No podía permitir que esa mujer me dañara el día, por eso quise endulzarme la mañana con mi taza de café. Aunque es mi día libre, al mediodía acudí a mi oficina en busca de sentarme con calma a buscar información sobre los nombres que esa mujer me dejó por escrito.

Benjamín tocó la puerta, como hace la mayor parte de los días para buscarme conversación.

—¿Se puede?

—Sí, claro.

Cruzó la puerta de lado, pues sus fornidos brazos no le permitían pasar sin llevarse uno de ellos enredado.

—¿Cómo estás?

—Bien, ¿y tú? — le hablé, sin apartar la mirada del ordenador.

—Bien. ¿Qué te trae con tanto afán por aquí? Digo, si se puede saber. Pasaste de largo, a pesar de habernos cruzado en el pasillo.

—Lo siento. Tengo la cabeza en otro mundo.

—Y vaya que lo he notado — se recostó de la puerta, cruzándose de brazos y sonriendo burlesco—. Oye, rizitos…

—Estoy en algo importante. Por favor, sé rápido, ¿sí?

—Solo quería felicitarte por tu ascenso. Has luchado mucho por esto y realmente te lo mereces.

—Gracias, Canito.

—El agt. Salvatierra nos convocó en la mañana, al parecer hallaron un nuevo laboratorio de drogas sintéticas, supuestamente vinculado a la operación Venom Scars.

—Esa gente son peor que una plaga. Contaminan las calles y a nuestra gente. Me reuniré con el agt. Salvatierra para enterarme de todos los pormenores. Gracias por avisarme.

—¿Quieres un café? Se ve que no has descansado nada.

—Aunque tomé uno esta mañana, tomarme otro no me vendría mal. Gracias.

—Ya te lo traigo— salió de la oficina, cerrando la puerta detrás de él.

Vicente Evans; director de la prisión Guerrero. A leguas se le nota lo corrupto. Conozco los de su clase. Tengo dos maneras de investigar más a fondo a este sujeto. Lo bueno es que no necesito permiso para encontrarme con él y me muestre la institución, ahora bien, necesito dar con el nombre y la información de esa mujer. Solo así podré estar un paso más adelante de ella. En esta misma semana pienso coordinar una cita con ese sujeto.

Nicolás Preston; ese apellido me suena familiar. Creo haberlo escuchado antes, aunque no recuerdo en dónde. En busca de información, logré dar con algunos detalles. Durante su larga carrera científica, obtuvo gran reconocimiento por sus valiosos aportes. Era un científico aficionado, quien falleció debido a una muerte cerebral hace más de treinta y dos años.

¿Cómo puede esa mujer alegar que ese hombre está vivo? Es evidente que con la edad que tenía, más el haber sido diagnosticado con muerte cerebral, ya no hay nada que se pudiese hacer por él.

Según la información que logré encontrar, no hay nada que señale que ese doctor haya hecho algo indebido. Al menos con la ley nunca tuvo ningún problema.

Entre los artículos que encontré me llevaron a una reconocida constructora. Los apellidos del propietario concuerdan con el suyo, es por eso que lo busqué por separado y pude constatar que él es el hijo de ese doctor.

Aparecía mucha información detallada, fotos y vídeos de ese Dereck Preston. Lo más extraño es que la edad no concuerda con su apariencia. La edad en los archivos dice que tiene sesenta y dos años, pero se conserva como un joven apuesto. Su piel blanca y tersa, no encaja. Hay personas que logran conservarse en forma, ya sea gracias a cirugías, pero hay detalles que por más que se trate de ocultar, es difícil, hasta imposible de hacerlo.

Su esposa, quien aparece en varios artículos, acompañando a su esposo en dichos eventos, luce igual de radiante, joven y perfecta. Algo en todo esto no cuadra. Ni la edad, ni sus rostros. Necesito investigar más sobre estas personas.

Benjamín entró a mi oficina cargando una gigante corona de rosas negras, las cuales me causaron cierta disconformidad e inquietud.

—Perdona la tardanza, rizitos. Hace un momento dejaron esto para ti. Lo pensé mucho para traerlo.

—¿Y eso? ¿Pasó la revisión?

—Sí, y todo está en orden.

No había remitente, en la tarjeta solo estaba escrito mi nombre junto a una evidente amenaza: «Serán las mismas que habrán en tu funeral».

¿Quién me envió esto? ¿Cómo supieron que vine a trabajar, si es mi día libre? De tantos enemigos que tengo, me tomará algo de tiempo investigar quién está detrás de esto.