Capítulo 13: Cuando yo lo decida.
Anoche después de descubrir lo de Daylen se lo conté a los chicos que al igual que él estuvieron sorprendidos. Increíblemente hoy se despertaron súper temprano para practicar, llevamos aproximadamente dos horas practicando defensa. Daykon es muy bueno en esto, a Émeraude y Daylen les ha costado más y Jaspe no lo está haciendo nada mal.
—Bien, creo que es suficiente por hoy, tenemos que practicar demasiadas cosas. Empecemos con las prácticas de sus habilidades.
—¿Cuando descubriremos la de los demás?
—O sea la tuya y la de Amatista. Puede que los demás tengan más habilidades, es muy probable. Falta demasiado —dije pensativa.
—Pero al menos ellos saben cuál es una de sus habilidades, yo no sé nada.
—En el fondo lo debes saber Émeraude, eso es algo que se siente, al menos alguna vez en tu vida debiste sentir algo inusual.
»Deberian empezar hablando de la noche en que las atraparon.
—Ya conté todo.
—Debe haber algo más Amatista.
Suspiró, mirando a otra parte.
—Ese día tuve una pelea, se supone que iba a ser como cualquier otra. Participaba en peleas ilegales a menudo, pero ese día fue diferente, estaba llena de rabia y cuando empezó la pelea fue como si supiera con exactitud los movimientos que iba a realizar mi contrincante, pelee como nunca antes.
»No diré que no me había puesto a pensar en eso hasta ahora porque en realidad si lo he pensado mucho.
Amatista miraba con fijeza algún punto con exactitud de la pared que tenía al frente, supongo pensando en aquel momento.
—Dijiste que estabas llena de irá, nunca es recomendable usar nuestras habilidades en ese estado, puede terminar de una manera nada agradable.
Yo lo sabía perfectamente.
»Y con respecto a tu habilidad, estoy segura que es clarividencia de combate. Pero las veces que hemos estado practicando no has demostrado cualidades de alguien con esa habilidad. Puede que sea porque no están siendo luchas reales.
—¿Me estás queriendo decir que combatamos de verdad? En las luchas que yo participaba no habían restricciones, no creo que tú...
—Hay que hacerlo. Solo hay una manera de saberlo.
»Tal vez te ayude activar la emoción que tenías en ese momento, Daykon te puede ayudar a intensificarla.
—No creo que sea una buena idea —dijo Daykon mirándome como si fuera a cambiar de opinión.
—En realidad no lo es, pero hay que hacerlo.
Nos ubicamos en nuestros puestos, Amatista cerró los ojos supongo para concentrarse en la emocion que necesitaba.
Es sorprendente como se nos intensifica el color de los ojos cuando usamos nuestra habilidad, los ojos de Daykon se ven casi amarillos. Dalton siempre me decía que mis ojos parecían dos zafiros cuando usaba mi habilidad, el color azul de mis ojos se intensifica cuando la uso, pero esa intensificación no siempre es perceptible, es algo que se puede controlar, a mi me costó al principio.
Al finalizar me hizo un gesto, miré a Amatista y no me gustó mucho lo que ví. Definitivamente esto no era una buena idea, pero no elegir buenas ideas ya era parte de mí.
Empezamos el combate, este no es como el de ayer, ese fue amigable, hubieron algunos golpes, pero nada tan grave como lo que podían ocasionar los que nos estábamos lanzando ahora. Por suerte ambas somos muy buenas esquivando.
Le acerté un golpe en la mandíbula, mala idea, sus ojos... Se ven demasiado diferentes a como son normalmente, morado, ese es el color de sus ojos en este momento, lo que significa que va a utilizar su habilidad.
Intenté acertarle otro golpe, pero está vez no pude, es como si supiera cada uno de mis movimientos lo que significa que su habilidad si es la clarividencia de combate.
—Es suficiente Amatista, ya comprobé lo que quería.
—No, no es suficiente.
Mierda, no ví venir ese golpe, me empezó a palpitar la parte izquierda de la cara. Intenté devolverle el ataque, pero no pude, no podía, es como si no supiera pelear.
Golpe, tras golpe, tras golpe.
—¡Amatista para! —grito Émeraude alarmada.
Ví como Darek intento detenerla, pero Amatista lo empujó de forma muy agresiva.
Me sostuve el estómago con una mano, me estaba doliendo, me iba a quedar un bonito moretón. Me pase la lengua por el labio, sangre.
—Ya es suficiente, Amatista.
—Será suficiente cuando yo lo decida.
Intento acercarse a mí, pero la levanté en el aire.
—Es suficiente cuando yo lo decida —dije enfatizando cada una de las palabras y dejándola caer al suelo.
Los demás se acercaron rápidamente a ella, Darek y Daykon se acercaron a mí.
—¿Estás bien?
—Tienes un serio problema en hacer preguntas estúpidas, Darek —se sonrojó un poco, no puedo evitar pensar en que se ve muy tierno—. No estoy tan mal, solo necesito una pastilla para el dolor y hielo.
—Amatista no despierta.
Me agaché junto a Amatista y le tomé el pulso.
—Esta bien, tal vez no despierte en algunas horas, pero sé que va a despertar. Va a estar bien, solo tal vez olvide lo que pasó minutos antes de desmayarse.
—¿Cómo estás tan segura? —ante mi silencio Émeraude supo la respuesta—. Te a pasado antes.
—Sí, es algo que todavía no sé controlar bien, pero les puedo asegurar que va a despertar.
—Vamos arriba —interrumpió Darek antes de que alguien más agregara algo.
***
Después de que se encargaran de acostar a Amatista en mi habitación, Émeraude decidió tomar una ducha, algo me decía que yo no le caía muy bien.
—Auch, me arde.
—Tranquila ya casi termino —Darek me estaba limpiando la herida del labio.
—Mira el lado positivo, aún con esos moretones te sigues viendo atractiva.
—Además ese hermoso moretón que te saldrá hará juego con los demás moretones que tienes y resaltarán tus hermosos ojos.
Definitivamente Daylen y Jaspe son tal para cuál.
—Me animan mucho sus palabras chicos —les regalé una sonrisa falsa.
—¿Mis ojos también se ven así?
—¿Así cómo, Daykon? ¿Brillantes? —asintió—. Sí, es algo normal, a veces suele ser más intenso.
—¿Y las manos también brillan?
—¿A qué viene esa pregunta, Daylen?
—Tu mano brilló cuando levantaste a Amatista del suelo, incluso las venas de tu brazo se pusieron azules.
—¿Estás seguro de eso?
Asintió, mire a los demas y también asintieron. Eso es algo que no me había pasado, Aythiri nunca me habló de algo así.
—Los ojos de Amatista en cambio se veían de un color totalmente distinto al que son.
—Morados, se veían morados —dijo Émeraude acercándose a nosotros mientras se secaba el pelo con una toalla.
Nos quedamos en silencio un momento.
—¿No les parece un tanto extraño que todas ustedes tengan nombres de piedras preciosas?
Todos miramos a Daykon, no había pensado en eso.
—Tal vez es solo casualidad —comentó Jaspe, pero era evidente que no pensaba eso.
—No creo que sea casualidad, en realidad esa pregunta es muy buena y puede que encontremos una respuesta a eso —mire a Darek—. La única manera de descubrir algo sobre nuestro pasado es con tu habilidad.
»No te voy a presionar en esto, las cosas importantes como esas tú habilidad te las mostrará cuando lo crea necesario, pero si llegas a soñar cualquier cosa referente a esto necesito saberlo.
Los ojos de Darek eran atrayentes, si te quedas viéndolos por mucho tiempo pueden ser una perdición. Me aclare la garganta.
—¿Por qué no me ayudaste con Amatista, Daykon? —voltee a mirarlo.
—Lo intenté, de verdad lo intenté, pero no pude.
—Pero, ya habías hecho eso antes ¿Verdad? Lo de absorber las emociones.
—Muchas veces, pero está vez fue como si algo me lo hubiese impedido.
—La emoción fue muy fuerte, se salió de control, no es culpa tuya. Amatista no nos comentó mucho sobre ese día, debíamos saber más, esto no debe volver a pasar, debemos tener mucho cuidado con nuestras habilidades.
»No quiero más secretos, debemos ser sinceros los unos con los otros.
En ese momento ví a Amatista saliendo de mi habitación, tenía una mano en la cabeza, de seguro le dolía por la caída, nos miro un momento y siguió su camino saliendo al patio.
—Iré a hablar con ella.
Me fuí sin antes recibir una respuesta.
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