
Capítulo 33.
Nos encontrábamos en la recepción del edificio de Disney para los actores, mis amigos estaban allí para despedirnos. Solo faltaba media hora para que el avión despegara y teníamos que apresurarnos. En estos momentos me encontraba siendo estrujada por Katherine, Antonella y Melanie, mientras que Corey se despedía de Rowan.
-Chicas... necesito respirar -dije como pude.
-Oh, si, lo sentimos -dijeron Kathe y Melanie separándose, pero Antonella seguía ahí, estrujandome.
-Mujer, me ahogas, ¿eh? -reí.
-Me vale -respondió-. ¿Crees que es fácil ver como tu mejor amiga se va de nuevo? No, no, no, mujer. Es mas fácil hacer que Corey no me tenga miedo.
-¡Oye! -protestó Corey, que abrazaba a Rowan y ella reía.
-Tú callate, condón parlante -le espetó Anto y Honguitochico rodó los ojos.
Nos seguimos abrazando como por dos minutos más hasta que Sabrina pidió los brazos de Anto y los se los cedí. Me despedí de Rowan por quinta vez y luego de Amir por décima vez.
-Portate bien, negrito -le dije.
-¿Por qué diablos se meten con mi tono de piel, eh? -exclamó él, al tiempo en que las puertas del ascensor se abrían.
Peyton apareció por ellas, con sus manos en los bolsillos de su jean gris y la cabeza gacha. Caminó lentamente hasta nosotros, aparentemente incómodo, ya que todos lo mirábamos. Se acercó a acercó a Sabrina y le dedicó un abrazo. La rubia le susurró algo y le sonrió a medias, y él asintió. Luego caminó hacia mí ya que Corey aún seguía estrujando a Rowan (o al revés). Nos quedamos mirando por unos segundos, para ver si alguien hacia algo o no, entonces suspiró y me dio un abrazo de oso, el cual yo devolví.
-Tranquilo, Pey Pey el gay -le susurré, causando una risita de él-. Ya verás que las cosas entre ustedes dos van a mejorar. Te lo prometo.
Un mes entero había pasado desde que hablamos en su apartamento. Un mes entero había pasado desde que Peyton y Rowan no se hablan. Tal vez se estén preguntando: ¿y como le hacen para grabar? Bueno, como Mich dijo que ya teníamos varios episodios adelantados de la segunda temporada, decidió darnos vacaciones adelantadas de navidad. En parte por eso, y otra parte por lo de Peyton y Rowan. Yo tenia esperanzas en que ellos dos volvieran, no como novios, pero si como los amigos que eran antes. Pero como van las cosas, no lo veo muy posible. No obstante, hago lo posible porque ellos dos se sientan bien.
Peyton me sonrió y asintió, yo le devolví la sonrisa, dejé un beso en su mejilla y nos separamos. Él fue directamente a despedirse se Corey y Rowan vino casi corriendo a mis brazos, apachurrandome fuertemente.
Si, claro, vengan que Mamá Osa reparte abrazos de oso.
-Hueles a él -me dijo.
-Y como no si se rocía todo el frasco de perfume encima -comenté, sacándole una risita-. ¿Estarás bien sin nosotros por tanto tiempo?
-Lo soportaré. Aparte, tengo a los chicos -señaló con la cabeza a nuestros amigos-. Además, Anto y Kathe me prometieron una navidad al estilo colombiano y venezolano. Dijeron que me prepararían un montón de comidas navideñas de su país que no entendí -informó y la que rió esta vez fui yo-. ¿Me prometes que me vas a llamar apenas llegues?
-Solo si tú prometes arreglar las cosas con Peyton -le digo de vuelta y ella puso los ojos en blanco-. Rowan Blanchard, hablo en serio.
Ella bufó, separándose de mí y asintiendo.
-Prometido -afirmó.
Recibimos una llamada de Mich avisando que nos esperaba en un taxi afuera y que nos apresuraramos. Terminamos de despedirnos nuevamente y Sabrina, Corey y yo tomamos nuestras maletas y salimos al encuentro con Mich.
Tardamos como quince minutos en llegar al aeropuerto, entregar nuestros boletos y dirigirnos a la plataforma. Por el camino nos encontramos con August, Ocean y su mamá, que lo acompañarían. Ocean vino rápidamente a los brazos de Corey y Auggie me abrazó por la cintura, pegando el perfil de su cara a mi estómago, haciéndome dificultoso el caminar.
-¿Nerviosos por el vuelo? -le pregunté acariciando su cabello.
Auggie sacudió la cabeza.
-Ni hablar. He volado muchas veces antes, ¿tú no? -preguntó subiendo la mirada.
Estos niños famosos de ahora, cambian mas de avión que de biberón.
-Esta es mi segunda vez volando -admití-. Y la primera vez no fue muy bonita que digamos -reí al recordar el ataque de pánico que tuvieron mis primos cuando volábamos hacia aquí.
-Tranquila, Sarcastichica -habló Corey, tratando de asegurar a Ocean en sus brazos y caminar. Por suerte habíamos dejado las maletas para que las llevaran al avión-. Solo toma unas cuantas horas de aquí a New York. No será mucho.
-No me preocupo -me encogí de hombros-. Por suerte Andrea y Carlos no están aquí. Creeme si te digo que no es nada bonito viajar con ellos dos en una avión.
Ya en el avión, nos asignaron puestos de primera clase, que no era la gran cosas; asientos de lujo con portavasos incluido, pantallas de TV y todo lo que quieras pedir de comer.
Casi nada.
Sabrina, Corey y yo quedamos en los asientos a la derecha. Mi rubia amiga y Corey tuvieron una minipelea por el puesto de la ventana y terminó ganándola Sabrina. Yo me senté a su lado y Corey quedó en el puesto del corredor, sobándose la mano mordida.
-Maldita Sabrina -masculló.
-¡Te escuché, ¿eh?! -chilló ella.
Corey puso los ojos en blanco y bufó. Yo reí mientras sacaba iPhone (ya estábamos a una altura suficiente para usar teléfonos) y le coloqué los audífonos. Honguitochico me quitó uno antes de ponermelos y sólo rodé los ojos, poniéndome el mío en mi oreja y dejando que el reproductor rodara. Situé mi cabeza en el hombro de Honguitochico y él puso la suya sobre la mía, nuestras manos entrelazadas sobre el brazo de la silla.
Somebody to you de The Vamps y Demi Lovato sonaba, y Corey y yo la cantábamos por lo bajo. Lo gracioso es que él cantaba las partes de The Vamps y yo las de Demo Lovato, y estábamos haciendo algo así como un dueto inconscientemente.
-Look at me now, I'm falling. I can't even talk, still stuttering. This could I'm on, it keeps shaking. Oh, oh, oh, now! -cantabamos el coro los dos, moviendo las cabezas al ritmo de la canción-. All I wanna be, yeah all I ever wanna be, yeah, yeah. Is somebody to you. All I wanna be, yeah all I wanna be, yeah, yeah. Is somebody to you.
-Everybody's trying to be billionaire, but every time I look at you I just don't care. Cause all I wanna be, yeah all I ever wanna be, yeah, yeah. Is somebody to you. Yeah, you!
Y de repente sentimos la luz de un flash desde la parte de adelante y vemos a Mich asomando su cabeza fuera del teléfono y sonriendo, luego giramos nuestra vista a Sabrina, que nos saluda mirando si iPhone y por alguna razón sé que nos estaba grabando.
-¡No me miren así! ¡Se veían hermosos! Miren -y nos extiende su iPhone.
Sonrío al vernos cantar y Corey hace lo mismo. Sin duda hacemos un muy buen dueto y en el video se nota. Nuestras voces suenas demasiado bien juntas y creanme si les digo que Corey se ve demasiado sexy cantando.
-¿Lo subiste a instagram? -preguntó él hacia Sab.
-Y yo también si tuviera uno, claro -comentó Mich y nosotros reímos. Luego nos mira-. Oigan, ¿nunca se han pensado hacer... no sé... un dueto juntos, tal vez? ¿Grabar? ¿Hacer algo como lo que hicieron Dove y Ryan? -propuso.
Miré a Corey y él a mí e instintivamente hicimos una mueca, negando con la cabeza. Vale, ambos cantábamos bien y he de admitir que sonábamos terriblemente mejor juntos, pero lo nuestro era la actuación. Si, nos gusta cantar y todo eso, pero el sueño de Corey es actuar en Brodway y el mio llegar a trabajar con actores ejemplares como Jonny Deep, Helena Bohman Carter, Leonardo DiCaprio, Emma Watson y Chloë Moretz (admitamoslo, la tipa, para tener diecinueve años, ha llegado muy lejos). También me gustaría actuar en una película de acción, me encanta la acción. Pero las cosas de la música y eso mejor se las dejamos a Sabrina, que si sirve para ello.
Aquello no era nuestro estilo.
Un par de horas mas tarde el avión había aterrizado en el aeropuerto de New York, que estaba muy ajetreado. Mich nos guió a todos por el montón de personas y casi no tuvimos fans que nos reconocieran y eso.
Cogimos dos taxis hasta el hotel donde Pasadena PlayHouse nos había alojado y debo admitir que es hermoso. Todo es hermoso. En el trayecto pasamos por el Central Park. Estaba nevando ya y se veían a muchas personas hiendo y viniendo en carruajes o patinando o simplemente caminando. Le dije a Corey que si un día de estos no me llevaba hasta allí le cortaba a sus minis Corey's.
Ya en el hotel, Mich fue a por nuestras habitaciones y le tendió las llaves a la mamá de Auggie, que se los llevó a él y a su hermanito ya dormidos hasta el piso que les tocó. Mich se acercó a nosotros tres.
-Todos tocamos en el mismo piso -informó él-. Sabrina, habitación 510. Ustedes dos, tórtolos cantarines, habitación 511. Yo la 512 -nos tendió las llaves-. Lleguen, desempaquen, duerman un poco y mañana en la mañana los quiero ver a todos aquí a las ocho para ir directo a Pasadena, ¿entendido?
-¡Si, señor! -exclamamos al unísono, con saludos militares.
Mich rió y los cuatro avanzamos al ascensor, presionando el botón que correspondía a nuestro piso. Habían muchas habitaciones pero por suerte encontramos la de nosotros. La habitación de Sab estaba frente a la nuestra y la de Mich al lado. Nos despedimos con la mano y Corey y yo entramos a nuestra habitación.
Tal vez hermoso no sea la palabra correcta para definirla pero es la que mas se le acerca. Era absolutamente enorme. Más bien parecía un apartamento de lujo en vez de una habitación. Había sala de estar, comedor y cocina y una pared separaba todo eso de la habitación en sí. Ahí, justo enfrente de la cama, había un gran ventanal que dejaba ver gran parte de New York y he de admitir que de noche se ve majestuosa. En la sala tambien había otro ventanal como este pero un poco más pequeño y mostraba una pequeñita parte del Central Park.
Me acerqué hasta allí y pegué mi cara al cristal, viendo los copos de nieve caer. Era una vista hermosa, sin duda alguna.
-¿Me vas a ayudara a desempacar o te quedarás ahí parada como una pendeja?
Y Corey tenia que arruinarlo todo, obviamente.
Le dediqué una mirada asesina en lo que me encargaba de desempacar mi ropa y la de él, guardándola en el armario que había en nuestra habitación. No me había fijado que había una sola cama, pero no me preocupó. Más bien me hizo maldecir a Mich porque sabia que lo había hecho a propósito.
Cuando terminé con eso, fui a darme una ducha caliente en el baño que, como todo en el hotel, era hermoso. Salí del baño y busqué una camiseta de Corey (porque ustedes saben que yo no tengo camisa mía que ponerme) y me vestí con una de algodón negro y cuello V. Me puse un pantalón suelto para dormir de color rosa y unas pantuflas de patas de conejo que me había regalado Rowan (yo quería unas de dinosaurio pero ella me dijo que si me veía con unas me las quemaba porque ese era el estilo de ella).
Fui hacia la sala peinándome con las manos y encontré a Corey husmeando en la cocina. Se dio la vuelta sonriendo y rodó los ojos cuando me vio con una de sus camisetas.
-Voy a comprarte camisas de hombre para que dejes las mías en paz -dijo.
-Haz lo que quieras. De todas maneras, a mí me gustan las tuyas -me encogí de hombros-. Huelen a ti.
-Puedo ponerles un poco de mi perfume -comentó, sentándose a mi lado.
No me había dado cuenta de que traía consigo un cono de helado, pero no quise pregundar que de donde demonios lo había sacado.
-No es lo mismo -hablé, mirando su camiseta-. Pueden tener tu perfume y todo eso, pero no se sentiría tu... calor.
-¿Calor? -preguntó, frunciendo el ceño.
-Si, tu calor -afirmé-. Sabes, yo uso tus camisetas no solamente porque huelan a ti, sino también porque sé que tú estuviste en ellas, dejando tu calor consigo aun si no la tienes puesta, ¿entiendes?
-Nop -dijo, dándole una lamida al helado. Rodé mis ojos.
-¿Nunca has tenido, no sé, una mascota o algo por el estilo?
-Sunshine, mi perrita. Está con mamá en estos momentos, pero no entiendo por qué...
-¿La quieres? -lo interrumpí y él asintió-. ¿Mucho?
-Esa perrita es mi vida -dijo con una linda sonrisa.
-Bueno, ¿que pasaría si un día Sunshine no está y tus padres te regalan otro perro idéntico a ella, para suplantarla? ¿Lo querrías igual?
Él mira la techo unos segundos mientras lame su helado, pesando. Luego niega con la cabeza.
-¿Por qué no? -pregunto.
-Pues porque no seria lo mismo -responde-. Podría ser igual a ella físicamente, pero el afecto que yo le tengo a Sunshine no lo tendré con el otro porque no es ella. Es sólo una copia. No sentiría su... presencia.
-Su calor -corregí, pasándole mi pulgar por su labio inferior, limpiándole un poco de helado-. ¿Lo entiendes ahora? El calor es casi lo mismo. Yo siento que tú estuviste aquí -señalé su camiseta-, porque siento tu calor. Podrás comprarme un montón de camisetas iguales a estas, Corey, pero siempre voy a elegir las que tengan tu calor en ellas.
Él me miró y sonrió, pasó una mano por mi mejilla hasta mi nuca y me acercó para darme un tierno beso con sabor a helado de vainilla. Hubiese preferido de chocolate, pero su beso lo compensa. Nos separamos y yo le quito su helado para terminar de comérmelo yo. Él se ríe e intenta quitarmelo, pero es imposible.
-¿Por qué te empeñas en quitarme las cosas, eh? -me pregunta riendo.
Yo lo miré fingiendo ofensa.
-¿Que cosas te he quitado, Fogelmanis? -dije, de lo mas indignada, aunque con una sonrisa divertida.
Corey me miró incrédulo y se apresuró a contar con los dedos.
-Pues mis camisetas, mis galletas, mi helado, mi primer beso -se acercó al punto en que quedamos frente a frente, nuestras narices rozándose-. Mi corazón -susurró, mirando mis labios.
-Dios mío, que cursie -reí estruendosamente, plantándole el helado en la nariz y salir corriendo.
-¡Oye, es-esta f-frio! -exclamó, quitándose con manos temblorosas el helado de su cara-. ¡M-me la-las pag-garás, Co-córdoba!
-¡Atrapame si puedes, tartamudo! -le grité desde la cocina, lanzándole un saludo así como diciendo «Si, claro, como si tuvieras oportunidad».
Lo oí bufar y ahí empezó una pequeña persecución que terminó con los dos llenos de helado y temblando.
N/A: Holaaaaa.
Bien, primero: no tengo ni la mas mínima puta idea de donde demonios queda Pasadena PlayHouse. Me informé lo mejor que pude y, según gugul, que en California.
Pero como yo soy arrecha lo voy a hacer en Nueva York, pues.
Así que, de antemano, no vayan a estar corrigiendo, por favor. En serio, las amo con todo mi cuerpecito, pero ya wey. Si me equivoco en algo, digan que simplemente fue IMAGINASIOOON mia *inserte imagen de Bob Esponja*
¡Estoy súper emocionada porque ya sé como terminará la historia!
Ya tengo la idea aquí en mi mentecita y todo >:))))
Jijijijiji.
Ok, ya. Me voy a dormir.
Buenas noche, mañanas, madrugadas, lo que sea.
¡Las jamón con queso!
Se despide, x_girlmeetslove_x.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro