Sin imaginarse lo que pasaba a su alrededor y que descansaba en una habitación desconocida al igual que una cama que no era la suya, pero si con la mayor calidad que hubiese imaginado yacía Malik de lo mas relajado. Abrazando fuertemente una almohada mientras hunde su rostro ahí mismo, frotando su rostro en ella asimismo movía su nariz.

Oliendo el ligero olor proveniente de la almohada, olor que no pertenecía a los productos de limpieza sino que, era el aroma a feromonas extremadamente dominantes dejadas sobre ella y en toda la cama. Unas que le hacían sentir relajado a pesar de ser fuertes y densas que podrían marear, doblegar a cualquier casta.

Pese a eso, a Malik mas allá de incomodidad le transmitía tanta seguridad que podía dormir sin miedo y sin estar alerta de su entorno. Teniendo ese presentimiento que nadie vendría por él porque había alguien cuidándole.

No estaba equivocado porque si había alguien que lo estado observada todo esté tiempo, sentado con sus piernas cruzadas en sofá cerca de la ventana francesa. Empujando por su nariz hacia arriba los anteojos dorados que lleva puestos, observaba la tableta en sus manos pero su mirada plateada se queda por mas tiempo en el joven bajo las sábanas. Viendo lo adorable que se ve abrazando esa almohada como un koala la rama de árbol de eucalipto.

—Tierno.—Susurró, sorprendido al darse cuenta de lo que dijo; sus pensamientos y palabras fueron realizadas al mismo tiempo sin poder evitarlo.—¿Qué estoy diciendo? ¿Haciendo?—Se cuestiona, apoyando sus codos en sus muslos mientras sus manos sostiene las esquinas de su rostro, presionando su cien.

Darrell podría entrar en una crisis existencial en cualquier instante al no comprender su comportamiento fuera de sí, conociendo un nuevo lado en él del cual no tenía ni la más mínima idea de que podría existir.

Él siempre se ha considerado un hombre frío, despiadado. Su difunta madre le expresaba sus preocupaciones por eso mismo. Temia que al morir su hijo se volviera todavía mas frío, solitario. Que nadie lo llegará a entender o querer tal y como es "inexpresivo." En ese entonces Darrell solo le comento que no se preocupará por eso, que todo estaría bien. No tenía miedo quedarse solo porque era su mejor compañía.

Es por ello que está poniendo su lado despiadado y frío en dudas porque cuando se trata de Malik, con el es complaciente como compresivo sin que se lo pidan sino que él mismo se ofrece hacerlo. Y es que a los ojos de Darrell. Malik se ve como un joven frágil, con mala suerte pero que también esta convencido que es fuerte. Solo era cuestión de tiempo para que Malik se de cuenta de ello también o más bien Darrell quería hacerle saber eso.

—Se suponía que tenía que llevarlo a su hogar pero no lo hice, él estaba profundamente dormido y no lo iba a despertar solo para preguntar su dirección.—Se excusa.

En verdad no lo sabía pero con solo una llamada podría averiguarlo en menos de unos segundos, pero ni siquiera hizo el intento y solo le pidió al chófer que siguiera conduciendo. Evitando que cualquier ruido o movimiento brusco despertara a Malik no hasta que llegarán a su destino.

Darrell no es consciente o tal vez si pero no quiere aceptar como tal, que espera que al despertar Malik no quiera irse y decida quedarse el tiempo que quiera.

—Por ello lo termine trayendo a mi “pequeña” casa.—Ni quiera a su mejor amigo al que considera su hermano, conoce la residencia en la que se encuentran en este instante.

Si para Darrell “pequeña” casa de tres plantas de unos cuantos metros cuadrados y cada piso tiene su corredor y solo el segundo tiene una gran terraza. También cuenta con dos jardines el que no está muy lejos del patio y la fuente, también está el jardín trasero que cuenta con una extraordinaria vista al lago.

Es tan extenso que se comparte con otras residencias pero se encuentra lejos de la de Darrell, y esas aguas son de un color turquesa pero en las noches con la luz de la luna se vuelve azules, un fenómeno bello de presenciar al igual que una aurora boreal en el cielo. Si eso es pequeño entonces, ¿qué será grande para alguien como Darrell?

—¿Por qué hice tal cosa?—Sigue cuestionando su raro actuar.

‹Últimamente no le estado haciendo caso a mi cerebro ni mucho menos a mi racionalidad sino que, me he estado dejado guiar por mis raras emociones en mí... ¿Tengo emociones para empezar? Estoy tan acostumbrada que me digan que soy alguien de sangre fría que no sé si tendré sentimientos como tal. Ni siquiera llore cuando se murió mi mamá.

No lo ví necesario porque ya nos habíamos dicho todo, hicimos tantas cosas juntos y mi madre también expresó que no quería verme llorar, en el fondo sabía que sería complicado que salieran lágrimas de mis ojos quizás por es lo pidió.

De igual no digo que no se me estrujó el pecho porque su sucedió, se sintió al igual que tener una grúa estacionada en tu pecho. Sin embargo, no ninguno de nosotros tres tenía arrepentimientos. Él fue el mejor de todos nadie tiene ni tuvo la dicha de tener una madre como la que tuve yo. Fuí un excelente hijo que nunca le causó problemas, ni le hizo pasar vergüenza. Y padre, él siempre fue un gran esposo aunque un pedacito de su corazón siempre lo a tenido su primer amor.

Mi madre lo sabía y lo entendía porque él también había vivido algo similar a lo que vivo mi padre, la única diferencia que el primer amor de mi madre murió a sus 18 de una enfermedad incurable.

Por eso al morir mi madre le comento a mi padre que debería ir a buscar a su primer amor que no sintiera que le estaba traicionando porque no sería así. Esperaba que alguien le hiciera compañía al ya no estar él, sin embargo mi padre no lo hizo y tenía pensado guardarle luto para siempre a mi madre.

Alguien tenía que cumplir el deseo de mi madre y ese fuí yo, tres años después de su muerte trasladé la empresa principal a ese país donde se encontraba esa persona, me lleve a mi padre sin decirle que ese hombre vivía allí. Si se encontraban y sentían algo ya sería su problema el profundizar.›

Levanta su mirada volviendo a observar ese joven de relajada expresión, aceptado lo que ya sabía que ese joven de dorados cabellos es quién lo esta desarmando. Pelando capa por capa su coraza que ha tenido desde que nació, esa que no le permitía a nadie llegar mas allá de lo permitido. Sin embargo, sin ser su intención Malik ya había atravesado varias capas.

Mas pronto que tarde estaría sosteniéndo en sus manos el corazón de Darrell, lo mas extraño para Darrell es que no tiene miedo que lo dejen caer al momento en que Malik sostenga su corazón. Es más, tenía la certeza que eso nunca sucedería.

—No pensará que lo secuestre cuando él despierte, ¿verdad?—Por medio segundo sudo frío ante tal posibilidad.

No quería convertirse en un depravado aprovechado enfrente de Malik aunque de exhibicionista no será bajado por mucho tiempo, mas cuando en estos momentos solo viste una bata, una que le queda algo ajustada tanto que no se puede cerrar del pecho exponiendo esa humedad piel. Darrell no tenía mucho de haber salido de la ducha y su cabello plateado aun posee humedad.

—No creó que despierte todavía por lo que debo de ir a cambiarme antes de que eso pase.—Deja de estar sentado para ir al walking-clóset.—¿Eh?—Detiene su caminar a unos cuantos centímetros de la cama.—¿Eso es?—Mueve su nariz al percibir ese leve olor a uvas otra vez.

Sus inexpresivos ojos cambiaron al instante en que su olfato entró en contacto con ese ligero aroma, volviéndose tan brillantes y profundos que parecía que ese plateado se mezclo con un nuevo color, volviéndose un azul plata para ser mas exacto.

—Otra vez ese olor.—Inclina su rostro muy cerca del contrario, siguiendo esa línea delgada.—¡¿Uh?!—Se paralizó al encontrarse con la somnolienta mirada entreabierta de Malik.

‹Eso me sorprendió mucho no me esperaba esto, siendo casi atrapado o mas bien a poco de olfatear bajo su barbilla, cerca de su cuello... ¿Soy un perro?› Se cuestiona.

Darrell quiso alejarse de Malik antes de que logra despertar por completo, no quería que llegase a ser malinterpretar. Sin embargo, no fue tan rápido como las manos del joven alfa.

