Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

1.1

« Dulces palabras que seducen, que enredan en una telaraña sin salida. Una caricia que envenena la piel y un beso que te roba el alma. »



Durante los últimos días la pequeña A-Qing comenzó a notar ciertas anormalidades con su daozhang, mínimas en un principio que se fueron agrandando al pasar el tiempo. Con su fingida ceguera era imposible abordar el tema ya que cada cambio fue meramente físico, incluso debió ocultar su preocupación del tipo que siempre estaba con ellos ¡Él que si podía ver pudo ayudar a Daozhang! En cambio pareció no importarle en lo más mínimo.

Con una patada en el suelo conteniendo su frustración entró a la pequeña residencia después de una breve caminata, pese a saber lo que estaba a su alrededor siguió agitando la vara de bambú como guía, con suerte le pegaría "accidentalmente" al tipo feo en la entrepierna si se metía en su camino.

—Vas a sacarme un ojo con esa cosa, pequeña ciega —Y ahí estaba, esa voz irritante para ella. Xue Yang permaneció a solo un metro de distancia, recargado vagamente sobre el borde de la mesa y comiendo una manzana.

—¡Que no me llamo pequeña ciega! Tengo un nombre, aprendételo —Con indignación la niña replicó y siguió su camino hasta extrañarle no ver a su Daozhang cerca ni mucho menos escucharlo—. ¿Donde esta Daozhang?

—En mi habitación —Explicó.

—¿Qué? ¿Por qué? ¿Esta bien? ¡¿Qué le hiciste, bruto?!

Desde el día en el que Xiao XingChen recogió a ese hombre para tratar sus heridas le cedió la única habitación con cama disponible, tras su recuperación Yang no la abandonó y se adueñó de ella completamente, la personalidad apacible de Daozhang fue tal que jamás le replicó, tanto él como la pequeña A-Qing siguieron durmiendo entre ataúdes, llegando a ser cómodo para esta última, todo lo era después de permanecer en las calles. Sin embargo, en ningún momento Xiao XingChen abordó la cama, ni por más cansado que estuviese después de alguna cacería, pero tampoco había salido a cazar en las últimas noches...

—¡Daozhang! ¡Daozhang! —Preocupada, la joven dejó a Xue Yang atrás, apenas escuchó algún tipo de risa y otro mordisco, tan despreocupado que de verdad deseó sacarle un ojo. Al descubrir el cuerpo de XingChen sobre la cama en una posición apacible su voz disminuyó y sus pasos se agilizaron para llegar a su lado.

Aquel rostro perfecto tornó cierto matiz carmesí, especialmente en los pómulos, con los labios entre abiertos intentaba filtrar más aire a sus pulmones incapaz de regular su respiración. Un paño húmedo cubría su frente, el que finalmente tocó la joven ¡Estaba ardiendo en fiebre!

No es un resfriado, pequeña ladrona —Antes de que ella fuese a buscar un doctor Yang le detuvo al hablar, llevaba un par de minutos sobre el marco de la puerta sin prestarle atención a la ciega sino exclusivamente al omega convaleciente sobre su cama—. Entró en celo ¿Sabes lo qué es eso? Nosotros como Betas no nos afecta ni lo percibimos

—¡Si se lo qué es! Daozhang siempre lo controla con su poder y también toma algunas hierbas —Aquel poder no fue más que su propia cultivación ayudándole a estabilizar sus feromonas, ocultarlas o aminorarlas ¿Por qué esta vez fue diferente?

Del otro extremo de la habitación la sonrisa de Xue Yang fue triunfal. —La última vez que salimos se agotó de más, debió ser eso

Por supuesto que lo fue, Yang personalmente se había encargado  de envenenar más aldeanos o forasteros, aumentando la cantidad de 'cadáveres' a vencer, eventualmente agotando sus energías cada noche el descanso de día no fue suficiente y la descompensacion llegó, esto entre otro factor más. La idea pasó por la mente de A-Qing, no claramente mas supo que ese hombre debía estar involucrado.

Sé dónde corta hierbas para su té —Con movimientos torpes logró localizar el cuenco de agua que usó para remojar de nuevo el paño, lo dejó sobre la frente del mayor e inmediatamente XingChen soltó un suspiro de comodidad, algo pasajero ya que, empezó a removerse entre las sábanas, incómodo y con la fiebre aumentando.

—¿Qué esperas? Ve por ellas si no quieres que empeore

—¿Y como voy a ir allá? sé donde es pero no se cuales son, tarado ¡Que estoy ciega! —más de una ocasión acompañó al cautivador por esas hierbas, reconocía su forma, incluso su aroma, por desgracia no podría ir por ellas sin levantar sospechas, ese monstruo come manzanas era bastante perspicaz que crearía dudas con esa simple acción—. Te diré el camino y tú irás, yo me quedo con Daozhang

Serías capaz de mandarme a uno de los acantilados —la voz de Xue se fue alejando gradualmente, breves minutos después al regresar depósito una diminuta bolsa con monedas sobre la cabeza de la niña. Eres más rápida que yo, corre y ve al mercado, la anciana que vende esas hierbas no te estafará

—¿Y quién se va a quedar con él? —A-Qing no deseaba dejar solo a Daozhang pero no tendría otra opción.

—¿Quien más? Yo lo llevé a la cama y lo atendí, no soy tan inútil como cierta ladrona ciega

—¡Yo no te robe nada! —Ofuscada y con medio puchero a realizar tomó la bolsa con resignación y enojo—. Si le pasa algo a Daozhang cuando no este te patearé —Con esa promesa llena de valentía salió corriendo hacia el campo. No compraría aquellas hierbas sino lo usaría como cortina para atravesar el campo y tomarlas por su cuenta, con ellas prepararía la infusión que controlaría en parte el calor que cada omega debía pasar por cierto periodo determinado.

Xiao XingChen estaría bien, se repitió entre cada trote, no había alfas cerca que pudiesen reaccionar a su aroma, eso fue una mayor relajación para la joven doncella.

... .. ...

Sin la presencia de ese engendro chillón Xue Yang pudo descansar sobre una de las sillas cercanas a su cama, sus habituales expresiones volvieron en si mostrando primeramente una amplia sonrisa canina.

Tienes mucha resistencia, Daozhang —Con total descaro escaneó de pies a cabeza el cuerpo del omega. Desde hacia dos días combatía sin ningún tipo de inhibidor su celo, volviéndose cada vez más insoportable hasta el punto de perder la conciencia. Los planes preliminares del 'beta' no previnieron la resistencia de XingChen pero tampoco significó un gran cambio. ¿No te sirvieron esos supresores? Es una lástima, la pequeña mocosa traerá más para ti, solo espera

Agregando una causa extra, cada hierba traída por el cultivador para preparar su té fue cambiado por Yang por otras sin ningún tipo de propiedad curativa, un par de semanas atrás se dio a la tarea de recolectar las correctas para no levantar sospechas por su sabor. En consecuencia, con las energías agotadas y los inhibidores falsos fue cuestión de tiempo para verlo agonizando.

Y ciertamente valió la pena.

La acción del joven fue por una sencilla razón; aburrimiento masivo. Se dispuso a reflexionar como seria si Xiao XingChen entrara en celo y el resultado fue el esperado, resultó ser igual que cualquier omega, por lo menos de los más recatados al no buscar ningún medio para librarse del calor, en cambio guardaba celosamente distancia, escondiéndose de su situación con cautela.


ZiChen... Daozhang Song —De repente los labios de XingChen se movieron al compás de sus palabras, susurrando cada una de ellas con anhelo impregnado. Ese hombre, su antiguo y mejor amigo surcaba los sueños del omega. Y con esa simple mención fue suficiente para ser arrancado de el de forma abrupta.

Con un semblante sombrío Xue Yang arrojó el agua de recipiente hacia el cuerpo del omega. Con enojo comprimido espetó. —Tienes mucha fiebre, Daozhang

Empapado el omega reaccionó. Sus sentidos poco a poco volvían en si —Tú... ¿Qué pasó? —Con la cabeza dándole vueltas fue difícil recordar la última cosa que hizo.

—Te desmayaste hace rato, esa mocosa fue a traer algo de té para ti y tú —pausó un segundo rebuscando entre su túnica uno de los dulces que guardaba como costumbre, luego se lo extendió al omega—, come esto, mañana me traerás el doble, algo dulce te hará bien, no quiero que te desmayes

Gracias y perdona las molestias, esto no debería pasar, no así —Sin poner objeción se echó el dulce a la boca a la par de meditar su precaria situación. Los estragos de su celo seguían y podría jurar que aumentarían si no los frenaba con algún tipo de inhibidor o... No, solo con eso.

Eres un desastre, no puedes ver pero yo si, tienes un gran problema allá abajo —Tomando otro dulce de su reserva estuvo a punto de comerlo, sin embargo su mirada viajó hacia la boca de XingChen que no hizo más que apretar los labios ante la vergüenza y cerrar las piernas como forma de evitar el escrutinio ajeno. Después solo escuchó un ligero "lo siento" de él, como si su problema fuese un inconveniente, al contrario, no hubo mayor diversión para Yang que verlo desesperarse, consumido por el celo.

Puedes... Salir de aquí, no querrás ver esto —El mismo XingChen sabia que tarde o temprano perdería toda la razón y se guiaría solamente de sus instintos, mostrarse de tal forma ante cualquiera seria un grave golpe a su honor.

Esa niña no debe tardar, la esperaré afuera y vigilaré que te traiga hierbas buenas y no venenosas —sin objeción alguna salió de la habitación, o por lo menos así lo creyó el omega.

Xiao XingChen escuchó la puerta abrirse y poco después volver a cerrarse. Confiando que su compañero le dejó en soledad pudo restregarse con total libertad sobre las sencillas sabanas que cubrían la cama, el aroma de Yang permanecía impreso en ellas y pese a ser un beta no importó, la atracción hacia ese aroma provocó una mayor acción en el cuerpo del cultivador. Expulsó a voluntad sus feromonas llenando el ambiente de la alcoba de un olor dulce, tan dulce que fue imposible para Xue Yang mantenerse al margen.

Sin vacilación alguna se deshizo de sus prendas inferiores, la humedad en su zona baja fue evidente al palpar con una de sus manos su intimidad, en ese punto fue imposible sentir algún tipo de culpa al introducir dos dedos para su propia satisfacción, sin embargo no fue suficiente. A pesar de los constantes movimientos, de un tercer dígito invadiendo su interior XingChen siguió insatisfecho, con los labios fuertemente apretados con la convicción de no dejar salir ningún sonido se vio envuelto en una mayor frustración, necesitaba más, mucho más.

Daozhang Xiao —El llamado de otra persona le hizo tensarse por completo, estuvo tan cerca que pudo percibir la calidez de su cuerpo contrastar con el suyo. Xue Yang en ningún momento dejó la habitación, se mantuvo en silencio, expectante a las acciones del cultivador hasta que finalmente se acercó a él, tomó su mano libre y la llevó directo a sus labios.

Xue Yang besó sus nudillos, su aliento cálido hormigueo sobre su palma creando una cadena de sensaciones que provocó que el cultivador arqueara la espalda. La sensibilidad del omega aumentaba durante el celo, la perdida de visión desarrolló sus demás sentidos como compensación y una sola caricia lo llevó al borde de la excitación.

Confías ciegamente en las personas ¿Creias que te dejaría solo aquí?

—¿De qué... sirve que estés? Solo verás una parte vergonzosa de mi —Con pesadez arrastró las palabras mientras intentaba aferrarse al único contacto intimo que su compañero le ofreció. 

Puedo aliviar todo ese calor ¿No llegaste a pensar eso? Ya sabes, tu me salvaste hace años, debo recompensarlo de alguna forma —En ningún momento se apartó de la mano contraria, siguió ejerciendo ese mínimo contacto a sabiendas de lo que provocaba en el omega, esos ligeros espasmos solo aumentaban sus deseos de arrastrarlo más a la desesperación—. Soy un beta, no es como si me afectara tu estado



Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro