberly me ha dicho.

Seguimos hablando hasta que llegamos al instituto. Como siempre están todos divididos en los mismos grupos: los deportistas, "las popus", las chonis como siempre haciéndose las putas, los nerds haciendo el friki...

Como cada mañana, me despido de Kimberly, ya que a ella le toca física y a mi tecnología, y voy a la taquilla a coger los libros de historia.

-Primera clase en al que la podre liar -pienso.

De camino a mi aula, voy mirando a la gente que pasa por el pasillo, este año a venido mucha gente nueva.

Entonces me fijo en un chico bastante guapo. Es alto, con el pelo rubio oscuro, casi castaño, y tiene unos ojos preciosos color caramelo. Lleva una camiseta con la que se le nota que va al gimnasio.

Cuando pasa por mi lado hago que mi codo choque con el suyo. Me giro y veo que me esta mirando, le sonrío y le guiño un ojo, y al instante lo veo sonrojarse.

Que lindo dios. ¿Un chico sonrojándose y no haciéndose el creído? Es es raro, pero me gusta.

Sigo andando hacia mi clase de historia donde me espera una hora llena d aburrimiento, pero no dejo de pensar en esa mirada acaramelada y esas mejillas sonrojadas.

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Hoolaa a todoos

Este es el primer capítulo... Sabemos que no es gran cosa, pero teníamos ganas de subirlo y de nuestras cabecitas salió esto... Comentad, votad y esperemos que os haya gustado este pequeño capítulo

Os queremoos.

Paula&Alba