_____ POV:

Había pasado ya una semana desde que Bradley y Sabrina arreglaron las cosas. En ese transcurso conocimos a Sarah Carpenter, la hermana mayor de Sabrina, la cual es súper divertida y canta muy lindo, por ello es la corista de su hermana, ¿no? El punto es que Sarah y Sabrina decidieron pasar tiempo juntas con sus parejas y salieron en una cita doble a algún lugar.

Ahora me encontraba en la sala de mi apartamento. Antonella y Kathe fueron a los Studios Nickelodeon, mientras que Rowan había salido con Peyton a su segunda cita como novios. No iba a ir a dicha cita ya que no quería dejarme sola, pero yo le dije que me valía madres que me dejara aquí. Sólo espero que haya beso, por que si no, que se de por muerta. Han esperado demasiado por eso y nunca pueden, siempre hay algo que se los impide y sería muy lindo que Rowan llegara toda roja sólo porque Peyton le dio un beso.

Unos toques en la puerta hicieron que pasara mi vista de la televisión a dicha puerta. Me levanté del sillón y corrí a la cocina, buscando un arma por si acaso era un asesino serial o un fan pervertido. Tomé un cuchillo [¡OMG, TIENE UN ARMA!] y camine dudosa a la puerta. La abrí con mis pies —porque son muy hábiles— y cuando la puerta se abrió, grité lo más que pude y puse el cuchillo enfrente de mi, cerrando fuertemente mis ojos.

—¿¡PERO QUE MIERDA...!? ¿¡ESTAS LOCA!? —me quitó cuidadosamente el cuchillo—. ¿¡PIENSAS MATARME!? ¡PENSÉ QUE ME QUERIAS!

—¡PUES YO PENSÉ QUE ERAS UN ASESINO SERIAL! —respondí.

—¡¿QUE VA A HACER UN ASESINO SERIAL CONTIGO?!

Yo lo miré incrédula. A veces es demasiado idiota.

—No lo sé, Corey, ¿jugar conmigo al té?, ¿ofrecerme galletitas de exploradoras? ¡¿TÚ QUE CREES?

—¡PERO YO NO SOY NINGÚN ASESINO! —chilló— ¡Ni que fuera tan feo!

«Feo es lo que menos eres, Corey», pensé.

—¿Y que tiene que no seas feo? —me reí— ¿Que no haz visto Investigation Discovery? Allí pasas asesinos muy guapos.

—¡Pero yo no soy uno! Asesina serias tú si me hubiese matado con éste cuchillo.

—¡Bueno, ya! —grité exasperada— ¡Deja ya el drama que no es una obra de teatro!

Rió negando con la cabeza. Me quedé viéndolo y noté que traía un paquete de papas fritas, una soda tamaño grande y unos CD'S de películas que no logro identificar. Él también me observó. Bajé la vista hasta donde me observaba y me di cuenta de que traía la camiseta de algodón gris que le robé en estos días.

—¿Esa es mi camiseta? —preguntó con una ceja alzada.

—Ahora es mía. —respondí ayudándole con las cosas que traía.

—¿Puedo preguntar porque tienes puesta mi camiseta?

—¿Puedo preguntar porque trajiste todo esto? —pregunté de regreso.

—Rowan me dijo que estabas sola y pensé "¡Oh! Este sería un buen momento para pasarla con mi novia" y como no se que mierda hacen los novios, traje comida y películas... ¡Tarde de chicas! —exclamó algo afeminado lo que hizo que riera— Es broma, pero si quieres puedes pintarme las uñas, no tengo ningún problema con ello.

—¿Seguro que no eres gay? —pregunté riendo, él me robó un beso.

¿No se han fijado que cada vez que le pregunto que si es gay, siempre me roba un beso?

—No, no lo soy —respondió pasando su pulgar por su labio inferior—. Ahora responde tú mi pregunta.

Yo miré nuevamente mi atuendo: la camiseta gris de Corey, unos shorts de jeans claros cortos, muy cómodos, y mis calcetines rosas que llegaban hasta por debajo de la rodilla, parecía una pijama y para mi eso era. Aspire nuevamente el olor que desprendía la camiseta de Corey y él rió por mi acción.

—Huele bien —alce mis hombros—. Además de que es cómoda para dormir.

—Aww, duermes con mi camiseta —me tomó de las mejillas y depositó un beso en la punta de mi nariz, yo tenía una pockerface—. ¿Me regalas una prenda tuya?

—Puedo regalarte un golpe, si quieres —ofrecí rodando los ojos, él rió— ¿Que películas llevas allí?

Él revisó cada una de ellas.

—Anabelle, El conjuro y La noche del demonio uno, dos y tres —respondió haciéndose el tenebroso— ¿Cual quieres ver?

—La noche del demonio —respondí y pude notar que a él le dio un escalofrío— ¿Seguro de que aguantaras la presión, Honguitochico?

—Sobreviviré —respondió colocando el CD en el DVD—. ¿Lista?

—Sobreviviré —respondí de la misma manera, palmee el puesto a mi lado y se sentó junto a mi —La pregunta es ¿quien es más niñita?.

—Yo soy un macho pecho todavía no peludo —respondió haciendo que riera.

—Eso ya lo veremos, Fogelmanis —le susurré, riendo.

[...]

—No mires hacia arriba, no mires hacia arriba, no, no, no...

Corey estaba abrazado como koala a mi, mientras susurraba cosas inaudibles a la anciana de la pantalla, como si ella pudiese escucharlo.

—No mires hacia arriba, vieja estúpida, no lo... —en ese momento un demonio con rostro desfigurado apareció de golpe—. ¡AAAAH! ¡HIJA DE... TU MADRINA! ¡TE DIJE QUE NO MIRARAS HACIA ARRIBA!... QUE COSA MÁS HORRIBLE ¡QUIERO A MI MAMÁ! ¡ME CAGO EN LA NOCHE DEL DEMONIO!

—¿Sabes que fue basada en hechos reales? —pregunté. En realidad no tengo ni la más mínima idea de si fueran basadas en hechos reales pero su expresión me dio risa.

Él abrió sus ojos a más no poder y se abrazó más a mi, mientras murmuraba oraciones y rezos y miraba hacia todos lados.

—¿Recuerdas cuando dije que sobreviviría? —asentí—. Pues me arrepiento de lo que dije ¡QUITALA, QUITALA AHORA!

—Ya voy, bebé chillón —le di pausa y apagué la TV—. Te dije que no aguantarias, ¿ves? ¡Siempre tengo razón!

—¿Como puede no darte miedo esa cosa tan horrenda? —preguntó cuando me senté a su lado.

—Si me da miedo, sólo que yo no me pongo a gritar como niñita desesperada como tú, Corey.

Sitúe mi cabeza en la curvatura de su cuello, él pasó una mano por mis hombros y con la otra tomó el control de la TV y la encendió de nuevo.

—Vuelve al infierno, puto —le dijo al demonio que salia aún en el televisor y cambió de canal, yo reí.

Me le quedé mirando por unos segundos y varios recuerdos se me vienieron a la mente; recuerdo como yo por mis idioteces quedé encima de el chico al que casi mato que ahora está al lado de mi, viendo la televisión. Cómo gracias a él terminé comiendo helado con estrellas de Disney Channel y cómo ahora soy la novia de uno de los galanes de Disney más deseados por las pervertidas de mi edad [yo me incluyo]. Ahora que lo pienso, a cambiado un poco. Digo, ya no tiene las mismas facciones que tenía antes, cuando lo conocí. Ahora, que lo observo mejor...

—Maldito perfil —dije, inconscientemente, en español.

—¿Qué?

—Tu perfil, Corey.

—¿Que tiene mi perfil?

—Es de dios griego —dije, acercandome más a él para observarlo, mientras que con mis manos sujetaba su cabeza para que la mantuviese en modo de que pudiera ver su perfil.

—Oh, para, _____ —dijo, situando su mano en su mejilla y girando su cabeza de un lado al otro— Haces que me sonroje. —terminó y yo le pegué.— ¡Auch!

—Que idiota eres. Lo digo porque jamás me di de cuenta y... —me levanté buscando en las imágenes de mi teléfono, le enseñe una foto en la que el estaba vestido del antiguo Farkle, con su peinado de hongo—, viendo fotos antiguas tuyas de hace unos meses me preguntó... ¿como es que creciste de esa manera? Digo, antes eras algo así parecido a un pitufo y, luego después das un giro todo ¡BOOM! Y mirate —finalicé, señalándolo.

Abrió su boca pero nada salió de ella. Pareció pensar un poco y luego dijo:

—¿Eso es bueno o malo?

—¡Es que mirate! —me levanté, señalándolo— Antes parecías un tonto (¡Oye!) y ahora eres todo un... Bueno, como se que no me vas a entender, te diré que ahora estás re-guenote.

