Capítulo 33: Sus padres.
Penúltimo capítulo.
—La mamá de Daylen era una perra traidora. Se hacía pasar por santa, pero le fue infiel a su esposo. ¿Sabes con quién? —aguardé silencio esperando que continuara—. Con tu padre. Álex después de la muerte de tu madre quedó devastado, ella siempre trato de estar para él "con buenas intenciones". Ya ves que no, solo se aprovechó de su vulnerabilidad para enredarlo en sus sucias...
—No sé si creerte —la interrumpí un poco molesta.
—¿Por qué no?
—Hablas cómo una resentida —solté ganandome una mirada de odio aún mayor por parte de ella.
Se rió sin gracia decidiendo ignorar mi comentario para seguir con su historia.
—Ella fue la primera en morir —hizo una pausa—. Espera, en realidad no. El primero en morir fue el esposo de Dannya en un accidente automovilístico, pero el no tenía poderes como los demás. Unos años después murió Dannya, pero yo no tuve que ver con eso. O tal vez sí. Ella estaba un poco loca, su habilidad tenía que ver con el futuro y en vez de dominarla la habilidad la dominó a ella —se encoge de hombros restándole importancia—. En fin, un tiempo después de que ellos me dejaron de hablar le hice una visita a Conny que de seguro recordarás como Jenny —fruncí el ceño—. No me trató bien, ni siquiera quiso hablar conmigo. Incluso intento atacarme y huir. Después de tantos años de amistad y un tiempo sin vernos me recibió así —hizo una mueca como si le doliera ese hecho llevándose de forma dramática una de sus manos a su pecho—. Sin embargo, eso no me importo porque hice que me escuchará y luego me deshice de ella como tanto había añorado hacer.
—¿La mataste? —me miró con una gran sonrisa en el rostro.
—Uno de los mejores días de mi vida.
Retrocedi unos pasos un poco perturbada, ¿Si eso le hizo a la mamá de Daylen qué pasó con los demás padres?
»Te responderé a tus dudas —¿Me está leyendo la mente?—. Sigamos con Jaspe; sus padres no tenían poderes por lo tanto no eran aptos para criarla, además no la quisieron al enterarse que era diferente. Así que la crío su tía, a pesar de que solo era una niña criando a otra. Ella era la más jóven del grupo, ni siquiera debía formar parte de el, pero como era la encargada de Jaspe la dejaron unirse. Contrario a lo que me gustaría decir nunca logré dar con su ubicación, es una pena, me encantaría decir que la maté. Lo último que supe de ella es que vivía con una mujer como su pareja —arrugó la nariz en señal de desagrado—. Por su habilidad no pude dar con ella, pero un día estuve muy cerca.
¿Que clase de habilidad tendrá la tía de Jaspe?
»Amatista —pensó un momento—. Cuando ocurrió la razón por la cual el grupo se dividió, sus padres decidieron mandarla con padres suplentes para que estuviera más segura. Al principio les pagaban por cuidar a la mocosa, pero cuando murieron quedaron sin recibir su pago mensual y al parecer los suplentes se hartaron de ella —siempre me pareció raro que Amatista fuera la única que se criara con ambos padres presentes y resulta que nunca fueron sus verdaderos padres—. El asesinato de sus verdaderos padres fue entretenido, torturaba a uno mientras interrogaba al otro, pero a pesar de que se querían ninguno de ellos confesó lo que necesitaba. Tenían una voluntad increíble para proteger lo que amaban, una valentía y fuerza inigualable. Igual si hubiesen confesado, el resultado habría sido el mismo. Cuando logré dar con la ubicación de sus padres suplentes, pensé que la encontraría con ellos, pero no. Les prometí una buena suma de dinero si me daban su ubicación y aceptaron, pero no la recibieron. También me deshice de ellos, aunque fue aburrido, solo eran un borracho y una mujer que no entendía nada de lo que le decía.
No fue suficiente para ella matar a los padres biológicos de Amatista (los cuales no tuvo la oportunidad de conocer), si no que también mató a los que ella conoció toda su vida como sus verdaderos padres. Padres que la traicionaron. ¿Cómo le diré todo esto a los chicos si salimos de esta?
»Continuemos con los gemelos.
—Son mellizos —dije entre dientes.
—Como sea. Sus padres eran Europeos, uno de ellos venía de una familia muy adinerada, el otro no. Por lo tanto su relación no era bien recibida. Cuando se realizó el intercambio de país de ese año, ellos decidieron cambiar para poder vivir su romance tranquilos. Así fue como llegaron al grupo. Eran todos unos románticos. Cuando ocurrió la división del grupo, Coraly fue muy imprudente al tomar la decisión de quedarse con sus hijos. Discutió con su marido y se fue a un pueblito en Europa con sus hijos a escondidas. Logré encontrarla, pensé que llevarme a los niños sería fácil, pero el pequeño es más poderoso de lo que pensaba. Su madre no le daba las pastillas y los estaba entrando, muy imprudente de su parte —pensé con extrañeza en las pastillas que tomo desde pequeña. La mujer sonrió—. Los niños se salvaron, ella no. Lograron llegar con sus tíos y ellos sí siguieron el protocolo como debía ser.
¿Qué protocolo?
»Su padre pensó que habían muerto al igual que su esposa o que me los había llevado. No recuerdo si llegó a saber que sus hijos vivían. Lo último que supe de él es que se volvió un alcohólico, lo más probable es que allá muerto de una sobredosis, no lo sé. No logré encontrarlo. Los tíos de los mellizos eran insoportables, también los mate.
A decir verdad esa última declaración no me desagrada. Sacudí la cabeza.
—¿No te sientes culpable de haber matado a todas esas personas? Personas que eran tus amigos o conocidos.
—La culpa es algo de lo que me deshice hace muchos años, no me es útil para alcanzar mis objetivos ¿Para que tenerla conmigo si no me sirve? Igual, tu no eres diferente a mí.
—No me compares contigo, no nos parecemos en nada.
—¿Eso crees? Mataste a once de mis hombres sin remordimiento alguno.
—Eso no... No es lo mismo.
—Vive en ignorancia si es lo que quieres. Sigamos con el traicionero de Dedrick. Le di trabajo a ese chico y me traicionó. Yo sabía quién era cuando lo contraté y lo hice porque sabía que el experimento saldría bien con él por haber nacido de padres pares. Fue una completa decepción y sorpresa cuando a medida que crecía no mostraba sus habilidades.
Al ver que no continúo pregunté: —¿Y sus padres?
—Murieron en un incendio, ese día no tenía mucho ánimo para conversaciones tontas. El fue criado por sus tíos. Uno lo mató él y la otra desapareció con un dinero que él le dió. Es una lástima, me hubiese gustado divertirme con ellos, aunque no poseían habilidades y hubiese sido aburrido. Espero y mis hombres no lo maten, me gustaría hacerlo yo misma.
Apreté los dientes molesta con esta mujer, por todo lo que me contaba, por su falta de empatía, por haber matado a los padres de mis amigos, los padres de mi familia sin remordimiento alguno. Por su manera de expresarse, por su estúpida cara, por esa mirada de odio que me resulta tan familiar y que detesto...
—Apaga esa llama, pequeña. Falta más historia.
Apreté los puños.
»Mmm, ¿Quien me falta? —dijo cómo si lo estuviera pensando mucho. Cómo si le divirtiera—. Conor, el padre de Daylen. Unos días después de que su hijo se fuera de la casa con Jaspe, lo encontré. El sabía que llegaría, me estaba esperando. No tenía mucho que perder, estaba muriendo. La tía de Jaspe estuvo en esa casa un poco antes de que yo llegará, logró escapar —esa declaración no le agradaba—. Quedamos él y yo, pensé que sería fácil, pero él estaba más preparado de lo que pensé. Me tenía una trampa, perdí dos dedos y me quedó una cicatriz terrible en la cara —en el holograma apareció la cicatriz. Ocupa casi todo el lado izquierdo de su cara. Antes no la había visto, de seguro la cubría con maquillaje o algún tipo de máscara—. Le disparé y vi como se iba desangrando mientras le contaba lo perra que fue su esposa y como la maté. En ese momento mi equipo encontró a su hijo, él lo supo y le conté como sería su vida y cómo moriría. Daylen amaba a su padre, será muy triste para el cuando sepa está noticia, al menos que ya esté muerto.
Me sentía cada vez peor con las cosas que me contaba. No me veía con la suficiente valía para plantarme enfrente de los chicos y contarles todo esto. Los destrozaría.
—No morirá ninguno —dije rabiosa. A mi mente vino un pensamiento, ¿Cómo no lo pregunté antes?—. ¿Quien fue la chica que intentó hacerse pasar por mi y robarme mis pensamientos y recuerdos?
Su mueca de autosuficiencia vaciló por unos instantes.
—Es alguien importante para mí.
—Tu hija.
—La lastimaste, pagarás por eso —dijo en voz lenta y baja. No lo confirmo, pero estoy segura—. O mejor dicho, ya lo haz hecho.
Fruncí el ceño confusa de nuevo.
»Pasemos a tu familia. Ya sabes cómo murió tu madre, aunque esa no es la historia completa. Pudo haber sobrevivido, pero yo me encargué de que no lo hiciera. La envenene sutilmente por años. Iba a hacer lo mismo contigo, pero lastimosamente no pude —retrocedi un paso—. A tu padre lo amaba, yo era la indicada para él, pero nunca lo vió con la claridad que yo si. A pesar de que tú madre ya no estaba seguía sin verlo y prefirió a Conny antes que a mí. A esa cualquiera, por eso la maté con tanto gusto. A todos, por haberme dado la espalda, por haber preferido a tú madre antes que a mí. Cuando ella siempre fue la mala.
»Cuando visité a tu padre, unos días después de la muerte de Conny, le dije que se viniera conmigo, que podíamos hacer un futuro juntos y empezar de cero. Estaba dispuesta a criarte con tal de tenerlo a él, pero no quiso. A pesar de que lo amaba lo mate, lo prefería muerto a qué me odiara como lo hacía.
Mi padre. Recordé como me llamaba "mi azulita" Se me llenaron los ojos de lágrimas.
—Estás mal, estás muy mal —dije retrocediendo.
—Eso no es todo —su sonrisa se ensanchó—. Yo fui la responsable de la muerte de Aythiri.
—No, no... Eso no... Eso no tiene sentido. Él murió de causas naturales.
—¿Segura?, ¿Los recuerdos de su muerte te parecen naturales?
A mi mente vinieron un montón de recuerdos que no pude frenar, recuerdos que estuve manteniendo ocultos en lo más profundo para que no resurgieran y ahí estaban haciendome daño.
No paraban de brotar lágrimas de mis ojos, sabía que el campo de fuerza estaba fallando. Debía mantener la compostura, por los chicos.
«Todo esto ha sido por ellos», me repetía.
Una sensación se apoderó de mi cuerpo, algo que tenía tiempo que no sentía. Me llene de pánico al saber lo que significaba, mucho pánico. Voltee y a pesar de que no lo veía sabía que ahí estaba.
«Va a morir, le van a hacer daño»
—Mi pequeño niño, cómo ha crecido.
El color desapareció de mi rostro y supe que el poco control que mantenía en el campo de fuerza se esfumó. Se desvaneció.
Capítulo dedicado a CarolinaBosiga ❤️...
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