"CAPÍTULO 3"
Anterior :
Se encaminó cojeando a la parte posterior del camión y bajo la puerta abatible.
- ¡ Esta es mi casa !.
Actual :
Naruto miro asombrado el colchón colocado debajo de la tirante lona. Vio también un armario metálico y dos neveras, así como un hornillo de petróleo al otro lado del vehículo.
Sasuke dejo su mochila colgada de la puerta posterior.
- Estoy muy cómodo en mi saco de dormir, y la lona mantiene a raya a los elementos.
- No queda mal -, dijo Naruto, admirado de su ingenuidad -, tiene espacio suficiente para moverse, creo que es bastante más seco y más confortable que dormir sobre el suelo. ¿ Como sierra la parte abatible ?.
- Ah, eso no me preocupa -, confesó el -, prefiero contempla las estrella, claro que mi vivienda tiene sus inconvenientes. No puedo permanecer sentado. Mi cuarto de estar es la cabina. Tengo una luz con la que puedo leer, si aún no me apetece dormir. Para mí, esto ya está bien, pero resulta demasiado rústico para invitar a una chica a que lo comparta conmigo.
- ¡ Pues no lo sé ! -, río Naruto -, apostaría algo a que una de esas colegialas a que usted se refería antes con cierto desdén, estaría encantada de correr la aventura...
Sasuke lo acompañó de nuevo a su furgoneta y le estrecho fuertemente la mano antes de que el entrará.
- No sé cómo agradecerte lo que hiciste por mi, Naruto Uzumaki. Siento haber estropeado uno de tus días de vacaciones. ¿ Cuando has de volver al trabajo ?.
- En realidad tengo más días libres que las dos semanas de viaje que proyectamos -, admitió él -, soy secretario de un abogado. Mi jefe pasará un mes en Europa, y el factótum de su socio se ocupa de defender el fuerte.
La mano libre de Sasuke se acercó suavemente a su rostro para apartar un mechón de cabellos que la brisa se empeñaba en echarle a la cara.
Uno de sus dedos rozo su mejilla, y el doncel trago saliva ante el inesperado contacto.
- En eso caso, podría pasar más de un día en el rancho -, murmuró.
Naruto parpadeo asombrado.
- ¿ Deberás crees que al boss no le importara ?.
- Estoy seguro de ello -, declaró el con plena convicción.
- Entonces tendremos que introducir el cambio en nuestro intinerario -, dijo Naruto, inundado por una ola de alegría increíble.
Sasuke miro al sol, ya muy bajo, y comento :
- Pronto será de noche. ¿ Qué piensas hacer ahora ?.
- Volver a mi rincón. Debo escribir varias cartas y unas cuantas postales de; “lo paso muy bien y me gustaría que pudieses venir esto”.
El hombre bajo los brazos.
- Nos veremos más tarde, Naruto -, prometió.
El doncel asintió.
Todo estaba acordado.
Continuará...
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