25 DE MAYO, 2018
Viernes

Natalia

Estoy desesperada.

Mi vida es una mierda, ¡ya no puedo más!

Desperté tarde hoy para ir al colegio, muy tarde puesto que llegué media hora después de comenzada la clase de matemática. Por la prisa ni alcancé a maquillar la herida que traigo en mi labio.

Hoy tenía un examen parcial, no lo realicé por estar mentalmente ausente. El profesor pensó que tenía desinterés en su materia, o un cinismo para demostrar que hago lo que me da la gana. Le pedí por favor una oportunidad, pisando un momento realidad, y él no quiso. No aguanté entonces estar implorando, me ganaron las lágrimas, me incorporé, me dirigí a la puerta rápidamente y la cerré de un portazo.

Me agarré la cabeza con desesperación y frustración, llorando. Me senté en el pasillo e intenté desahogar en esas lágrimas todo lo malo que traigo conmigo, pero no lo logré, sino más bien conseguí sentirme más exasperada y susceptible.

Entré a la siguiente clase, al recreo, de nuevo a la clase, mas los minutos se me hacían malditamente eternos y las palabras de la profesora de química pesadas. Mi cabeza solo repetía el nombre de Tiago, estaba impaciente por encontrarme con él, quería escapar de aquel revoltijo que eran mis pensamientos. Puse mi mano bajo mi mentón, luego recosté mi cabeza entre mis brazos, después miré inquietamente a todas partes, zapateando impaciente. Ulteriormente me mordí las uñas.

-Señorita Nina, ¿no tiene interés en mi clase? -me llamó por mi apellido.

-No, no lo tengo.

¿Para qué mentirle? Preferí serle franca, solo que omitiendo el detalle de que su clase se me hacía tediosa por su manera nemotécnica de explicarla.

-Entonces la invito a salir -me señaló la puerta, tajante.

-No hacía falta invitación -me levanté golpeando mi asiento y salí nuevamente azotando la puerta.

Me salté el almuerzo y corrí hacia mi refugio, con la esperanza de que Tiago estaría, me haría reír con sus tiernas palabras, su inocencia; pues pensaba que era un alma pura, a diferencia mía.

Corrí y corrí, sin descanso. Llegué agitada, poniendo mis manos sobre mis rodillas para descansar. Pasado un minuto busqué a Tiago con la mirada. No se encontraba.

¿Se habría escondido tras el árbol donde acostumbraba observarme? Quizá... Fui a revisar y no, no estaba. Volví a mi lugar, dando vueltas impacientes. Revisé la hora, eran las 13:35PM. No, era muy temprano y yo estaba paranoizando por nada. Tiago a estas alturas debía estar almorzando.

Suspiré, aliviada. Para calmarme me puse a leer un libro. Pasó una hora y volví a impacientar.

«-No, Tiago no viene tan temprano» -pensé. Continué leyendo.

Pasada otra hora el hambre interrumpió mi lectura. Era cierto, no había comido nada hoy. Me vi tentada de ir a comprar un sándwich de un snack de comida rápida aquí cerca. Mas ¿qué tal si en mi ausencia Tiago llegaba y no me veía? Ni bien lo viera quería abrazarlo, refugiarme en sus brazos aunque creyese que estaba loca, sentir que todo estaría bien.

Pero no, otra hora pasó y ni señas.

Frustrada, comencé a escribir lo sucedido, desahogando toda mi rabia e impotencia en una hoja de cuaderno. Y recién me percaté que seguía con el uniforme de colegio.

16:40PM. Y ya tendría que haber llegado hace rato.

-¡¿Tiago, dónde estás?! -exclamé histérica, tirando de un golpe el cuaderno al suelo.

Me paseé totalmente impaciente unos minutos, de un lado a otro.

«-Vendrá, estoy segura que vendrá. Me lo prometió...» -intentaba convercerme. Hasta que recordé algo.

Ya atardecería. Tal vez Tiago llegaría justo 17:00PM.

Ya un poco más aliviada, me senté, intenté relajarme con la naturaleza. Lo conseguí, no obstante, sin darme cuenta me quedé dormida.

Cuando desperté ya eran las 19:00PM, me levanté con desesperación, había ya anochecido y Tiago no estaba.

-¿Tiago? ¡Tiago! -lo llamé, pero tan solo escuché mi eco.

Ahora estoy aquí, parada como idiota, mientras lloro. Creí que Tiago sería mi nuevo amigo, mi segundo refugio, creí que era lo único bueno que empezaba a tener. Parecía tan interesado en mí... Sin embargo, me engañé.

N/A:

Les dije que habría más intensidad uwu.

Perdón, el cap se me hizo inevitablemente largo, es que quería describir con precisión cada emoción de Natalia.

¿Qué creen que pasará?

654 palabras