Por un instante Yang captó una sonrisa irónica en el omega, apenas perceptible e irreconocible para cualquier otro. —Te estoy causando muchos problemas, solo... Sólo dejalo así, ya pasará —Con titubeos respondió, clamaba por algún rastro de coherencia. Por desgracia los pequeños restos que recogió dentro de toda esa nube de excitación fueron desmoronándose hasta hacerse polvo conforme Yang besaba su muñeca y justo después ejercía una mordida sobre su pulso que irremediablemente se disparó hacia los cielos. Sin querer Xue había dado en el blanco a una de las debilidades del omega; Mordidas.

—Daozhang ¿Te gusto?

La pregunta tomó desprevenido al omega, pareciendo tan fuera de lugar que no notó su coherencia hasta plantearsela de verdad ¿Él le gustaba? Durante los años de convivencia en ningún momento preguntó su nombre, mucho menos se acercó tanto a él para tocar su rostro y hacerse una idea de su figura, no hubo antecedentes de lo que hacia, donde vivía ni que le gustaba más allá de ser un amante de los dulces, tan elocuente y en ocasiones impulsivo que le sacaban más de una risa sincera ¿Alguien así podría gustarle? XingChen jamás se guió por las apariencias, la belleza física siempre podría ser opacada por la personalidad y la personalidad de aquel sujeto era intrigante, le relajaba al igual que su aroma y a la vez, con ese mínimo toque le alteraba de forma sin igual.

Solo con una persona logró ese tipo de sensaciones, alguien a quien amó y del que solo quedaba el recuerdo y el recurrente dolor detrás de las vendas ¿Todavía debió preguntarse si le gustaba? Cuando cada pensamiento se guió hacia el mismo camino, algo que solo en ese momento logró descubrir ¡Por supuesto que le gustaba!

—Hay cosas que no deben preguntarse —Por primera vez en todos esos años Xiao traspasó la linea de la curiosidad, librándose de la reciente mordida buscó el rostro de su compañero encontrándose con facciones finas, muy jóvenes pero hermosas, al crecer más seria un hombre realmente guapo que seguramente de poder ver sentiría punzadas de celos a cualquiera que notara ese atractivo. Continuando, con el pulso todavía acelerado y una necesidad creciente acortó la distancia y le besó.

Un beso dulce, por el reciente caramelo que comió, dulce por la simpleza de solo un toque y dulce, por la inmensa felicidad que le provocó al omega.

—Pero yo quiero saberlas —En cambio, sin romper por completo el contacto Yang se quejó, no con molestia sino con un hilo caprichoso que solo XingChen pudo reconocer y que le hizo ahogar una risa. Un niño caprichoso, eso era—. Quiero saberlo todo

En contraste con el primer beso el siguiente fue voraz, con el 'Beta' dominando cada acto le devoró con sed, hambriento y buscando la dulzura del caramelo en su boca, entre cada movimiento, dando una pelea injusta contra su lengua ya que el omega se vio en desventaja, desconectó su pudor y jadeo libremente entre ambas cavidades, nublado por el deseo, aferrándose al cuello de Xue y atrayéndolo hasta el punto de tenerlo entre sus piernas.

Fueron breves instantes de calma para el cultivador al ser liberado del beso, solo unos instantes antes de sentir la lengua de Xue Yang recorriendo su cuello, entre besos y chupetes que tardarían días en desaparecer. Con una mordida firme debajo de su clavícula el primer gemido del omega apareció, no se detuvo a pensar en que momento sus prendas desaparecieron y en cambio, ese lado masoquista salió a flote pidiendo más. Casi pudo sentir la amplia sonrisa del menor contra su piel enrojecida, como si le hubiese dado permiso de jugar hasta el amanecer el entusiasmo se sintió en el aire, mezclándose con sus feromonas, llenando el ambiente de un agradable momento que le permitió compartir esa misma sonrisa.

Y Yang concedió esa petición con gusto, dejando la marca impresa de sus dientes afilados por distintos puntos del pecho del omega, con una piel tan blanca cada una de las marcas destacó por si sola, le llenó de orgullo, uno que solo un alfa podía tener. —Tus gustos son muy raros, Daozhang —Lejos de mostrar burla un deje de morbo se mostró en el menor, repasó con total calma y para tortura del cultivador la lengua sobre uno de sus pezones, arremolinandola y mordiendo aquel monte rosado hasta que se vio satisfecho al recibir un gemido alargado de su omega. Lo mejor siguió ante los espasmos de Xiao XingChen, con ambas piernas temblorosas producto de su primer orgasmo.

—Por favor... —La suplica de XingChen no se hizo esperar. Con la torpeza de sus manos se aferró a la túnica del joven tratando desesperadamente abrirla con un único fin, no se detuvo a pesar de escuchar la risa de su compañero y se vio frustrado cuando sus extremidades fueron retenidas sobre la cama, por encima de su cabeza.

—¿Por favor, qué? —Yang inquirió, con una mirada impresa de deseo llegó al límite de sus capacidades, sólo se valió de la espera, de las mismas ganas de querer escuchar al omega.

—Quiero sentirte —Rogó. La falta de vergüenza le hizo abrir las piernas como parte de su entrega y sólo sintió desazón al no tener un nombre para adjuntar a su ruego—. Por favor... —La espera se estaba volviendo agoniza, el silencio del 'beta' le dejó en un limbo incierto que solo alargó los segundos reales a horas en su desesperación. Lo que el omega ignoró fue que, de la misma forma que Xue descubrió su gusto por las mordidas, Xiao XingChen quebró las barreras del control de Yang con sus súplicas.

