“No vivas del pasado, el pasado quedó atrás, vive el presente con la experiencia del pasado.”

—Juan G. Márquez D.

No he dejado de pensar en la opción de irme a vivir con mi abuela.

Es una excelente idea, teniendo en cuenta que ni siquiera he podido comunicarme con ella, ¿y qué mejor forma de hacerlo que personalmente?

Por otro lado, dar ese gran paso significaría regresar a mi antiguo hogar y revivir todos los recuerdos que esto conlleva...

Recuerdos dolorosos que no sé si esté preparada para enfrentar.

—¿Qué película es esa, abuelita? —le pregunté.

—El Rey León, mi cielo. Es un gran clásico. La vi por primera vez cuando tenía tu edad.

—¿Quieres que la veamos juntas?

—¡Me encantaría! —respondió mi Abu con una enorme sonrisa—. Pero primero quiero que veas esta escena. ¡Es mi favorita!

Mi abuela adelantó la película hasta un momento en específico.

En la escena aparecía un mono muy feo junto a un león. Ambos estaban charlando:

—Parece que los vientos cambian... —dijo el león, mirando el cielo.

—Aaaah, el cambio es bueno —afirmó el mono, pensativo. No pude evitar reírme de su tono de voz.

—Sí, pero no es fácil —admitió el león—. Sé lo que tengo que hacer, pero tendré que enfrentarme al pasado... Y he estado huyéndole desde hace tanto...

Entonces, sin previo aviso, el mono le propinó un fuerte golpe al león en la cabeza con el palo que sostenía en la pata.

Me sobresalté y sentí una enorme pena por el pobre animal. Iba a quejarme con mi abuela y a afirmarle que el mono había sido muy cruel, pero ella me mandó a callar.

—Aaaaay —se quejó el león, llevándose una pata a la zona adolorida—. ¿Por qué hiciste eso?

—¡No importa! Está en el pasado —dijo el mono para después reírse.

—Sí, pero me dolió.

—Oh, sí, el pasado puede doler —le contestó el mono—. Pero como yo lo veo, solo puedes o huir de él, o aprender. —Intentó golpear al león de nuevo, pero esta vez él esquivó su golpe agachando la cabeza—. ¡Ah! ¿Ves? ¿Y qué es lo que vas a hacer?

—Primero, te quitaré el bastón. —Y con su boca, el león agarró el bastón del mono y lo lanzó bien lejos. El último, desesperado, corrió a su búsqueda.

—¡No! ¡Mi bastón! —Cuando pudo agarrarlo de nuevo y se volteó, el león ya corría muy lejos—. ¡Oye! ¿A dónde vas?

—¡Regreso a casa! —gritó el león, alejándose cada vez más.

—Eso. ¡Anda! ¡Date prisa! —exclamó el mono y comenzó a reírse como un loco.

Mi Abu pausó la película y me miró con una interrogante en los ojos.

—Y dime, Aylin, ¿qué aprendiste?

—¡Que debo tener cuidado con los monos!

Se me escapa una carcajada al recordar ese momento, y luego, las lágrimas resbalan por mis mejillas.

¡Cuánto me identifico con Simba!

“Oh, sí, el pasado puede doler. Pero como yo lo veo, solo puedes huir de él, o aprender.”

Necesito tomar una decisión...

«¿Estoy preparada para enfrentar mi pasado?».

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☕ N/A:

¡Hola! ¿Qué te pareció este capítulo? A mí me encantó escribirlo, logró transportarme a mi infancia. Creo que El Rey León es una película cargada de enseñanzas... <3✨🦁

📢 Pregunta: ¿Qué crees que decida Aylin? ¡Te leo! 👀

¡Gracias por leer! No olvides votar y comentar si te gustó. Me ayudarías muchísimo.

Nos vemos en la próxima actualización. <3

Abrazos virtuales,

L. P. L. 🖤✨