Hay personas que desde niños sienten que son especiales, cada uno a su manera, pero estas personas lo aprendieron a la mala, ser especial solo te hacía ser un monstruo, horrible por dentro y por fuera, y completamente inútil.

Solo querían sentirse amados, pero lo único que recibieron fue rechazó, un temible rechazó, que temieron por su propio bienestar.

Dios siempre te dará segundas oportunidades, eso querían creer, y, sorprendentemente, si fue el caso, fueron salvados, pero no precisamente por Dios.

Sino más bien por alguien lleno de esperanzas y conocimiento,  que esta dispuesta a darlo todo por ellos.

Incluso su propia vida.

¡Bienvenidx a "Al fondo de la mansión"!