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Capítulo 2

Baekhyun jadeó cuando sus pies tocaron suelo, no siendo verdaderamente consciente de que Chanyeol lo había apoyado contra su pecho, dándole estabilidad.

Al entrar en aquella zona oscura, el mundo comenzó a girar para Baekhyun, no sabiendo distinguir arriba de abajo ni izquierda de derecha. El único punto de estabilidad era la mano del cambiaforma que aún sujetaba como si su vida dependiera de ello. El aterrizaje no había sido mucho mejor, pero su espalda en contacto con el pecho del alto lo hacía sentirse seguro.

- La primera vez es un asco -susurró la voz de Chanyeol en su oído, un voz ronca pero suave como terciopelo que acarició sus oídos y lo hizo estremecer-. Procura no despegarte de mí, y no mires a nadie a los ojos.

Baekhyun asintió con suavidad, incapaz de nada más por el mareo que tenía. El cambiaforma lo atrapó por la cintura y lo pegó hacia sí, comenzando a caminar. El humano se dejó guiar sin prestar verdadera atención a dónde estaban o hacia dónde se dirigían, simplemente tratando de asentar su cabeza de nuevo y de no temblar por el aire frío que corría a esa hora. Tan sólo comenzó a comprender a dónde iban cuando oyó abrirse una puerta y fue empujado con suavidad dentro de una habitación, el calor envolviéndolo y haciendo que soltara un suspiro de alivio.

- Vamos, te llevaré al salón.

Baekhyun se dejó guiar de nuevo, pero era como si el entrar en aquella casa lo hubiera hecho reaccionar. Se dio cuenta de lo pequeño pero cálido del sitio, lo hogareño que parecía. El salón no era muy grande, pero olía dulce, un olor agradable mezclado con el mismo de Chanyeol. Lo sentó en el mullido sofá de tres plazas y fue a la cocina, o a lo que Baekhyun creía que era la cocina por los ruidos de cerámica y metal que escuchaba. Su cabeza ya no daba vueltas y su estómago se había asentado, así que miró alrededor con curiosidad.

La habitación no estaba muy decorada, tenía lo justo y necesario; a Baekhyun le recordaba un poco a su propia casa. Los colores se movían en la gama de los cálidos, todo con un toque armonioso que no lo hacía parecer sofocante si no acogedor. Un par de fotos colocadas en la estantería frente a él, tapando los nombres de los libros de detrás, era lo más personal que había allí, sin embargo.

- Espero que te guste el té.

Baekhyun dio un respingo al notar la voz casi en su oído con el corazón acelerado, no había escuchado al cambiaforma llegar y a él parecía divertirle causar ese efecto en él. Le tendió la taza de humeante té y se sentó a su lado, mirándolo como entre curioso y divertido. Esperó hasta que el más bajo le hubo dado un par de sorbitos al té antes de hablar de nuevo.

- Dime, Baekhyun -su nombre pronunciado con aquella voz lo hizo estremecer, y eso provocó una sonrisa en el alto-. ¿Cuál era exactamente tu idea al seguir a un cambiaforma? Porque eres humano, ¿verdad?

Baekhyun no se atrevió a negarlo. Asintió con suavidad, dejando la taza en la mesita auxiliar frente a ellos.

- No sabía que eras un cambiaforma, sólo sentí el impulso de seguirte.

- ¿Y no es algo arriesgado? -alzó las cejas Chanyeol-. Un lobo es peligroso, y cuando me transformé no sabías quién era. Podría ser un loco, un ladrón, o algo peor.

- Ya lo sé, pero -Baekhyun se mordió el labio inferior-, simplemente no pude evitarlo.

Incluso él notó el cambio en Chanyeol al pronunciar esas palabras. Sus ojos brillaron con fuerza, un brillo que calentó algo en su pecho sin saber exactamente por qué, y que lo hizo contener el aliento unos segundos.

- No pudiste -repitió el cambiaforma, como intentando asegurarse de que lo había escuchado bien.

- No, no pude.

Chanyeol se levantó en ese momento, pasándose la mano por el pelo oscuro ya revuelto y comenzando a andar sin sentido por el salón, todo el lobo siendo una mezcla de inquietud y felicidad. Baekhyun no sabía por qué se sentía tan ansioso al verlo así, una mezcla de angustia, expectación y nerviosismo que no sabía cómo manejar. Así que simplemente se puso de pie y caminó hacia el alto, cogiendo con fuerza sus muñecas para que se detuviera y lo mirara.

- ¿Qué ocurre? -y vio la duda en los ojos del otro, así que añadió-. No te atrevas a decirme que nada.

Chanyeol soltó una carcajada sarcástica, sacudiendo la cabeza como si todo aquello le pareciera una broma extraordinariamente buena y lo miró.

- ¿Sabes por qué estaba hoy en tu mundo? -Baekhyun negó suavemente con la cabeza, soltando sus muñecas cuando el alto hizo ademán de liberarse-. En este lugar no hay posibilidades de criar nada con vida de la tierra. Es yerma, seca, incapaz de dar sustento a nada que quiera crecer ahí.

- ¿Y vas a buscar comida como lobo al mundo humano? ¿Por qué no vas como humano simplemente? -Chanyeol sonrió de medio lado, cínico.

- Cuando estamos en tu mundo con nuestra forma humana, una marca en nuestro cuello delata nuestra naturaleza. Cada una es distinta, pero siempre salen ahí -le señaló la zona, cerca del nacimiento de la mandíbula, imposible de tapar ni con el mejor de los pañuelos o el más alto de los jerseys-. Sin contar con que, normalmente, vuestra especie ha desarrollado una especie de aversión por los de nuestra clase e instintivamente, se alejan -la mención obvia a su comportamiento hizo enrojecer a Baekhyun, pero no se achantó.

- Normalmente, no soy muy normal -contestó.

- Eso puedo verlo -casi rió el alto-. No cualquiera habría seguido a un cambiaforma después de haberlo visto transformarse. No al menos sin intenciones de matarlo.

- ¿Y si sabías que estaba ahí, por qué no dijiste nada?

- Quería ver hasta dónde estabas dispuesto a llegar -explicó con simpleza-. Hasta dónde ibas a ser especial.

- ¿Soy especial? -preguntó el humano, sorprendido.

Chanyeol sonrió, caminando y apoyándose esta vez en la mesa alta de comedor que tenía y colocando sus manos en sus bolsillos, en un gesto relajado.

- Hoy te dije que no miraras a nadie a los ojos, ¿sabes por qué? -el humano negó con la cabeza-. Los cambiaformas pueden ver que eres humano si los miras a los ojos fijamente. En este mundo hay tantos prejuicios y rencor hacia los humanos que nos expulsaron como en tu mundo hacia los cambiaformas que atacaron y mataron a sus seres queridos.

- Pero en ningún caso todos tenemos la culpa -trató de defenderse, pero Chanyeol alzó una mano, deteniéndolo, antes de volver a ponerla donde estaba y continuar.

- Eso lo sé tan bien como tú, pero no todo el mundo piensa así -Baekhyun pensó en sus propios padres, en sus ideas retrógradas, y se sintió enfermar. Chanyeol tenía razón, y no podía negarlo-. Aquí muchos te atacarían por ser simplemente un humano.

- ¿Y por qué me trajiste entonces? No sólo me he puesto en riesgo yo, te has puesto en riesgo a ti -lo miró a los ojos directamente, desafiante-. Si tan mal vistos están los humanos, incluso podrían haberte atacado por ir conmigo. Por confraternizar con el enemigo.

- Sí, es cierto -admitió el cambiaforma-, pero tenía una buena razón. Una que tú me has confirmado.

Chanyeol se alzó de nuevo, pero esta vez no anduvo nervioso de un lado a otro. Sus pasos fueron firmes y seguros, apenas tres hasta que se colocó frente a Baekhyun. Su cuerpo vibraba ante la presencia del alto, deseando acercarse más en un deseo irracional que no sabía de dónde venía, pero se contuvo. Cerró las manos en dos puños firmes a ambos lados de su cuerpo mientras Chanyeol simplemente lo observaba, con una intensidad en su mirada que le cortaba la respiración.

- Antes te he preguntado que por qué me habías seguido -comenzó con voz suave, Baekhyun simplemente asintiendo-. Me dijiste que era algo que no podías evitar, me atrevería a decir que sentiste algo instintivo, algo primario dentro de ti que te pedía que fueras tras de mí.

- ¿Cómo...? -pero el resto de su pregunta se perdió cuando el alto se inclinó sobre él y percibió su aroma, nublándole los sentidos y pidiéndole que hiciera algo tan estúpido como besar al tipo. No lo hizo, aún así, pero fue difícil controlar aquel impulso.

- Igual que ahora, sientes una necesidad que no puedes explicar -murmuró, su voz naturalmente ronca bajando incluso más, acariciando los oídos de Baekhyun. Una mano subió a acariciar su mejilla y Baekhyun cerró los ojos levemente contra el toque, demasiado ebrio de aquel contacto que no sabía que necesitaba y que le fue retirado tan rápido como llegó-. Sólo hay una razón por la que sentirías eso y por la que yo te habría dejado seguirme.

Ambos respiraron a la vez en el espacio vital del otro, tan cerca y a la vez tan lejos, porque el cuerpo de Baekhyun le pedía que por favor, tocara al otro o pidiera ser tocado, incapaz de aguantar más. El humano se lamió los labios y jadeó suavemente cuando el dorso de los dedos de Chanyeol bajó por su mejilla, descendiendo por su pulso hasta posarse con la palma sobre su corazón desbocado.

- Eres especial -susurró de nuevo-, porque eres mi pareja.

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