Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

🌼 CAPÍTULO 27🌼


A cazar

Las horas pasaron y los nervios aumentaron.

Hace media hora se acabó el supuesto festín en donde la gente estaba tan absorta a las conversaciones. Y como no, por lo que dijo Kate esta genta ya estaba acostumbradas hacer esto. Pero mi pregunta sería, ¿Cómo llegan hacer eso? ¿No tienen remordimiento?

Me sobresalte cuando el celular vibro en mi mano, estaba tan metida en mis pensamientos.

Un mensaje.

Ya estábamos afuera. ¿Dónde estás?


Estoy dentro, ya salgo. No entren, ya los encuentro yo. Esta gente me está buscando. Estoy con un vestido negro y antifaz del mismo color.


Bueno, la camioneta es negra. Esta parqueado por unos árboles y plantas.


Este lugar está lleno de árboles, estamos en el bosque inútil.


Ay, pero que agresiva. Soy Hugo, el que te está escribiendo.


Lo siento, de verdad. Pero es notable, digo.


Envié el mensaje con una sonrisa en la cara.

—Te encontré— aparece una figura frente a mí y miro horrorizada mirando su rostro poniendo mi mano en el pecho. Respiro hondo ante de responder.

—Dios santo bendito. — digo volviendo a respirar y ruedo los ojos— Eras tú.

—Acaso buscabas a alguien más— su porte sin duda me hace dar miedo.

—Hmm— niego con la cabeza — No, no no. — paso, por un lado, pero me regresa con un agarrón de brazo.

—Creo que me debes algo— retrocedo mi cabeza confusa, quizás entendió mal.

—No, solo quise quitarte de encima. No quiero nada contigo ni mucho menos sexo. Aunque me gusta tu vestimenta, me agrada— me encojo de hombro.

Parpadeo perplejo, a lo mejor nadie lo había dejado con el pene a punto de tener un poco de acción.

—Me asombrosas y me intrigas. Tu nombre.

—No doy nombre a desconocidos...

—Desconocidos— se ríe, una risa— Hace un momento parecías conocer muy bien en donde se sitúa lo que hace a las muje...

Ahora yo soy la que me rio, con burla. — Pues digo que es algo obvio saber dónde está el pene, al menos que tengas un micropene, pero eso no cambia la diferencia. Aunque qué bueno que lo haya encontrado y por otra parte no me haya quedado...

Me interrumpe con una sonrisa, yo lo mira extrañada.

—Es primera vez que te veo, se me hizo extraño. Conozco a cada uno de estas personas. ¿Cuál es tu nombre? — esta vez sí pregunta curiosa.

—Acaso estas medio mal del tiempo, te dije que no doy nombre a desconocidos. Y sí, soy nueva. Soy amiga de Kate, ella me invito. ¿Hay algún problema? — lo miro desafiante.

—Sí, es que ella no tiene amigas— los nervios quisieron delatar mi postura, pero me negué — Así que, quién eres o llamo a los guardias— se cruza de brazos.

—Enserio vas hacer eso, solo porque no te dije mi nombre... O porque no quise tener algo de acción esta noche contigo. Porque si es así, me parece inmaduro de tu parte, o es que acaso no había alguien que te rechazara. Me sentiría muy feliz, al fin poder rechazar a un hombre— me río.

—Acabo de decir, te presentas o llamo a los guardias. Este es un lugar especial, y si no constas en la lista larga, estas en grandes problemas.

—Te dije que vine con Kate. Y me vale que haya una lista larga o corta, te la puedes meter por el ano. Me voy— pase por su lado.

—Me asombra que nadie y mucho más Caroline no se haya dado cuenta que eres la que busca. — pare mi caminada. — Tranquila, no será para nada divertido si les aviso en donde estas ni cómo te encuentras vestida — se ríe y oigo alejarse.

—Maldición— maldigo por lo bajo y salgo para encontrarme con Hugo, Marcus y Sean, también la madre de Hugo.

Me llega otro mensaje.

Te estamos esperando, no te demores. Soy Marcus.


Ya me lo imaginaba, tan apurado y poca paciencia.


