CAPÍTULO 53: Patinaje
03 DE SEPTIEMBRE, 2018
Lunes
Tiago
—¡Oye, oye, oye! No de esa manera —me detiene Natalia a tiempo y ella junto conmigo, pues casi caigo de bruces.
Lleva una semana enseñándome a patinar sobre rollers en las tardes. No soy tan pésimo, y al contrario de los primeros días he mejorado un poco considerablemente, mas sigo teniendo mis pequeños fallos.
—Lo siento, aún soy novato en esto —nuestras miradas vuelven a encontrarse igual que otras veces, por unos buenos segundos, y recién me percato que sus manos están encima mis hombros y las mías sosteniendo su… cintura.
Nos separamos nerviosos.
—Lo importante es que estás mejorando. Fallos tiene cualquiera, pero procura no fracturarte algo.
—No creo. Soy muy fuerte —hago la seña de ser musculoso con mi brazo.
—Payaso —Natalia rueda los ojos y entonces continuamos andando.
—Aún no entiendo por qué esto es tu deporte favorito, la mayoría de las chicas gustan más del voleibol —no me parece en sí raro, no obstante, tengo curiosidad; pues cada día quiero aprender algo nuevo de Natalia.
—Me gustan mucho casi todos los deportes, pero este más en especial —sonríe haciéndose la misteriosa.
—¿Por qué? —insisto y ahora sí nos detenemos, pues Natalia centra su atención en el kiosco que tenemos al lado, y ahora descubro que es para comprar dos botellas de agua.
Le agradezco mucho el gesto y después de ello nos sentamos en un banco.
—¿No sabes todos los beneficios de este deporte? —arquea una ceja.
—Sé que todos los deportes son buenos para la salud, pero nunca me puse a pensar en qué específicamente.
—Yo me los sé de memoria —sonríe presuntuosa—. Tonifica los glúteos y brazos, fortalece el abdomen y los muslos, quema entre trescientas y seiscientas calorías por caminata, refuerza los músculos isquiotibiales, endurece la parte interna de las piernas y lo más importante —hace una breve pausa intencional—; fortalece el corazón.
—Wow, esto último sí que no me lo esperaba.
—Así es, y no solo me refiero físicamente hablando.
—También, ¿anímicamente?
—Sí —desvía la vista—, eso respondería tu pregunta.
Y ahí de nuevo esa expresión triste y mirada perdida.
—Oye, no pretendo sonar indiscreto, pero intuyo que algo malo pasa en tu casa contigo y… ¿Qué tan grave es? ¿Estás lista para hablar de ello?
Entonces me mira, vuelve a desviar la mirada, se pasa las manos por el cabello frustrada y esta vez posa su vista hacia el frente; como pensando si en decirme o no.
—Entiendo si no lo estás todavía.
Tras esas palabras suspira y vuelve a mirarme, empezando a hablar.
N/A:
¿Qué será lo que Natalia irá a decir? Nadie se esperaba lo del patinaje jajaja y no, no fue tan repentino, se explicará el por qué de esto también.
¡Besos!
405 palabras
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