" CAPÍTULO FINAL "
Sasuke se enderezó para escudriñar el sendero.
En efecto, una línea de brillantes puntos rojos se perdía detrás de un peñasco.
- ¿ Son señales de acotamiento ? - inquirió Naruto.
- ¡ No estaba aquí dos días atrás ! - exploto el, con voz temblorosa de enojo -, ¡ Esto es cosa de Itachi !, Todas nuestras buenas intenciones de encontrar una solución amistosa y eficaz no han servido para nada - comento amargamente -, ¡ Conque esa es su manera de arrojar el guante !, ¡ No se atrevió a decírmelo a la cara !.
Naruto le miraba impotente, sin saber cómo calmar su indignación.
Cuando, por fin, Sasuke se disponía a montar de nuevo, el doncel le detuvo por una brazo.
- ¡ Aguarda ! - suplico, lleno de esperanza -, ¡ Tiene que haber una explicación para esto !, Itachi no sería capaz de poner estas señales a espaldas tuyas....
Pero Sasuke volteo hacia Naruto con una mirada de hielo.
- ¡ claro que no ! - contesto con dura ironía -, esas banderitas vinieron solas, en fila india, y se hincaron solas en el suelo. Asimismo se colocaron solitas delante de la casa, marcando el camino... ¿ De qué parte estás tú, si se puede saber ? - le increpó de súbito -, ¿ Piensas ya en deslizarte sobre tus esquís por estas laderas ?, ¡ Quizá puedas obtener también una concesión para enseñar a los turistas, desde fuera, lo que se ve desde las ventanas de mi casa !, Y para mayor atracción, te aconsejo que, como nota de color, te pongas un equipo de cowboy adornado con lentejuelas.
Naruto retrocedió como si hubiera sido azotado. Aquellas injustas acusaciones encendieron su ira.
- ¡ Bonita idea ! - replicó, jadeante -, ¡ Nunca se me había ocurrido nada tan perfecto !, ¡ Pero ahora pienso que aún sería mejor permitir que los veraneantes se refresquen en la balsa que hay al pie de tu querida Cascada de las Hadas !.
Por un instante temió que él lo golpeara.
Pero entonces, Sasuke monto rápidamente en Sombra y se alejó al galope.
El doncel tardó unos minutos en poder subir a su cabalgadura.
Las lágrimas le impedían encontrar el estribo.
- ¡ Necio, más que necio !, ¡ Loco... ! - exclamó, casi para sus adentros.
El dolor lo devoraba por dentro.
Durante unas semanas había vivido una felicidad ilusoria.... Y ahora, sus violentas acusaciones revelaban lo que en realidad sentía aquel hombre.
Cabalgó a ciegas, sacudido por pensamientos incoherentes, y no salió de su ofuscación hasta que Beauty tropezó y se detuvo con la cabeza gacha.
Iniciábase el anticipado crepúsculo de aquellas tierras montañosas, que arrojaba profundas sombras azules sobre lo que, poco antes, fuera de un luminoso color castaño.
Naruto recordó las frecuentes advertencias de Sasuke y se estremeció al comprobar que se había levantado un viento cada vez más frío.
Y.... ¿ Donde estaba, además ?.
Sintió que los dedos del miedo amenazaban con ahogarlo.
Cierto era que su mundo se había derrumbado, pero no por eso deseaba que lo encontrasen muerto al día siguiente.
“¡ Esfuérzate en recordar, muchacho, esfuérzate !” - le escuchó decir a Kurama.
En alguna parte tenía que haber una señal....
Busco por los alrededores y, después, escudriñó la parte más próxima de la ladera.
De pronto, los últimos rayos del sol arrancaron destellos a algo, a uno o dos kilómetros de distancia....
¡ La Cascada de las Hadas !.
Naruto reconoció el peñasco inclinado, en su parte alta.
Con un sollozo de agradecimiento hizo dar media vuelta a su montura. Había estado cabalgando justamente en dirección contraria.
Cuando llegó al rancho, los hombres estaban en el corral, ensillado caballos.
- ¿ Donde demonios te metiste ? - vociferó Sasuke al verlo.
