capitulo 32
A lo lejos, por medio de esas amplias y tan relucientes ventanas descubiertas del tercer piso, se podían apreciar un mágico amanecer. Como si un pincel sobre un lienzo esos radiantes colores amarillos desde palidos e intensos cubrieron suavemente parte de ese cielo azul claro.
Los matices conectan con los rayos del sol que como un manto cálido y brillante deslumbra todo a su alrededor, escabullendose a través de las ventanas hacia dentro de las habitaciones, era su manera de anunciar un nuevo y tan grandioso día.
Algunas personas ya estaban despiertos no esperaban que la luz les dijera que está amaneciendo, poseyendo tal privilegio de apreciar el espléndido amanecer desde sus terrazas o despachos mientras disfrutas de una taza de café. Tal y como lo está haciendo el joven de dorados cabellos, sentando sobre a cama mientras apoya su rostro en las rodillas que mantiene fuertemente abrazadas.
Sus ojos gentilmente fueron bañados por los primeros rayos de esa luz de un color tan similar a sus ojos, un fenómeno fascinate de ver como si ese ámbar fueran dos inmaculados espejos donde yacía reflejado tal extraordinaria vista.
—Suave y cálido.—Susurro, cerrando sus ojos para sentir mucho mejor la sensación de paz que le está transmitiendo este amanecer.
Él había olvidado cuando fue la última vez que sintió de está manera, así de bien. Siendo transportado a la poca de su niñez, cuando era tan feliz junto a su amada madre.
Si su madre no hubiera tomado la decisión de enviarlo con Ford Keller's, creyendo que eso sería lo mejor para Malik. Nada de lo que ha vivido hasta ahora no hubiera pasado, no cuando varias y muy buenas personas del pueblo estaban dispuesto adoptarlo.
Recuerdos...
Las ramas cubiertas de hojas tan verdes y vivaz se reflejan sobre las aguas, dándole un bonito color como si de un turquesa se tratará al ser alcanzado por la poca luz que solía filtrarse entre las hojas.
Frente a ese mismo lago yacía un pequeño niño de unos 10 su cabello dorado es tan llamativo que las personas del pueblo le solía decir que si tenía oro en vez de cabello. Él solo suele sonreír "les daré una hebra, venderlo tal vez se vuelvan ricos" le solía decía y los del pueblo solo podían morir de ternura. El pequeño era una cosita tierna andante, muy querido por esas personas.
—Este día voy agarrar más de un pez y de los grandes.—Prepara el anzuelo que lanzará al lago.—Estare esperando a mamá con una rica sopa de pescado, se pondrá muy feliz, es su comida favorita.—Ya puede saborear el aroma que tendrá y como se verá de irresistible esa sopa.—No vendrá cansada de trabajar a cocinar.—Lanza el anzuelo.—¿Eh?—Giro de lado al percatarse que lo estaban observando, miro a esa dirección pero no había nadie.
Le dio un poco de miedo porque donde se encuentra es un lugar retirado del pueblo, no muchas personas vienen a ese lago por temor a ser embestido por un animal salvaje. Sin embargo, Malik y su madre si suelen ir a pescar a ese lago por lo rico en pez. Cuando no tienen el dinero suficiente para comer les toca ingeniárselas de otra manera.
—Tal vez solo fue mi imaginación.—Dejo de ver a esa dirección para mira hacia al frente, en ese instante una sombra cruzo ágilmente entre los arbustos.—¡Sí!—Festejo al capturar el primer pez.
Era su día de suéter solo lanzó y atrapó un pecado al porte de la palma de su mano, eso lo motivó a seguir pescado los faltantes. No iba atrapar mas de cuatro peces. Serían demasiado para dos personas si llegase atrapar mas, no le gusta desperdiciar.
—¡Qué rápido los atrapé!—Se sorprendió porque suele tardar mucho unos treinta minutos como máximo.—Bien, regresemos a casa, antes de que llegué mi mamá.—Empaca todas las cosas en su mochila mientras que en un pequeño balde con agua llevá los pescados, no quiere que mueran.—Listo.
Al emprender su viaje de regreso a casa tenía que pasar por un corto camino con una espesa maleza a ambos lados, en ese pequeño transcurso tu mente podría jugarte sucio como le está empezando pasar a Malik. Percibiendo que alguien o algo estaba siguiendo sus pasos.
Él sentía que no estaba caminando lo suficiente rápido y todo parece estar yéndo en cámara lenta, pero no es así. Malik ya estaba dando pasos bastantes ligeros. Sin embargo, eso cambio al escuchar romperse las ramas secas en el suelo. Deteniéndose abruptamente en vez de salir corriendo.
—N-No te llevarás mis pescados.—Dijo entre tartamudeo, abrazando el balde.—Tengo un cuchillo.—Advierte.
