Capítulo 64
—¡Faltan diez minutos! —grito, entusiasmada.
Me siento como una niña pequeña.
Estoy sentada frente al televisor, viendo las noticias, a la espera de que comience la cuenta regresiva.
Es una pena que esta casa no cuente con un arbolito de Navidad, porque seguramente me pondría a danzar alrededor del mismo debido a la emoción.
—Armando, solo faltan siete minutos para las doce... —le informa la mujer de las noticias a su compañero.
Fue un año muy difícil y, a pesar de mi alegría repentina, siento que me falta algo...
«Mis padres y Tobby».
Un nudo se forma en mi garganta y la tristeza intenta abrazarme, pero no se lo permito. Recuerdo lo que me dijo mi abuela.
Tiene razón. Nuestros seres queridos siempre vivirán en nuestros corazones; ellos regresan a la vida cada vez que les recordamos.
—¡Abuela! —la llamo.
Luego de unos segundos, aparece. Sonrío. Poder disfrutar de este día tan especial con ella es un deseo cumplido. Sé que el tiempo no se detiene, pero ojalá permanenzca a mi lado por muchos años más...
Cuando empieza la cuenta regresiva, me aseguro de que mi Abu se abrigue bien y salimos al exterior de la casa para admirar los fuegos artificiales.
Todos los vecinos están reunidos en la calle. Reconozco a algunos porque me saludan con la mano, pero muchos rostros son desconocidos para mí.
Suspiro.
Extraño mi apartamento y a mis amigos, pero aquí me siento en calma. En esta ciudad todos se apoyan, a pesar de no ser familia.
«Echaba de menos este derroche de compañerismo».
Varias voces se unen para contar en voz alta. Me sumo a ellas.
10, 9, 8, 7, 6, 5, 4, 3, 2, 1...
—¡Feliz año nuevo! —exclaman los vecinos a coro.
¡Lasañas! ¡También extrañaba la vehemencia que caracteriza a este barrio!
Mis pensamientos son interrumpidos por el sonido de los fuegos artificiales. Miro al cielo y descubro un hermoso festival de colores en el que predomina el morado.
«Es asombroso...».
Sonrío. Estoy segura de que parezco una boba.
Miro a mi abuela. Ella también se deleita con los fuegos artificiales, sonriente.
Le toco el hombro para captar su atención.
Me mira.
—¡Feliz año nuevo, abuelita! —exclamo con alegría.
—Feliz año nuevo, mi cielo. —Me envuelve en un abrazo cargado de afecto.
«No quiero llorar...».
—Aylin, yo quería... —Mi abuela se interrumpe a media frase para llevarse una mano al pecho, después empieza a toser y entre bocanadas de aire, me dice—: No... puedo... res...
—Abuela —digo, alarmada, con la preocupación apoderándose de mis sentidos—. ¿Qué te sucede, abuela?
Ella sigue tosiendo mientras hace un gesto con la mano para indicarme que no puede hablar.
Año Nuevo.
Los gritos alegres de los vecinos.
El sonido de los fuegos artificiales.
La música.
De repente todo eso deja de parecerme hermoso.
Solo escucho la tos incesante de mi abuela, lo demás pasa a segundo plano.
—¡Vamos adentro! ¡Rápido!
El corazón me da un vuelco y sus latidos se descontrolan.
☏ ━━━━━━━❆━━━━━━━ ☏
☕ N/A:
¡Hola! ¿Qué te pareció este capítulo? Se puso fea la situación :'(
📢 Pregunta: ¿Tienes alguna tradición de Fin de Año? ¡Te leo! 👀
¡Gracias por leer! No olvides votar y comentar si te gustó. Me ayudarías muchísimo.
Nos vemos en la próxima actualización. <3
Abrazos virtuales,
L. P. L. 🖤✨
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro