" CAPÍTULO 21 "
Sea como fuere, Naruto logro despertarse a tiempo. La cocina económica se portó bien y no planteo problemas. Hasta el momento de entrar en el comedor no vio el la fuente del pastel vacía.
¡ Demonios !
Por la noche había sobrado media tarta. Eso significaba que, antes de acostarse, los hombres habían vuelto al comedor.
Debajo de la fuente hallo un papel :
¡ UNA DELICIA !.
Ponía en grandes letras, y a continuación estaba las firmas de todos.
Sasuke entro a tiempo de ver su expresión de asombro. Naruto le tendió el papel, y el añadió su firma con un rotulador.
- No necesitas levantarte tan temprano - dijo el doncel, sirviéndole una taza de café -, ya me las apaño solo, y a ti no te vendría mal una horita más de sueño.
Sasuke levantó una ceja con gesto burlón.
- A lo mejor me apetece un ratito de intimidad con el cocinero, si no hay inconveniente....
El color que de pronto invadió las mejillas del doncel, nada tenía que ver con el fuego de la cocina.
Aquella noche, durante la cena, se habló principalmente de dos reses halladas muertas.
- Hace años que no veo por aquí ningún puma - dijo Kakashi, uno de los vaqueros de cierta edad -, sin embargo, oí decir que, en la parte norte de Idaho, habían encontrado animales devorados. Me pregunto si una fiera de esas anda por esta montaña.
- ¿ Estás seguro de no haber visto huellas ni alguna otra pista ? - inquirió Sasuke.
- Seguro - contesto Kakashi -, una de las reses fue muera dos semanas atrás, y la segunda apareció la semana pasada. Muchas otras alimañas habían participado en el festín.
- Ahora recuerdo que, cuando subimos, observé que algo se movía muy de prisa entre los matorrales - intervino Kiba -, creí que se trataba de una res extraviada y quise ir en pos de ella, pero no vi nada. Aquello me extrañó, pero me dije que seguramente eran alucinaciones mías, y luego lo olvidé. ¿ Sería un puma escondido entre la maleza ?.
- ¿ Donde lo viste ? - quiso saber Sasuke.
- Allí donde está la roca quebrada.
Itachi asintió, preocupado.
- Es el lugar donde encontramos las vacas.
Mientras los hombres limpiaban sus rifles, discutieron sobre cuáles eran los mejores cartuchos a emplear. Ahora estaba en un modo solo masculino, de caza y persecución, donde no había sitio para donceles o mujeres. Sus risotadas eran duras e intencionadas. Y a la mañana siguiente, sus ojos perforarían los matorrales en busca de un cuerpo pardo que se deslizaba en silencio.
Naruto se apartó. En medio de un macizo de artemisa se alzaba un pino solitario, y el tomo asiento entre las sombras que arrojaba sus ramas.
Apoyó la barbilla en las rodillas, y se rodeo las piernas con los brazos. Así era siempre el hombre, y tubo que ser un doncel muy sabio el que descubriera que había un momento y un lugar para cada cosa. Ahora, el grito primitivo de la sangre cazadora resonaba de nuevo en las venas de los vaqueros.
Unas voces airadas lo arrancaron de sus sueños. Aquello lo sorprendió. ¡ Si los hombres parecían llevarse tan bien !, Las voces se acercaban, y el se levantó para abandonar el lugar, pero antes se detuvo un momento a escudriñar la oscuridad, curioso por saber de quienes se trataban.
Percibió entonces una fuerte exclamación de disgusto.
¡ Eran Sasuke e Itachi !.
¿ Que podría causar la discusión entre los dos hermanos ?. Hasta entonces le había parecido sentir una poderosa corriente de afecto entre ambos...
- ¡ Se acabó eso de hacer siempre de hermano mayor ! - dijo Itachi en tono cortante -, yo también tengo derecho de intervenir en la administración de nuestra herencia. Tío Fugaku está dispuesto a ayudarnos a financiar el proyecto, si tú das tu conformidad a él. Deidara se ha ocupado de mandar hacer los planos, y yo estoy en contacto con arquitectos y contratistas para obtener un presupuesto.
- ¡ Pues yo me niego a ver nuestra finca invadida por los turistas ! - replica Sasuke, quién a duras penas contenía su enojo -, ofrezco compraros vuestra mitad, si vosotros dos seguís empeñados en llevar a cabo semejante idea. Podéis adquirir otro rancho, que esté en quiebra, e invertir el dinero en el.
- Sabes de sobra que no tengo posibilidad de reunir tanto de una vez - protesto Itachi -, además, durante toda mi vida he soñado con aprovechar la otra ladera de la montaña. A ti no te sirve para el ganado. Y no te privaría del agua, si eso es lo que te preocupa. Las pistas de esquí ya nos las ofrece la misma naturaleza. Sólo hay que ponerlas en condiciones. El lago es perfecto para la práctica de natación y de la vela, y estoy estudiando la manera de probar de truchas algunos de los ríos.
¡ Pero no vayas a creer que nos metemos en esto a ciegas - agregó con voz tensa de emoción -, Deidara estudio comercio, en la escuela, y tiene una tía que estuvo encargada de la dietética en varios hoteles de gran fama, y que ahora ansia salir de su retiro. Incluso he solicitado una licencia para producir aguardiente, y tengo la certeza de conseguirla antes de poner todo en marcha.
Naruto había esperado demasiado. Ahora era tarde para escapar sin ser visto. Los hombres se pararon a poca distancia de el, y su discusión se hizo todavía más acalorada.
- ¡ Veo que la vieja casa solariega no significa nada para ti ! - exclamó Sasuke con reproche -, ¡ Deidara no para de comentar el encanto que posee, y ahora, de pronto, estáis dispuestos a añadirle unos pegotes que destrozarían todo eso que tanto deseabais conservar.
- ¡ Necesitamos habitaciones para alojar a nuestros huéspedes ! - repuso Itachi, cada vez más, enfadado -, y queremos evitar que la imagen del chalet suizo resulte tan predominante. Has de admitir que la casa solariega da sensación de buena acogida, de calor hogareño.
- ¿ Y que sería de mi casa ? - dijo Sasuke con hielo en la voz -, queda demasiado cerca para impedir que la gente se metiese por todas partes y mirara a través de las ventanas. ¡ Y estas muy equivocado si crees que iba a poner cortinas o una valla, por qué no pienso quedarme sin la vista.
Itachi se encogió de hombros. La conversación tomaba un giro incómodos para el.
- ¡ Bah, Sasuke !, Hay sitios que tienen una vista mejor. Podríamos trasladar tu casa o construirte otra nueva...
“ ¡ Oh, no ! - pensó Naruto, horrorizado ante tal sugerencia -, ¿ Cómo se iba a alejar Sasuke de aquella cascada tan maravillosa ?, ¿ Acaso ignora Itachi que también su hermano tiene sus ilusiones, y que construir su casa en ese punto fue su mayor satisfacción ?”.
- ¡ Mi respuesta es un no redondo ! - declaró Sasuke, y la fuerza de su ira llegó hasta donde el doncel estaba.
Itachi dio media vuelta, y soltó un juramento retador, dejando a Sasuke atónito y rígido. La figura de este quedó sola a la luz de la luna, con los ojos fijos en el hermano que se alejaba.
Naruto le vio liar un cigarrillo y aspirar profundamente. ¡ Ojalá se fuese también el, de modo que su presencia pasaría desapercibida !.
Se movió con cuidado, dispuesto a partir cuando Sasuke lo hiciera, pero su pie resbaló. Con horror oyó el ruido de la piedra al resbalar ladera abajo.
Sasuke se movió en el acto. Cómo buen hombre de campo que era, cualquier sonido extraño le alertaba.
Naruto salió de las sombras que lo protegían.
- No... No fue mi intención escuchar, Sasuke - balbuceo -, pero os aproximasteis tan deprisa, que no me dio tiempo de marcharme.
Él lo espero en silencio. ¿ Se volcaria sobre el su furia ?. El sombrero escondía su cara, pero su cuerpo delataba la tensión nerviosa.
- Pronto sabrá todo el mundo que los hermanos Uchiha están en desacuerdo - dijo con amargura -, sobre todo, si Itachi anda pidiendo presupuestos por ahí... Las noticias corren mucho en un comunidad pequeña.
- Pero tú no te dejaras convencer para abandonar tu casa, ¿ Verdad que no ? - pregunto el, ansioso -, ¡ Nunca volverías a encontrar un emplazamiento tan precioso, Sasuke !.
- Me consuela tenerte de mi parte - dijo el -, llegue a creer que estaba volviéndome loco. ¡ Ignoraba que Tío Fugaku, estuviera dispuesto a echarle una mano !, Itachi y Deidara llevan hablando de ese dichoso proyecto desde su matrimonio, pero yo creía que nunca podrían realizarlo. No me parecía probable que un banco les prestará la cantidad necesaria, y yo, desde luego, jamás aprobaría una historia sobre la finca.
- Tu le ofreciste comprar su parte, para que probará suerte en otro lugar, eso podría ser una solución razonable...
- Para mi constituiría un problema, en estos momentos - admitió el -, de cualquier forma, si a ellos se les ha metido en la cabeza montar un centro de esquí, no seré yo quien se lo impida. ¡ Pero nunca en este rancho !.
- ¿ Es eso lo que pretenden ? - inquirió Naruto -, solo me enteré de la última parte de vuestra conversación.
- ¡ Si !, Quieren que la gente venga a esquiar en invierno, y que esto se convierta, en verano, en una granja con caballos y donde los turistas puedan trepar y aser excursiones con la mochila a cuestas. ¿ Supones que yo podría continuar aquí, con todo ese jaleo ?.
No, para Sasuke sería imposible. Era un hombre de la escuela antigua. Necesitaba sentirse rodeado por los espacios abiertos, para vivir. Le enloquecería ver sus dominios invadidos por gente desconocida.
- Si él se marchara, ¿ Tú podrías llevar adelante los planes que iniciasteis juntos ? - quiso saber Naruto.
A su llegada, Sasuke le había dicho que los cebaderos eran cosa de Itachi.
- Me veo capaz, desde luego - contesto el -, toda su puesta en marcha fue idea mía, y lo hice por qué con ello estimularía a Itachi. Al fin y al cabo, eso entraba más en su especialidad, y confíe en que le apartaría de esas ocurrencias absurdas.
- El no se siente tan ganadero como tú -, dijo Naruto con dulzura.
- No, en efecto - respondió Sasuke brevemente.
- Parece repetirse la historia de tu padre y tu tío - continuó el doncel -, Itachi quizás sirva más para una carrera comercial.
- ¿ Intentas a caso ser diplomático ? - pregunto Sasuke.
Había en su voz cierta advertencia seca, y el bajo su cabeza.
- ¡ Claro que no, Sasuke !, No debo intervenir en tus asuntos particulares. Simplemente, pensé en voz alta. Perdóname
El hombre arrojó su cigarrillo al suelo y lo piso con cuidado.
- ¿ Regresamos ?, Los chicos estarán acostados, y nosotros debemos hacer otro tanto - dijo con firmeza, y eso significaba que la conversación había terminado.
Continuará...
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