El cultivador solo tuvo una vaga idea al percibir un cambio significativo en el ambiente, un aroma fuerte y abrazador que hizo que su omega interno se revolcara de gusto mas fue demasiado tarde para preguntar algo; con las caderas alzadas de imprevisto una fuerte intromisión le hizo callar sus preguntas y fueron cambiadas en una exclamación de sorpresa que, apenas duró al convertirse en un sonoro gemido al sentir por completo la virilidad de Yang entrar en él.

—Lo sabía —Una pequeña victoria para sus sospechas, Xiao expresó con el poco aire que sus pulmones guardaban. Xue Yang estuvo ocultando algo más allá que su nombre, al igual que XingChen controlaba su aroma natural gracias a su cultivación, un aroma a alfa del que sospechó desde su primer encuentro.

—No te regodees, lo descubriste porque quise que lo hicieras —Negándose a la derrota el alfa bufó, no le importó ser expuesto, no al cumplir con todos sus cometidos más allá que el de saciar su aburrimiento. Y, sin esperar más se dejó llevar entre el éxtasis que le brindaba el cuerpo de su omega, entre estocadas firmes que creaban una mezcla de dolor y placer sobre el rostro de XingChen, tan malditamente masoquista que le emocionó y solo aumentaban sus deseos de seguir con un vaivén sin pausas.

Pronto, esa modesta habitación se llenó de sonidos pasionales, una sinfonía erótica en la que XingChen fue la principal estrella, con Yang maravillado internamente por cada gemido que provocaba en él en medio de cada embestida y, aunque fue una lástima pausar tan bella música valió la pena hacerlo al no poder negarse ante el ruego de Xiao por un beso que se alargó hasta el climax de ambos.

... .. ...

Agotado, satisfecho e incomodo XingChen trató regular su respiración entre largas bocanadas como un intento para acostumbrarse al nudo que se expandía en su interior y le hacia imposible alejarse, tampoco deseaba hacerlo en realidad mas el dolor persistía, era su tercer nudo durante ese día, sin descanso alguno, fue lo que tuvo que soportar al enredarse con un alfa.

—¿Una cuarta ronda? —Mientras tanto Yang se regodeó de su hazaña sin contenciones, su última posición le dejó detrás del cultivador, abrazándole desde la espalda y siendo tentado por la libertad en la que el omega mostraba su nuca, libre de cualquier lazo para el que pudiera reclamarlo como suyo.

—Si lo hacemos no prometo quedar despierto hasta el final... —Sus energías fueron consumidas de forma muy placentera y morfeo estaba reclamándolo desde hacia minutos, con el brazo proyector del alfa como cobijo estuvo a punto de quedar dormido y habría sucedido así de no escuchar afuera de la habitación una voz muy conocida para ambos.

—¡Daozhang! ¡Daozhang Xiao! —A-Qing se encontraba al otro lado de la puerta, preocupada por el cultivador y molesta por el tipo horrendo. No se atrevió a interrumpir en ningún momento lo que ambos hacían, esperó pacientemente y con futuras secuelas hasta que dejó de escuchar ruidos obscenos.

Con la conexión de su conciencia la vergüenza y culpa recayó en el omega ¿Como pudo ser tan descuidado para ser descubierto por esa pequeña niña? Ni siquiera quiso recordar que tan ruidoso fue, no podría volver a tratar con la doncella sin que se le cayera la cara de culpa. Xue tampoco ayudó mucho al salir de su interior, le abrazó de forma más posesiva como señal de que no planeaba salir de la cama, ni mucho menos dejaría que XingChen se fuera.

—Tengo que verla... Hey, por favor —Asearse, vestirse y fingir que nada pasó fue un buen plan que efectuaría en cuanto el alfa le soltara—. Si no voy yo hazlo tu, dile que... estoy bien, eres bueno inventando historias, ayudame con eso

—No servirá de nada —Pese a la renuencia de Yang terminó incorporándose, no le importó arreglar de más su aspecto después de vestirse, las marcas de rasguños que dejó el omega se ocultaron bien bajo su túnica.

—¡Hey, fea! Deja de hacer escándalo —A sólo unos metros el cultivador escuchó el poco tacto de su compañero al hablar y pese a desear salir de la cama la debilidad en su piernas se lo impidió. No le quedó más remedio que seguir ajeno a la plática

—¿Qué le hiciste a Daozhang? ¡Salvaje!

—¿Qué más? Tardabas mucho en ir por lo que te pedí, eso me pasa por confiar en una niña ciega, de no ser por mi tu querido daozhang seguiría ardiendo en fiebre

—¡Mentiroso! Llegué hace horas y tu... tú sólo te aprovechabas de él ¡Sinvergüenza! —Xiao anheló cavar un hoyo y esconderse allí hasta que su vergüenza se esfumara.

—Si tan solo supieras... —Con el corazón a medio desbocar el omega pidió por primera vez que el alfa no dijera nada más, lo creía lo bastante capaz de decir la verdad y que eso contara como ayuda. Definitivamente, la próxima no importaba como, saldría él a dar la cara por sus acciones.

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Notas finales: Esta idea surgió de la cabecita de Mily Barnes, con su consentimiento para hacer ese pequeño fic, le agradezco mucho que le dejara hacerlo y más que le gustara. En lo personal me gusta tomar ese tipo de ideas, con la imaginación de alguien más de lo que yo no podría pensar, el único inconveniente es la incertidumbre de no saber si será del agrado del otro o cumple sus expectativas.

Más allá de eso me divertí haciendo algo de ellos (｡･ω･｡)

Pd. Llevo mas de un año sin escribir un lemon, no le salen (╥_╥)

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