El teléfono vuelve a sonar.

¡Espero que no sea el señor Bolt de nuevo!

Descuelgo con rapidez.

—¿Sí?

—¡Hola, Aylin! —Noto a Ian muy alegre.

«Qué bien por él...».

—Hola...

—¿Sucede algo?

—No...

—Vamos, cuéntame —me incita.

—No sé si sea lo más oportuno...

—¿No confías en mí? —me pregunta.

Está... ¿desilusionado?

Suspiro.

¿Confío en él? No lo sé, pero algo me dice que no es una mala persona. Quizá sea mi intuición. Siento un tipo de cercanía que no puedo explicar con palabras...

«Como si estuviésemos conectados».

Decido hablar.

—Me van a desalojar.

Silencio. Está procesando la noticia.

—¿Cómo?

—No he podido pagar la renta de mi apartamento.

—¿No has pagado la renta? Pero...

No puedo contenerme más. Exploto.

—¿Qué me dirás? ¿Que soy una derrochadora de dinero? ¿Que no puedo valerme por mí misma? ¿Que fui una idiota al rentar un apartamento tan caro como este? ¿Que soy una persona ambiciosa?

—Que te puedo ayudar —suelta Ian de pronto.

Me interrumpo.

—¿Cómo?

—Te puedo enviar algo de...

Niego con la cabeza. Jamás aceptaría.

—No, Ian. No permitiré que le envíes dinero a una desconocida.

—Aylin, no eres una desconocida.

—Entonces ¿qué soy para ti?

Silencio.

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«No eres una desconocida».

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Nos vemos en la próxima actualización. <3

Abrazos virtuales,

L. P. L. 🖤✨