Al chico del banco de adelante:

Hay muchas cosas que tengo por contarte.

Una de ellas es una pregunta:

¿Por qué siento que ya no te importo?

Me refiero a que ya no me hablas (no como antes, que a fin de cuentas no era mucho, pero era algo, más que ahora) ni me miras.

Oh, espera, acabo de recordar algo.

Tuvimos clase de gimnasia juntos. Sí, tú y yo. Hablo de que nos tocó hacer grupo. Éramos tres pero, para mí, sólo estábamos tú y yo.

Ni siquiera me hablaste. Ni me miraste.

Hasta que tuvimos que trepar por la cuerda. Antes de subir te giraste y me dedicaste una mirada que no consigo comprender pero me gustó. Luego sonreíste, te giraste, y tropezaste.

Bueno, en fin, sé que hay cosas peores.

Géminis.