No me sorprende ver que Amatista también fuma. Observé la cajetilla de cigarros que tiene en el bolsillo, me traía recuerdos, no muy buenos.

—¿Quieres uno?

—Ya no fumo.

—Al parecer es una decisión que no tomaste solo por ti, ¿Por qué dejaste de hacerlo?

—Le estaba haciendo daño a personas que quería.

—¿Entonces lo dejaste solo por eso?, ¿Por otras personas?

—No precisamente, ver el daño que les estaba causando con mis decisiones me hizo darme cuenta del daño mayor que me estaba haciendo a mi misma. ¿Sabes lo jodido que es ver a la persona que amas destrozada por tú culpa? Un dolor que pudiste evitar, que no era necesario causarlo.

—Entiendo ese sentimiento —suspiró—. No era solo cigarro, ¿Verdad?

—No. La curiosidad no siempre es buena, ni tomar decisiones con emociones negativas o fuertes. ¿Estás mal? En vez de recurrir a psicotrópicos: sal a caminar, habla con alguien, escribe, despeja la mente antes de tomar cualquier decisión, ve a un psicólogo. Un consejo que me dieron y me hubiese gustado seguirlo. Suena fácil, pero en realidad ese es el camino difícil, lo fácil es tratar de evadir la realidad.

»Eso —dije señalando el cigarro que tiene en su mano—. Te puede hacer sentir bien por un momento, pero ¿Y después qué? ¿Cada vez que te sientas mal vas a recurrir a esto y ya? ¿No piensas buscar una solución al problema en vez de evadirlo siempre? Te puede ayudar en el momento, pero solo eso, un momento, un tiempo corto, y la vida es muy larga para estar evadiendo siempre las cosas. No te diré que es fácil, porque no lo es, pero tampoco es imposible.

—Debiste ser psicóloga —dijo tirando el cigarro al piso y aplastándolo con su zapato—. Se me quitaron las ganas de fumar, deberías darle está charla a Darek.

Me reí un poco, ella esbozó una sonrisa.

—Bien, ¿A qué viniste? Porqué no creo que solo haya sido para tener una conversación amigable conmigo sobre cigarros, además tienes un enorme moretón en la cara.

—No recuerdas lo que pasó hace una hora.

—¿Por qué eso me suena a una afirmación y no a una pregunta?

—Porqué no es una pregunta. Esto —me señalé el moretón—, me lo hiciste tú, y también unos cuantos más en el abdomen. ¿Qué es lo último que recuerdas?

—Yo... Estábamos hablando sobre mi posible habilidad.

—Tu habilidad o mejor dicho habilidades, ya las tienes, pero no sabes controlarlas. Puedo dar fé de ello —hice una mueca.

—Pero, ¿Por qué no recuerdo nada?, ¿Qué pasó?

—Hicimos una prueba, solo que se nos salió un poco de las manos. Las habilidades no se deben usar con emociones negativas, nunca. Son muy poderosas, demasiado, y pueden causar cosas terribles si no las usamos correctamente

—Lo dices como si te hubiese pasado —dijo alzando una ceja.

—No, claro que no —negué con la cabeza—. Aythiri me ha contado cosas.

—Aythiri fue el que te crío a ti y al tal Dalton, ¿Verdad?

—Sí —decidí cambiar de tema—. Hablaste un poco sobre la pelea que tuviste la noche que te encontraron —Amatista se tenso un poco, raro, pero no pensaba hacerle preguntas sobre eso al menos que sea necesario—. Esa pelea fue la que activo la escencia de magia suficiente para que te encontraran.

»Comentaste sobre las emociones que sentiste en el momento, te concentraste en ellas, Daykon las intensificó y se salió de control.

—¿Y por qué no recuerdo nada de eso?

—Usé mi habilidad para que me dejarás de atacar, te desmayaste y eso ocasionó que no recordarás algunas cosas que pasaron antes. Lo de ocasionar desmayos y perdidas de memoria cortas con mi habilidad es algo que todavía no sé controlar, lo he hecho en pocas ocasiones, pero al menos lo tuyo duro poco.

—Eso significa que en otras ocasiones le a durado más a otr...

—Tus habilidades son la clarividencia de combate y el combate mejorado —dije interrumpiendola—. Pero, tu habilidad con el combate mejorado es diferente a otras, es más avanzada. Con ella incluso puedes poner a tu oponente en un tipo de trance en el que se le olvida como pelear y defenderse.

—Por eso te vencí.

—Me venciste porque yo no estaba usando mi habilidad, si hacemos una pelea de habilidades yo te ganaría.

—Quiero ver eso —se cruzó de brazos.

Iba a responder, pero alguien nos interrumpió.

—¡Chicas! —volteamos al mismo tiempo para observar a Daykon—. Zafiro, tienes que entrar, descubrimos algo.

Lo primero que ví al entrar fueron unas hojas con rayones esparcidas por el suelo, luego ví a los chicos rodeando a Émeraude.

—¿Qué sucede?

—¡Ya sé cuál es mi habilidad¡ La noche en la que nos emborrachamos me hice un corte mientras cocinaba, no recordaba eso porque estaba ebria, pero Darek lo acaba de recordar —pusó su mano frente a mí—. Me corté está mano y como puedes ver no tengo nada, es como si no me hubiese cortado.

—¿Crees que posees la habilidad de la curación acelerada? —asintió—. Las personas con esa habilidad también tienen la de curar a otros —hubo un momento de silencio—. Hay que comprobarlo, voy a apuñalarme y tú debes curarme, no hay más opciones.

—¡¿QUÉ!? —todos me miraron inmediatamente.

—Es broma chicos, cálmense. Te pusiste pálida, Émeraude —solté una carcajada.

—No es gracioso, Zafiro.

—En realidad si lo es, debiste ver tu cara —dijo Amatista aguantando la risa.

—Ustedes en un momento las vemos casi matándose y al otro parecen amigas. Así dicen que no son complicadas.

—No lo somos, lo que pasa es que ustedes los hombres suelen tener un coeficiente intelectual nulo a la hora de entender cosas que son obvias —Émeraude miraba a Daykon fijamente.

A veces me gustaría tener la habilidad de leer mentes. Me aclaré la garganta.

—Empecemos con algo fácil, utilizar esa habilidad no es tan complejo, requiere mucha concentración y puede llegar a ser desgastante. Intenta desaparecer este moretón.

Claramente si Émeraude ya tenía su habilidad desarollada iba a aprovechar para deshacerme del feo moretón que Amatista me dejó en la cara.

—Ya te quieres deshacer del hermoso regalito que te dejé —hizo un puchero.

Rodé los ojos.

—Vale, ¿Entonces solo pongo mi mano aquí y me concentro?

—Sí.

Pasaron alrededor de cinco minutos y todavía no ocurría nada. Estaba apunto de decirle que tal vez esa no era su habilidad, que solo estaba confundida, pero empezé a sentir un cosquilleo en la cara, Émeraude abrió los ojos, se le veían verdes, un verde muy intenso. El color natural de sus ojos es un verde muy claro, eso significa que si está usando su habilidad.

Lo que no entiendo es por qué a las chicas les cambia tanto el color de los ojos y a los chicos no.

Alejo su mano y me lleve la mía al rostro, ya no me dolía, los demás se acercaron a observarme mientras Émeraude sonreía orgullosa.

—Esto es magnífico, pero no te librara de los entrenamientos, deberás entrenar incluso más, ya que no te podrás defender curando a los demás.

Puso una mueca. Un poco cruel, pero es la verdad.

»Debes tener cuidado de no excederte con tu habilidad, puedes ayudar a otros y eso es magnífico, pero no podrás ayudarlos con cualquier cosa ya que eso te puede causar daño a tí. Esto gasta mucha energía, puede debilitarte y aunque el ayudar a otros es algo hermoso, tu salud es primero, tenlo en cuenta.

Asintió.

»Necesito hacer unas cosas, tendremos una reunión antes de la cena.

Dije y me retiré a mi habitación. Era sorprendente que ya supiera las habilidades de todos, puede que no completamente, todavía faltan algunas por descubrir y cosas que explorar a fondo, pero era un gran avance.

No por haber avanzado tanto en poco tiempo me iba a detener, al contrario debemos entrenar más y empezar cuánto antes las pruebas de sus habilidades.

No nos han encontrado todavía, pero eso no quiere decir que no tarden en hacerlo y debemos estar preparados.

Capítulo dedicado a: DrawinAvgII 🤗.