𝐶𝑎𝑝𝑖́𝑡𝑢𝑙𝑜 𝑇𝑟𝑒𝑠
Me encanta la época del verano, el simple hecho de como la playa se llena de esa hermosas vistas todas moldeadas a cómo se han hecho todas las mujeres, la belleza natural como es el azul del cielo y del mar. Por alguna razón mi casa está hecha un lío; puede que algo esté en espera y de lo cual no esté enterado pero, no soporto esa sensación de no poder tener tranquilidad ni en mi propia casa aunque al parecer a mis padres y a mí hermana les importa un comino lo que yo opine. Es insoportable el ruido de pasos por aquí y por allá, atareado por una chica que ni siquiera yo conozco y que sobre todo dormirá en mi casa.
Sé que me gustaban las fiestas pero por alguna razón todo ha cambiado, me he concentrado en leer y seguir aprendiendo cada día en vez de desvivirme por las fiestas y el dichoso alcohol que nunca puede faltar. Estuve en ello casi perdiendo lo que era realmente yo; mi ex novia sin duda me dio un puñetazo que hizo que llegara allí, pero ese no es mi mundo y mucho menos es lo que quería. Salí de allí de ese mundo que está medio roto y que no acepta que está roto en mil pedazos.
—Oye hermano me enteré que hay fiesta en tu casa ¿Porqué no me lo habías dicho? —Elías llega con una cerveza hasta la mesa que habíamos pedido frente a la playa para pasar el rato, el cual ya me amargo.
—Solo hasta ayer me enteré que habría una fiesta en mi casa el día de hoy ¿Cómo iba a invitarte? Yo no tenía idea de esa locura y todo para recibir a una pequeña niña que perdió a su madre, y que dicha madre era mejor amiga de la mía. No te parece un poco estúpida toda esa locura.
—¿Chica? Vendrá alguien nuevo y estará justo en la boca del lobo, pobre de ella si cae en tus garras —él soltó una sonrisa de medio lado — iré a tu casa está noche para conocerla a ver si por fin te gano en una.
—Dudo que me ganes, todas caen ante mí, sin importar como ellas caen. —Solo reí aunque por dentro no tenía ganas de participar en sus juegos pero yo no me acobardo nunca.
—Que poca fe me tienes, no pareces ser mi mejor amigo pero no hables mucho cuidado te enamoras de ella, andas profesando tanto odio que hasta creo que podría convertirse en un hermoso y lindo amor de verano o para siempre — tomó un gran sorbo de su cerveza para luego dar un mordisco al limón de sus manos.
—Que puedo decir, soy más atractivo que tú, eso no lo puedo ocultar. Y tampoco puedo cambiar mi hermoso rostro por uno ridículo como el tuyo. Segundo, ¿Cómo crees que me voy a enamorar? Sabes lo que sucedió con ya tu sabes quién.
—La única que puedo conquistar es a tu hermana y anda con el idiota de Gabriel no entiendo que le ve a ese tonto niño. Y lo que pasó fue hace mucho tiempo ya puedes darte otra oportunidad no te andes con idioteces.
—Le ve amor, no el simple sexo que tú le quieres dar y que yo no permitiré que suceda. Sabes que mi hermana está prohibida para ti y para todo el que vea que se quiera aprovechar de ella, y tú eres uno de esos. Y ya dejemos ese otro tema lejos.
—No comiences con tu labia de hermano mayor que ya me la sé completita, ahora sí hablemos de lo que me interesa.
—¿Y qué te interesa? —Las cosas sin importancia las olvidó por completo.
—De la chica que llega a tu casa.
—Te dije que dejáramos el tema en el olvido.
—De un romance posible no de la chica como tal, así que habla ya de ella.
—No sé nada de ella, nunca la he visto. Mis padres eran los que acostumbraban a viajar para visitarlas, a ella y su madre quien falleció. Así que nunca la he visto de frente, además de no saber cómo es no puedo contarte nada más, probablemente ella no sepa de mí ya que mis padres no acostumbran hacerlo y para mí mejor.
—Entonces no sabemos si la chica está de infarto o no, será un chica para pasar una buena noche frente a la playa con un delicioso sexo por venir.
—Te lo advierto; ella es protegida de mis padres así que ya sabes lo que eso significa, no la puedes tocar.
—Tampoco puedo tocarla, no entiendo por qué quieres protegerla si no la conoces.
—No te confundas, no lo hago por ella es por mis padres seguro que tampoco aceptarían que tú te le acercaras con ese gran historial sexual que te traes atrás — le recordé la verdad que siempre según él se le olvida.
—Bien amigo, me voy a casa arreglarme tengo una fiesta a la cual asistir y una chica que conquistar.
—Bien, nos vemos allá. —Lo vi alejarse.
Él se marchó llevándose la lata de cerveza que aún le sobraba un poco de la cerveza que bebía, su cuerpo se fue envolviendo entre la multitud de gente y me concentré en tomar mi bebida un jugo de naranja, la cerveza se la di a una de las chicas que iban pasando no estoy de ánimos para beber, quiero estar sobrio para esta noche.
Las horas se fueron envolviendo y la noche cayó, estoy en mi habitación con mi madre quien me pide que por favor baje para hacer presencia en la fiesta como la dichosa familia que somos. No comprendo porque tanto interés en complacer a una chica que ni mi hermano menor ni yo conocemos, ella es una completa desconocida. Seguro que es alguien fea con lentes y cuerpo envuelto en lo que yo creí que no era nada bueno de que lucir o que vieran.
Dicen mis padres y mi hermana que dicha chica nunca ha tenido novio ¿Quién a sus 20 años no ha tenido por lo menos un novio en la vida? Si, al parecer ella. Se concentró a pasar tiempo junto a su madre y a terminar la escuela que se olvidó en cierta parte vivir su adolescencia. Al fin y al cabo acepté asistir a dicha fiesta aunque no tenía ganas de estar presente, por lo que tomé una ducha y busco algo para arreglarme y no verme tan mal. Es mi momento de ser conocido por la gran desconocida de la familia.
—¡Sebastián! — escucho la voz de Laura quien va caminando por el pasillo de nuestras habitaciones.
—¿Qué te pica ahora? — pregunté.
—Estás espectacular ¿A quien quieres lucir hoy? Me gusta este Sebastián es tan sexi y ardiente que sin duda dejará a muchas con la boca abierta — sabe que aunque muchas quieran estar conmigo no soy de estar con cualquiera, eso nunca ha sido lo mío.
—Nadie, mamá pidió que asistiera a dicha fiesta por la tonta niña que trajo. Es una tontería hacer tanto escándalo por alguien que nadie conoce, es que ni siquiera yo, y eso que vivo aquí con ustedes.
—Es mi amiga también, no lo olvides. Además habla más bajito que la habitación de ella está justo a tu lado, es tu vecina de cuarto. Y no, no exageramos porque la queremos mucho, es una hermana y una hija para nosotras te guste o no. Sebas, ten cuidado con el karma también le llega a los buenos como tú, recuérdalo.
—Con el escándalo de esta música dudo que logré escuchar algo —casi tenemos que hablar en el oído para entendernos. Y no me caerá ningún karma, no me gustará ella.
—Bien tienes razón, pero compórtate no seas antipático está vez.
—No soy antipático, hermanita. Los idiotas que invitas son los que hacen que me comporte así con sus estupideces y malos comentarios.
—Vámonos, ella bajara luego de hacer algo.
—De por sí que hicieron una locura por ella, hay que esperar a que la señorita salga. Por cierto ¿Por qué invitaste a Elías? Sabes que él pondrá sus ojos en ella.
—Yo no invite a Elías ¿Quién te dijo eso? — ella puso cara de sorpresa.
—Él me lo dijo está tarde cuando estábamos caminando por allí en la playa.
—Como sea no fui yo la que lo invitó, viene de colado.
Ella se fue apenas vio que su novio cruza la puerta, que estrés verlo a cada nada aquí me preguntó si no tendrá nada que hacer, como estudia en la universidad si pasa aquí. Salgo al patio donde se supone que será la fiesta a ver si logro ver a una chica que me fleche este corazón incapaz de ser conquistado, es tan difícil poder encontrar a alguien aunque sé que cuando es de amores no es fácil que llegue.
La dichosa chica aún no sale a presentarse pero veo a una chica de vestido verde con mi hermana y su chicle; se ve que tiene un buen cuerpo y su sonrisa es tan natural no se ve forzada para nada aunque de repente noto que su semblante cambia a uno irritable y se retira del lugar espero unos minutos y voy hacia dentro de la casa en busca de aquella chica. Me sorprendió, tanto cuando la encontré tenía un plato lleno de comida, y un vaso de coca cola por lo que de inmediato le digo que es mejor tomar una limonada fría antes de eso que trae en las manos. Se acomoda en el taburete y me mira, en ese instante logró ver sus ojos claros, ese café tan dulce que traía en sus ojos eran impresionantes, sus labios en aquel labial rojo la hacían ver tan sexi, me encanta verle a las mujeres ese color.
Ella era ese tipo de mujer que me gusta, sencilla y natural pero sin dejar la sensualidad en algún lugar remoto, con ese vestido podía ver su silueta bien marcada, aquellas firmes piernas tratando de ser ocultas por la mesa que nos dividía a ambos, no la tenía tan cerca pero sentía que me robaba el aliento y hacía que mis deseos carnales despertarán sin previo aviso, ella era tan hermosa que quería seguir viendo sus dulces y hermosos ojos.
Después de tanto imaginar besar aquellos labios que eran tan provocativos como un chocolate derretido sobre ellos, la realidad cae ante mi cuando me pregunta por mi familia, si esa familia que la invitó a ella a mi casa y la razón por la cual hay una fiesta en el patio con tanta comida y música. Me lleve la sorpresa más grande de mi vida, sin duda pensé que serían alguien de lentes y cuerpo oculto en ropa holgada como esas chicas que nunca han estado con un hombre en su vida, pero me equivoqué y ya veo porque Laura dijo que el karma me callaría la boca.
—Soy Fleur, la invitada de tu madre y espero que nos podamos llevar bien — se presentó de nuevo y mostró una gran sonrisa en sus labios, y pude notar el escote que traía una vez más, sentí que ella me admiraba aunque su voz era firme, no dudaba al hablar como algunas acostumbran hacerlo cuando están junto a mi.
—Eso ya lo veremos, Francesa. — Respondí con una gran sonrisa en mis labios y pude sentir como los humedece al lamerlos por la gran vista que tenía frente a mi.
La dejé allí con su momento feliz, que era comiendo y salí dejando ese excitante monumento allí detrás. Tiempo después ella salió y mi hermana se encargó de presentarla a ciertas amistades de ella hasta que llegó a un chico que estaba a mi lado ¿Quién es ese? Pensé cuando vio las intenciones de Gabriel, guiño su ojo derecho hacia su amigo, lo que significa que quieren que la conquisté, pero ella es mucha mujer para ese tonto.
—Fleur; él es Manuel, el mejor amigo de Gabriel — ella extendió su mano y dijo su nombre en su acento francés y sí que eso me prende demasiado.
—Fleur, que lindo nombre — trató de ser gentil lo noté en su expresión pero no parece que quiera algo bueno con ella, no quita sus ojos de su cuerpo, la repara por completo y por cierto tiene un buen trasero.
—Gracias — respondió ella —entonces tu eres el mejor amigo de Gabriel.
—Si —respondió él con una pequeña sonrisa.
—¿Eres igual de idiota como él a veces o si sabes cómo tratar a una chica nueva? —ella me sorprendió con aquella pregunta y lo peor de todo es que concordamos al pensar que Gabriel es un poco idiota algunas veces, eso me hace pensar que tal vez si pueda llevarme bien con aquella chica.
Note como él se ríe pensando que lo dicho por ella es broma por lo que se enfurece y noto que le hace una señal a Laura y está dice que regresará después. Su novio se queda con el chico tonto y siguen caminando hasta llegar justo a mí.
—Este es Sebastián, mi hermano que te conté ayer — ella se me queda viendo y sus ojos no me quitan la mirada y lo mejor de todo es que me gusta como lo hace, es tan seductora y no entiendo cómo puede estar sola siendo tan atractiva.
—Hola, Sebastián — saluda sin quitarme la mirada de encima y yo no dejo de verla tampoco, es linda y no lo digo en el sentido malo, ella de verdad es hermosa y en ese instante suelta una gran sonrisa —Hace rato no andabas tan callado — comentó ella.
—No te preocupes, Francesa — dije lo primero que pasó por mi cabeza.
—¿Ya se conocían? — Laura pregunta con total asombro y decidí que debía ser yo quien contestara esa pregunta.
—Nos conocimos en la cocina, un gran encuentro a mi parecer — ella se río.
—Te parece eso un gran encuentro, eso fue un 50% hecho desastre. Sabes que me encontró mientras llenaba mi plato de comida, además de decirme que debía tomar limonada en vez de coca cola — ella comento con una sonrisa en sus labios, se le notaba tan tranquila que no fui capaz de interrumpirá con algo estúpido.
—A mi me pareció agradable, aunque no pareces ser alguien que se oculte.
—No para nada, así como fui en la cocina estoy aquí afuera, no tengo por qué cambiar mi forma de ser ¿No lo crees? — asentí viendo sus labios y ella miraba mis ojos.
Ella es tan natural como las brisas del verano, refrescante como el agua salada de la playa, ardiente como la arena y tan brillante como el sol.
—Les tocó el violín ¿O que? —Laura comenta y la verdad es que ya no me acordaba que estaba aquí.
—Hay hermanita sabes que soy más de la guitarra ¿Me lástima que no conozca mis gustos? — le dije con una mano en mi pecho haciéndome el ofendido.
—Sabes que no me gusta el violín — comentó Fleur.
—Como sea, sigamos presentándote chicos a ver si te interesa alguno. Hermanito querido te dejo pero no por mucho, quiero hablar contigo.
—Aparece antes que me vaya a la habitación —dije bromeando no quería irme y dejar de ver a mi chica Francesa.
—A tu cuarto voy a buscarte si es necesario.
Ellas se retiraron y tengo la vista perfecta de su culo, ese vestido le ciñe el cuerpo a la perfección, me encanta como se ven sus caderas, son anchas pero atractivas. Tomé un poco de mi cerveza y quise seguir un poco de cerca a las chicas y ver qué tal le iba a Laura de modo cupido, lo que me parece decepcionante por los pocos chicos que le han mostrado hasta ahora, noto como a casi todos les hace un gesto para nada agradable.
—Ya vengo — escucho a mi hermana decirle y noto que por fin está sola.
—Hola de nuevo, francesa.
—Me dirás siempre “ francesa” — me gusta como hace las comillas con sus dedos.
—Si, me gusta tu acento así que seguiré diciéndote así, espero que no te moleste —le dediqué una sonrisa.
—Prefiero francesa a Flor, detesto que confundan mi nombre.
—¿Por cuánto tiempo estarás aquí? No lo digo por mal, solo para saber.
—Bueno tengo pensado uno o dos meses, aún no estoy segura depende de cómo me sienta por aquí también, no me gusta molestar mucho.
—¿Por qué no habías venido antes? —pregunté con mucha curiosidad.
—Nunca sentí ganas de querer venir, además tenía a mi madre y nunca quise dejarla sola; pero la perdí para siempre y ese afecto es tan añorado que lo único cercano a eso que tengo en mi vida es Sandra, tu mamá por eso estoy aquí. Además de que me dieron ganas de conocer tanto personas como este lugar.
—Me enteré algo de lo ocurrido con tu madre, fue tan rápido que hasta yo me sorprendí.
Laura llegó de nuevo y se la llevó para poder estar junto a su chicle llamado Gabriel, y el tal Manuel que espera poder tener cerca a Fleur, es un tonto ni siquiera él le interesa, se ve en su rostro le fastidia solo escucharlo. Parece que ese no es el tipo de chico que ella está buscando.
—Parece que te flecharon mi amigo —Elías palmeó mi hombro y lo que dice no es algo de lo que quiera discutir justo ahora.
—Tal vez amigo, de eso no podemos estar seguros.
—Me parece que tuviste el flechazo de la vida con esa chica y sí que está buenísima — él dijo y yo voltee a mirarlo de mala gana, no me gustó que se refiriera a ella de esa manera, ni yo lo había hecho aún y si que me gustaba su cuerpo.
—No vuelvas a hablar de ella enfrente de mi porque te parto el hocico.
—Como digas aunque sabes que es cierto.
—Si está buena o no eso a ti no te interesa, además ¿Qué haces aquí? Laura me dijo que no te invito.
—¡Ups! Parece que me descubriste.
—Que idiota, pensaste que no le preguntaría a Laura por tu versión.
—Tenía que intentarlo.
Él solo caminó con una cerveza en sus manos y se dirigió hacia una chica de cabello rubio que no tengo idea de quién es, nunca la había visto seguro es alguien que consiguió por allí y la trajo hasta mi casa. No he vuelto a ver a la chica Francesa pero noto que mi hermana regresa a la fiesta pero lo hace sola, no tengo idea de que pasó pero empiezo a sentir un poco de cansancio, ayer tuve que hacer muchas cosas para arreglar el cuarto de la bella invitada porque según mis padres eso lo puedo hacer yo y por esa razón no contrataron a nadie, pero espero que por lo menos valore mi esfuerzo y le guste cómo quedó su nueva habitación.
Quedé hecho trizas y necesito dormir con total urgencia. Es como si hubiese corrido una maratón por la copa del mundo; camino hacia mi habitación y veo a la chica de vestido verde ir por el camino quitándose sus zapatos seguro le tienen los pies muertos y aproveché que pude verla una vez más está noche. Debía decirle algo más antes de irme a dormir, creo que también le gustó el juego que tuvimos allá afuera.
—Una princesa no debe andar con los zapatos colgando de sus manos — escuché una risa y ella volteó su cuerpo hacia mi y quedamos frente a frente solo los dos justo ahora. Sentía que el mundo se quería paralizar y que nos quería permitir estar así de juntos, estamos tan cerca y tan lejos que sentía que mi piel ardía y que mi sangre se quemaba por dentro.
—¿Y quién dice que soy una princesa? — ella contestó con una pregunta.
—No es así como le gustan a las chicas como tú que le hablen.
—Tu sabes de lo que quiero o necesito. No sabes quién soy Sebastián.
—Es cierto, pero tendremos tiempo para conocerte, francesa. — dije y abrí la puerta de mi habitación.
—Muy cierto, chico desconocido tenemos mucho tiempo por delante espero que seas de los que saben aprovechar muy bien su tiempo. — Me regaló una pequeña y linda sonrisa era tan pícara pero me encantaba esa sensación que ella me producía.
—Buenas noches — dije y ambos nos adentramos a nuestras habitaciones, ella está justo a mi lado y no puedo hacer lo que quisiera justo porque siento que merece algo mejor y no algo de una sola noche, y yo quiero ser ese chico, su amor hecho en sus vacaciones de verano.
He recibido el ardor de aquella flecha atravesar mi corazón, creí que me quedaría sin respiración cada que me acordaba de su cuerpo y su voz ella era increíble hermosa, un monumento que debería estar en un museo para ser admirado y alabado por toda la vida, ella no merece menos, merece todo lo del mundo.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro