Capítulo 21: ¿Cuándo aprenderás?
Habían transcurrido varios minutos desde que me senté en el jardín para relajarme un poco. Estaba frustrada, no entiendo porqué razón no le caigo bien. Sé que he sido un poco odiosa con ella, también que le he puesto desafíos en más de una ocasión en contra de su voluntad, pero es porque quiero que sea fuerte y este igual de preparada que los demás. No quiero que sea indefensa, solo quiero que aprenda a defenderse y deje el miedo. Que esté preparada para lo que puede llegar a pasar.
Escuché pasos acercándose que me sacaron de mis pensamientos. Voltee a ver de quién se trataba, supuse que alguno vendría, pero sinceramente no pensé que fuera a ser ella y no solo porque no quería hablarle, tampoco quería verla.
—Oye, lo que dije abajo no es cierto. No creo que trabajes con ellos —Émeraude se acercó y se sentó, lejos de mí.
No le creía, no estaba siendo sincera, se notaba. Respiré profundo, tengo que llevarme bien con ella me repetí unas cuantas veces antes de responderle.
—Tranquila, te comprendo, no nos conocemos lo suficiente —dije dejando de lado el hecho de que lo que dijo no fue sincero—. Podríamos tratar de conocernos más.
—Esta bien —se callo unos segundos—. ¿Te gusta mi hermano?
No me esperaba para nada esa pregunta.
—Claro que no —tal vez respondí un poco más rápido de lo que me gustaría—. Digo, ¿Por qué me gustaría? Apenas y nos conocemos ja, ja —¿Que me pasa? Me aclaré la garganta—. ¿Que hay entre Daykon y tú?
Cambie muy apresuradamente de tema, lo sé, pero no es momento para pensar en eso además no está mal saciar un poco mi curiosidad sobre esos dos.
—No pasa nada —respondió a secas, pero noté algo de dolor en su mirada.
Arquee una ceja, obviamente no le creía.
—Claro y yo no tengo poderes.
—De verdad no pasa nada —voltee a mirarla—. Puede que tal vez haya pasado algo, pero terminó. Él y yo no podemos estar juntos —murmuro lo último, pero yo la escuché.
—Eso último parece que te lo dices a ti para tratar de convencerte de algo.
—No trato de convencerme de nada, es la verdad.
—¿Y por qué no pueden estar juntos? —pregunté entornando los ojos.
—Somos muy diferentes, mis tíos jamás me permitirían estar con él —dijo en un susurro bajando la mirada hacía sus manos.
—No eres una niña, puedes tomar tus propias decisiones —fruncí el ceño—. Además, ¿Por qué ellos no lo aceptarían? Daykon es un buen muchacho y... —me callé abruptamente al ver la mirada que me estaba dando, de alguna manera lo comprendí, pero en este momento no me interesaba saber si todos teníamos una conexión más fuerte de lo que pensaba, me interesaba más aclarar lo que estaba pensando.
»Dime que no es por lo que creo —dije, no recibí respuestas.
»¿Tu piensas igual que ellos? —nego levemente con la cabeza sin mirarme.
—No lo entiendes, Zafiro. Mis tíos son lo único que tengo —al decir eso su mirada no reflejaba nada, no reflejaba cariño, mucho menos amor. Es una mirada vacía, dura.
—Tus tíos son unos idiotas —solte sin más—. Son malas personas. Discriminar a alguien por su apariencia o clase social no te hace buena persona.
»Todos de alguna manera somos iguales, no somos más ni menos, al menos que con nuestras acciones cambiemos eso. Yo no juzgo a las personas rápidamente, al menos no por su apariencia o por si tienen mucho o poco, pero si por su corazón. Tus tíos son una basura, personas que no valen la pena y si tú piensas igual que ellos tampoco lo vales.
»Daykon es una persona maravillosa, si no puedes apreciar eso no lo mereces.
—¿Tú si? —me miró desafiante.
—Tampoco —dije con sinceridad—. Pero créeme que si tuviera su amor no me importaría lo que opinen los demás, trataría de ser mejor por él.
—Tu no los conoces, Zafiro.
Espere que agregara algo más, pero no lo hizo. Su respuesta evidentemente no me complació.
»Ya es hora de madurar, Émeraude —dije después de un rato en el que estaba tratando de calmar un poco mi respiración—. No eres una niña, no puedes regir tu vida por lo que los demás quieren que sea. Porque eso no es vivirla.
Me alejé unos pasos. Émeraude susurro algo, pero no logré escucharla. Me gustaría preguntarle qué dijo y tratar de ser más empatica, pero mi paciencia con ella en este momento es nula y mi lado impulsivo está en su apogeo.
»Por cierto, dudo que vuelvas a ver a esos tan preciados tíos tuyos en un tiempo bastante largo —solté esas palabras con algo de veneno sin voltear a mirarla.
Lo de llevarme bien con ella se fue al carajo. Es una idiota, pero puede cambiar. Todos tenemos la capacidad de mejorar, solo hay que saber aprovecharla.
***
Ya paso más de un día de la acalorada discusión que tuve con Émeraude. Estuve evitandola lo más que pude, también a los chicos. No había salido mucho de la habitación, pero ya era hora.
Hoy nos tomamos las últimas cápsulas seguras. Ya es hora de salir de esta burbuja a la que me he estado aferrando, de emprender el viaje para saber si tenemos la suerte de llegar a tiempo o no.
Salí de mi habitación con las cápsulas en la mano. Al llegar a la cocina los ví a todos, están reunidos en ella, perfecto. Dejé las cápsulas en la mesa.
—Por fin sales de tu cueva, ¿Que tal estuvo la hibernación? —rode los ojos, Amatista siendo ella.
—Ya llegó el fin y el comienzo de la temible semana —dijo Jaspe observando lo que puse en la mesa con horror.
—Todavía no es la temible semana, está sería la semana decisiva —dije llenando vasos con agua.
—Eso me calma enormemente —suspiró Amatista agarrando su cápsula y tomándola.
Todos copiamos la acción.
—Dominaron sus habilidades, creo que eso merece una celebración —dije con un encogimiento de hombros soltando lo que llevaba considerando estos últimos días.
—¿Estás segura? —pregunto Daylen con cautela.
—No puede ser peor que la otra vez, además nos lo merecemos.
Dije preparándome para salir de la casa, pero me detuve.
»Necesitamos dinero, ya vuelvo.
Me dirigí a mi habitación, pero me pare frente a la puerta a medio abrir acordándome de que ya no había dinero guardado en mi habitación, di media vuelta y entre en la de Dalton.
Encontré fácilmente un poco de dinero metido en un cuaderno, un cuaderno que me traía recuerdos que decidí ignorar. Cuando estaba por salir mi mirada se desvío al libro. En un acto inmaduro lo saqué de mi habitación porque no soportaba verlo.
No nos ayudó en mucho, solo a saber que nuestras habilidades son heredadas, cosa que ya de alguna manera todos sabíamos en el fondo. ¿Por quién? Un familiar, no es preciso.
De Émeraude algo referente a la sanación y la destrucción, lo primero sé perfectamente que es por su habilidad, pero ¿Destrucción? No tiene sentido. Sobre Jaspe también algo referente a su habilidad. Acertijos, eso es lo que hay en esas páginas.
De mi nada, de Amatista nada.
Tal vez esas páginas no son tan importantes como siempre pensé. De todos modos el que las bloqueo fue Aythiri, en el cual no he querido pensar. Quizá era solo un loco, un loco que me mintió y en el que creí.
Posiblemente nada de lo que dijo sea confiable, ¿También me habrá mentido con respecto al lugar donde pensamos dirigirnos? Puede que ni exista. Sino existe... ¿A dónde iremos? Por Dios, ¿A donde iría Dalton?. Negué con la cabeza borrando esos pensamientos. Estoy paranoica. Dalton está bien. Además no todo pudo ser mentira.
Sali rápidamente de la habitación, todos estaban esperándome para salir, sin embargo mi mirada se desvío a Émeraude y Darek. Parecía que discutían, pero con la mirada, no es la primera vez que los veo haciendo algo así. Eso de alguna manera comprueba que se comunican telepáticamente, no es solo cosa de mellizos, es una habilidad.
Comprobé algo que ya sabía y aunque debería hablar de esto con ellos preferí salir de la casa siendo seguida por el resto. Pensé que alguno querría quedarse en casa, pero no.
No quería pensar en habilidades, el enfrentamiento, mentiras o el estúpido libro. Solo quería relajarme y compartir sanamente con ellos, finjir que somos un grupo de amigos con problemas normales.
[...]
—¿Recuerdas cuando dijiste que no podía ser peor? Supongo que lo recuerdas, fue apenas hace unas horas y ya sabes que si lo fue. ¿También debes recordar cuando pensaste que esas páginas del libro eran inútiles? Pues descubriste que no lo son. Debiste prestar más atención. Debes aprender a prestar más atención así sea a lo más mínimo. Querida Zafiro... ¿Cuando aprenderás a no suponer o afirmar algo antes de tiempo?, ¿Cuando aprenderás a no ignorar las pequeñas cosas?
Primer capítulo del ✨2024🎉, sé que es algo corto ;( En fin, ¡ya estamos cada vez más cerca del final ;)! Eso me emociona y me pone nostálgica al mismo tiempo jsja.
¿Qué creen que vaya a pasar?...
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