Estaba apunto de regresar a la habitación de atrás con los chicos, pero tuve que apresurarme mucho más, porque desde el otro lado pude escuchar un grito femenino, y eso que tienen paredes aislantes por lo mismo.

—¡Darcy, Venus empezó con sus cosas raras! —¿es enserio?

—¡Bishop, ven conmigo! —me la tengo que llevar ahora.

—Cálmense todos, no va a pasar nada.

—No hasta que empiece a...

—Cállate —le vendé los ojos y con toda mi fuerza la lleve al baño, sin lastimarla por supuesto, aquel lugar es cómo una pequeña sala de hospital.

Sin distraerme mucho dí rapido la manilla de la bañera, el agua necesita ser extremadamente helada, así será como un shock.

Aún no se que más intentar con ella, no me gusta describir mucho lo que le sucede, por ahora no es un ataque muy fuerte, solo pequeños ruidos molestos y movimientos frenéticos.

Mientras se llenaba la tina sumergí su cuerpo completo en el agua, solo se estremecía, mojé su rostro también, luego de un rato se quedó tranquila, los gemidos pararon, ya no profanaba, estaba quieta, justo como el agua a su lado.

—T-tengo frío, p-por favor ya basta —perturbada contemplaba el líquido transparente, la miré y quité la venda de sus ojos.

Sin decir una sola palabra tomé una bata blanca y la envolví en esta, la senté en un silla de mimbre y con varias toallas empecé a secarla, podría darle neumonía y eso sería horrible, aún quedaban algunas gotas, pero es mejor que descanse en su cama, también tendré que prender la chimenea.

Nombre: Venus Reid M.

Edad: 15 años

F.de nacimiento: 11.04.1888

Condición: Hierofilia, Amaurofilia y  Misofilia

(Excitación sexual  por objetos religiosos o mantener relaciones en lugares sagrados, atracción sexual hacía las personas ciegas y parafilia definida como un deseo por lo sucio, ropas por ejemplo)

—¿Alguien podría decirme que demonios paso aquí? —silencio absoluto— ¿nadie hablará?

—Chicos no sean malagradecidos, digan algo —irónico que lo diga Georgia, considerando que estaba aquí también.

—¿Porqué no hablas tú? —pregunté irritada.

—No quiero despertar sola mañana —una jóven de 16 años siendo manipulada por su gemela 10 segundos más pequeña.

—Esperaré a que Venus despierte entonces —agarré un libro al azar y tomé asiento a los pies de la cama de la mencionada.

—Le mostré esto —habló Bishop mostrando su rosario, el resto estampó sus manos en sus rostros, que bocón, pero supongo que es bastante conveniente para mí ahora.

—¿Porque hiciste una cosa tan tonta como esa Bish?

—Juro que no tenía malas intenciones, fue un accidente, solo quería estar con ella un momento, me preguntó que era lo que tenía en mi cuello y se lo mostré, por un momento habia olvidado lo que le pasaba... —me límite a suspirar.

—Lo sé Bishop, no es una mala persona, pero sabes cómo son las cosas —no puedo evitar sentirme abrumada por esto.

—Todo es tan injusto, ¿no podemos pensar una solución para esto?, igual, de todos modos no quiero molestar.

—Ya se me ocurrirá algo pero mientras tanto, no vuelvas a hacerlo, ¿de acuerdo?

—Esta bien —respondió resignado.

—¿Todavía no sabes a qué se deben esas reacciones? —cuestionó una de las pelicelestes.

—Solo sé que son filias, y como podrían producirse, pero aún no se cómo tratarlas, que clase de terapia o medicamento necesito usar —masajee mi cien.

—¿Porqué somos así? —habló de la nada la pequeña Blair desde una esquina.

—¿A qué te refieres con "así"?

—Enfermos, discapacitados, trastornados, como prefieras llamarnos —soltó sin ninguna pizca de tacto.

—Supongo que quieres una respuesta honesta, y no una que hable sobre Dio- —interrumpí a Nell.

—Dios no existe, menos en este lugar, no fue el quién salvó sus vidas, fueron ustedes mismos, pero respondiendo a Blair, algo en sus ADN no estuvo muy bien, en sus infancias o a lo largo de sus cortas vidas, y lamentablemente, estas son las consecuencias —respondí con actitud, aunque a Bishop probablemente no le gustó mi respuesta, ya que es muy devoto.

—Me pregunto que será de ellos, aunque supongo que están mejor sin nosotros —murmuró Blair refiriéndose a sus familias.

—No hay que ponerse triste por eso, entiendo que son sus verdaderas familias, pero estarán mejor de esta forma.

—¿Y cómo está Holly? —preguntó curiosa una de las pelicelestes

—La última vez que la ví estaba igual, no ha despertado, han pasado unos días desde su última crisis.

—¿No sería una buena idea si ve a otras personas? —sugirió.

—Si, y a la vez no, quién sabe lo que podría hacer con alguien a su lado, aunque también podría distraerse y relajarse un momento.

—Es cierto, ¿de casualidad puedo ir a verla un rato? —preguntó Georgia.

—Hey, no decidas por las dos —replicó su hermana.

—No estoy segura de si sea una buena idea, pero creo que de todos aquí son con quién mejor se lleva.

—¿Eso es un si?

—Supongo, solo espero que esto no sea una excusa para hacer algo tonto —las mire sonriente.

—No lo es, de verdad estoy preocupada por ella.

—Vamos entonces.

Ellas iban caminando delante y yo atrás, era para verlas mejor, llegamos al vestíbulo y subimos lentamente las escaleras, las gemelas no estaban tan mal, solo se les dificultaba llevarse bien entre ellas, cuándo por fin llegamos al cuarto dónde se estaba quedando mi hermana, me acerqué y abrí con cuidado la puerta e hice una señal con mi mano.

—Pasen tranquilamente —luego de cerrar la puerta note algo que sin duda no estaba bien, nada bien.

—¿Y Hollie?