La estudiante modelo,¿ una rebelde?
Aquella noche me dejó desconectada del mundo, no fui a clases por dos días, solo pensé en lo que sucedió, Diana me besó...
Estaba en mi cama, no me he levantado, le pedí a Lotte que inventara una excusa para justificar mi ausencia, pero ¿Porqué?, Tenía miedo de verla, ¿Qué iba a decirle?.
Acostada con pensamientos invadiendo mi mente me di cuenta que la carta que Andrew me escribió estaba muy maltratada entre mis sábanas.
No sé si era un buen momento para tomarla y leerla pero mi curiosidad me invadió.
Abrí el sobre y desdoble la carta:
" Atzuko Kagari, ¿Cómo estás?, Han pasado 3 meses desde que has salvado a este país de una posible guerra y he dialogado con gente importante del gobierno para financiar tus estudios y renovar "Luna Nova", además desdé ese suceso, la magia abunda por doquier, eso en parte me desespera, sabes bien que no opinaba bien de la magia por todos los problemas ocasionados pero Akko, creo que tú me hiciste cambiar, ahora mismo doy muchos rodeos pero seré franco y coloquial contigo. Querida brujita tu has hechizado mi corazón. Quisiera verte el Viernes a las 3:00 PM frente a la heladería que frecuentas mucho.
Posdata: si no vienes es quizá por qué Diana no te dio la carta o me rechazaste.
Mis ojos estaban abiertos como platos, mi boca abierta y sin habla, no encontrando mi voz, di un grito ahogado mientras arrugaba y extendía la carta, la leía una y otra vez para saber si lo que decía no lo había imaginando.
-¡Espera! Hoy es...
Vi el calendario, hoy era la cita y ya era muy tarde... Tenía media hora para prepárame!, No sé que ponerme, uso el traje de la escuela, el de bruja, o mejor un vestido...
- Soy una tonta!.
Entre en pánico y de todas formas, ¿Qué le diría?, No sé... Tranquila, Akko, piensa, piensa, no mejor no lo hagas, no pienses, actúa, eres una bruja ¿No?, Eso es! Le pediré consejos a Chaini- digo a la maestra Úrsula...
¡No, no queda tiempo! Además no creo que sepa mucho del tema después de todo sigue soltera.
Diablos.
Tomé mi escoba y decidí usar el traje de bruja, después de todo era el que más me gustaba usar, junto con mi sombrero yo lucía más linda, eso... Creo.
Ahora tengo que salir sin ser descubierta pero cómo.
Corrí por toda la escuela hasta que
vi la camioneta que surte provisiones a la escuela estaba por irse, perfecto!
Me subí sin que nadie me viera, oculta entre costales de papas y... Oh no! Cebollas. ¡Nooooo! Ahora voy a apestar...
Mis ojos estaban llorosos no sé si de la pena o por las cebollas.
La camioneta arrancó, conducía rápidamente. Salió de luna Nova y en poco tiempo estaba cerca de la ciudad.
- Muy bien!
Abrí la puerta trasera.
- Tya Freile!
Me eleve con la escoba y fuí lo más rápido posible al lugar de la cita, entre más me acercaba peor sentía el estómago de los nervios.
Estoy a punto de llegar...¡ Ya es muy tarde!, El reloj marca 3:15.
Llegué 3:24 PM al lugar pero... No estaba Andrew, me sentí triste, fue mi culpa por llegar tarde, lo arruiné.
- Deme un helado de vainilla con chispas de chocolate porfavor.
Dije a la chica que atendía con una voz de desilusión, me senté en la banca frente a la heladería, baje mi cabeza y por el sombrero nadie notó mi tristeza, pero estoy segura que mis ojos son los de un cachorro triste...
Comí mi helado en silencio y triste, ahora no sabía que hacer, soy tonta.
Sumergida de nuevo en tristeza pero con un helado en manos una voz me saco de mis pensamientos.
- Akko!
Una voz agitada y sensual me llamó.
No quería levantar mi vista, no quería que me viera a los ojos tan patéticos que tengo.
- Akko, lo siento mucho yo... Tuve una junta y se me hizo tarde.
Andrew se sentó a lado mío, siempre tan frío, solo se quedó en silencio y yo parecía una niña haciendo berrinche.
- Akko...
- No es tu culpa.
Dije con un tono de tristeza.
- Yo igual llegué tarde, pero no estoy así por eso, no te preocupes.
Levanté mi cara y le regalé una sonrisa. Desde el fondo de mi corazón, estaba muy feliz pero nunca creí que yo fuera tan sensible.
Andrew me tomó de la mano y yo me ruborizé.
- Oye, oye, espera...
Con una mirada sería y decidida me miró, sus ojos verdes me hacían estremecer, su piel pálida, siempre tan formal y manejando la situación con tanta normalidad yo a su lado parezco un conejo.
- ¿Leíste mi carta?
- ¡S-sí! Dije y retiré mi mirada, sentí un poco de vergüenza.
- Supongo que ya lo sabés, estoy enamorado de ti pequeña Akko.
- ¡Oye no me llames pequeña!
- ¿Entonces como te gustaría ser llamada?
- Ni siquiera yo lo sé.
El sonrió.
- Ven, sígueme.
Me tomó de la mano y me jaló un poco.
- ¿A dónde vamos?
...
Ni hubo respuesta, por un momento sentí un poco de pena, el me tomaba la mano e iba al frente. La gente nos miraba, algunos que ya nos conocían nos sonreían y aplaudían, honestamente esto me pone un poco nerviosa pero... Me gusta.
Poco a poco fui entrelazando mis dedos con los suyos y caminaba a su lado, tan alegre...
De a ratos lo soltaba y corría a una tienda de peluches o flores o cualquier cosa que me interesará para verlas, daba vueltas y brincaba como una niña, olvidé porque estaba tan cerrada al mundo y mi aislamiento, el salir con Andrew hizo que todo el mundo se detuviera para mí, volví a ser yo.
Tomada del brazo de Andrew llegamos al taller mágico.
- Espérame aquí un momento.
- Puedo entrar contigo?
- Arruinarías la sorpresa.
- No me gustan las sorpresas, tengo que esperar y eso...
- Si no mal recuerdo una de las palabras que liberaste decía algo de la paciencia...
- Ok, esperaré... Jum!
Me senté en la acera, pasaron 5 minutos y salió de la tienda.
- Akko, quita esa cara de berrinche, aunque luces linda me gusta más la Akko alegre.
Di un grito de... No sé solo sentí vergüenza, estaba roja, acaba de aludarme.
- Vamos.
- Oye Andrew.
- Dime.
- ¿Te gustaría dar un paseo en mi escoba?
- Sería una muy buena idea, así llegaríamos al siguiente lugar pero, ¿Podrás cargarme?
- No hay problema! Soy una gran bruja después de todo no?
- Tienes razón.
Monté mi escoba y el subió detrás de mi...
- Tya Freile!
Me elevé un poco y avanzaba lentamente.
-¿Qué pasa?
- si quieres mejor me bajo.
- ¡No!, Yo puedo...
Comencé a hacer más esfuerzo pero fue inútil, caímos de senton en la dura banqueta.
- Mejor caminemos, aún no dominas bien el volar.
- Lo siento. Otra vez yo como cachorro llorón.
Andrew me acarició el cabello y después la mejilla.
- No te preocupes.
Su mano tan grande y cálida tomó mi cara y yo le acaricié la mano, cerré mis ojos pero por instinto o inconsciente recordé lo que había sucedido con Diana y me alejé de él.
- Sucede algo?.
- No es nada.
Caminé rápidamente y el me seguía yo realmente soy tonta!
Recorrimos la ciudad un poco más, el me explicaba y contaba la historia de algunos lugares, como un experto en historia me guío de la mano, aveces me abrazaba y tocaba mi coleta.
Yo hacia trucos de magia en la plazuela, algunas personas me aplaudían, Andrew no dejaba de verme, admiraba mis trucos, estaba llena de energía, sentí que podría comerme al mundo, fuimos por crepas hasta que dieron las 8:30 PM me di cuenta que yo estaba en problemas!
- Andrew, yo. Tengo que irme, la directora me va a castigar severamente, yo...
Estaba en la fuente sentada con el, todo fue muy hermoso pero tenía que irme...
- Akko, espera un momento.
- Tengo que irme, porfavor joven Andrew yo ahora estoy frita!...
- Antes de que te vayas, toma.
Me dio una cajita que sacó de la bolsa de su saco.
- ¿Y esto?
- Estuviste tan emocionada que olvidaste la sorpresa.
- Cierto!, Gracias pero ahora.
- Un momento más!
Me tomó de la mano, estábamos en la fuente sentados, la brisa me pegaba en la cara, y sus ojos verdes me penetraban profundamente, mi corazón latió fuertemente, sé que tenía que irme pero este momento fue mágico, detuvo el tiempo, todo se concentró en este momento. Acarició mi cara y mi cabello, su mano estaba en mi nuca, comenzó a acercarse cada vez más, yo... Sé lo que va a pasar.
Recordé una vez más a Diana. Aunque ya estaba decidida a besarlo algo me hizo dudar, pero mis ojos estaban cerrados, mi cuerpo se movió solo, di un impulso hacia atrás y caí a la fuente.
Salí rápidamente.
- Estás bien?, Lo siento yo...
Monté mi escoba rápidamente y salí huyendo!
- Lo siento Andrew te veo después...
Grité y oculté mi rostro llenó de lágrimas, ¿Porqué hice eso?
¡Lo quiero, lo sé y arruiné todo!
Crucé el portal que lleva Luna Nova, estaba empapada, espero que nadie noté mi presencia ni mis lágrimas.
Al llegar parece que todo estaba bien pero...
- Señorita Kagari!
La directora...
- Akko, tu comportamiento es inaceptable pero dime... ¿Ocurrió algo contigo y Diana?
La señora directora me hizo una pregunta muy directa y casi me desmayó de la impresión.
- A-a-algo?! No, nada, ¿Porqué lo pregunta?
- Ella no ha acudido a clases tampoco, los mismos días que usted y se niega a salir de su habitación, supuse que ustedes...
- No!, Ni la he visto, tal vez tiene problemas, ya sabe es una Cavendish, yo, yo no sé nada...
La directora me miró, no estaba convencida de mi testimonio.
- Si usted lo dice, bien Akko tendrá dos castigos, el domingo no tendrá salida a la ciudad, lavara toda la ropa y además, tiene que sacar a Diana de su habitación y traerla ante mi, eso hágalo justo ahora.
- No quiero!
La directora me miró estupefacta.
- Es decir... No quiero aceptar tan poco castigo, aquello de Diana no tengo porque hacerlo o si?, Si quiere lavare los baños cualquier otra...
- Suficiente, vaya ahora mismo!
- bueno...
De nuevo hacia el cuarto de Diana, pero no estoy segura si es buena idea.
- Donde te has metido Akko?
Me habló Lotte que estaba en el pasillo.
- Lotte, qué bueno que te encuentro!
- Estábamos preocupadas, primero no quisiste ir a clases por dos días y después desapareces, ¿Qué pasa contigo?.
- No sé cómo decírtelo...
- Somos amigas Akko, te apoyaré y ayudaré en lo que sea y esté a mi alcance.
Me reconfortan sus palabras, siempre puedo contar con mis buenas amigas, pero no puedo contarle de Diana...
- Lotte, acompáñame al cuarto de Diana.
- Pero ya es muy tarde, son casi las 11 PM.
- son órdenes de la directora.
- Es cierto, tampoco ha ido a clase, supongo que estará enferma, pero ni siquiera ha avisado a las maestras...
- Tengo que llevarla con la directora pero no quiero ir sola, ayudame.
- Está bien, vamos.
Caminamos por los pasillo oscuros de los dormitorios, a esta hora ningún ser mágico laboraba, la torre de la piedra filosofal brillaba con más intensidad. cerca del cuarto de Diana mis piernas temblaban pero no tengo que temer, Lotte viene conmigo...
- Akko, te notó un poco pálida.
- he?! Yo, no, no, no, estoy bien!
Frente a su puerta toque pero no hubo respuesta, lo hice en repetidas ocasiones.
- Déjenme en paz, no me siento bien, porfavor, marchense.
No hay remedio.
- Diana soy yo, Akko.
La puerta se abrió solo un poco, la mirada de Diana me lo decía todo, había estado llorando.
- ¿Akko, qué hora crees que es?
- La directora me dijo que viniera por ti, quiere hablar contigo ahora.
Ella suspiró.
- Así que es eso.
- Si, bueno creo que debes ir ahora, nos vemos Diana...
Quise que todo fuera rápido y casual pero en cuanto di la vuelta, me arrastró adentro de su habitación.
- ¡Lotte!
- ¡Akko!
La puerta se cerró y caí al suelo, Diana cerró la puerta por dentro.
- ¿Qué es lo que sucede?, Diana, Akko, abran!,
- Ayu...
Antes de terminar Diana puso su mano en mi boca.
Lotte siguió llamando a la puerta pero se detuvo al poco rato.
Diana susurró.
- Akko, cálmate no volveré a hacer lo del otro día, solo tengo algo decirte...
Le pedí que quitará su mano y me levanté rápidamente. Mi corazón estaba muy acelerado, me retranque en la puerta.
- Lotte ...
No hubo respuesta, creo que me abandonó. Pero debo estar tranquila dijo que no me hará nada.
- Akko, quise decirte mis sentimientos antes de marcharme de Luna Nova.
- He!, espera! ¿Cómo que te vas?, ¿Porqué?. ¿Es por mi culpa?
- No, no te preocupes, es solo que surgió un gran problema, uno que solo yo puedo solucionar.
- Volverás a luchar por ser la jefa de los Cavendish?
- No se trata de eso, pero...
Puso una expresión que mostraba preocupación.
- Akko, si fracaso en mi misión, el mundo estará en peligro.
- Ay porfavor Diana, no seas exagerada!
Puso su mano en mi mejilla, su mirada era sería pero había ternura en ella, me acarició un poco y yo no sabía que hacer.
- Akko, siempre tan despreocupada, eres muy ingenua e infantil, tu piel es blanca y suave, tu cabello castaño me fascina, realmente eres todo lo opuesto a mi, sin modales, inquieta y fastidiosa...
-¡Oye! ¿Quieres halagarme o insultarme?
- Lo siento Akko, pero todo lo que he dicho es lo que amo de ti, tu buena vibra...
- Oye, no digas cosas así. Me pones muy...
Siguió acariciando mi cara, apesar de que desvíe mi mirada al suelo, pero ¿Porqué me siento así?, Tenía miedo de verla pero a solas puedo estar más calmada, más segura...
- Diana, no te vayas... Y si vas, quiero ayudarte.
- No, esto debo hacerlo yo sola. Además no quiero ponerte en peligro.
- Diana, no quiero que te vayas, es todo.
La abraze...
- Akko?, ¿Acaso has aceptado mis sentimientos a ti?
- No sé que contestarte ahora, pero sé que eres muy importante para mí, no quiero que te vayas, pero , pero, si quieres una respuesta a tus sentimientos debo pensarlo mucho más porque Andrew...
Al momento que dije el nombre de Andrew Diana se alejo un poco de mi.
- Espera, entonces si amas a Andrew?.
- No lo sé!, Antes lo sabía pero ahora tuve una oportunidad y yo...
Casi comienzo a recordar el ridículo que hice hace rato y el porque dude al besarlo...
- Lo rechazaste?
Asentí con la cabeza.
- Aunque no es por qué no me guste o lo quiera, es solo que en el momento cuando iba a besarme, tu apareciste en mi mente y yo... Hay, estoy confundida.
- Me hace muy feliz que al menos sientas algo por mi, pero como dije, me marchó está misma noche, antes de que algo malo suceda.
- Diana, voy a pensarlo, de verdad te daré una respuesta, hasta un beso en la mejilla pero no te vayas...
- No hace falta querida Akko. Me tengo que ir pero antes... Debo despedirme.
Me jaló hacia ella, con sus manos me tomó de la cintura y recogió un poco mi cabello, estaba frente a frente con Diana, sus ojos Azules me ahogaban en un mar de sentimientos que no logro comprender, Andrew era especial pero Diana...
Sin más, me besó y al principio no me moví, solo me quedé quieta y dejé que Diana me besara, mientras pensaba como detenerla o seguirla ya que no va a renunciar por qué es terca.
Diana bajo su mano poco a poco a mi trasero y sé que debí molestarme pero me dejaba tocar, comenzé a corresponderle el beso y se hizo cada vez más intenso, abraze a Diana, ella levantaba mi falda, dejaba de besarme para recorrerme con sus labios mi cuello y regresaba a mi boca, no lo entiendo, con ella me sentía segura, con ella quería hacer cosas como está y con Andrew no es que no quiera es que no siento esa comodidad que Diana me está dando.
Me perdí en esta despedida, Diana me tumbó al sofá nuevamente. Mi falda ya estaba muy arriba, ella se había puesto roja y jadeante, me imagino que yo estoy igual.
Seguimos besándonos, perdimos el respeto que nos teníamos, la línea ya está cruzada y ahora ambas nos recorríamos con las manos...
Estábamos a punto de llegar a un clímax pero la puerta se abrió.
,- Alto Ustedes dos...
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