🌼CAPITULO 22🌼
DISPAROS
LUISIANA
Hace varios días atrás intentamos escapar, pero no se pudo. Estuvimos a punto, el noventa y nueve porciento de salir de esta pocilga. Al pisar el primer escalón, unos pares de hombres entraban, retrocedimos y nos escondimos en la primera habitación que encontramos.
No sé cuánto tiempo pasamos encerrada escondidas en esta habitación, la cual nos llegamos a contar nuestros problemas, y la verdad me sentí bien. Poder expresarme como realmente me sentí y me sigo sintiendo.
Por lo que me conto su vida no fue fácil, ya que su padre fue distribuidor de drogas de Caroline y por culpa de él está pagando ella. Kate, vivía con su madre fuera de este país viviendo una buena vida, supuestamente. No hasta que su madre llevo a un hombre a su casa y fue ahí donde perdió a su madre, en las drogas. Hasta que a los 19 años la secuestraron y mataron a su madre frente a ella. A su padre, la obligaron a matarlo, lo hizo por remordimiento, rencor y odio. En ese momento. Después se sintió culpable de haberlo hecho y ahora se lamente de hacerlo.
—Te digo algo, se la primera en pedir disculpas, perdonar y olvidar. Vas a ver como serás valiente, fuerte y feliz. No importa que hayas hecho lo que sea por conseguir tu venganza, por venganza de la que ella misma inicio, de alguna manera uno se convierte en la actitud de esa persona que odia. Consigue tu felicidad, es lo que cuenta. Sin rencor, pero con una buena memoria.
Asentí.
Las dos sentadas en un rincón oscuro, en la tierra, con la misma ropa de varios días atrás, con un olor que ni nosotras aguantábamos, con hambre, con sed. Movía la punta del zapato jugando con una piedra. Que suerte que todavía no nos habían encontrado, las dos abrazando nuestras piernas y nuestra quijada en medio de las rodillas y la mirada perdida.
—¿Tenías hermanos o hermanas? — pregunte en susurro para dejar el silencio a un lado.
—Sí, bueno tenia, aunque me queda uno. Murió cuando tenía cuatro años, tuvo una rara enfermedad que ni los doctores sabían de que se trataba, hasta que falleció. — se silenció tomando un largo suspiro y continuó— Tengo un hermano lejano, no lo veo desde que tenía cinco, se fue por problemas que tenía con mi padre. Se cambió de nombre y apellidos, ingreso a un país siendo totalmente otra persona de la que se fue. Yo la verdad no lo conozco, ni en foto. Se borró memoria cuando mi padre quemo las fotos de él, eso me conto mi madre. Solo se contactaba con ella por medio de un celular viejo, ojalá que no le hayan hecho nada a él. Aunque no lo creas, la mayoría de esta gente ha tenido contacto con esa señora. Algunos lo han hecho por desesperación del hambre u otra situación común y sin duda la ambición del dinero se les ha escapado de las manos...
Iba a seguir hablando, pero me adelante a taparle la boca con mi mano. La luz se encendió y una sombra se hizo presente. Los nervios se nos notaban en nuestros ojos, como si pensáramos lo mismo, nos atraparon.
Cerré los ojos con fuerza, esperando ser descubiertas y no fue así. La puerta se escuchó fuerte al momento que la cerraron. Cayo un objeto al suelo, espere un instante y después me arrastre por el suelo a recogerlo. Volví con Kate y se lo enseñé. Nos reímos por un segundo y nosotras mismas nos tapamos la boca de un solo golpe.
—A ver déjame ver qué es eso— me lo quito de la mano— marquemos a la policía, esta sin duda es nuestra oportunidad de salir de aquí.
Sin dudarlo les dio clic a los dígitos de emergencia.
—Hola, buenas noches— susurro. Me acerque para escuchar.
—Buenas noches, ¿En qué puedo ayudarle? — pregunto el oficial.
—Estoy secuestrada, por favor ayúdenos— hablo con desesperación.
—¿Dónde se encuentra?, ¿Cómo llego ahí? ¿Dónde fue el último lugar que estuvo antes de haber sido secuestrada? Tiene algo que puede servir de ayuda para encontrarla, numero de calle, hora...
—Me llamo Kate, me encuentro con mi amiga, se lla....
No pudo seguir hablando por que unos pasos se hicieron presente, risas. El hombre se acercó y estallo el celular a la pared, este deje de funcionar.
—Pensaban que se iban a escapar, no saben que aquí no saldrán nunca. Saldrán, pero muertas. Ahora les esperan un castigo duro, que lindo hacerles pensar que no sabíamos donde exactamente estaban. — rio fuerte— Alex, ven aquí— ordenó a su acompañante— tu llévala a ella donde te ordeno Carol, cadenas. De ella me encargo yo.
Antes de que me agarren le hice una seña para que agarrara una piedra o algo que se pudiera defender. Los dos se acercaron más para agacharse, ese rato aproveche y estrelle la piedra contra su cabeza y Kate hizo lo mismo. Los dos hombres retrocedieron de dolor.
Agarre la mano de Kate y salimos corriendo, pero ella me detuvo. Cogió la pistola del hombre de su cintura y sin piedad les disparo a los dos. Se voltio con una sonrisa.
—De esta si salimos y vivas— dijo segura.
Asentí no muy segura. Tenía la esperanza de salir de aquí, pero como lo menciono aquel hombre, muerta. Ya tenía en mente cual era mi destino, solo veía mi muerte y cada vez más cerca.
—Entonces que esperas, coge el arma y a matar a todos esos imbéciles que nos han hecho la vida imposible y no solo a nosotras. Lucharemos por la vida de un bebe, por la vida de una niña o niño, la vida de un adolescente que quiere una vida normal sin problemas de drogas que los meten sus padres, por la vida de estos familiares que están muertos en esas habitaciones. Por la angustia de las madres, el dolor, el sufrimiento al ver el cadáver de su hija muerta, inyectada, drogada, violada, golpeada, solo para consentir su placer. Saldré de aquí luchando no solo por mi vida, sino por todos, así que.... estás conmigo?
Respire hondo, con unas cuantas lágrimas en los ojos. Porque es verdad todo lo que ha salido de su boca, personas han sufridos solo por seguir adelante, pero de una manera equivocada. De la manera más fácil de conseguir dinero, fui adolescente— pero en cambio nací rodeada de dinero, dinero que nunca pensé que estuvo sucio— y a esa edad quieres tantas cosas, que quizás harías unas cuantas cosas malas para tener dinero. O incluso para ayudar a tu familia.
—Lo hare— susurre.
—¿Qué?, no te escuche— grito
—Hare volar la cabeza de todos esos malditos imbéciles que nos han hecho la vida imposible. Matare a la maldita puta que se pasó diciendo que fue mi madre, la hare sufrir de la misma manera que lo hizo conmigo.
—Así se habla chica, sin nada más que decir es hora de volar cabezas.
Salimos de la habitación mirando alrededor, en una esquina de en la pared alta se hallaba una cámara, sin pensarlo agarre con mis dos manos la pistola con fuerza y apreté el gatillo. La cámara cayó al suelo, al igual que mi cuerpo. Mire a Kate que se estaba riendo duro.
—Buena puntería, pero mantén fuertes tus piernas. Una pierna adelante y otra atrás, ¿de acuerdo? — asentí— Carga la pistola, pero primero revisa que tenga seguro y lo retiras cuando ya estas dispuesta a disparar.
En los pasillos no se aparecía nadie, Kate ingreso a una habitación y yo me quede a vigilar.
—Mira lo que acabo de encontrar, perfecto para nuestro asesinato. Me encanta como me queda esta, toma— me lanzo la gafa oscura— póntela, seguro que te quedara perfecto. Debemos ir revisando cada habitación, encontrar municiones y asesinando a cada persona que encontremos armada.
—De acuerdo, estoy contigo.
Seguimos avanzando, revisando. En la mayoría de las habitaciones encontramos a personas muertas, huesos. Minutos después nos dimos cuenta que estaban caminando en círculo. Nos sentamos un rato para descansar, ya nos habíamos acostumbrado a estar despierta. La anoche se estaba haciendo presente
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro