Trabajaré en la mañana.

La señora Yellow me pagará muy bien por pasear a sus dos caninos: Tinny y Lucy.

Espero que al juntar ese dinero con el que cobre en la cafetería me alcance para pagar la renta.

Será difícil porque solo dispongo de aproximadamente tres días, pero me niego a perder la esperanza. Daré pelea como me enseñó mi abuela.

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En mi apartamento hay un dispositivo que me tienta: el teléfono.

He estado conteniéndome para no marcar el número de mi Abu.

No marques. No tienes por qué hablar con el loco de Ian.

Pero como soy rebelde, marco.

«Pagaré yo...».

No puedo derrochar el dinero de tal forma, por lo que recurro a una pequeña trampa.

Ian descuelga.

—¿Qué quiere, Aylin? —me pregunta, cortante. Su tono de voz no es el mismo de siempre.

—Yo... —me interrumpo. Luego de unos segundos, sigo hablando—: quería...

—¿Qué?

¡Necesito ruido para que sea más creíble!

Enciendo el ventilador de pie y me acerco a este lo máximo posible.

No entiendo el porqué de su presencia en esta sala, pues es una máquina viejísima que ya nadie utiliza.

«En fin, la rareza del señor Bolt... Al menos ahora le daré un buen uso».

—No... se escucha...

—¿Qué dice?

—Se cae... la llamada... —miento.

Cuelgo.

Casi al instante, el teléfono comienza a sonar.

Descuelgo.

«Ahora pagará él».

No puedo evitar sonreír con picardía.

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☕ N/A:

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Aylin terminó llamando a Ian, ja, ja. 💛✨

📢 Chisme: Esa trampa la aprendió de mí. 7u7

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Nos vemos en la próxima actualización. <3

Abrazos virtuales,

L. P. L. 🖤✨