No puedo evitar sentir aquel vacío de no tener a mi madre, es como viajar en un camino oscuro donde es imposible encontrar la luz, es difícil creer que se puede salir de las tinieblas que causa el haber perdido a una persona tan especial. Ella era mi mejor amiga, aunque eso se escuche ilógico en esta actualidad donde hay tantas hijas que no son muy unidas a sus madres, pero ella lo era todo en mi día a día y ver qué ahora no compartimos nada más que el espíritu y partes de su tristeza, felicidad, y lágrimas dentro de esta casa me hace pensar mucho más en lo que vivimos y en todo lo que nos hizo falta vivir. Una casa llena de recuerdos, esos que me hacen mantener viva el cuerpo que me sostiene aquí, pero recuerdo también todos esos juegos, aquellas sonrisas que sin problema alguno nos regalábamos entre las dos y vivíamos así en nuestro propio cuento de felicidad.  

Creo que es momento de hacer un cambio, han pasado meses desde que ella murió y siento que estoy haciendo todo lo contrario de lo que ella quisiera que yo hiciera, seguir con mi vida. Fueron meses que se dispersaron tan rápidos como ver una estrella fugaz por la noche a la que le pides un deseo; pero en todo este tiempo ese deseo de querer volver a tener a mi madre conmigo no fue cumplido, y entiendo el hecho de que estamos en dos puntos diferentes de la vida y por lo cual no volveremos a estar juntas. Pero lo peor de todo es que extraño una figura materna, ella era mi única familia, compartimos la sangre y ahora no tengo a nadie que me brinde ese abrazo que recibía cada mañana, o el beso de buenas noche luego de cubrirme con las sábanas que acostumbraban a tener aquel aroma a flores gracias al suavizante que ella usaba en cada lavada, los consejos que me daba cada vez que ella creía que lo necesitaba y ni hablar de cada una de esas veces que la necesitaba. Ella lo era todo para mí, y ahora siento que no sé en qué dirección ir pero debo averiguarlo yo misma no puedo parar mi vida porque el tiempo sigue corriendo. Y no puedo seguir estancada en este punto de mi vida.

Después de pensarlo varias noches, me comuniqué con la única persona que conozco y que mi madre estaría tranquila de que esté con ella; su mejor amiga, sí, aquella mujer Colombiana llena de pecas en sus mejillas y el largo cabello castaño que solía peinar cuando era pequeña. Recuerdo todas esas trenzas que hacía con su hija Laura, es de mi misma edad pero también tengo tiempo sin verla. No entiendo cómo pudieron ser mejores amigas estando a tantos kilómetros de distancia estando al otro extremo del mundo y por más que piense cómo se llegaron a conocer no lo comprendo aun. Nosotras hemos vivido siempre en Francia, por lo que eso me hace pensar en qué momento ocurrió todo eso, pero también recuerdo que son mayores se conocieron en su juventud, por más que trate de evitar no puedo, ella es ahora lo único que puedo tomar como una familia, ella y su hija están allí esperando recibirme con los brazos abiertos desde hace mucho tiempo solo que no me sentía lista para viajar y olvidar lo que me mantenía en casa.

Soy Fleur Lambert, tengo veinte años y aún no he encontrado mi vocación para estudiar, es raro porque muchos al terminar la escuela saben que es lo que quieren ser en la vida pero tengo pensado hacerlo después de estás cortas vacaciones he pensado un poco en estudiar Lenguas extranjeras, al hablar francés y español tan fluido me hace me querer eso de aprender varios idiomas. Trato de empacar en  aquella maleta azul que una vez mi madre me regaló con lo que yo creo que es necesario como es el bronceador, vestidos de baño, alguna pocas ropas  que solía comprar en algunas tiendas de verano, y ni hablar de lentes para sol, la verdad no tengo idea de que llevar pero si necesito algo lo compraré allá, ya estoy muy atrasada con esto. 