—¿Ya te dije que te ves linda cuando hablas español?

—¡Ese no es el punto, Corey! —exclamé—. Lo que ocurre es que ahora pareces... Bueno, humano (¡Hey!) y, con tu nuevo estilo, ya no pareces honguito y no tengo un apodo decente. Por que ni creas que te llamaré Condón... Aunque sería una buena idea, ¿no crees?...

—Me rehuso.

—... Y ahora con ese perfil de dios griego que tienes, el nuevo corte y estilo de cabello que Mich te mandó a usar pues... No se me ocurre un buen apodo. ¡No te encuentro defecto alguno!... ¡Y eso daña mi ego! —le di la espalda, cruzandome de brazos.

—Es que soy perfecto —rió «Desgraciadamente para mi... y para mi genial apodo... Si, pensé»— Pero has como hice yo: en vez de buscar un apodo por mi físico, buscalo por mi personalidad.

Oh, buena idea. Últimamente Corey ha tenido varias buenas ideas... pero no le daré el placer de admitirlo.

—¡O puedes volver a tu antiguo Farkle peinado! —propuse.

—No volveré a mi antiguo Farkle peinado —se cruzó de brazos—. Éste nuevo estilo de Farkle es súper sexy. Además, a ti te gusta.

Y en realidad si. Talvez no les haya dicho antes pero Mich le ordenó a Corey cortarse el cabello y levantarlo con gel para que éste formara una especie de copete sólo para que ya no tenga que usar más un gorro de lana (aunque a mi me gustara como se viese). Eso fue hace cómo cinco días y debo decirles que ya me estoy acostumbrando (adoro) a su nuevo estilo. Pero hay un problema: ¡El condenado ahora se ve más que perfecto y ya el apodo de Honguitochico no le queda!

Estuvimos discutiendo por unas horas más —yo trataba de convencerlo para que volviera a su peinado pero fue en vano— hasta que él propuso algo que hizo que los dos estuviésemos de acuerdo.

—¿Y si sólo me dices Honguitochico por cariño? —preguntó, más para que me callara que por aportar una idea—. Digo, yo te llamo Sarcastichica no sólo por tu actitud, si no también porque te quiero y porque no me gustan los apodos cursis que los novios se asignan como "bebé" o "nena" ¡Nena mi hermana! Tú eres mi sarcastichica, no una nena.

Y ahí, damas y caballeros, tienen la respuesta de porque es tan importante tener un apodo ofensivo para mi novio. Nunca jamás lo llamaría "bebé" o "Mi cielo" porque eso son apodos cursis y ese no es mi estilo. Y me alegra que Corey piense de igual manera que yo.

—Tienes razón, Corey —entrecerré los ojos viéndole— ¿Desde cuando tú tienes mejores ideas que yo, Fogelmanis?

—Para que una célula crezca, tiene que evolucionar... cambiar... crecer... madurar —resitó las palabras de Farkle en el episodio GM Yearbook, mientras se acercaba a mi y me enrrolaba en sus brazos, situando su mentón en la curvatura de mi cuello—. Los diálogos de Farkle me enseñaron eso.

—Pues a mi me gustaba el antiguo diálogo de Farkle... Ese diálogo SI dejaba que Katie tuviera ideas buenas antes que el antiguo Farkle —me opuse, volteandome para verlo a los ojos azules.

—Pues yo haré que el nuevo Farkle te guste, Sarcastichica, ya verás.

—¿Y cómo harás eso, Honguitochico?

—A tu estilo —respondió, sonriendo. Yo fruncí el ceño.

—¿Y cual sería ese estilo?

—Bueno, yo creo que tu estilo sería...

"for the way you changed my plans for being the perfect distraction
for the way you took the idea that i have
of everything that i wanted to have
and made me see there was something missing (oh yeah)..."

—¿Que es eso? —preguntó Corey.

—Mi celular —respondi, caminando hacia la mesita de noche para cogerlo.

—Aww, tienes de tono la canción que cantamos en la fiesta de Bradley —dijo Corey en tono tierno.

Yo rodé los ojos y cogí el celular, viendo que era una llamada de Carlos. Mierda. No lo veo ni a él ni a mi prima desde que dejé a mi tía y a mi madre en el aeropuerto, soy una pésima prima. Deslice mi dedo en la pantalla para contestar, mientras que Corey volvía al sofá para ver de nuevo la TV.

—¡Carlos, primo! ¿Cómo estás? —pregunté de manera inocente.

—¿Quien eres tú? Andrea, ¿conoces a una tal _____ a la cual tengo agendada en mi celular como 'prima' pero de la cual no tengo memoria ya que no la veo desde hace aproximadamente un mes? —soltó y lo oí tragar aire.

—No, Carlos. No se de que me hablas —se escuchó la voz de Andrea. Yo reí.

—Ya, ya. Tengo claro que soy la peor prima en la bolita del mundo y lo siento, ¿si?... ¿Me pendonan?

—Lo pensaremos —dijeron los dos al unísono.

Aún en el celular, escuché que tocaban la puerta y le indiqué a Corey con la cabeza para que fuera a abrir. A los segundos Rowan y Peyton aparecieron en la sala y me saludaron con la mano, yo les devolví el gesto y los tres fueron a la cocina.

—_____, ¿nos vemos mañana? Tengo que presentarte a alguien —dijo Carlos.

—¡TIENE UNA NOVIA! —gritó Andrea. Yo abrí mis ojos como platos.

—¡¿QUE, COMO, CUANDO, DONDE?! —solté de golpe— ¿Como se llama? ¿Cuantos años tiene? ¿Es linda? ¿Es fresita? Carlos, si es fesita te juro que le saco las extensiones.

Lo escuché reír.

—No, primita. No es un fresita. Por Dios, no tengo tan malos gustos —dijo con fingida ofensa— En fin, me gustaría presentartela. ¿Que dices? ¿A que el restaurante del señor Luis mañana a las seis?

—Claro. ¿Puedo llevar a Corey?

—Si, tengo muchas cosas que hablar con él —dijo soltando una risita— Bien, hasta mañana, prima.

—¡Te queremos! —dijeron los dos.

—¡Yo igual! Adiós. —y así finalizó la llamada.

Dejé mi celular en la mesa y caminé hasta la cocina, en donde Corey y los dos chicos estaban hablando animadamente, mientras Peyton sacaba de un bolsa que trajeron una especie de pizza que venía con la forma de Mickey Mouse.

—¿Quieren comer? —preguntó.

—¿Que quería Carlos? —preguntó Corey.

Estábamos comiendo la pizza que Rowan y Peyton trajeron. Al parecer habían ido a Disney World y la habían pasado bien ya que traían muchas cosas como peluches y camisetas.

—Mañana nos reuniremos: quiere presentarme a su novia —informé, llevándome una pizza a la boca— «y thu baz a i' combigo, Coggey».

—«Caggo, poggue no» —respondió él de igual manera.

—¡Dejen de hablar con la boca llena, asquerosos! —dijeron Peyton y Rowan, totalmente asqueados.

Corey y yo reímos chocando los puños, mientras Rowan y Peyton giraban la vista con caras de haber olido algo asqueroso, lo que hizo que rieramos aún más fuerte. Al cabo de un rato llegaron Antonella y Kathe, diciendo que la habían pasado bien y se pusieron a comer cómo gordas, igual que nosotros.

No puedo esperar para que mañana Carlos me presente a su novia. La última vez que tuvo una resultó ser una completa arroz. Sólo espero que ésta no sea igual.

—¿Y cómo les fue en su cita? —preguntó Kathe a Rowan y Peyton.

—Bien. —se limitaron a decir.

—¿Que fue lo que hicieron? —pregunté ahora yo.

—Nada.

—¿Y no hubo beso? —ahora fue Anto.

Los dos chicos compartieron miradas, sonrieron y se sonrojaron. Eso sólo significaba una cosa:

—¡Se besaron! —gritamos al unisono.

No se ni cómo, ni cuando, pero Corey, Anto, Kathe y yo nos encontrábamos bailando la macarena en plena cocina canturreando: «¡Hubo beso, hubo beso!». Rowan y Peyton trataban de no reír y parecer serios pero no lo supieron ocultar bien y terminaron llorando de la risa.

—¿Cuando es que piensan madurar? —preguntaron los dos, secándose una lágrima.

—¡Ni que fueramos fruta! —respondimos de igual manera y sacando la lengua infantilmente.

N/A: ¡Volviiiiiiiiii! ¿Me extrañaron?

Lamento en serio haber estado tantos días sin publicar pero es que ocurrieron fallos técnicos con la historia. Pero ya todo esta linto y solucionado y volveré a actualizar éste viernes.

Bueno, sin más que decir, se despide Vic_Girls_12. Besos.