-¡Estoy cansada!, La historia de la magia es tan aburrida!

Me tumbé a la cama dispuesta a dormir pero...

- Akko, tienes que estudiar y hacer la tarea de pociones mágicas, es para mañana... Dijo Lotte.

Me quejé enérgicamente y tape mis oídos con la almohada.

- Yo no te voy a pasar la tarea está vez Akko.

- ¡pero Lotte!

Miré tristemente a Susy, quizá se apiade de mi...

- Lo siento Akko, pero tendrás que poner a trabajar tu cerebro una vez en la vida.

Comencé a llorar...

- Son horribles.

Salí corriendo de la habitación, tal vez Constance o Jazmín, tal vez Amanda o...

- ¡Es inútil! Todas creen que soy una burra perezosa!

- ¡Akko!

Miré por encima del hombro para ver quién me ha llamado, su rostro fue iluminado por la luz de la luna llena, una mirada fría y sería como siempre.

- ¿Qué sucede Diana?

- Deberías ser más cuidadosa con tu volumen de voz, molestas a los demás!

- Sólo vienes a molestarme cómo siempre.

Hice una voz de berrinche y ella quitó su cara seria y dibujó una sonrisa.
Me cruce de brazos esperando que dijera algo más.

- Sólo eso tenías que decir, Entonces si tienes TV, ahí te vez. Dije mientras caminaba.

- ¡espera!

- Ahora que Diana, es raro que quieras ser tu la que platique conmigo.

- Toma.

Sacó una carta de su bolsillo.

-¿ Y esto?

- La manda Andrew para ti, no tiene como contactarte así que me pidió de favor que te la diera.

Tomé la carta un poco confundida, ¿Para que me querrá Andrew?

- Gracias Diana.

- Akko, ¿A ti te gusta Andrew?

Me soltó una pregunta muy directa y a secas. Mi reacción fue... No lo sé estoy tan nerviosa, me sonroje.

- N,no! O bueno, no sé, realmente no hemos coincidido mucho pero acepto que un poco, me gusta... Creo.

Jugaba con mis dedos y mi cabeza estaba inclinada.

- Ya veo... Se nota pero ten cuidado Akko, su padre no tiene en muy buena estima a las brujas.

- Ya lo sé.
Mi voz paso de nerviosa a desmotivada pero Diana me tomo del hombro.

- Tranquila Akko, eres muy hermosa, estoy segura que Andrew se ha fijado en ti, de no ser así no insistiría en buscarte.

-Tienes razón, pero... ¿Qué dijiste al inicio?, No lo escuché bien, dilo, una vez más...

Se molestó un poco y sus mejillas se tornaron rojas.

- Eres odiosa!

- Vamos, una vez más Diana!

- Me voy, buenas noches.

Decidí seguirla un poco más hasta que me repitiera lo que dijo, nunca había sido así de amable conmigo.
Sin darme cuenta llegué a su habitación, frente a la puerta me fulminó con la mirada.

- Déjame en paz porfavor, ¿Porque eres muy hostigosa?
- No seas grosera, solo busco que me halagues un poco más, siempre me tratas mal así que...

- Ya veo quieres un mejor trato.
Me dijo muy seria.

- No exactamente, solo que seas más amable, linda y dejes de ser engreída.

La hice enojar un poco...

- ¿Eso piensas de mi?

- Aveces, pero desde hace 3 meses que liberamos la magia por todo el mundo, has sido una mejor persona, pero a veces regresas a ser la Diana amargada del principio.

Se quedó en silencio, creo que la ofendí, ahora me siento mal.

- Perdón, te dije algo malo...

- no, solo la verdad.

- no te ofendas, perdón...

- Te veré después Akko.

Puse una mirada triste y baje mi cabeza, creo que me dejé llevar y dije cosas horribles.
Diana me tocó la mejilla.

- Tranquila Akko, sé muy bien cómo eres, de lo contrario no te soportaría.

Comencé a llorar un poco y pedí perdón.

- Akko...

Levanté mi mirada y sentí un cálido beso en mis mejillas...

Me puse nerviosa.

- !¿qué fue?!

Solté un grito.

- Guarga silencio Akko, eres muy escandalosa.

- Yo quería tu amabilidad P-pero esto...

- Perdón, si no te ha gustado no lo volveré a hacer, buenas noches.

Abrió la puerta y entró rápidamente y yo sin palabras, con la cara congelada, mi cabeza iba a explotar pero...
Soy horrible, no supe cómo reaccionar a su cariño.
Toque mi mejilla, fue lo más dulce que una amiga ha echo por mi...

- Diana yo... Lo siento.

Hablé atravez de la puerta...

No hubo respuesta.

- Diana, me tomaste desprevenida pero gracias por tu cariño amiga, quizá nunca lo he dicho pero... Te quiero mucho Diana. Descansa.

Dispuesta a irme la puerta se abrió rápidamente y la mano de Diana me arrastró dentro. Casi caigo por la fuerza que ejerció, cerró la puerta tras de mi, volteo para verla.

- ¡OYE! ¿Qué te pasa? Estás muy rara! No me contestó, su cuarto estaba oscuro.

- Diana, ¿necesitas algo?, Si no con tu permiso.

Me obstruyó el paso y me tomó de los hombros. Comienzo a incómodarme.

- Akko, yo...

- ¿Qué sucede Diana? ¿Te da miedo dormir sola?, Tus compañeras de cuarto se fueron por algún asunto ¿No?, Tranquila, no temas yo antes igual tenía miedo d...

¡Me silenció!, Pero, pero, ¡PERO!, ¡LO HIZO CON SU BOCA! ¡ESTABA BESÁNDOME!

Me alejé de ella.

- ¡Espera! ¡Esto ya es mucho cariño entre amigas!

- No lo entiendes Akko yo...

Se acercó a mi, yo quería alejarme un poco, por inercia di unos pasos atrás y caí al sofá.
- Diana yo, no sé que decirte, me robaste el primer beso, supongo que es mejor darlo con alguien de confianza pero es un poco extraño que mi primer beso sea mi amiga...

Estaba sentada en el sofá y ella se arrodilló frente a mi, con una mano me tomó de la barbilla.

- Akko, yo... ¡Realmente no entiendes nada!

- No! Sólo sé que está es mi noche más rara en luna Nova...

- Akko, eres una tonta realmente, no te das cuenta que yo...

- que tú...

Suspiró un poco y me miró a los ojos.

- Yo te amo Akko.

- Cómo amigas verdad? Sonreí incrédula.

- Tonta! Estoy enamorada de ti!.

Di un grito de susto, no, de impresión, no, no sé... Estaba tan sonrojada y ella muy firme a lo que acababa de decirme pero yo. Mi corazón se acelera.
Diana no le importó nada, se me acercó para robarme un beso más apasionado, me tumbó en el sofá y yo por alguna extraña razón seguí su beso, por alguna razón me deje llevar, no sé si me gusta la idea de que Diana me esté besando y esté encima de mi pero...

Después de unos momentos, Diana separo sus labios.

- No le digas a nadie que hicimos esto, de echo a nadie le digas mis sentimientos.

Yo tenía lágrimas en los ojos, ella lo notó y me acarició el rostro, yo estoy confundida...

- Tu piel es hermosa y tú cabello castaño te hace ver más blanca y perfecta ante la escasa luz del cuarto...

Ya ni podía gritar, perdí el habla.
Me sonrió y volvió a besarme, volví a besarla. Me deje llevar pero en el momento en qué ella desabrochó mi camisa y abrió mis piernas sin dejarme de besar, reaccioné.

- No! Déjame...
La alejé con lágrimas en los ojos, ella quedó un poco sorprendida se quitó de encima.

- Perdón, Akko yo...

Comencé a llorar y salí corriendo de la habitación, no dejé que me dijera nada más, pero, ¿Porqué huyó y corro?
No lo sé. Escapé y regrese a mi cuarto, Lotte y Susy estaban dormidas ya, pero las despertó el como azote la puerta mientras lloraba desconsoladamente, me cubría la cara con mis manos e intentaba dejar de llorar pero no podía, me aventé a mi cama y sumergí mi cara en la almohada.

- ¿Que tienes Akko?. Preguntó Lotte preocupada y Susy se acercó a mi, se sentó en la cama, Lotte bajo de la litera y las dos me preguntaban qué tenía pero no pude y no quiero decirles lo que estuvo a punto de pasar... No...