LOS ROLES SE INVIERTEN

Me desperté después de no haber dormido nada. Frente mío se encontraba Kate, con la cabeza apoyada a la pared. Me levante con cuidado de no despertarla y camine a la salida, pero no avance mucho y escuche mi nombre. Me giro quedando frente a ella.

—¿A dónde vas? — pregunta levantándose.

—A ser guardia, de igual no pude dormir creo que ya me acostumbré— dije lo primero que se me ocurrió.

—Ya, está bien— la vi sacar su arma de una manera misteriosa.

Así que me adelante y dispare en su mano en donde la sostenía, la pistola rodo por el suelo lejos de ella.

—Pero que mierda— su voz salió forzada por el dolor, la sangre rodaba y manchaba el suelo.

—Crees que no me iba a dar cuenta, pero cariño deje de confiar en las personas desde hace años. Creíste que podrías verme la cara de estúpida, al principio si pensé que estuvieras secuestrada. Pero luego me di cuenta, creo que Caroline no se fijó en los pequeños detalles. Hacer que te creía fue fácil, te conté mi historia y si una parte de mí se liberó. Tu historia estuvo muy pobre, te falto un poco en la actuación, no digo que lo hagas mal, algo es algo.

—Maldita perra ingrata, debí asesinarte desde en el primer instante. Pero tenía que llevarte donde me ordenaban. Y no quería perder mi vida por un impulso— habla entre diente.

—Vaya que buena eres para controlarte, pero podrás hacerlo ahora— levante mis cejas. — O prefieres que yo tenga el gusto. Pero niña no te pongas pálida, solo es broma. Me sirves más de lo que crees. Sabes que Caroline no te daría un disparo en la frente, ella si te haría sufrir, te hará experimentar lo que realmente es el dolor. Y entonces, donde está la salida— le sonreí.

La escuché maldecir por lo bajo con enojo.

—Oye como puedes tener el cabello tan brilloso si estabas aquí por años.

—No jodas y cierra el pico.

—Te colocas tierra en los labios, deberías recomendarme eso. Mira los míos— los señale— están bien resecos.

—Dije que cierres la puta boca— grito con desespero y enojo.

—Tranquilízate no quiero que tu cabeza explote delante de mi cara, ahora camina delante de mí y cuidado detrás te apunta el arma. Entonces cuéntame de tu real vida, estoy aburrida.

—No voy a contar mi vida personal en una persona que no conozco...

—Como que no, ya fuimos amigas. Nos contamos de todo, anda no te hagas de rogar. De paso estoy ofreciendo mi servicio gratis para alguien que dudo que tenga una buena amistad de verdad. Claro, alguien como tú.

Se voltea y me queda mirando con mala gana.

—Soy la hija de Caroline, ¿que... te quedaste procesando?

—Bueno, supongo que adoptada. Sin ofender tu color no da mucho con el de ella así que....

—Cállate estúpida, mi padre es moreno. Aunque en cierta forma me parezco a ella, odio serlo, pero no puedo evitarlo. Nací en una familia que ha sufrido demasiado, su dolor no la deja avanzar y que se siga fijando en el pasado me tiene harta— sus palabras salen de su boca con asco.

—Dudo que piensas así mientras demuestras el lado contrario.

—Crees que no lo sé. —Arrugó su frente — Asesino a mi hermano de tan solo dieciocho años por no obedecer a lo que ella le mandaba. Desde ahí tuve miedo, soy dos años mayor que él. Siento un odio dentro de mi hacia ella y aun así la amo con todo mi ser— eso ultimo si lo dijo de verdad.

—Entonces cual es la verdadera razón de que lo sigas haciendo.

Me quedo viendo, como si se debatiera en decirlo o no.

—Por mi hija, daría mi vida por ella. Pero no mientras viva con mi madre.

—Quiero que lo pienses bien, no por mi vida, sino por la tuya y la de tu hija como dices. Te daré la oportunidad de que encuentras claridad en la oscuridad, que tu sombra de ahora en adelante no sea la de tu madre sino más bien tú, que guíes tu propia vida. Harías lo que yo te digo para acabar este juego. —la mire seria— Creo que has aprendido suficiente de tus errores, no lo admitiste directamente, pero dentro de mi dice que lo haces.

Con su mano se limpia bajo sus ojos las lágrimas que iban a salir, cierra los ojos con fuerza y tira su cabeza hacia atrás. Antes de mirarme se relame los ojos.

—Correré el riesgo, lo menos que quiero es que este problema se expanda.

—Entonces harás lo siguiente, me llevaras con tu madre. Actuaras que me tienes bajo tu poder, harás que me dejen sola con ella. Que no haya guardias, te inventas cualquier cosa, que se vayan lejos. Supongo que tendrás igual el poder de tu madre para que te obedezcan.

—Dudo, pero hare lo posible.

—Confió en ti, no me falles. Ahora dame un golpe en la cara, que se note que estoy bajo tu...

No lo vi venir, su puño impacto con demasiada fuerza en mi cara.

—No te quejes, el dolor de la mano en la que me disparaste me está matando— abrió sus ojos.

—Lo siento, de verdad. —se me salió una risa por lo bajo— Me alegra que quieras hacer el bien, a veces es bueno pensar en una mismo.

—Ya no digas nada, o te daré otro puñete para que te calles y va en serio.

—Está bien, me callare— dije cerrando mi boca con mis dedos como si fuera un cierre.

Me puso los brazos detrás de la espalda y unió mis muñecas para atarlas no muy duro con una piola fina. Me agarro del brazo izquierdo y comenzamos a caminar.

—Hablare yo, donde me interrumpas no seguiré con la historia. — asentí— Mi madre un día borracho me conto su historia, la verdad siempre quise saberla, aun así, siendo mi madre me entraba las dudas acerca de su pasada vida. Comenzaba que ella había tenido una vida difícil, fue secuestrada. Sus padres la encontraron, pero en la vida de ella ya no era la misma a cuando tenía diecisiete años, su familia tenía dinero, tenía influencias. Asesinaron a los culpables menos al mayor. Con este vivo organizo un grupo y cada vez se unían más gente. Finalmente, asesinaron a sus padres en esta misma mansión, retorno de vida. Le puso ese nombre, porque decía que haría pagar sus deudas con sus descendencias de quienes mataron a sus padres, los haría sufrir peor.

La mire para que me diera la oportunidad de hablar, que me aclare la duda y ella negó con su cabeza.

—Después de que lo hizo, decidió que esta mansión seria para retomar la vida al infierno de quienes le habían hecho daño. Pero su odio aumento cada vez más, se salió de control y sus planes se fueron al mal. Comenzó a enamorarse del dinero, con secuestrar a las chicas. Conoció a Rafael, aunque no se llegó a casar con él, ella decía que fue su esposo. Aquel 14 de abril murió su primer hijo Austin de asma, ella drogada les echo la culpa a un grupo de amigos de la universidad que había conocido por Elena, mi madre ayudo a ella cuando emigro ilegalmente en este país. Esa noche sus sentimientos se unieron como una bomba.... le disparo a Cassandra. Meses después con el dolor, Wilson mato a Rafael. Y fue ahí donde se volvió loca. Nunca le conto a sus amigos lo que paso en su vida, ni a Rafael. Dijo que los culpo porque ella no soportaría el dolor, era una manera de que ese dolor que tenía dentro lo liberara con hacer daño a la gente, muy raro.

Seguimos caminando dando vueltas por los pasillos casi oscuros, luego subimos por unas escaleras enormes que ya me sentía cansada.

—Aquí debajo se encuentra cada persona que ella a asesinado y secuestrado, descompuesto. Descubrí estos pasadizos a mis siete años y desde esa edad venía a jugar acá abajo, conozco esto mejor que nadie. Ahora dudas.

—Tu padre sabe de todo esto— arrugue mis cejas.

—No, no lo sabía. Hasta que sin pensarlo lo descubrió, discutieron y mi padre nos quiso llevar a otro lado. Mi madre se interpuso, no quería quedarse sola. Así que nos puso a elegir, supongo que el miedo cuando saco el arma mi hermano y yo sin dudarlo aceptamos quedarnos con ella. Y mi padre dijo que no, fue ahí cuando murió. Ella jamás aceptaba un no por respuesta.

—Esta vez será la excepción— dije en susurro.