Como digas. APURA.


Bloqueo el celular y salgo a un jardín más amplio, una fuente en medio y a unos metros un laberinto de planta. Sin duda he venido justo al lugar en donde me quieren.

—Mierda— susurré al oír unos ruidos extraños.

—¡No llegaras lejos, conejita! ¡Ya me estoy empezando a divertir, espero que tú también! — soltó una fuerte risa escalofriante.

—Este psicópata de mierda— susurré.

Comencé a correr recogiendo el vestido. Ahora sí, si estaba nerviosa, ansiosa, con temor de que este sea mi último día de vivir. Pero sin duda no se las dejaré fácil

Después de correr por varios minutos, me agaché y me escondí entre los arbustos. Encendí el celular, lo cual quise enviar un mensaje, pero no había señal. Tenía suficiente batería como para encender la linterna, lo que había a mi alrededor no me asombro mucho. Quizás en los días que había estado aquí, me había acostumbrado a como era esta gente. Y ver a gente con la sangre ya seca, personas huesudas no era para que ponerse pálida.

Necesitaba una estrategia, y no había planeado ninguna. Todo lo que era y tenía en mente es que vengas los chicos, después de eso la verdad no sabía que mierda iba hacer.

El laberinto era inmenso, imposible de que salga este mismo día. Por lo menos me estará costando salir en un par de días, que espero sobrevivir.

—Debe de haber algo. — apagué la linterna y camine con cuidado — Nunca estuve metida en uno, como se sale como salgo. Dijeron que iban a mandar a más personas, quizás si las encuentro tendremos más apoyo— iba hablando sola, mirando a toda costa.

—¡Mis tesoros, se ha terminado la hora del conejo! — se escucha la voz de Caroline por medio de unos parlantes. —¡Pueden ir en busca de sus presas! ¡Ya saben, celular apagados y mente prendida, que sus juguetes no se vayan al menos que sean asesinados! ¡Disfruten de la velada mis tesoros!

Caigo al suelo cuando alguien me empujo y salió corriendo asustado.

—Ay mierda— me sobe las manos— ¡Fíjate por donde corres, imbécil! ¡De igual vas a morir! — creo que no debí decir eso.

Me levanto, sacudo las manos y el vestido. Enciendo la pantalla y nada de señal, son las 3:30 a.m.

No había visto a Kate desde el estúpido festín, no sé qué habrá pasado con ella. Y me da un poco de miedo que a lo mejor ella me haya delatado, o la peor que su propia madre la haya asesinado por ayudarme.

—Que carajos hago. ¿Cómo se sale de esta mierda? — daba vuelta confusa.

Decidí caminar recto, ver que a los dos lados eran hojas y tallos, no supe que decidir.

—Bueno, a la cuenta de diecisiete— dije y comencé a contar con la derecha, izquierda y viceversa, a la final derecha misma me fui. Y más hojas y tallos había a mi alrededor.

Seguí caminando, despacio. Me decidí quitarme los tacos, ya que estaba haciendo dolor los pies dejándolo botado por alguna parte en donde pase. Volví a encender la linterna del celular.

—Auch— caí al suelo por culpa de un cuerpo que estaba en medio de donde caminada, cogí el celular y la alumbre al rostro.

Una mujer demacrada, pero respiraba con dificultad.

—Ayuda— su voz era tan baja y dolorosa.

Me acomodé y me senté a su lado alumbrando su cuerpo. La mujer estaba embarazada, a poco del parto.

—Eh... no, no soy enfermera. No sé cómo ayudarte— clavo mis uñas en mis palmas.

—No te preocupes, se cómo hacerlo... solo quiero tu ayuda. Y.... probablemente después de esto... muera. Si te cruzaste conmigo no fue de por gusto. Este niño debe nacer, sí o sí. Cuidarías a este bebé ¿lo prometes?

Ay dios, últimamente me han visto cara de ser madre o quizás cuidadora de niños.

—No hay problema— aseguro

—Bien, gracias. Muchas gracias— sollozaba, me acerco más a ella apretando mi mano con fuerza.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro