Capítulo 12 [Maratón: Dulces #16 de Bradley]
Maratón: 2/4
Rowan POV:
Después de la entrada de Sabrina y Bradley, comenzó a sonar una música divertida. Jake salió a bailar con Payton, el puto de Peyton invitó a Genevieve, aunque ésta se negó sacudiendo su estúpida melena rubia.
Traté de disimular mi sorpresa. ¡Se negó! ¿Pueden creerlo? Porque yo no, ¿quién se negaría a bailar con un galán como Peyton? Esta loca, sinceramente. _____ se levantó junto con Cameron. No le presté atención a eso ya que un camarero trajo papas y refresco y me puse a comer como la gorda despechada y que está en la FriendZone que soy. Poco después volvió el chico pecoso, quien se metía unos billetes en su bolsillo, para luego decir:
—Genevieve, ¿quieres ir a bailar? —la dichosa sonrió y asintió. Peyton abrió la boca y ojos como platos.
La perra aparte de negarle ir a bailar a Peyton, ¡¿también lo cambia frente a sus narices?! ¡ESA TIPA ESTA LOCA! Intenté no matarla ahí mismo y regresé a mi comida. _____ volvió y sacó a bailar a Corey, pero antes me guiñó un ojo significativamente. Ay, ya sé a dónde viene esto... y ahora que lo pienso mejor, voy a aprovecharlo.
—Peyton, ¿qué pasa? —pregunté inocentemente, sacándolo del trance.
—¿Acaso no ves? —señaló la pista de baile—. ¡Me dejó por otro...! ¡En mi cara!
—Yo te advertí, Gramhan; te dije desde hace mucho que a Genevieve le gustaba Cameron y tú no me hiciste caso. Ahí tienes el resultado.
—Siempre perteneceré a la FriendZone —suspiró frustrado.
—Bienvenido a mi mundo —susurré para mí misma.
—¿Que dijiste?
—Nada —reí nerviosa—. ¿Quieres ir por ponche?
Él asintió con algo de duda. En la mesa de ponches, tomamos nuestras respectivas bebidas y dirigimos la vista a la pista de baile.
—¿Soy yo o _____ y Corey están bailando un poquito pegados? —comentó Peyton, tomando un sorbo.
—¿Quieres ir a fuera? —cambié el tema.
—Claro.
Afuera hacía un frío terrible y eso que estábamos en Mayo. Haciendo cálculo mental, deduje que no debían ser más de las diez. Nos detuvimos en una fuente, sentándonos en unas bancas frente a ésta. La luna brillaba y el castillo de la Bestia se veía majestuoso y por los jardines sonaban los grillos.
—Y... ¿cómo te sientes? —pregunté, después de segundos de silencio.
Peyton parecía estar todavía en shock. Sus ojos verdes miraron el cielo.
—Dolido... muy dolido.
—Todavía no entiendo cómo pudo hacer eso —gruñí.
—¿Hacer qué?
—¿No te das cuenta, Peyton? —él negó con la cabeza—. No quiso bailar contigo, pero si con Cameron.
—Eso no quita la idea de que yo le guste —se excusó.
Yo bufé. ¿No estaba diciendo hace unos momentos que estaba en la friendzone? Reí sin creérmelo.
—Solamente estás en la FriendZone y no lo quieres aceptar.
—¡NO ESTOY EN LA FRIENDZONE! —chilló, sacándome una carcajada.
—¡Claro que sí! —Le di un suave golpe en el hombro—. Tú y yo estamos destinados a estar en la FriendZone, cariño.
Peyton me miró.
—¿Tú también estas en ella? —preguntó, y parecía incrédulo. Los hombres a veces se pasan de idiotas—. ¿Quién es ese idiota que no te quiere como novia?
«Tú», pensé.
—Un imbécil que no se da cuenta que hay alguien a su lado esperándolo.
—Imposible —lanzó una corta risa y se cruzó de brazos—. El que no se fije en ti está loco, Rowan —posó una mano en mi hombro—. Eres una chica muy linda... y hoy estas de verdad muy hermosa, por cierto.
—Yo... eh, sí. Gracias, Peyton.