Parezco toda una turista, no se que empacar exactamente, nunca he ido a Colombia y no sé cómo es vivir allá, muchos dicen que un país alegre aunque según algunas noticias es un país con muchos problemas, están llenos de discriminación, maltratos, e incontables situaciones a las que las autoridades le hacen caso omiso. Sandra aceptó que fuera a casa de ella sin ningún problema, dijo que su esposo Ricardo no se quejaría para nada y que estaría igual de encantado al recibirme por algunas semanas pero aún así me entra la duda, nunca he ido y no me gusta incomodar mucho a las personas cercanas para que no se fastidien de mi.

Laura me había invitado muchas veces pero al no querer dejar a mi madre sola no aceptaba las invitaciones que me hacían y apenas le conté sobre mi viaje ella dio un grito impresionante por la emoción de que por fin nos veríamos luego de muchísimos años, sí la última vez que nos vimos teníamos unos quince años, éramos todas unas chiquillas que no sabían absolutamente nada del mundo y mucho menos de pérdidas. Éramos completamente unas niñas inocentes que no sabíamos de todo lo que conlleva crecer, ahora nos damos cuenta de todo a nuestro alrededor y también tomamos nuestras propias decisiones lo cual es aún más complicado. Es un lío crecer, y uno de pequeño deseando ser adulto sin saber lo que significaba realmente serlo.

—Por fin conocerás a mi novio Gabriel, seguro podremos presentarte algún amigo de él —Laura comentó y no se dio cuenta de que conocer gente nueva no es muy lo mío, además que eso no es lo que estoy buscando ahora.

—¿Para qué necesito conocer a un amigo de Gabriel? —pregunté cruzando mis brazos mientras la veo en la pantalla, pero siento que pierdo la paciencia con esta mujer.

—Vamos Fleur no seas tan amargada, pareces limón recién exprimido y no para una bebida fría y deliciosa.

—Bien soy un limón demasiado amargo como para ser probado por ti en una bebida con mucho hielo, no crees que esa comparación fue demasiado extraña a los oídos de otras personas.

—Acá ni te preocupes por esas tonterías, no hablamos tan refinado como ustedes con su idioma del amor.

—¿Ustedes? ¿Si sabes que tú también sabes hablar francés? —solo le dije para recordarle aquel pequeño detalle que al parecer se le había olvidado entre su cabecita de nuez.

—Bien, si lo hablo. Pero lo importante aquí es que por fin vas a disfrutar de tu vida, pensé que llegarías a viejita sin saber lo que era salir y conocer, distraerse algunas veces no es tan malo.

—Bueno en eso sí tienes un poco de razón, pero sabes que mi mamá era soltera y no tuvo más hijos solo éramos ella y yo, no me gustaba la idea de irme lejos y dejarla aquí sin nadie que la acompañará.

—Si, seguro yo sería igual si hubiese estado en esa misma situación..

—Al menos allá está tu papá y tus hermanos que por cierto ya no recuerdo cómo se llaman. —Fui totalmente sincera, no era algo que me fuera de suma importancia por lo tanto mi memoria los desechaba .

—Está Sebastián quien es el mayor, sigo yo obviamente lo más hermoso de esta casa y por último está José que es el bebé de la casa. Sebastián es el que tiene 23 años, está soltero por si te interesa.

—¡Estás loca! Cómo se te ocurre pensar en esa descabellada idea de estar con tu hermano.

—Serías una gran cuñada, no como su ex. Además mi madre estaría encantada de aceptarte como nuera, juro que te consentiría mucho más de lo que lo hace ahora. 

—En eso tienes razón, me encantaría pedirle esas deliciosas tortas que hacía cuando solía venir a verme. Me encantaba sentir el olor del pudin.

—Tu solo quieres comer, mejor dejemos el tema allí. ¿Por cuánto tiempo estarás aquí? —ella preguntó mientras yo veía como se probaba incontables prendas de ropa, seguro que iba a salir con Gabriel esta noche.

—Comer es delicioso, justo ahora pienso en un rico pollo frito, y que yo sepa no está mal pensar en esos antojos de comida.

—Bueno como sea, voy a salir con Gabriel y tú tienes que terminar de empacar mientras que yo también preparo tu bienvenida.

—No quiero nada grande Laura por favor, solo ustedes.

—No te preocupes será algo pequeño y luego algo grande con mucha bebida, es hora que aprendas a salir a fiestas, claro que aquí son mucho mejor que allá.

—Como digas, nos vemos pronto.

—Te quiero Flor.

—Es Fleur —Conteste antes de colgar el teléfono aunque sé que solo lo hace para molestar.

Es una completa locura esto de salir de viaje, el simple hecho de dejar el lugar en el que he estado por tantos años para “respirar otros aires” seguro que mi madre se estaría burlando de mí justo ahora porque una vez le dije que nunca saldría de Montpellier, y era porque aquí está ella y eso era todo para mí. Nací, crecí en esta ciudad no veía la necesidad de querer irme de aquí, ni siquiera por la idea de conocer otro país como es el caso actual en mi vida, pero como suele decir Laura “el que escupe para arriba, la saliva le cae encima” o algo así es ya no estoy muy segura.

Pero a pesar de imaginar a mi madre frente a mí riéndose de tal situación también estoy segura que estaría muy orgullosa de este gran paso, pero lo mejor de todo es que siento como si estuviera justo aquí a mi lado ayudándome a empacar y a recordar aquellas situaciones en las que una vez me negué y que ahora estoy apunto de hacer. Mi madre era tan alegre que no parecía ser alguien nacido de aquí, le juro que parecía más Colombiana por aquellas comidas, su forma de hablar y le encantaba escuchar mucho la música de allá y más aquel vallenato que ella decía que era lo mejor y que era lo que más representaba aquel país y en específico un tal Valledupar, no entendía nada cuando hablaba de ello.

—Seguro estás contenta por esto ¿Cierto mamá?  —dije en voz alta porque algunas veces siento que ella está aquí escuchando todas las tonterías que acostumbro a decir.

De repente siento una brisa fría y noto que la ventana de mi habitación se encontraba abierta, miro unos minutos hacia afuera y recuerdo las veces que me paraba aquí para estar pendiente de cuando ella llegara del trabajo para salir corriendo abrirle la puerta y ayudarle con su bolso, luego recibía un beso en la frente un ¿Cómo estuvo tu día? Por su parte, le hablaba de ello hasta que me quedara profundamente dormida.

Bien dicen que la vida es un ciclo, que tarde que temprano debemos cumplir, algunos lo cumplen a corta edad y otros cuando su piel está completamente arrugada y que ya no puedan más, algunos muerte natural, otros son asesinados, otros se los llevan algunas enfermedades incurables y otros solo son llevado de un tirón como lo fue mi madre.

Ahora es el momento de dejar atrás la muerte de mi madre y quedarme con todos esos bonitos recuerdos que tengo de ella para caminar hacia adelante y seguro ella estará allí cuidando de mi sin importar la distancia tan larga y profunda que nos está separando.

Además solo será un verano de vacaciones normal como cualquier otro ¿Qué puede suceder? No creo que pasen cosas extraordinarias y no creo que pasen cosas nuevas; todo será normal y continuaré con mi vida al volver a Montpellier a empezar mis estudios. 

El hecho de aún no saber lo que es conocer el amor, es un hecho que a mí edad es extraño para algunos, pero es que siempre he tenido miedo de no ser lo que la gente espera que sea. Mi madre me enseñó que debo estar segura de quién soy, amarme así como soy y aprendí hacerlo, pero no he tenido la necesidad de querer tener algo con alguien además de que hay que tener en cuenta que tampoco conozco a muchas personas.

Como dije aquí solo era mi madre y yo, el caso es que ahora vivo sola y quiero un poco de compañía familiar, es por eso que viajaré a Colombia en busca de Sandra y el amor de familia que ella puede darme ya que ahora no recibo ese sentimiento en absoluto.

Y como dice Laura es hora de dejarme llevar y no sobre pensar mucho las cosas; la vida es una y por eso debo disfrutarla. Este será un verano lleno de locura.

.
.
.

Espero que disfruten mucho del capitulo y que estén ansioso por el caps de mañana.