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8.
Enero 2019.
Definitivamente que Jos Canela me haya conocido en un momento tan vulnerable, no, no, no, pásenme un lazo me colgare de una platanera en estos instantes.
Hugh, maldito.
Lo odio ¿Ya esta claro no? Bueno ahora lo expresare aun más, Jos Canela me obligo a desbloquearlo y ahora esta pasando por un momento de piropos super malos por cierto para conquistar a una chica tan inteligente y tímida según él, solo esperaba que aquel pequeño ser no se ilusionara.
Cara de Culo.
Me gustaría ser una derivada para ser tangente en tus curvas.
No, olvídalo, re mal, siguiente.
Sumar las ganas, restar la ropa y dividir las piernas.
Si te quieres quedar sin pene, más que perfecto.
Hugh, haber... este. Introducir el elemento al máximo exponente y rezar para no multiplicarse.
JAJAJAJAJAJA ya mejor ríndete, es seguro que cuando vea tu cara pensara que tus papás son hermanos.
Aquí entre nos, eres una pinche ojetee.
Eres tan feo que cuando naciste tintaron los cristales de la incubadora y más aun cuando tu mamá quiso darte pecho en vez de eso te dio la espalda.
Te odio.
Es mutuo aborto.
Solté una risita ante aquello y bloquee mi teléfono, suspire y mire al frente, me encontraban sentada bajo un árbol en la Universidad mientras pretendía escribir en mi iPad, una mochila impacto contra mí y solté un quejido y maldije al ver de quien se trataba.
— Tu, maldita puberta — Dijo mientras me tomaba de mis brazos y me colocaba de pie.
— Huele tangas, suéltame — Pedí y ahogue un suspiro al ver lo que me coloco enfrente.
— Alana Westbrook, una de las mejores escritoras en Wattpad de libros eróticos — Solté un jadeo asustada y palidecí no tres, ni dos, tal vez siete colores de lo que es realmente mi piel.
— Jos, no es lo que crees, eso es, es falso, si eso — Exprese desesperada y él negó mientras abría mis libros.
— King — Dijo Jos y negué mientras intentaba quitarle el teléfono, pero fue en vano, Jos había leído la reseña de esa historia.
Sentí mi vida irse de mi cuerpo ¡San pedro, ahí te voy! Me grite mentalmente, vi mi vida acabada, todo mi teatro de niña buena se iría al piso si Jos abrió su boca de conejo. Tome mis cosas y escape lo más rápido que pude de donde él se encontraba, me siguió, pero no logro alcanzarme, entre a un salón vacío y ahí me escondí. Tomé desesperada mi iPad y empecé a buscar el usuario de Jos en donde pude, pero para empezar no conocía su User como tal.
Tal vez si consigo un Kayak y remo hasta china todo quedara en el olvido.
Aun mejor, puedo irme a Paris y cambiarme el nombre a Chefcito y cocinar en un restaurante mientras consigo otro lugar a donde escapar.
¿Qué pendejadas estoy diciendo? Ya me parezco a Jos, tanto que me sigue se me esta pegando, no, no, no.
Mejor lo castro cuando duerma y así todo regresara a la normalidad.
Ya sé, podría decirle a Harry o alguno de sus hermanos, pero no, seria delatarme, mejor lo drogo y mando a que lo violen tres negros. No tampoco es buena idea, su culo desaparecería después de la primera estocada.
El timbre de la escuela me hizo brincar en mi lugar, maldije y tome mi mochila, salí del salón y mire a los lados localizando que Jos no se encontrara. Salí del salón corriendo y entre a mi aula, brinque en mi lugar al ver a Jos sentado en mi banca, alzo su mano y me saludo, recordé entonces la materia de Anatomía II, cerré mis ojos mientras caminaba hasta otra banca libre a alado de un chico que en mi vida he cruzado una palabra, Jos me tomo del brazo y me jalo con él, caí sobre sus piernas, intente pararme, pero me sujeto firmemente de la cintura impidiendo aquello.
Las miradas de mis compañeros de clase fueron de sorpresa y asombro, miré a Jos quien me sonrió inocentemente, hice mi mano puño y le solté un golpe a su amiguito y así logré que me soltara.
Jos soltó un gemido/gritito mientras recargaba su frente en la banca y sobaba a su amigo.
— Buenas tardes alumnos, esta clase será diferente, traje aun alumno de ultimo curso para que estudien la Anatomía del cuerpo — Mire a Alonso entrar por la puerta de mi aula y abrió la boca ligeramente sorprendida mientras alzaba una ceja coqueta.
Jos no se perdió de aquello y pude escuchar su gruñido ante mi comportamiento.
Alonso se quito la bata que cubría su cuerpo y aunque solo se encontraba en bóxer dejo poco a la imaginación, empezaron a formar filas, note que la mirada de Alonso no se retiraba de mí y claro esta que Jos se encontraba echando humo de las orejas ¿Por qué? I don't know ta'pendejo fin del tema.
Cuando fue mi turno y el de Jos, casi me malluga a Alonso, lo giraba bruscamente para todos lados y no me dejaba tocar, le pegue en su mano y lo mire mal, note la espalda de Alonso con ciertos rasguños y claro algunos chupetones que aquí su servidora hizo anoche, sonreí y toque delicadamente la espalda de Alonso, note que su piel se puso china y giro su cabeza levemente para verme de reojo, recordé cuando Alonso me penetraba una y otra vez y debido a eso hice los rasguños, sonreí y toque uno de los chupetones, mi maestro se acerco a mi y me miro, abrió los ojos por las sorpresa de ver la espalda del chico.
— ¿Tuvo una buena noche joven Alonso? — Pregunto el profesor y lo giro ante toda la clase dejándome a mi frente a Alonso.
Mi dedo se quedo en el aire y justo se encontraba frente al abdomen marcado del ojiverde, sonreí divertida y pase mi dedo delicadamente, el apretó su boca para no soltar algún ruido extraño, note a cierto amigo despertando y sonreí divertida.
— Perfecto, ser de admirar, quien fuera cemento para sostener este monumento — Susurre y Alonso soltó una risa ligera.
Jos llego a mi lado y miro retador a Alonso.
— Eres una niña, deja de toquetearlo — Jos tomo mi muñeca y evito que siguiera tocando lo que es mío.
— Hey, quiero que seas paleta para chuparte hasta el palo — Dije y Jos me miro sorprendido y Alonso sonrió mostrándome su dentadura Colgate.
Note a Jos molesto, sin pedos, si está molesto.
Pichula asustada.
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