Con rigidez giró su rostro a esa dirección donde provenía el ruido, estremeciendose al ver aquél brillante color plata fijamente en sus ojos.
—¿Lobo plateado?—Dijo inconcientemente como si ya lo hubiese conocido anteriormente, hasta sus músculos rígidos se volvieron livianos.—¡Eras tú!—Suspiro profundamente aliviado, dejando el balde a un lado.—Ven aquí.—Abrio sus brazos.
No le tuvieron que decir dos veces cuando ya estaba frotando su cabeza sobre el rostro de Malik, lo había extrañado mucho se notaba en sus ojos que pasaron de feroces a amables. Un animal como ese había sido domesticado por Malik, o ¿tal vez no eran un simple animal?
Actualidad...
Hay confusión en la mirada de Malik al recodar tales recuerdos que había olvidado, ha estado viviendo por tanto tiempo en la oscuridad y desesperación que se olvidó que en su momento él siempre vivió rodeado de luz.
Dándose cuenta una vez mas de lo tonto que fue al permitir y darles poder sobre él a personas como Danzel, los Keller's. Les dio el permiso para que sus oscuras acciones lo cubrieran y lo arrastraran lentamente al abismo.
—¿En verdad ese era un lobo plateado?—Cuestiona.—¿Uno real?... Se paece mucho al que pinté y camuflaje con el verde bosque en aquella pintura que me hizo ganar en la competencia, lo hice tan bien que solo unos pocos se dieron cuenta de ello y cuando lo hicieron se quedaron sorprendidos.
Malik estaba hablando sobre la misma pintura que Darrell compro en ese momento, el primero en darse cuenta del lobo como un camaleón camuflado con el bosque ese fue Darrell. Sintiendo una familiaridad como si ese lobo fuera su forma animal interior, asi como el entorno le parecía tan conocido.
—¿Desde cuándo soy fanático de los lobos? No cualquiera si no que los plateados... uno en específico.—Cubre con la almohada el sonrojó de su rostro, recordó el día de ayer cuando Darrell lo atrapó en sus brazos y tuvo tan cerca eso jugosos labios rojos.
‹Cada vez que lo veo mis ojos se van directamente a sus labios, aquella sensación inunda mi boca lo que me hace desear volver a probar su sabor mientras mi corazón enloquece... ¡Ah, en que estoy pensando!› Da vueltas en la cama sin soltar la almohada.
Aún no se percata que desde que ingreso a este lugar se sintió un poco más libre, liviano. Como si su entorno le hiciera saber que está es una fortaleza donde no pueden entrar esos monstruos que no lo dejaban en paz, de los que debía estár alerta y le robaban el sueño.
—Tengo ganas de beber sopa de pescado.—Deja la almohada a un lado.—Ire a la cocina, espero no incomodar o causarle problemas a los empleados.—Baja de la cama.—No les pediré que cocinen para mí, solo que me presten la cocina.
Nada podría arruinar la tranquilidad que está sintiendo, es un día que aprovechará al máximo y tenía pensado en ir con sus amigos. Los extraña.
Por otro lado, este día no será el mas cálido ni glorioso para ese hombre de intimidante mirada que, yacía sentando elegantemente con sus piernas cruzadas, una sobre la otra. Esa vestimenta azul negro informal va acordé a su seriedad, carácter.
Irradia una mezcla de juventud y confianza mientras que la lisa tela de la camisa; suavemente se va pegándose a sus tan marcados y esculturales músculos, brazos expuestos, como las olas del mar al deslizarse sobre la arena en la orilla de la playa. Sobre esa camisa se agregado un ajustado arnés cruzado en su ancha espalda, pasando y sujetándose bajo su pronunciado pecho.
Es un color que acentúa tan bien con sus cabellos y color de ojos. Pero, sobre todo con la oscuridad a su alrededor lo que hace resaltar el intenso plateado de esos hipnotizantes y muy afilados ojos.
—¿Cómo debería de matarlos?—Pregunta seriamente.—Desde el interior hasta el exterior o viceversa.—Se expresa de manera viciosa.
El guardaespaldas junto a la puerta en el interior del despacho, procuro no hacer ningún ruido ni con su respiración al ver cómo la expresión en su jefe, se iba volviendo más y más negra al leer los papeles en sus manos. Arrugando al punto de llegar a romper en cualquier momento si sigue ejerciendo tanta presión, esas hojas son frágiles y su agarra destructivo.
‹Nunca había visto tan enojado a mi jefe, no lo muestra como tal pero no es necesario cuando la presión emanada de su cuerpo es peor que sus expresiones. Tan sofocante... ¿Correrá más que solo sangre?› Ya se está preparando mentalmente para ver una versión completamente de su jefe, una que no le gustaría cuando ya de por sí da mucho miedo sido el habitual él.
—Cortar lentamente sus pieles también es una buena opción, ¿verdad?—Sigue expresando en voz alta sus viciosos pensamientos.
‹Cuando le pedí a Reece que investigará a la familia Keller's y la West ya era consiente de lo que estaba pasando, lo que leería, vería. Sin embargo, no me esperaba algo como esto de desagradable. Superó mis espectativas lo nauseabunda que es esa familia Keller's, ni las bestias tratan de esa manera a sus hijos, familiares.
Es en situaciones como estás es que te das cuenta que tuviste la suerte de nacer en una familia cariñosa, pensando en que debes de valorarla más y no enojarte por cosas insignificante porque hay personas dónde son tratados peor que la basura. Ese es el caso del koala, él a estado viviendo en un infierno en vez del paraíso que merece.› El plateado se tiño todavía mas de oscuridad, rechinando sus dientes.
.—Desprender la carne de sus cuerpos como las de un cerdo mientras están conscientes, ¿también suena bien?—Se iba imaginando esas fuertes declaraciones.—Mostrarles lo que hay detrás de las tres capaz de piel en un ser humano.
—J-Jefe...—Tartamudeo Reece.
‹En momentos como estos odió tener tan buena imaginación, voy recreando cada escena con cada una de sus tan espeluznantes palabras. Ya sé que es un ser despiadado pero es la primera vez que lo escucho planteado esas ideas tan bizarras.›
No era su intención pero también se imaginó cada uno de los escenarios en dónde su jefe se encuentra cubierto de sangre de esas personas, viéndolos con tan sádica mirada que parecía sonreír. Emocionado de escuchar los gritos de esas personas.
—¿Qué?—Frunce el ceño.—¿Por qué estás tan pálido?—Lo sigue mirando.—¿Tienes anemia?
—No, nada de eso.—Es un verdadero milagro que no tenga eso o la tensión alta a lo largo de éstos años trabajando para él.
—¿Entonces?—Su mirada dice que es mejor que sea importante lo que tiene por decir, si no es asi le ira muy mal porque acaba de arruinar su inspiración en busca de diferentes torturas.
—¿Qué tal si los suelta en jungla donde habitan los animales más peligrosos?—No tuve el valor de decirle que no piensen en voz alta, esos ojos me matarían en ese preciso momento. ¿Quién cuidaría de mis amados cactus? Nadie, tengo que vivir mucho para verlos florecer.
—No es mal idea, pero no voy a contaminar la jungla ni envenenar con esa carné podrida a los pobres animales.—Esa idea la desecha.—No debí esperar tanto tiempo.—Hay culpa en su mirada, voz.—Si no le hubiese dejado nuestro próximo encuentro al destino, su vida el día de ahora sería totalmente diferente.—Al final si terminó rompiendo las hojas en sus manos.
Si se lo hubiera pedido o aceptado la sugerencia de Hayden de buscar al dueño de la pintura, en ese mismo instante Hayden me daría nombre y apellido hasta la dirección de dónde vive y lo que come. Sin embargo, no lo hice por dos motivos, no quería hurgar en su privacidad como un vil perpetrador sin respeto.
La segunda y más importante razón por la que no use mi influencia ni la de Hayden; fue porque llegué a pensar que ya podría tener pareja, si buscá mas de él y resultaba que siempre sí tenía pareja, no me iba a detener ahí. Lo iba a querer si o si para mí. Es un instituto posesivo que existe dentro de mí, esa parte alfa que estaría dispuesto a todo por lo que quiere asi tenga que convertirme en un monstruo.
No quería sucumbir a esos impulsos, deseos, por lo que se lo deje al destino. Si esa persona estaba destinada a mí nos volveríamos encontrar, entonces jamás lo volvería a soltar.› Quién pensaría o creería que detrás de esa expresión inexpresiva hay un hombre bastante soñador.
—¿Hayden comentó que necesita un sujeto de pruebas, verdad?—Sus uñas golpeado el escritorio crean un sonido de tic, tac, como las manecillas del reloj pero perturbador.
—Sí...—Reece se tenso fríamente porque el entregarle a alguien a Hayden es peor que la muerte, aún no supera el trauma que le dejó esa vez que lo vió torturando a cierto individuo que, se atrevió a mirar lascivamente a uno de sus hijos.
—¿En serio no tienes anemia?
—No, solo recordé algo traumático.—No comparten sangre pero mi jefe y el maestro Bloody Rose son muy similares, tienen pensamientos bastantes retorcidos cuando se trata de castigar a quienes lo merecen, los que dañan a sus seres queridos.
—Como sea, antes de enviarlos tengo que darles un poco de “cariño” con mis propias manos.
Elizardo sería perfecto para ello, es fuerte y tiene gran resistencia. Soportará los efectos secundarios del supresor para alfa que está investigando y desarrollando Hayden. Uno lo suficientemente fuerte que con solo inyectarlo el efecto será de inmediato, aliviará la incomodidad del alfa asimismo mermara sus deseos irracionales de querer abusar de la primera persona que se el cruza en el camino.
—¿Te comentó algo mas?—Su investigación es tan detallada, escritos de acciones y situaciones tan asquerosos que de solo leer dan ganas de vomitar.
En la manera que Elizardo se aprovecho de la vulnerabilidad de Malik todo para poder manipularlo, volverlo dependiendo de él porque en esa familia no podría confiar en nadie que no fuera su segundo hermano, Elizardo. Ese que aparentaba ser un santo pero era el más podrido.
Su obsesión por Malik no es de alguien enamorado de su propio hermano, no. Va mas allá de eso como si viera en Malik un hijo que no pudo tener con la persona que quería, eso es lo mas perturbador y escalofriante. Sigue habiendo un secreto mas oscuro...
—Sí, comentó que la información no está completa y me pidió que le dijera lo siguente.
—¿Qué?—Haya raro que Hayden le de algo incompleto.
—Todo indica que hace muchos años atrás se produjo un incendio donde se encontraban los registros de cuántos integrantes había en cada familia, da la casualidad que los quemados no fueron otros que los registros de la familia Keller's.
—Muy conveniente la verdad.—Para recolectar la información restante mi hermano debe de investigar muchos años atrás, desde el momento en que se fundaron los cimientos de la familia Keller's.
—La respuestas a todo está en la dirección que está rastreando, y sin miedo a equivocarse expreso que eran pruebas de algo que está protegiendo muy bien como si su vida dependiera de ello.—Comunica.—El que está manteniendo eso en secreto no es otro que el pedazo de excremento, ese de Elizardo.
—Es posible que se tarde en encontrar la dirección real, ese Elizardo no están estúpido después de todo, supo bien esconder el verdadero paradero de eso.—Se imagina retorciendo el cuello de Elizardo.—¿Qué cosa será?—¿Qué contendrá cómo para esmerarse tanto en esconderlos hasta se su propia familia? Pagar una fortuna... Tengo el presentimiento que se relaciona con Malik.
—Tal vez no, su hermano cuentan con un amplio sistema de vigilancia y seguridad dirigida por grandes hackers...
Es una persona que espero no hacer enojar nunca o comeré más que solo tierra, tengo que proteger bien a mi jefe para evitar cualquier enojó o preocupación al joven Hayden.
—Es una verdadera suerte el tenerlo como aliado.—Darrell no tenía como refutar las palabras de su guardaespaldas porque es una verdad innegable.—Y lo último que dijo fue esto; "Si quieres unos consejos para enamorar a mi cuñado solo llamarme, estamos esperando celebrar la perdida de tu..."
Reece no termino de pasar el mensaje porque llamaron a la puerta, antes de abrir volteó a ver a su jefe esperando su autorización. La cual obtuvo al instante.
—¿Si?—Abre la puerta de par en par para que su jefe también ve de quién se trata.
—¿Joven Malik...?—Sus ojos se abrieron en grande al verlo vestido de esa manera.
—¿Interrumpo?... ¡¿Aah?!—Se sobresalto al grado de pegar un saltito al escuchar un gran estruendo.—¿Darrell?
Era el escritorio frente a Darrell es el que acaba de romperse en dos, fue tanto su asombro y la repentina eufórica ingresando a su cuerpo que no pudo controlar su fuerza. Malik sin ser su intención sacudió y de que manera no solo el corazón del ojos plateados, otras cosas también.
—¿E-Esa es mi ropa?—Los latidos de su corazón se aceleran todavía más, ver a Malik llevando su ropa y viéndose así tiernamente la arrastrar el pantalón y la camisa le quedaba muy holgada, fue como recibir un ataque de incontables emociones.
—Si, ¿estuvo mal?—Sus manos se agarran nerviosamente de su camisa.—Mi ropa está sucia... No tenía que ponerme y no podía andar en bata.—Explica.—Cuando estaba por pedirle ayuda apareció una hermosa señorita, dijo que llamaba Nora.
—Fue ella la que te llevó la ropa.—Le subiré el suelo.
—Si, solo hasta que se secará la mía fue llevada a la lavadora... ¡¿Se encuentra bien?!—Corrió directamente a Darrell.
—¡Jefe!—Reece se asustó al ver la hemorragia nasal que estaba teniendo su jefe.—Llamare al...—Guardo silencio al percatarse que no estaba enfermo y eso fue provocado por Malik.
Su jefe había tenido una hemorragia nasal solo porque Malik lleva puesta su ropa, "¿qué clase de de fetiche es este?" Se preguntó Reece mientras veía actuar lastimoso a su intachable jefe.
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