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Capítulo 12: Puñetazo

-Empezaremos con entrenamientos de concentración en cosas pequeñas y que sean similares de alguna extraña manera, puedes empezar convirtiendo esta pequeña piedra en un ¿Tornillo? Bueno, algo así. Se supone que tú habilidad ya está desarrollada solo debes aprender a controlarla, cuando ya la controles podemos empezar a practicar cosas mayores.

Jaspe asintió con la cabeza y se sentó en una de las esquinas más alejadas para practicar. Me voltee a observar a Darek.

-Tu habilidad con los sueños ya está desarrollada, inclusive lograste hacer un sueño compartido y eso no es nada fácil ¿Te sientes agotado?

-Un poco.

-Otra de las cosas que puedes hacer con esa habilidad es ver escenarios en los que precisamente no estuviste involucrado, pero que una persona cercana a ti si lo estuvo. Es algo bastante complicado, pero creo que estás preparado para algo así. Tenemos que practicar tu hipnotismo.

-Me disculpas -dijo Émeraude agarrando del brazo a Darek y alejándose un poco.

No soy cotilla, pero a veces es necesario serlo para descubrir algunas cosas. Ellos estaban susurrando, pero con mi habilidad los podía escuchar perfectamente.

-Con la ayuda de tu habilidad podemos saber que pasó con papá.

-Émeraude, papá desapareció hace años. Puede que ni siquiera este vivo.

-¿Cómo puedes pensar en eso? Yo sé que está vivo, hay que encontrarlo.

Darek la miro negando con la cabeza, por alguna extraña razón no logré escuchar más nada, no era como si estuvieran hablando, pero parecía que se comunicaban con la mirada. Podría ser... no, mejor no pensaré en eso, ya tengo muchas cosas en mente en este momento para pensar en algo que puede que no sea nada importante.

-Es buen momento para que confiesen si ya tienen su habilidad desarrollada o si han experimentado algo raro con respecto a ustedes y su alrededor.

»Excepto tú, Daylen. Ve y sigue practicando lo de la otra vez.

Daylen resopló y se dirigió a la única mesa que se encontraba en la sala. Darek y Émeraude se acercaron nuevamente a nosotros.

-Yo... desde hace un tiempo he experimentado... No sé cómo decirlo, solo logro saber como se sienten las personas, sus emociones -Daykon me miraba sin saber que más decir mientras yo esbozaba una sonrisa. Los demás lo miraban con el ceño fruncido, evidentemente no les comentó. Daykon es la persona que más confianza me transmite del grupo, aparte de... Darek.

-Percepción empática.

-¿Qué? ¿Esa es mi habilidad?

-Dime como me siento horita, debes percibirlo.

-Mmm, emocionada y ¿Preocupada? No sé con exactitud, pero estas pensando mucho -alzo las cejas observandolo, tiene razón. Estoy emocionada porque descubrir su habilidad es un avance, ¿preocupada? Claro que sí, por Dalton más que nada. Toda esta situación en la que me encuentro metida ronda en mi cabeza una y otra vez, con posibles escenarios futuros, la mayoría negativos.

-Intenta aumentar alguna de esas emociones por un corto tiempo.

Efectivamente ya tiene su habilidad desarrollada, eso podría explicar porque siempre confió en mí, sabía mis intenciones. Sonrío.

-Vale, me siento un poco más emocionada -confieso soltando una carcajada sin razón alguna-. Bien hecho, Daykon -aplaudo sonoramente-. Vamos a practicar lucha, ¿qué les parece? De manera amistosa -dije en voz alta para que los demás me escucharán-. Es algo que debemos saber todos, defensa y ataque, es sumamente importante -mientras decía eso hacia movimientos demostrativos-. Ven, Darek.

-¿Qué? No voy a luchar contigo, Zafiro.

-¿Me tienes miedo? -le respondo haciendo un puchero-. Será algo simple, el primero que derribe al otro gana.

Darek me regaló una sonrisa y se puso en posición de lucha.

-Te voy a dar ventaja, soy un cadete entrenado... -no lo dejé terminar, le di un puñetazo en la mandíbula-. Mierda, eso dolió.

Intenté darle otro puñetazo, pero me esquivo, al cuarto intento que hice me agarró de la muñeca y me barrio los pies haciendo que cayera el suelo, no dude en hacerle una llave con los pies para que cayera también. Empezamos a reír después de eso, Darek se paró tendiéndome una mano, la acepté y me puse en pie.

-Amatista -la llame.

-Con gusto -dijo estirándose y acercándose a mí.

Me puse en posición de defensa al igual que ella, hicimos varios intentos, pero no acertamos, hasta que logré darle un puñetazo en el estómago, como quedó sin aire le di otro en las costillas, espere a que se recuperará para continuar.

Todavía no había logrado acertarme ningún golpe, pero fallando en una de las reglas principales me desconcentré mirando a Jaspe que parecía haber logrado algo y Amatista aprovechó el momento para darme un buen golpe en el labio. Sentí el sabor metálico en la boca.

-Extrañaba este sabor -dije irónicamente pasandome la lengua por mi labio dolorido.

Amatista esbozó una sonrisa negando con la cabeza, seguro pensando en qué estoy algo loca.

-¿Lo lograste, Jaspe?

-Ya casi -gritó con expresión de concentración.

-Émeraude.

-¿Qué? ¡No pienso luchar!

-Seré suave, ¿vale? Se nota que eres la que menos sabe, sin ofender.

-Diciendo eso claramente me ofendes -se acercó a mí amarrandose su cabello rubio oscuro en una coleta para ponerse en posición de ataque.

-Piernas más separadas, una de tus piernas debe estar más delante que la otra, procura que sea tu pierna dominante la que dejes atrás.

-¿Pierna dominante?

-Sí -asiento observándola-. Eres diestra, ¿no? -ella hace un gesto afirmativo-. Bueno, debes ubicar tu pierna derecha atrás. Flexiona un poco las rodillas e inclínate levemente hacía delante. Espalda erguida. Levanta más los brazos. Sí, así.

»Intenta golpearme -hizo el ademán de hacerlo, pero le sujeta el brazo antes-. Un error que comenten muchos es mirar con obviedad el lugar donde piensas golpear a tu contrincante, le das la oportunidad de saber tu próximo movimiento. Inténtalo de nuevo.

Hizo otros intentos, pero no lo estaba haciendo bien, hice un movimiento rápido y la tumbe al suelo.

-Estás muy insegura, tienes que sentirte segura a la hora de dar un puñetazo.

-¿Cómo quieres que me sienta segura si no sé dar un puñetazo? -se queda en silencio mirando a Darek unos segundos, el sonríe divertido negando con la cabeza.

-Levántate. Daylen, tu turno -mientras Émeraude se levantaba me dirigí a los demás-. Tenemos que practicar todos los días. Darek, Amatista y yo seremos los instructores por así decirlo ¿les parece bien? -todos asintieron-. También saldremos a correr todas las mañanas -algunos no se veían muy contentos con eso, pero la mayoría sí.

Mire a Daylen que ya estaba frente a mi en posición de defensa. Hice varios intentos de golpearlo que logró esquivar, no era como si estuviera peleando como en realidad lo hago, pero para estas prácticas tengo que ponerme a la par con ellos.

¿Por qué he estado tan distraída hoy? Y sí, el estar distraída ocasiona muchas cosas y no precisamente buenas.

-Oh, mierda. Lo siento, Daylen ¿estás bien?

-Claramente no está bien, le está sangrando la puta nariz -Amatista me miró mal acercándose a Daylen-. Si está es tu manera de ser suave con los que no saben pelear no me imagino cuando no lo eres -Daylen la miró mal por su comentario, pero prefirió no decirle nada.

-No querrás imaginarlo -murmuré, desviando la mirada unos segundos para luego enfocarla en ella y mirarla mal-. Tú me reventaste el labio.

-Bueno, pero al menos no le dejé un moretón a Darek en la mandíbula y no le rompí la nariz al pobre de Daylen.

-No seas dramática, Amatista, estoy bien -murmuro Daylen sin entender porqué Amatista reaccionaba de esa manera, pero es evidente que es para fastidiarme y hacerme sentir mal.

-No le rompió la nariz, no es nada grave -dijo Darek.

Me acerqué a una de las repisas y agarré uno de los botiquines.

-Yo me encargo, ustedes vayan y coman algo o duchense.

Jaspe se acercó a nosotros mirando con preocupación a Daylen, pero mi vista estaba fija en lo que tenía en sus manos.

-Lo lograste -dije asombrada.

Los demás se acercaron a ver, incluso Daylen sosteniéndose con una mano la nariz.

-Es asombroso -dijo Daykon-. ¿Cuánto dura el efecto de algo así? Porque al parecer el de los arándanos no duró mucho.

-No suele durar mucho, aunque me han contado casos dónde puede durar años, pero no es algo muy probable -le respondo a Daykon y regreso mi vista a Jaspe-. Esto es asombroso, sigue así y lograrás cosas aún mayores.

Jaspe se acercó y me dió un abrazo, tarde un poco en devolverselo, no me considero una persona cariñosa. Se separó de mi y se alejó un poco para hablar con Daylen.

»Bien, hoy descubrimos muchas cosas interesantes, mañana será un día bastante largo y esperemos que productivo. Me quedaré un rato con Daylen.

-Procura no matarlo.

-Eres una idiota, Amatista.

-Me lo tomaré como un halago, aunque estamos claras que tú eres aún más idiota.

-Que bien se llevan estás dos -dijo Émeraude sacudiendo la cabeza.

Reí acercándome a Daylen.

-¿A mí no me piensas curar? -preguntó Darek.

-En realidad te ves muy bien, solo ponte una bolsa de hielo, en la nevera hay unas cuantas.

Me dirigí con Daylen a la mesa, ignorando por completo a los demás.

-A veces eres un poco lenta -dijo Daylen mirando detrás de mí.

-¿Lenta? ¿A qué te refieres? -Daylen hizo un gesto con la mano restándole importancia a lo que había dicho, decidí dejarlo pasar también y concentrarme en lo importante-. Puede que esto te duela un poco.

No termine de decir la frase cuando ya le había vuelto a poner en el lugar el tabique de su nariz, inmediatamente dejo de sangrar. No era nada grave.

»¿Te dolió?

-En realidad no tanto como pensé.

Agarré alcohol y algunas gasas para limpiar la sangre. Daylen se puso a jugar con unos dardos y en realidad era sorprendentemente bueno, acertó en el centro de las tres dianas sin parpadear.

-¿Jugabas a menudo esto? -le pregunto mirándolo con asombro. Tengo es mis recuerdos que jugaba con mi papá ha esto o con algún amigo de mi infancia, no lo sé, lo cierto es que Dalton me compró uno porque sabía que desde hace tiempo quería uno. Solíamos bajar aquí a hacer retos, y yo soy malísima en eso, así que casi siempre perdía.

-En realidad no -responde Daylen sacandome de mis pensamientos-. Mi papá tenía uno, pero nunca me dejó jugar -suspira irritado.

Puede que esté un poco desesperada por descubrir ya mismo las habilidades de todos, pero no podía descartar esto, a fin de cuentas, no perdía nada con intentarlo.

-¿Podrías intentar acertar este alfiler en aquella letra A? -dije señalando la pizarra dónde tenía diversas anotaciones prensadas con otros alfileres.

-Eso es imposi...

-No es imposible, solo inténtalo. No pierdes nada intentadolo, ¿o sí?

-Vale - murmuró resignado.

Agarró el alfiler lo sostuvo entre su dedo medio y el pulgar, es zurdo, entrecerró los ojos y lo lanzó.

El resultado fue el que me esperaba.

-Querido amigo Daylen, creo que descubrimos una habilidad en la que no tendrás que pasar horas y horas leyendo o escribiendo.

Esbocé una sonrisa ladina mientras Daylen seguía con mueca de asombro.







Capítulo dedicado a: CarolinaBosiga 🥰❤️.

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