Esta mañana desperté con todo el cuerpo adolorido y abrazado al imbécil de Morinaga.
_Cómo pudo pasar esto?_
Fue lo primero que se me vino a la mente, eso y patearle su enorme... cuerpo para quitármelo de encima, pero entonces comencé a verle dormir... tan plácida e inocente se veía su horrible cara, que no tuve el valor de matarle.
Simplemente me deslicé como pude de entre sus garras y salí de su cama.

Anoche fui a la estación a buscarle, regresaba de su pasantía en otra ciudad de Japón, lejos de la nuestra.
Aunque me hizo muy feliz que haya crecido como profesional y obtuviera esta oportunidad, creo que nunca pensé que lo extrañaría de esta forma.
Al principio pensé que solo era por haberme acostumbrado a sus estúpidos cuidados. Pero al pasar los días todo se tornó insoportable. Hasta mi cuerpo se puso raro.
Por las noches soñaba con él, con esas cosas asquerosas que me hace... no podía dejar de sentir... sus besos...

_Mierda!!
...este maldito idiota!!!
Tuve que bañarme cien veces esta mañana. Quiero matarlo cada vez que me usa como depósito de semen! No recuerdo cuantas veces lo hicimos... caí rendido después de unas cinco veces... no pude pararlo...(!) o no quise? mucho menos al verlo tan... excitado...
Bueno, confieso que mi cuerpo se movía como si lo hubiera estado deseando desde hace mucho tiempo.
Pero la fuerza y la brutalidad que puede llegar a tener ese idiota, a veces me asombra y me asusta. Aunque sea placentero al mismo tiempo.

Todo empezó, creo que por la cajita de regalo que puse en su cama. No era gran cosa... solo una fea corbata que vi en alguna parte! Por que se puso tan feliz de que me pareciera bien dársela. Además la metí en esa caja tan kawaii solo porque Kanako siempre me critica de no envolver los presentes... bueno, no era un regalo, solo era algo que estaba ahi para él... no entiendo el alboroto que armó y lo feliz que se puso. Además él me trajo miles de cosas (que no necesito) de su viaje. Así que,
...no entiendo a este chico.

De todos modos lo dejaré dormido mientras salgo a comprar el desayuno, aunque por lo adolorido que estoy debería despertarle a patadas y que sea él quien lo prepare.
Lo hago solamente por ser su primer día de regreso.
Y porque me gusta ver su horrorosa expresión de felicidad cuando hago estas estupideces por él.
Me voy rápido, no sea que se despierte y me pierda de ver
como se ilumina su cara y brillan esos enormes ojos cuando despierta en la mañana y me descubre a su lado.
No puedo caminar bien! Joder, ese anormal me las va a pagar!
Mierda... me voy en taxi a la tienda de la esquina!