Regreso a casa de la señora Yellow con medio zapato orinado, y para rematar, con la respiración agitada de tanto correr.

Sí, porque para mi mala suerte, un oficial de policía se encontraba divagando por la calle en el momento exacto en el que Tinny se orinó. El hombre, muy tranquilo, insistió en multarme. ¡Multarme! Alterada, le afirmé que el perro me había orinado el zapato y que mi ropa era propiedad personal, no pública. Pero el sujeto ni siquiera se tomó la molestia de escucharme, contraatacó jurando enérgicamente que había visto al animal orinar también parte de la acera.

No tuve otra opción más que salir pitando. Ignoré los silbidos insistentes del hombre. No podía permitirme el lujo de pagar una multa.

Así que con Tinny y Lucy corriendo a mi lado como dos animales salvajes, logré escapar sana y salva de las garras de ese señor.

Al parecer, todas las películas de acción que he visto a lo largo de mi vida me han servido de algo: he aprendido a esconderme de las autoridades con mucha eficacia. No obstante, no me caí solo de milagro, porque los perros corrían a toda velocidad. Como consecuencia tengo parte de las manos rojas, pues tuve que sujetar sus correas con muchísima fuerza para evitar que se escaparan...

¡Menuda odisea!

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Yellow no regaña a Tinny, al contrario, le hace mimitos como si fuera un niño pequeño que acaba de cometer un desliz.

Lo justifica afirmándome que seguro se hizo pipí de los nervios, pues ese comportamiento no es propio de él.

«Ya, claro, y yo me voy a hacer pipí de lo cabreada que estoy».

No le cuento del pequeño incidente con el oficial de policía por temor a perder mi empleo.

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Luego de limpiarme en el lujoso baño de la señora, regreso al salón principal.

—Toma. Es tu paga.

Yellow me entrega un sobre con el dinero.

Lo cuento.

—Hay más... —advierto, confundida.

—Oh, es por el incidente con Tinny. Utilízalo para comprarte un zapato nuevo, porque ese... —Señala mi Converse negro— huele fatal.

¡Vaya! El orine de Tinny sirvió para algo bueno.

¡Qué primer día de trabajo tan maravilloso!

«Y yo me siento como una prófuga de la justicia».

—Gracias, señora Yellow. —Sonrío de medio lado.

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Nos vemos en la próxima actualización. <3

Abrazos virtuales,

L. P. L. 🖤✨