23.

Marzo 2020.

¿Qué? En verdad no creyeron aquel drama de Alana, Oh, pues no mi ciela. Claro que me fui de ahí, dejé que Bryan solicitara un cambio y aunque se lo retrasaron una semana yo me fui hacia donde se encontraba Azael, al verme ahí y claramente contarle todo me ayudo a buscar un lugar en donde quedarme, por órdenes de Bryan él se mudó conmigo, tan solo ha pasado un año de aquello y aunque no me encontraba en mi mejor momento logre superar aquello, algunos meses después de mudarme deje a Bryan, confirmamos que las relaciones a distancia no nos daba, aparte de que encontró a una mujer que en verdad le puede dar lo que él quiere y esa es una familia, somos buenos amigos y claro que me bese a su prometida en una de las visitas que nos hicieron a mí y a Azael para invitarnos a su próxima boda.

¿Qué más ha pasado en este tiempo? Oh, si, una editorial me firmo y lance mi primero libro, Azael se infarto cuando noto más +18 que participación decente de los protagonistas. He conseguido hasta ahora dos publicaciones y han sido un éxito, sigo escribiendo en Wattpad y bueno mis vistas han subido demasiado ante aquel lanzamiento, dejé de saber de mi familia el día que me salí de la ciudad.

Se preguntarán de Jos ¿Qué paso con Jos? No he sabido nada de él en todo ese año que paso, tampoco es como si quisiera saberlo, de mi querida hermana no he sabido nada tampoco Azael creo que vive como yo, con el sentimiento, pero aceptando que no se puede ser en nada. Reaccioné y caí en mi realidad cuando tocaron la puerta de mi habitación, la cara de Azael se asomo por esta y le sonreí.

— Es tarde ¿Terminaste de solicitar tus papeles? — Pregunto y negué.

— No, pero me dijeron que mañana fuera a las siete de la mañana, para que firmaran el permiso — Dije y el asintió mientras miraba su iPad entretenido.

— Entonces cambiare la reservación del hotel para la tarde, mañana a las doce del día abordaremos el avión, tendrás tiempo de salir de clases y venir a cambiarte y comer algo. Hablare con Bryan y le diré que aterrizaremos alrededor de las seis o siete — Dijo y asentí mientras tecleaba sobre mí computadora.

— ¿Tienes miedo? — Pregunto y negué para mirarlo.

— No, tengo odio por él, por ella, por todo lo que paso. — Dije y el suspiro.

— Aun estas a tiempo de arrepentirte si asi lo quieres — Dijo y negué.

— Créeme que arrepentirme no está en mis planes, para estas alturas, Jos debe de saber que Bryan no se casara conmigo, pero sabrá que siempre estuve contigo y eso Azael, eso será el peor golpe que podrá recibir, podrás regresarle un poco de lo que te hizo sentir y yo podre demostrar a mi familia que no termine en la ruina como pensaban — Dije y él suspiro para abrazarme.

— Mañana tomaras mi mano y no la soltaras cuando los veas ¿entendido? — Pregunto y mire el anillo en mi dedo anular.

— Mañana tomare tu mano y no lo soltare — Dije y él sonrió.

Beso mi cabeza y salió de mi habitación, suspire y me coloque de pie, camine hasta mi closet y abrí uno de mis cajones, dentro mire aquel teléfono que antes usaba, lo tome entre mis manos y mire el anillo en mi dedo anular. Tras pasar este año con Azael ambos hicimos una promesa, ambos prometimos no dejar que alguien nuevamente nos hiciera sentir poca cosa, nos humillara o despreciara, una gran promesa, siempre llevábamos nuestros anillos a todos lados y jamás nos los quitamos desde entonces, deje que mis lagrimas corrieran por mis mejillas mientras miraba el teléfono entre mis manos.

Deje todo, todo por dos personas que no pudieron entender que no los quería en mi vida, lo peor fue que antes de venirme con Azael, me digne a irme a despedir de Jos, cuando llegue al estacionamiento de la escuela, Ana lo besaba descaradamente, mi corazón se partió en millones y millones de pedazos, jamás me despedí de él, apague el teléfono desde entonces y me compre otro, mi correo anterior deje de ocuparlo y cree otro, me dedique a estudiar y aunque no me encuentro ni a la mitad de mi carrera soy una buena alumna, Bryan no rompió su promesa de darme todo y todo para mí son estudios, por lo que paga mi carrera, por la boda de Bryan después de un año hemos decidido regresar momentáneamente a nuestra ciudad, no es de ocultar que nos encontrábamos desesperados, idiotas y pendejos por ello.

Deje el teléfono en donde estaba y suspire limpiando mi rostro, regrese a mi recamara y cerré mi computadora, tome mi iPad y camine a mi cama, me subí y la desbloquee, mire los capítulos que ya tenia escritos de mi nueva historia, suspire y lo edite rápidamente, lo publique y bostece, es raro que revise mensajes de la plataforma, abrí algunos recientes y cuando note ya llegaba muchos mensajes abiertos, mire uno en particular.

— Firefly — Murmure y gire mi rostro cuando Azael abrió la puerta de mi recamara.

Como todo invasor subió a esta y me quito el iPad para cerrarlo y ponerlo en la mesa de noche, me jalo del brazo y me aprenso como Koala al palo del árbol. Solté una ligera risa y me acurruqué con él.

Miré la ventana de mi habitación y solté un suspiro, inconscientemente recordé mi balcón en casa de mis padres y al pensar en ello no pude evitar recordar a cierto niño puerto masturbándose en la casa de alado mientras veía porno cuando ninguna mujer le abría las piernas, si, ese es Jos Canela.

Bueno, aquel mensaje de la pequeña luciérnaga tiene que esperar.

Una luciérnaga que en definitiva iluminaría mi vida una vez más.