—¿Y no me dirás quién es ese idiota? —Inquirió—. Le partiré la cara por dejarte en la FriendZone.
Que estúpido: se partirá la cara el mismo ¡Ja!
—Te lo presentaré —cedí y me levanté—. Ven, asómate en la fuente.
Peyton frunció el ceño.
—¿En la fuente?
—Sí, así es. ¡Vamos!
No muy convencido, caminamos hasta la pequeña fuente y nos asomamos por ella. Nos reflejábamos como si de un espejo se tratase, aunque un poco borrosos. Peyton observó su reflejo con aires de confusión.
—¿Dónde está?
Me di un palmface ¡ESTOS CHICOS SON UNOS IDIOTAS!
—¿Que ves en el agua, Graham —rodé los ojos.
—Yo solamente veo mi reflejo —dijo, restándole importancia—. No entiendo que... Ou.
—Ou —murmuré en tono de burla solo para mí misma.
Quedó más blanco que los pompis de un bebé, abrió la boca hasta más no poder y yo cerré mis ojos muy fuertemente, esperando una respuesta de su parte. Al cabo de unos segundos, oí como tragó audiblemente.
—Soy un idiota.
«¿Apenas te vas dando cuenta?», pensé.
—No te culpo —me encogí de hombros y llevé una mano al suyo—. ¿Vas a golpear al idiota que me dejó en la FriendZone, Meyer?
Él rio por mi comentario y yo no pude evitar hacerlo también. En realidad, me sentía muy aliviada y a la vez con algo de miedo. Aliviada, porque me quité este peso de encima, y con miedo, por cómo vaya a responder. Aunque viendo que se estaba riendo, puede que se lo tome bien... o puede que no.
—Lo siento —dijo después de un rato.
Junté mis cejas.
—¿Por qué?
—Por ser ese idiota. Nunca pensé que...
—¿Que me enamoré de ti? —él negó.
—No: nunca pensé que yo no te prestara atención —me miró.
Ay, santa McGonagall. ¿Oí bien? ¿Acaso dijo lo que yo creo que dijo?
Se levantó sin esperar respuesta (tal vez porque vio que me quedé en shock) y empezó a caminar. Lo miré extrañada mientras me levantaba.
—Hey, ¿adónde vas?
—Necesito caminar un rato —respondió.
—¿Voy contigo? —pregunté.
Peyton se detuvo, dio la vuelta y me miró embozando una sonrisa de lado.
—No necesitas preguntar, Row.
Giró y retomó su camino... y yo lo seguí.
_____ POV:
—¡Corey! ¡No tengas miedo, idiota! —le grité por encima de la música.
Estábamos bailando Inocente de Romeo Santos. Si, lo sé ¿Qué hacen gringos bailando bachata en español? Bueno, resulta que persuadí a Bradley para que cambiara la música (al parecer solo bailan electrónicas) y él me dijo "Elige la que te guste" y aquí estamos quince minutos después. ¡Hurra por mí y as bachatas! Claro, todo sería perfecto si al idiota de Corey no le diese miedo bailar bachata conmigo porque según él "Tiene que tocarme" Conclusión: es una nena.
—¡No voy a tocarte! —chilló y yo bufé.
—¡No seas niñita, Fogelmanis! —Lo regañé rodando los ojos—. Es así, mira.
Agarré sus manos y las puse en mi cintura sin siquiera avisar. Él se reusaba, pero yo le envíe una de mis miradas obligatorias y terminó rindiéndose. Puse mis manos en sus hombros y empezamos a bailar bachata al ritmo de la música.
—¿Ves que no es tan difícil? —Reí—. Bailas bien, el único problema es que eres muy diva.
—¡No soy diva! —chilló como diva.
—¡Claro que si lo eres, Corey!
—Agh, como digas. —puso los ojos en blanco.
Negué con la cabeza riendo. No sé, me causan gracia sus expresiones. Son tan... Farkle. Ambos se parecen mucho, en realidad. Tienen esa forma de ser tan rara pero a la vez tierna, que hacen reír a quien sea.
—¿Vamos por ponche? —preguntó después de un rato.
Estuve de acuerdo. Tomé su muñeca y caminamos hasta la mesa de ponches, donde tomamos unos vasos y en vez de volver a la pista, decidimos sentarnos en nuestra mesa. Solo estábamos él y yo, por lo que deduje que Rowan y Peyton se habían ido a yonosédonde.
—¿Y bien?
Me di cuenta de que Corey estaba viéndome.
—¿Qué?
—¿Te gustó?
—¿Bailar? Sí, me gustó —sonreí.
Y no miento. La verdad es que ha sido divertido bailar con él, a pesar de su estupidez por no tocarme. Corey es un chico muy divertido, aunque no lo admitiría en público, por supuesto.
—Bailas bien —me alagó.
<<Dime algo que no sepa, cariño>>, pensé, mas no lo dije por ser cortes.
—Gracias —respondí en su lugar—. Oye, ahora que conversamos tranquilamente ¿Por qué quisiste besarme?
Si, así; de la nada. Discúlpenme por ser imprudente y hacer todo de una, ¿eh?
Corey se rascó el cuello y tragó audiblemente. Al parecer este tema lo incomodaba mucho... si tan solo me importara.
—Aja, ¿qué esperas? ¡Escupe!
—Y-yo n-no sé por qué l-lo hice —tartamudeó, lo que lo hizo ver... tierno. Si, tierno, si—. Yo creo que fue por...
—¡Hola, chicos! —saludaron Peyton y Rowan... tomados de la mano.
Aguarda... ¿khe?
¡¿Qué demonios está pasando esta noche?! Primero, Sabrina y Bradley se reconcilian después de haber peleado por yonosequecosa. Luego Genevieve se va con Cameron, dejando solo a Peyton. Después, Corey tiene miedo de tocarme. Luego, cuando está a punto de decirme porqué me besó, llegan Peyton y Rowan ¡AGARRADOS DE MANOS! Y lo más extraño del caso: ¡¿Por qué mierda me parece tierno que Corey tartamudee?!
Deje mis histéricos pensamientos de lado y tomé a Rowan de la mano, alejándola de los chicos (quienes nos miraban confundidos) y arrastrándola hasta la mesa de ponches. Rowan me miraba como <<¿Qué te pasa, loca>>.
—¿Que fue eso? —pregunté.
Ella se sonrojó.
—Bueno... Yo... Le conté a Peyton —respondió con una sonrisa de oreja a oreja.
Abrí mis ojos como platos y ahogué un grito de gorda fangirl.
—¿Y qué fue lo que dijo?
—Él me dijo que... —comenzó, pero la voz de Bradley la interrumpió.
—¡KARAOQUE! —Gritó éste desde el escenario—. ¿Quién quiere empezar?
Rowan me arrastró a regañadientes (yo quería saber qué pasó con Peyton) y nos dejó al lado de Corey y Peyton.
—¡_____ quiere empezar! —gritó... ¿Sabrina? ¿Eh?
—¡¿KHE?! ¡NO! —negué rotundamente.
—¿Qué les parece un dueto? —propuso Bradley, haciendo caso omiso a mis gritos.
—¡Corey y _____! —gritó... ¿Rowan? ¿En serio se hacen llamar mis amigas?
—¡NO, CLARO QUE NO! —chillamos los dos al mismo tiempo.
Y como cosa rara, mis queridísimos "amigos" me ignoraron.
—¿Que esperan? ¡Suban a la tarima!
¡¿Hoy será el día de ignorar a _____?! ¡Yo creo que sí!
Al vernos a Corey y a mí petrificados, decidieron tomar cartas en el asunto ellos mismos: Cameron y Jake (hijos de puta, los dos) arrastraron a Corey —que se sacudía como gusano con sal— hasta la el escenario. Sabrina y Rowas, "Mis supuestas amigas traicioneras" (otras hijas de puta mas) me llevaron como un saco al igual que Corey. Ya sobre el escenario, nos dieron unos micrófonos a cada uno y nosotros, más rígidos que una tabla, los tomamos con las manos temblando.
—¿Que van a cantar? —preguntó Bradley y al ver que ninguno aportaba respuesta (yo tenía ganas más bien de matarlo), bufó y dijo—: Lo elegiré yo. Ustedes dos cantarán...
N/A: Segundo capítulo del maratón.
*EDITADO*
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro