El timbre del teléfono tortura mis oídos, pero no pienso descolgar.

No permitiré que un desconocido se tome la libertad de insultarme a mí y a todo lo que represento. Él no sabe lo mucho que he tenido que sacrificar para poder salir adelante...

En esta ocasión, ni siquiera el poderoso mantra de Laura la Jipi podrá sosegar al dragón que habita en mi interior.

Cálmate, Aylin. A lo mejor estás exagerando...

«No».

Intento concentrarme en una película, pero el molesto timbre del teléfono me lo impide. No quiero desconectarlo, aún albergo la vaga esperanza de que mi abuela me llame en cualquier momento...

¿Soy una ilusa? Tal vez.

Cuando el desgraciado timbre se detiene por unos segundos y pienso que Ian por fin se cansó de marcar, vuelve a sonar.

¡Mira que es intenso!

Descuelgo. Quiero aclararle algo.

—¿Puede dejar de llamar? Molesta.

—Aylin, mi intención no era insultarte... —dice—. Lo lamento.

¿Por qué me tutea?

—¡No me tutee! —le respondo—. Y sus disculpas no me interesan.

—De acuerdo. —Noto arrepentimiento en su voz, pero no cederé tan fácilmente.

Contengo un suspiro.

—Adiós, Ian.

—Adiós, Aylin...

Cuelgo.

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☕ N/A:

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Al parecer, Aylin no cederá :'( 💔

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Nos vemos en la próxima actualización. <3

Abrazos virtuales,

L. P. L. 🖤✨