Blair 

Cada día baja más la guardia conmigo. Es la segunda vez que se atreve a dejarme a medias y pierde el conocimiento cuando nos encontramos en estas. Su temperatura corporal se ha vuelto excesivamente caliente. La mía se encontraba igual, pero no precisamente por sentirme excitada, más bien por el enojo que consumía cada parte de mí ser. 

¿Cómo pudo sentirse así por alguien más, a sabiendas de lo que provoca en mí? Ese sujeto parecía infectado también. Ese olor que emanaba de su cuerpo no lo había percibido antes en nadie. Me causaba repulsión y una ira incontrolable, sentía la necesidad de acabarlo, sino hubiese sido por ser interrumpidas. 

¿En qué momento se infectó? No lo sé. ¿Cómo sucedió? Tampoco lo sé, pero algo me dice que ella tuvo algo que ver. Un descuido, probablemente, pues no conozco a nadie más infectado, aparte de nosotras. 

Aún sentía que la sangre que recorría mi cuerpo estaba hirviendo. No tenía control sobre mi fatiga y sobre esas ansias de hacerla mía. Mi campo de visión alrededor de la habitación se apreciaba borroso, lo único claro que veía era su cuello, es como si estuviera latiendo e invitándome a tomar más de ese fruto prohibido que tan dulce me sabe. 

Tomé aire de golpe, levantándome apresuradamente de la cama y alejándome de ella. Estaba a punto de perder la razón, por eso me vestí y salí de la habitación. 

Hay un olor bastante extraño rondando la casa. A medida que vago por los pasillos, ese olor se agudiza. Ya no sé si está en mi cabeza, pero está a punto de volverme loca. 

Mi destino fue el estudio del primer piso, me encerré para que ninguna de ellas me molestara y pudiera tomar una copa de güisqui y alejar ese olor tan intoxicante con el tabaco. 

Alcancé a ver dos siluetas en la ventana y, antes de lograr alcanzar el arma, pude ver el rostro de dos hombres que jamás en mi vida había visto. Sin apartar la vista de ellos, les di tiempo a que entraran, pues no los vi armados. 

¿Ellos son quienes están segregando ese aroma tan peculiar, que mantiene mis sentidos en alerta? ¿Quiénes son? ¿Cómo lograron acceder a la villa sin ser vistos por mi gente?  

—¿Quiénes son ustedes y cómo demonios se atrevieron a invadir mi propiedad?

—Tiene un olfato muy bueno — el más joven fue el primero que se atrevió a hablar, lucía animado y curioso, aunque no sé de qué. 

—Vinimos en son de paz. Estamos del mismo lado. Le pido una disculpa por invadir su casa de esta manera, no somos ese tipo de personas, pero sobre todo, nos disculpamos por presentarnos tan tarde— se sacudió el traje varias veces y luego se enderezó—. Mi nombre es Dereck Preston y él es mi hijo Ian. Asumo que ese apellido le resulta familiar, ¿no es así? 

¿Preston? ¿Ese doctor? Los repasé con la mirada. Nada más con oír ese apellido, todo mi cuerpo experimentó una furia infernal. 

—Wow, calma, no vinimos a causar problemas. Como dije, estamos del mismo lado. Un pajarito nos contó sobre lo que le hizo mi padre. Nos ganó la curiosidad y por eso no pudimos quedarnos de brazos cruzados. Ese pajarito nos trajo aquí.

—Bueno, en realidad fueron tus feromonas y ese aura tan fuerte que emana de ti— dijo ese tal Ian—. Tienes un gran bulto sobre tu espalda. Pesa mucho, ¿verdad? 

No entiendo su pregunta. Su mirada es demasiado penetrante, se siente como si pudiera ver detrás de mí y por eso soy incapaz de bajar la guardia. Ni siquiera me conoce y me está tuteando. ¿Quién le ha dado el permiso para hacerlo? 

—No eres enteramente como nosotros, pero cargas algo nuestro. Queremos ayudarlas, a ti y a tu pareja. 

—¿Pareja? — enarqué una ceja confundida. 

—Sí. Hablo de la misma mujer que acaba de entrar en celo y su debilidad no le permitió responder a tu estimulación. 

—¿Cómo demonios sabes todo eso?

—Tus feromonas son bastante fuertes, nos está volviendo locos a nosotros dos, pero ella está tan débil que no podrá responder como debe o quiere, al menos no, hasta que comience a alimentarse adecuadamente. Tú posees lo que ella necesita y viceversa, pero percibo una rivalidad entre ustedes; una rivalidad que es igual de fuerte a ese vínculo que las une. He sacado un tema de interés para ti, ¿no es así? ¿Ahora sientes curiosidad y ganas de atendernos?