—¿Qué le contó a la niña, Ian?

—Que su carisma me cautiva.

¡Miente!

—Ajá, ¿y qué más?

—Que no tiene la cabeza pegada al cuello.

—¿Eso le dijo? ¡Seré la causante de sus pesadillas!

«¡Pobre Celeste!».

—Bromeaba.

—Ajá.

—¿Ya no está molesta?

Lo estoy.

Eres un poquito rencorosa.

«Lo sé».

—Estoy más molesta que antes. Utiliza a su pobre hermana para cumplir sus propósitos. Es usted una mala persona.

—Auch. ¿Cree que soy una mala persona?

—Exacto.

—Se engaña. Soy un santo.

«Ya, claro, y yo soy la reencarnación de Donald Trump».

—Le creo.

No le creo.

—Aylin, por favor, perdóneme por lo que...

Lo interrumpo.

—Ya le dije que sus disculpas no me interesan.

—Entonces ¿no me perdonará? Oiga, de verdad no fue mi intención insultarla. Pienso que todos los trabajos son importantes...

«Blablablá».

—Está perdonado —le digo con dificultad—. Pero eso no significa que quiera seguir hablando con usted, ni mucho menos que podamos llegar a ser algo más que conocidos.

—¿Amigos...?

Me cuesta confiar en las personas más cercanas a mí, entonces...

—No.

—¿Por qué?

—Porque me desagrada.

Mentirosa.

«Ian es un idiota, pero...».

¿Pero...?

—Es una lástima.

—¿Por qué?

—Porque usted me agrada, Aylin... —dice casi en un susurro—. Y mucho.

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☕ N/A:

¡Hola! ¿Qué te pareció este capítulo?

Al parecer, el «desprecio» que siente Aylin por Ian no es correspondido :'( xD ✨

📢 Pregunta: En una escala del 1 al 10, ¿qué tan rencoroso eres?

¡Gracias por leer! No olvides votar y comentar si te gustó. Me ayudarías muchísimo.

Nos vemos en la próxima actualización. <3

Abrazos virtuales,

L. P. L. 🖤✨