Ese repentino o audaz acción agarró con la guardia bien abajo a Darrell, estremecido y no solo su latente corazón sino que cada rincón de su perplejo ser. Sin poder asimilar que su rostro fue sujetado por Malik sin la intención de soltarlo, sintiendo no únicamente la temperatura tibia de sus manos sino que también la respiración del contrario respingado sobre sus labios. Asi de cerca estan sus labios de los del joven.

—¿Un lobo plateado?—Hablo entre dormido y despierto confundiendo el rostro de Darrell con la de un lobo de verdad, creía estar soñando.

¿Por qué estoy soñando con un lobo? Es como si estuviera haciendo contacto visual con la fría y despiadada mirada de Darrell, pero extrañamente cálida. ¿Es acaso que mi subconsciente está asociando el lobo plateado con la protección?

—Tienes su mirada malhumorada.—A penas y fue audible lo que expresó, pero Darrell lo escucho de igual manera.

"¿Acaso tuvo de mascota a un perro anteriormente?" Se cuestiona Darrell porque a su ver los lobos seguían siendo perros, de raza y clase si, pero seguían siendo perros. Y, a pesar que se le estaba confundido y siendo tratado como uno; Darrell no parecía sentirse disgustado ni porque sus mejillas son apretadas como si fuera el pelaje sedoso de un animal.

—Que suavecito.—Sonríe ampliamente y ese par de colmillos blancos quedaron expuestos.

—Deslumbrante.—Expreso e idiotizado.

Al igual que una poderosa flecha fundida en fuego ardiendo atravesó su pecho sin su permiso, sin poder evitarlo las incontrolables flamas poco a poco fueron abrazando su frío y ya no tan impenetrable corazón. Así se sintió Darrell al ser intoxicado con la radiante y tan cegadora sonrisa. Esa que a sus ojos era la más hermosa que había visto la cual sin duda se volvió su favorita.

—Ven aquí.—Lo sujeta con fuerza del brazo.

—¡Esperé..!

—Duerme conmigo.

—¡¡Uh!!—Él solo tiró de mi rostro sin previo aviso y cuando quise detenerme para no caer, ya había caído sobre la cama a un lado suyo. Siendo abrazado al igual que un muñeco de peluche.

Por su mente pasaron tantas cosas y una de ella era que, el ser tratado de esa forma tendría que ser y sentirse humillante. Tenía que poner en su lugar al joven para que no volviera hacer algo como eso, sin embargo sus manos y boca no tenían intensiones de abrirse para decir algo mucho moverse para empujar a Malik.

—Tu aroma me es familiar.—Susurró mientras el sueño lo volvía a vencer, no había duda que su sueño lo confundió con la realidad.

—¿Se durmió nuevamente?—Se pregunta bajito.

Se dió cuenta de ello por medio de la respiración de Malik cayendo sobre su cabeza, era una respiración limpia sin aceleración. Eso le daba la oportunidad a Darrell de levantarse antes que despierte y está vez correctamente. Solo que no era tan fácil como lo pensaba porque al mínimo movimiento el mas joven agregaba mas fuerza al abrazar a Darrell.

‹¿Por qué rayos estoy dudando tanto solo debería de empujar y ya? Me alejaré tan rápidamente que ni sabrá que estuve en sus brazos, pero si tiene el sueño así de profundo significa que no ha dormido bien estos últimos días no puedo solo despertarlo de golpe.› Inconcientemente buscaba excusas creíbles para quedarse ahí, junto a Malik. Tenía pensado quedarse así hasta que el joven alfa lo soltará.

—¡Otra vez ese olor!—Exclamo bajito, moviendo ligeramente su rostro en dirección al cuello de Malik. Siendo azotado por una ligera ola de feromonas.—¿El dueño de la pintura que es mi mas grande tesoro es de Malik?

El plateado de sus ojos nunca se había visto tan brillante, emocionado al confirmar que desde un principio tal aroma pertenecía únicamente a Malik. Y, aunque ya lo confirmo aún así, Darrell quería ir a ver rápidamente la pintura obsequiada por Malik. Oler el suave aroma a uvas que Malik sin darse cuenta suele dejar a sus pinturas.