- Di un paseo. Eso es todo - contesto el doncel con frialdad, mientras el arrancaba las riendas de sus manos entumecidas -, no tenías por qué inquietarte.
- ¿ Que no tenía por qué inquietar me? - estalló Sasuke -, ¡ Ahora mismo iba a dar la alarma !, Los chicos ya partían en tu busca, asustados.
Naruto miro a los vaqueros.
En sus rostros, el alivio empezaba a sustituir a la preocupación.
- Lo siento... ¡ Lo siento, de veras ! - se disculpó con voz débil.
- ¡ No estábamos dispuestos a perder al mejor repostero de todo el Estado, diantre ! - exclamó Kakashi, todavía ceñudo, cuando los hombres se dispersaron.
Sasuke entrego Beauty al fiel Suigetsu, y sus dedos se clavaron luego cual ganchos de acero en los brazos de Naruto, al empujarlo con prisa hacia la casa.
- ¡ Haz que tome enseguida un baño caliente ! - le encargó a su tía, que también demostraba gran alivio al tener consigo al doncel.
Naruto murmuró algunas palabras de excusa, al mismo tiempo que por sus mejillas resbalaban lágrimas de fatiga y aturdimiento.
¿ Era el la causa de semejante alboroto ?.
- ¡ Date prisa, chiquillo !, El susto ya pasó - trato de consolarlo la buena mujer con voz cantarina.
Su brazo rodeaba protector la cintura del joven, mientras que sus ojos dirigían una mirada de advertencia al sobrino.
- ¡ Naruto.... ! - murmuró Sasuke, dando un paso hacia el, pero este era conducido por tía Mikoto al piso superior.
Era un Naruto muy manso el que finalmente bajo la escalera.
Tenía la cara sonrosada por efecto del baño, y todo el se sentía caliente.
- ¡ Deberías estar acostado ! - exclamó la tía.
- Me encuentro bien - aseguró el doncel avergonzado de haber provocado tanta perturbación -, olvide lo rápidamente que se pone el sol en estas montañas. Había ido a despedirme de mis lugares favoritos....
- ¿ Despedirte ? - tía Mikoto lo miro extrañada -, ¿ Que tonterías dices, hijo ?.
Por fin, Naruto reunió la energía suficiente para posar sus ojos en sasuke, de pie a lado de la chimenea.
- Un invitado no debe abusar de la hospitalidad .... - dijo con voz mucho menos segura de lo que el, hubiese deseado.
Los labios de Sasuke se estrecharon, y sus mejillas se tiñeron de rojo oscuro.
El dardo había dado en la diana.
Sophia anuncio entonces que la cena estaba servida, y el momento de la violencia paso.
- Yo estuve muy ocupada - comento tía Mikoto cuando, terminada la cena, se trasladaron con sus respectivas tazas de café al rincón del hogar -, me reuní con tu hermano y el contratista, Sasuke.
El sobrino se puso rígido de inmediato.
- Ya... Esta tarde tuvimos ocasión de comprobar la rapidez con que trabajan.
La tía agitó una mano con viveza.
- Reconozco que Itachi se precipitó un poco, pero ahora todo está claro. El contratista dijo que la casa podía ser trasladada. Los caminos de acceso quedarán todos al otro lado, como sugirió Naruto. Tú tendrás el rancho intacto, e Itachi conseguirá su centro de turismo. ¿ Apruebas tu el plan ?.
Hubo un silencio largo y penoso.
Los ojuelos brillantes de tía Mikoto permanecieron fijos en Sasuke mientras éste se frotaba la barbilla, caviloso.
“ Por que será tan terco - pensó Naruto -, cuando todos vemos que no hay otra solución ”.
Por último, una amplia sonrisa dulcificó sus facciones.
- No tengo nada que objetar. Es el único arreglo que cabe, ¡ Y resulta tan obvio que me preguntó cómo a ninguno de nosotros se nos ocurrió antes !.
- Yo contestaré a eso, Sasuke. Simplemente, por qué no contábamos con la ayuda de Naruto - señaló tía Mikoto -, la primera vez que vi a este chico, ya me había dado cuenta de lo que vale. ¡ Confío en que tú también lo hayas comprendido, Sasuke Uchiha !.
La mirada que la señora dedicó a su sobrino mientras atravesaba el ovillo de lana con las agujas de hacer media, fue muy significativa.
- Y ahora, hijos, me disculpareis - agregó -, por qué deseo acostarme.
Naruto quedó a solas con Sasuke, y ese hecho le produjo un cierto dolor que era dulce al mismo tiempo.
El día anterior, a aquella misma mañana, hubiese ansiado compartir una velada.
Ahora, en cambio, no se veía con ánimos de soportar horas de conversación cortes.
- Creo que yo también me retiro - murmuró, con voz de niño pequeño -, ¡ Buenas noches, Sasuke !.
- ¡ Ven, acá, Naruto ! - lo llamo el.
Había hablado en un tono suave, pero no obstante se trataba de una orden.
Los hombros del doncel se cuadraron instintivamente, como para presentar batalla, pero pronto se hundieron de nuevo.
No valía la pena discutir.
Era tal su desánimo que ya no lo herían sus palabras, cualquiera que fuesen.
Así pues, se acercó lentamente a él.
Sin levantar la vista de la alfombra.
Se detuvo a pocos centímetros de el y espero a oír su voz.
- Tengo un regalo para ti - fue lo que dijo Sasuke, señalando un rincón de la pieza.
Naruto volvió la cabeza y descubrió un gran bulto en una bolsa de plástico.
- ¡ Ábrelo !, Acaban de traerlo.
El doncel trato de levantar el pesado saco, a la vez que miraba a Sasuke con ojos interrogantes, y por fin decidió deshacer la atadura que lo cerraba.
Le pareció que dentro había algo peludo y, cuando tiro de ello y comprobó de que se trataba, quedó boquiabierto.
- ¡ El puma ! - exclamó -, ¡ Mandaste curtir la piel !.
- Fueron los chicos - respondió Sasuke, observando la expresión de Naruto mientras desenrollaba aquel regalo maravilloso -, y no sabes hasta que punto pelearon para poder tenerla tan pronto.
- Espero poder verles mañana, para darles las gracias - dijo Naruto arrodillado en el suelo para extender bien la piel - en caso contrario, les escribiré en cuanto llegue a Denver. Siempre me recordara el rancho - añadió a la vez que acariciaba el suave y corto pelo -, desde luego, será lo que más llamará la atención de mi pequeño apartamento.
- Pues yo lo destinaba a un sitio muy distinto - observó Sasuke.
Naruto echo la cabeza hacia atrás y le miró su rostro y resultaba imposible leer en el.
- ¿ Si ? - pregunto distraído -, pero yo temo que no quedará bien en una de las paredes...
- Estoy de acuerdo con Tigo - hablo entonces Sasuke totalmente distinto -, yo pensaba poner el puma junto a mi cama.
Los ojos del doncel se agrandaron a la par que su tez palidecía.
En su inocencia, había creído que la piel era para el.
¿ No había hablado Sasuke de un regalo ?.
- Todavía no sé si quedará mejor a los pies de la cama o a tu lado. Al fin y al cabo, tu mataste al puma. ¡ Es tu trofeo !.
Naruto abrió la boca, desconcertado.
¿ Había oído bien ?.
Las manos del hombre acariciaron los suaves mechones rubios que caían a cada lado del rostro del doncel.
Y tomándolo como si de un cáliz se tratara, lo alzó al mismo tiempo que acercaba el suyo.
Momentos después, sus cuerpos estaban estrechamente abrazados.
Antes de que él pudiese protestar, los labios de Sasuke cubrieron los suyos.
Fue un beso tierno y delicado, tan delicado que hizo brotar lágrimas de los ojos de Naruto, con su dulzura.
- ¡ Naruto, chiquillo mío !, Nunca te imaginarás el infierno que pase esta tarde, al no saber si te habías extraviado o estabas herido... Y, sobre todo, sin saber dónde empezar la búsqueda.... - murmuró, frotando su mejilla contra la del doncel -, ¡ Y pensar, además, que la culpa era mía !, ¿ Aún no sabes que ya no sabría vivir sin ti ?.
Todo el fue un remolino de excitación cuando el significado de sus palabras se abrió paso en su mente.
Una súbita debilidad lo hizo asirse a el hombre, ansioso de oírle decir algo más.
- ¿ Que eran esas tonterías de que pensabas marcharte ? - le susurró Sasuke a la oreja, al mismo tiempo que le llenaba la mejilla de pequeños besos -, ¿ Crías que iba a dejarte escapar, después de haber encontrado un tesoro como tú ?, Dime, Naruto;
¿ Cuando puedes casarte conmigo ?.
El doncel se echó hacia atrás en el firme círculo de sus brazos, mirándole atónito.
- ¿¡ Que !? - grito de pronto, y su voz soltó una octava de la emoción.
El cambio había sido demasiado rápido.
Naruto creyó que un torbellino lo arrastraba consigo.
Media hora antes estaba convencido de que, a la mañana siguiente dejaría de verle para siempre...
- Quiero que nos comprometamos - dijo el -, tú y yo, sí - añadió, divertido al comprobar el asombro del doncel -, y la vida será muy pronto. ¿ Por qué pensabas que daba la fiesta, tontito ?....
¡ Para anunciar nuestro compromiso matrimonial !.
Por eso era tan larga la primera lista.
Me hacia ilusión que todo el mundo conociese al el hermoso doncel que yo había elegido para esposo.
Pero Lugo reduje el número de invitados.
Los demás tendrán que esperar a nuestra boda.
Su rostro se puso serio, de repente, y una ligera duda le ensombreció.
- Por que.... Tú quieres casarte conmigo, ¿ No ?.
Naruto asintió sin hablar, y Sasuke lo abrazo todavía con más fuerza.
- Dicho sea de paso, yo no creo en los noviazgos largos. Ahora que te tengo aquí, conmigo, no puedo permitir que te vayas. Como tú mismo pudiste comprobar, tengo un punto de ebullición muy bajo en lo que a ti se refiere.
Después de aquella noche en mi cuarto, tuve que permanecer apartado de tu persona mientras no fueras mi querido esposo... Ahora bien, te diré, sinceramente, que no sé cómo te arriesgas a casarte conmigo, con el mal genio que gasto...
Debajo de su beso, los labios de Naruto se curvaron en una sonrisa.
- ¡ Cariño mío ! - gimió el -, ¡ Si supieras lo destrozado que me sentí ente las exigencias de mi propio orgullo y el amor por mi hermano !. Entonces,cuando tú parecías dudar de mi acierto, explote como un chiquillo inmaduro - su mano acarició los suaves y esponjosos cabellos del doncel, acercando su cara a la suya -, te deseé desde el día en que nos conocimos, Naruto.
- ¿ Y enseguida supiste que querías casarte conmigo ? - pregunto, el boquiabierto.
- Lo supe en el momento en que me ayudaste a descender de aquel saliente te de roca - confesó Sasuke -, aplicaste un pañuelo mojado a mi frente, y yo contemple a mi salvador y me prometí que no te dejaría escapar sin haber intentado convencerte para que consintieras en ser el esposo de un ranchero. Luego, tú me hiciste rabiar bastante. ¡ Ya lo sabes ! - continuó, a la vez que se dejaba caer en un sillón y acomodaba a Naruto en su regazo, agarrándolo con sus brazos como si temiese que aún se le pudiera escapar -, pero yo estaba decidido a no dejarte largar, al menos hasta que te hubiese dicho lo muchísimo que te quiero y te necesito.
Naruto se acurrucó contra el y suspiro una vez más, todavía desconcertado.
¡ Era maravilloso que un hombre tan orgulloso confesara amarlo !.
Una sonrisa de felicidad iluminó su rostro.
- ¡ Sasuke, mi Sasuke ! - susurro -, ¡ Te quiero !.
La expresión de Sasuke fue infinitamente tierna cuando se inclinó a besar otra es su boca.
- ¡ Pero yo te quiero, aún más !.
- Ven, amor de mi vida - susurro Naruto, con una enorme sonrisa que incluso podía opacar al mismísimo sol -, Canta conmigo hasta la eternidad....
“ FIN ”
(Muchas gracias, a todos aquellos, que siguieron esta historia asta el final.
ヾ(@⌒ー⌒@)ノ)
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro