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(24)

Simón.

Le tiendo el bastón mientras me voy casi corriendo de ahí, esta noche he visto tantas facetas de Raphael que me asusta, porque ninguna es como los Nephilim lo han descrito, porque estoy viendo que ellos nos hacen vivir en engaños a todos y nos convencen de eso por casi toda nuestras vidas, no me imagino los demás que se han quedado en el instituto, se les distorsionan lo que está bien y lo que está mal, a Raphael lo construyeron así cuando lo agarraron para atraparlo en los calabozos. 

Le arrebataron su libertad, a una persona que no es mala, que tiene una vida formada, una digna vida fuera de las maldades que todos han mentido por años, los Nephilim estaban equivocados, ahora solo creo en los subterráneos y algún día lo harán todos cuando vean como se han equivocado, y lo peor de todo es que estoy comenzando a sentir incomodidad en el centro de mi pecho cada vez que escucho algo bueno de él, como sus acciones, sus palabras hacia sus dos amigos cercanos, o sus minúsculas sonrisas que muestra casi a penas, y eso me molesta, porque no se lo he dicho a nadie, pero quiero saber que sucede. 

Nunca he sentido algo tan incómodo e intenso como lo que siento a veces, y no quiero reconocer algo que no pueda ser, porque sé que con todas las conversaciones que he tenido con Fran y las películas que me ha hecho ver se puede haber distorsionado un poco mi cabeza, porque Raphael representa en su totalidad, tanto físico como su conducta al chico malo de las películas.

— Simón.

Caigo al piso por mi torpeza quedándome boca abajo mientras me maldigo por ser tan torpe, por no poder ser más ágil, veo como Raphael se arrodilla frente a mí, y me levanta la cabeza a penas para que pueda mirarlo, él lo sabe, se que lo hace, en sus ojos se reflejan que lo ha sentido por mis emociones.

— Estoy orgulloso de que te hayas dado cuenta que los Nephilim pueden fallarte si le tiendes la mano, eso me muestra que puedes, cada vez más, ser digno de ser mi mano derecha.

Lo veo como me tiende la mano para ayudarme a pararme, le tiendo mi mano para recibir la suya viendo como éste hace apenas un movimiento y ya estoy de pies frente a él, viendo como éste me acomoda la mi ropa como un acto paterno y sacude como si hubiese tierra, si yo aún fuera un mundano, donde la sangre recorriera mis venas y mis pulmones fueran expuesta a aire, ahora mismo estaría con la respiración agitada y bien sonrojado hasta la punta de las orejas, pero no lo soy, y no lo demuestro, lo agradezco por tener esa suerte.

— Yo, yo necesito ser fuerte, cada comentario que me digas es un aprendizaje y te obedeceré porque soy tu mano derecha.

— Que gran tensión sexual hay aquí.

Ambos, tanto yo como Raphael nos sobresaltamos, no puedo evitar dejar escapar un grito al ver a Magnus en pijama cerca de nosotros, no lleva maquillaje, y su pelo que sabe siempre llevar alguna mecha ondulada ahora está todo liso, cayendo sobre su cara, y su sonrisa en particular, hacemos todos dos pasos hacia atrás, todo parece ser divertido para el brujo que está riendo sin poder controlarse, creí que ya estaba durmiendo, nos había dado un show en la habitación donde nos dijo que necesitaba hora de descanso de belleza, y se había ido, pero aquí esta, junto a nosotros con sus particulares bromas.

— Ya cállate Magnus, solo estamos hablando, es mi mano derecha ¿De qué carajos hablas?— murmura Raphael— deberías ir a dormir, el sueño comienza a afectar.

— Solo venia a la habitación de Ragnor, pero los encontré de camino. Además ¿Qué hacen ustedes dos solos por estos pasillos desolados?

Trato de explicarle entre balbuceos todo lo que ha sucedido, explicando porque yo había llegado hasta acá, viendo como Raphael se lamentaba en silencio por mi falta de coherencia en las palabras, y veo como Magnus sonríe para alejarse de nosotros y seguir caminando hacia la habitación de la cual era su objetivo desde el principio, quedándome solo con Raphael una vez más, a cual lo miro un poco sorprendido porque esta sonriendo, con una sonrisa casi a penas visible, pero se nota por el hoyuelo que se muestra, de seguro se está burlando de mi.

— ¿De qué sonríes?

— De que me recuerdas cada vez más a un hermano, en particulares ocasiones.

Sonrío un poco forzado por el comentario, Raphael me ve como un ser casi parecido a un hermano suyo, lo que señala que la razón del porque le agrado un poco más, la razón de porque me eligió ser su mano derecha siendo aun un polluelo, tengo que dejar de escuchar a Fran y seguir viendo esas películas que están distorsionando todo, además estar aquí encerrado no está funcionando del todo, necesito irme de aquí antes de decir algo que pueda perjudicar este ambiente que Raphael ha creado y es agradable.

— Me alegro ser digno de un recuerdo de una persona tan importante.

— Nunca te dije que lo eres, dije en particulares ocasiones.

Lo veo alejarse por los pasillos, sabía que metería la pata sí hablaba pero de igual manera lo hice, troto para quedar dos pasos detrás de él colocando la mano atrás de mi espalda caminando como vi en los libros, he estado investigando como ser una mano derecha de alguien, y he aprendido cosas básicas como seguirlo a donde va, respetar sus palabras y caminar detrás como un maldito sirviente, creo que mi camino es seguir y servir. Veo como Raphael se detiene, golpeo con su espalda un poco confundido, no puede ser que le haya molestado si no he hecho nada, no voltea a verme, me da la espalda.

— Nunca camines detrás de mí, debes caminar a mi lado, hombro con hombro, no eres inferior a mí.

Y por estas minúsculas acciones es porque me hace feliz estar donde estoy, no puedo evitar sonreír hasta colocarme a su lado, hombro con hombro, volviendo a caminar juntos, Raphael no trata a sus cercanos como inferiores y puedo imaginar, por lo que me ha mostrado hoy, que con los demás vampiros es igual, el vampiro mayor a pesar de que no se dé cuenta está mostrando cualidades tan buenas que me da esperanza a este cambio, y sé que hace solo horas me estaba hundiendo en una tristeza, pero así es la vida, los cambios de humores son continuos, puedes estar sufriendo de tristeza pensando que nada podrá sacarte de ese pozo en el que te vas hundiendo pero después algo llega y te cambia esa perspectiva dándote un rayo de luz a la alegría, no me cabe duda de que quiero ser igual a este hombre o por lo menos parecerme un poco.

— Saldré en unos momentos, tienes que distraer a Fran mientras no estoy ¿Puedes hacerlo?

— ¿Donde irás?

— Cuando llegue el momento lo sabrás ¿Puedes hacerlo?

— Si, lo haré.

Persigo el aroma de Fran hacia la cocina, no se ha movido de ahí, de seguro se debe estar lamentando por su decisión de que yo haya ido a llevarle el bastón a Ragnor, aunque es entendible a pesar de sus comportamientos infantiles de tratar de ignorar al hombre que lastimó su dignidad llamándole niño, aunque no creo que está falta de comunicación entre ambos dure mucho, estamos encerrados en esta casa así que se terminaran encontrando una y otra vez. Entro a la cocina viendo a Fran tomando de la jarra mientras hace que sus dedos se muevan en la mesa con un particular sonido.

— Hey, mi amigo favorito.

— Simón, el gran varón— canturrea casi con tristeza.

— ¿Qué dices de una noche de películas, jarrón con sangre y una noche de chicos?

Me mira y veo una chispa de interés en sus ojos, desde pequeño siempre hacia esto cuando Clarissa estaba mal, ahora estoy invirtiendo toda mi amistad en este chico, que no es igual a Clarissa, que a veces se le da vuelta la cabeza y es la persona más arrogante, maldita que pude haber conocido, pero que cuando está de buenas puedo ver a un amigo leal, que hará todo por esta amistad que hemos formado, y no puedo negar que este ambiente, a pesar de que parecemos prisioneros de nuestra libertad, me gusta mucho. 

En el instituto siempre ocurría algo y cuando veía que Clary se iba detrás de Jace a misiones peligrosas donde siempre habían demonios de por medios yo iba con el miedo en todo mi cuerpo a protegerla, enfrentando peligros, casi herido si no fuese por algunos de los Nephilim que me salvaban y me insultaban a la vez por ser tan indefenso, ahora no debo preocuparme, solo por los entrenamientos y mis miedos que han venido conmigo de mi vida mundana, porque tengo a las personas que viven aquí que me apoyan y que lucharán por salvarme, más Raphael.

— ¡Si!

— Bueno ve y prepara la sala, yo preparo la jarra y voy.

Lo veo pararse e irse hacia la sala mientras me preparo a sacar los saches con sangre que están en la puerta de la heladera para ponerlos en un jarra, entonces siento un escalofrío y una mano detrás de mí, observando cómo un dedo se mete a la superficie de la jarra sacando una parte espesa de sangre y después la mano desaparece, volteo viendo a Raphael probando de la sangre que ha robado de una manera tan desagradable, niego con la cabeza para verlo como hace pasos hacia atrás para alejarse y darme mi espacio personal, al verlo siento un poco de ansiedad, su pelo va mojado hay gotas que aún cae en su chaqueta de cuero que va desprendida, lleva una remera blanca que le queda apretada y trato de no mirar más hacia abajo o Raphael va a descubrirme.

— No se tomen todo por favor, volveré en poco tiempo y necesitaré de ello.

— Entendido Raphael.

Lo veo alejarse a pasos largos mirando si aparece Fran en su vista, pero desaparece, suspiro para buscar tres vasos, unos de ellos más grande donde sirvo una gran cantidad de sangre para guardarla en la heladera para cuando regrese Raphael, no sé qué va a hacer esta noche y espero que no sea peligroso solo me queda ayudarlo con lo que se pueda, y si eso significa esperarlo con algo que pueda renovar sus fuerzas lo haré. Agarro los dos vasos en una mano y el jarrón en el otro para caminar a la sala viendo como la televisión ya está prendida y en el sillón está Fran casi tirado, dejó todo en una mesa ratonera en la cual el otro chico tiene sus pies.

— ¿Donde fue Raphael?

— Fue en busca de medicina para Ragnor para su pierna, no puede dormir bien por ello— miento— volverá en poco tiempo.

— ¿Ragnor está mal?— pregunta preocupado— ¿Por qué no me lo dijiste antes? Debo ir a verlo.

"Mierda, necesito algo para detenerlo."

Magnus está durmiendo con él, es mejor no molestarlo.

Este parece aceptarlo mientras comienza a hacer zic Zac con el control remoto, comienzo a servir en los vasos mientras me cuestiono que podría haber dicho puede ser verdad, Ragnor tiene una pierna lastimada y hoy Magnus ha ido a dormir junto a su amigo, sin decir que Raphael ha estado muy unido a él, puede que sea cierto que haya ido en busca de un calmante, pero no lo sé, he escuchado la conversación de la cocina y ninguno hablo de eso, estuvimos con Magnus y tampoco lo hizo, mis dudas se mantendrán hasta que Raphael digne a hablar o Magnus confiese.

— ¡Oh mira esta película! Sabía mirarla con mi prima, es tan hermosa.

— ¿Otra película romántica?— pregunto en un murmuro.

— Si conocieras a mi prima, sabrías porque las películas románticas son importantes en nuestra vida— dice con sonrisa— conoció a su marido a los siete años, llevan quince años juntos y hasta la última vez que los vi, estaban felices.

— Pasan en el dos de cada diez personas, el resto debe vivir con esta miseria de soltería que llevamos.

Fran me hizo callar para ver la película, y yo a los minutos me quede como el mirando aquello, se que dije que debería dejar de verlo porque estaban haciendo que malinterpretara mis emociones hacia mi maestro, pero es inevitable cuando tengo a este chico casi obligándome a ver aquello porque no tiene otra cosa que hacer, y yo lo sigo en esto porque no puedo dejarlo solo cuando en algunas películas termina hasta llorando. Una hora después, la jarra esta ya casi vacía y está terminando la película, Fran no puede dejar de decir lo adorable que ha sido y comienza a hablar sobre cuando tenga una pareja, yo a penas lo escucho mientras miro por la ventana polarizada como está comenzando a aclararse y Raphael aun no vuelve, eso está comenzando a preocuparme, si no llega antes del sol entonces morirá.

— ¿Simón, me estas escuchando?

— Raphael aun no llega ¿Deberíamos despertar a Magnus?

Miro la hora, ya está a minutos de que el sol comience a salir, mis piernas comienzan a moverse nerviosos y antes de que Fran diga algo, ya estoy corriendo hacia la habitación de Ragnor para avisar de lo que está sucediendo, no puede morir de esta forma tan patética, algo le ha pasado, necesito que llegue, entro sin golpear viendo como la cama de dos plaza se ve a los dos brujos sentándose sobresaltados de sus sueños porque he hecho ruido, comienzo a balbucear sobre lo que quiero decir, las palabras no me salen de manera coherente y hasta yo lo noto, pero se acaba el tiempo, veo a Fran colocándome una mano en el hombro para hacerme callar.

— Lo que quiere decir Simón es que Raphael aun no llega, y ya está cerca el amanecer, solo minutos y sale el sol.

Magnus se levanta casi de inmediato para hacer un portal sin siquiera pensarlo y desaparece de nuestra vista junto al portal, aun estaba en pijama pero ni le importo eso, se fue, comienzo a caminar de un lado a otro sin siquiera notar que Fran a caminado a la cama para sentarse pero alejado de Ragnor, ambos mirándose pero sin hablar, es que no puedo evitarlo, estoy en un momento de preocupación máxima, no se puede terminar así, el no puede morir si aun no nos ha enseñado nada, no puede ser que la primera vez que soy mano derecha de alguien está en su muerte ahora ¿Acaso soy yo el de la mala suerte? Porque estoy trayendo desgracia a donde estoy, me estoy echando la culpa aunque no lo es. 

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