UN PASO ADELANTE

Nunca había sentido tanto miedo como ahora, la idea de morir por quien tanto odio era un sentimiento que no podía describir. Un rencor enorme se me formaba en el pecho, que lo único que pensaba era asesinarla con mis propias manos. Y tenía que hacerlo.

La lluvia por arte de magia se hizo presente y más fuerte, con él bebe en mis brazos quería salir corriendo, pero no sabía dónde. No estaba familiarizada con el lugar, y aunque Kate me había dicho algunas indicaciones, con eso no me alcanzaba como para salir corriendo segura. Solo esperaba una oportunidad.

El cielo se ilumino con un fuerte rayo fuerte y escandaloso, era mi oportunidad. Caroline dio un brinco, haciendo que el arma de sus manos se cayera al suelo, no pensé dos veces y corrí hacia la puerta que me había indicado Kate, cerrándola por dentro. Eso era lo casi bueno de Caroline, ciertas veces no despegaba su ojo de las personas, pero cuando se trataba de tormentas, truenos, rayos y la lluvia se distraía muy fácilmente.

—¡No vas a escapar! — la escuche gritar.

—Muérete— susurré entrando al cuarto que me indico Kate.

Es una habitación preciosa, de color rosa y bien decorada. Pongo al pequeño sobre la cama con cuidado. Le sobo la cara y me doy cuenta que su color no es normal, me acerco nerviosa para escuchar si respira y no, no lo hace. Caigo al suelo con la mano en la boca y las lágrimas ruedan de mis ojos.

—No, mierda no puede ser. No, le prometí a tu madre que te cuidaría.

Me acerco de nuevo, su pequeño e indefenso cuerpo esta pálido. Para estas ocasiones no sé qué debo hacer, no se realizar un RCP, no pensé que alguien necesitaría... ay dios no sé qué debo hacer. Acerco mi dedo a su nariz, pero no respira. Lo cojo de nuevo en brazos, pero no se mueve. Realmente no se mueve.

—No. ¿Por qué?, chiquito cuanto lo siento. De verdad, lo lamento mucho. —las lágrimas rodaban, me senté con él en mis brazos mientras lo mecía. —Lo siento mucho— repetía a cada rato.

[...]

Al despertar por un golpe en la cabeza, pensé que todo era un simple sueño, pero no era así. Todo es real. Mis ojos sin duda los tengo rojo e hinchados. Sigo teniendo en brazos al pequeño, su cuerpo helado ya está. Lo coloco sobre la cama y lo cubro con una sábana. Me acerco al armario y me cambio de ropa ya que me encontraba empapada.

Una vez con ropa ya seca, decido inspeccionar la habitación. Por lo que no hay mucho, pero si me llamo la atención una pared que tenía cubierta con una pintura blanca. La pintura se salía tan fácil. Era un mapa de la casa, tenía en forma de cuadros donde indicaba que quedaba en cada sitio. Estaba detallado cada cosa, e incluso hasta los árboles. E indicaba donde yo estaba, decía mi nombre y por donde tenía que seguir, leí la nota escrita con marcador en la pared, sin duda era la letra de Kate. Ella habrá dejado las indicaciones.

—Como primer punto, cierra la puerta por dentro, no solo con el picaporte. Hay un seguro detrás del metal, ponle el candado que veras arriba del armario— leí la primera indicación— Esto será importante, porque si abren la puerta, daté por muerta, solo una persona sabe muy bien esta puerta y es mi madre.

Cogí el candado y corrí a cerrar la puerta como indicaba.

—Dentro de esta habitación estarás segura, luego de las 36 horas ya no. Por eso te recomiendo que cojas el pasadizo. La llave está dentro de una caja debajo de la cama, hay una llave dorada, esa abrirá la caja secreta donde estará la llave de la puerta del pasadizo. La caja secreta esta debajo de tus pies, solo que tendrás que demoler el piso, porque olvide exactamente donde lo enterré. No me juzgues, me gustaba hacer cosas así, y ya tiene como sus 5 años que hice esto. Para eso te deje un mazo que está debajo de la cama. — me rio al leer sus ocurrencias.

Me agacho y me fijo debajo de la cama, cojo el mazo y comienzo a darle al suelo con fuerza para encontrar lo más rápido la caja secreta. No sé cuánto tiempo pasó, hasta que encontré la pequeña caja negra con la llave dentro. Me paso la mano por la frente quitando el sudor, estoy que muero de sed y no hay nada de agua por aquí.

Me acerco a la pared donde está el mapa para seguir leyendo.

—Espero que todo haya ido bien, no tuve tiempo como para planearlo mejor. Si ya has encontrado la llave de la puerta del pasadizo, bueno, tendrás que tomar solamente un respiro, seguir con el mazo y la pared donde se va a encontrar la puerta. Solo no te detengas, respiras mientras trabajas, porque Caroline debe de estar planeando para atraparte desde el otro lado, por eso es mejor que sigas adelante. — respiro hondo y pesado. Camino hacia la pared para salir de una vez de esto.

Con la poca fuerza que me queda sigo demoliendo la pared, que al parecer se empieza a notar la puerta de color café.

—La última nota, gracias por todo. Sé que dejo a mi hija en muy buenas manos contigo, espero que todo salga bien. Eres una mujer fuerte, me hubiese gustado estar contigo, a tu lado y poder ser yo quien te guie en el camino de la luz. No estoy llorando, solo estoy llorando de felicidad. No te la hago larga, porque no quiero que te atrapen por mi culpa, cuando ya estaré muerta, después no me podrás matarme. Al cruzar esa puerta, la cosa no será nada buena. Si tienes suerte estará un guardia, lo conozco, solo le dirás: que mierda de día es hoy, necesito emborracharme, no me juzgues fue mi pensamiento antes de ya sabes y es lo que se me ocurrió para decirle al guardia que te deje pasar. Recuerda ir antes tu que Caroline. Si logras pasar el guardia todo bien, él te indicará hacia donde tienes que caminar, y te dará una llave que abrirá otra puerta, si, otra puerta. Pero esta es la última, tendrás que entrar muy cuidadosa. Ya que una vez dentro, te encontrarás con personas que, si no te han visto nunca, te perseguirán y te asesinarán. Pero confío en ti, y sé que todo saldrá bien, has hecho un buen trabajo hasta ahora, no me decepciones y aunque me duela, mata a mi madre. Acaba de una vez por toda esta mierda. Cierto, un regalo inmenso. Cuando abras la puerta del pasadizo, no solo habrá una caja, sino una segunda. Espero que te guste el regalo, te lo doy con mucho cariño. De: tu nueva amiga que te quiere viva para que crie a su hija. Para: la inepta que tiene una inteligencia fenomenal.

Me rio de todas las ocurrencias e ideas locas. En tan poco tiempo que la conocí siento que fue una muy buena compañía. Siento que fue una buena gente, pero culpa de su madre no lo siguió siendo, su madre destruyó esa parte linda e inocente de Kate, sin duda la maldad también arrastro a la familia.

Despejo mi mente y sigo con la pared, al terminar con una sonrisa en la cara cojo la llave que la había dejado sobre la cama y abro la puerta. Hay una caja en el suelo cuando abrí la puerta, la caja es media grande.

Me agacho y saco la tapa.

Un papel blanco con letras de color negro, se encuentra encima de una envoltura.

—Este si es mi última nota, había olvidado que sería muy duro todo de demoler. Así que te prepare un poco de alimento para que cojas fuerzas para la hora cero. Toma mucha agua por si tienes que hablar sin parar, come mucho por si tienes hambre, obviamente la has de tener. No quiero despedirme, te voy a extrañar mucho. Eres de esa amistad que cuando se conocen se caen súper que mal, pero con el tiempo se cogen aprecio. Fuiste, eres y serás una gran amiga. Ahora sí, no tomo más tiempo y a por ello, que se note los ánimos que te doy. Dale un abrazo a mi hija cuando la veas, en ese momento seré yo quien la esté abrazando. Adiós, este si es una despedida oficial.

No sé porque se me salieron las lágrimas, era el sentimiento de tristeza y felicidad.

Abrí la botella de agua y la bebí de toque. Más al fondo había un bolso, metí todo lo que me había en la caja en el bolso y me puse sobre los hombros. Deje solo afuera una linterna para alumbrar porque si estaba oscuro. Al caminar unos cuantos pasos me tropecé con otra caja, esta no era cuadrada, sino rectangular e incluso era más grande, más inmensa y pesada.

Con curiosidad me agaché y la abrí, vaya sorpresa que me dio Kate al recibir este regalo. Era armas, armas de todo tamaño.

Y aquí me dije, con una sonrisa en la cara, ya gané esta batalla.

Seguí caminando por el oscuro pasadizos, y me encontré con un letrero que decía: por muy lindas que sean las flores no te distraigas con ellas, ese es el principal objetivo por la cual las pusieron, solo sigue tu camino recto.