La menor se encontraba recostada en el sofá mirando la televisión en tanto esperaba a que SooJin saliera del baño luego de probarse todo tipo de ouffits. La mayor había dicho que quería verse perfecta para JungHoon, y bueno, se lo tomó muy en serio porque hace una hora que estaba probando todo tipo de ropa de su armario e incluso el de ShuHua.

Cada vez que salía a pedir la opinión de Yeh, ella le decía que estaba más que perfecta, pero a Seo no le convencía para nada y se adentraba otra vez al baño a probar otro tipo de combinación. Por más de que la pelinegra la amara, ya la estaba cansando un poco.

—¿Y qué tal me veo? —abrió la puerta nuevamente y posó frente a ShuHua en busca de una nueva opinión.

—SooJin, todo te queda absolutamente perfecto, lo digo de verdad. Ni siquiera te debe importar la ropa, si JungHoon te quiere de verdad, no le importará lo que lleves puesto. ¿Recuerdas que tú misma me dijiste eso hace muchos años? cuando era alguien muy insegura.

—Sí, lo recuerdo, Shushu. Sólo quiero darle una buena impresión a JungHoon en nuestra primera cita. —dijo sintiéndose regañada por su menor, por lo tanto puso cara de cachorrito.

—Si quieres darle una buena impresión, será mejor que seas tú misma y no actúes como si fueras otra persona, ¿okey? —dijo y su mayor asintió a las palabras—. Ahora ve y decídete por un conjunto, Lee llegará en unos minutos.

La rubia asintió con la cabeza otra vez y se dirigió al baño.

La rubia se encontraba vistiendo una camisa azul pastel y unos jeans rotos que le quedaban muy bien, sobretodo porque hacían ver sus provocativas piernas, esas que traían loca a ShuHua. A veces le hacían tener intenciones para nada inocentes con su mayor.

El timbre de la casa se oyó y
SooJin se había puesto ligeramente nerviosa, pero aún así fue a abrir la puerta. Y como esperaba, allí estaba él, con su cabellera negra, tan suave y brillante, su rostro igual de bello que siempre, su pequeña nariz, sus lindos ojos con esa mirada intimidante pero que también podía ser tierna, esa gran sonrisa que podría enamorar a cualquiera, esos labios ligeramente gruesos que hacían ver el cielo a cualquiera que los probase.

Porque sí, JungHoon era un chico muy deseado por todos, su belleza atraía a cualquiera que lo mirase, absolutamente todos caían sin excepción, y SooJin también fue inevitablemente flechada. Si dijéramos que aquel chico tierno a la vista, no se aprovechaba de su belleza y cuerpo para atraer a personas que le fueran útiles, estaríamos mintiendo.

SooJin fue una víctima perfecta a los ojos de aquel pelinegro.

—Hola, SooJin —sonrió tan dulcemente que pudo incluso derretir el corazón de la mayor—. ¿Nos vamos?

SooJin le sonrió de vuelta y asintió. Antes de irse se despidió de su menor y finalmente se marchó con JungHoon.

ShuHua los miró irse por la ventana, mientras mantenía una mirada triste. Tenía miedo, miedo que de repente ella lo cambiase por él, que se alejara de su lado para irse con alguien que conoció hace tan solo unos pocos meses, ese era su mayor miedo, ni siquiera el que no le correspondiera.

Suspiró profundamente cuando sintió esas ganas de llorar nuevamente. Decidió llamar a SoYeon, una de sus amigas. Debía salir un rato para olvidar todo aquello que la tenía tan mal, aquello que podía incluso arruinar su amistad con SooJin.

El telefono sonó una y otra vez, pero ella no contestaba la llamada. Pronto se impacientó, pero aún así siguió intentando hasta que lo logró.

—Hola, ShuHua, ¿qué ocurre?

—Ya sabes, SoYeon. SooJin, JungHoon y mis celos. Ellos acaban de irse y mi malestar se hizo más grande, así que quisiera que me acompañaras a algún lado para no estár sola.

—Pues está bien, ShuHua, iré a recogerte a tu casa y de ahí iremos a alguna cafetería, ¿okey?

—Está bien y gracias.

Colgó y suspiró otra vez, lo único que le quedaba por hacer era esperar a que SoYeon llegara.

El auto arrancó y ShuHua lo único que hizo fue poner su frente en la ventana y mirar al exterior.
Pensar y pensar en SooJin es lo único que podía hacer, y odiaba eso, quisiera poder disfrutar de su vida correctamente sin tener que pensar constantemente en esa rubia que le flechó el corazón sin piedad y que mucho más cruel fue al sólo considerarla su mejor amiga.

—Sé que estás pensando en ella, ShuHua, lo sé. Por eso quiero que me consideres tu mejor amiga por un momento y me cuentes qué pasa por tu mente, que me cuentes tus sentimientos.

—Al llegar allá te contaré —dijo sin despegar su mirada del exterior—. Sinceramente yo no quiero hablar de eso, pero supongo que me hará mejor contarle a alguien.

Todo el resto del camino quedó en total silencio, pero fue cuando llegaron a la cafetería, se sentaron y pidieron un café, que SoYeon pidió que hablese y sacara sus sentimientos.

—Shu, yo sé que jamás voy a ocupar el lugar de SooJin. Pero quiero que por un momento finjas que soy tu amiga de toda la vida y me cuentes que pasa allí dentro. —dijo y a lo último señaló su corazón.

—SoYeon, sabes que soy la mejor amiga de SooJin desde hace diez años, le he tomado mucho cariño, confianza e incluso me he enamorado de ella en esos años. Ella me cuidó y defendió en esos años, me apoyó y ayudó a no ser tan insegura y frágil. Nos hemos cuidado mutuamente durante muchos años, y en esos años, jamás la había visto con un chico. Y de pronto, llega Lee JungHoon, un chico que conoció hace cuatro meses. Realmente no sentí los verdaderos celos hasta que él llegó a la vida de SooJin. Tal vez no le he dicho esto a Jinnie, pero ese chico no me da buena espina, para nada, además tengo miedo de que la aleje de mi lado.

—Sinceramente, él tampoco me parece alguien de fiar, se muestra muy lindo y amable, pero yo siento que en realidad no es así. ¿Y sabes?.. eso de que SooJin pueda alejarse de ti, no lo creo, no te cambiaría por alguien que conoció hace casi nada.

—Pero ella se ve realmente enamorada de él, he visto como sonríe cuando habla de él, sus ojos cuando lo menciona, todo señala que está loca por Lee.

—No está enamorado de él, Shu, tal vez sólo le gusta y ya, pero no más que eso. Además...yo creo que está enamorada de otra personita.

—¿De quién?

—De ti, ShuHua —la nombrada agitó la cabeza en modo de negación—. Dime, ¿una simple amiga te miraría cómo ella lo hace? ¿te trataría como ella lo hace? ¿te hubiera propuesto vivir bajo el mismo techo? ¿dormiría contigo en la misma cama? Dime, ¿una simple amiga haría eso?, y no contestes que es confianza y el haber convivido por tantos años, que no, ella está enamorada de ti y todo su cuerpo la delata.

—Cállate, me ilusionas, SoYeon, y no quiero hacerlo. —dijo y frunció el ceño. Dirigió su mirada hacia el parque que se encontraba al otro lado de la calle mientras tomaba un sorbo de su café.

—Si tú no me quieres creer, pues es tu problema, pero tenlo en cuenta. —le dijo mientras ella también posaba su vista en aquel parque.

Quedaron en absoluto silencio, tan sólo observando el parque frente a la cafetería. Como el viento movía ligeramente las hojas de los árboles y algunas caían al suelo, la naturaleza podía ser muy bella y apreciable. ShuHua dio un suave suspiro, por lo que empañó el vidrio frente a ella, pasó su mano por el vidrio para ver nuevamente el parque, pero a cambio lo que vio fue absolutamente increíble para sus ojos.

SooJin y JungHoon dándose un beso, un maldito beso que le provocó tantos celos a ShuHua, tantos que sintió la necesidad de ir ahí y alejarlos.

Se sintió tan débil, tan débil como alguna vez lo fue, tan débil como esa ShuHua de doce años que aún se encontraba sin SooJin. Las lágrimas pronto salieron y esta vez la pelinegra no se esforzó por detenerlas, sólo...las liberó.

—Quiero irme de aquí, por favor.

Lee JungHoon (1team)