Un silencio tenso se posó sobre la habitación, podían sentir como la presión se posaba en sus hombros en toneladas.

—¿Tu fuente es confiable, Mammon?

—Mu. Acaso dudas mi información, Reborn.

—Reborn duda de todos desde que mataron a sus hijas, un bastardo frío—burló Verde con ironía, ya que el es el bastardo frío.

—¿Me estás diciendo a mí, Verde?—lo tomó del cuello y cargó con el en la pared.

—¿Acaso hay otro con hijos asesinados?—le sonrió con burla.

Reborn estaba a punto de golpearlo en el rostro cuando Colonello lo agarro del codo.

—¡Alto, Kora! ¡Ya basta!, Nosotros tenemos que calmarnos Kora!.

Lal Mitch frunció en seño, todo se había salido del hilo, ella ahora está a cargo de la CEDEF desde que el idiota había sido asesinado –de todos los lugares– en el vestíbulo de la mansión Vongola justo en sus narices por el perro de CheckerFace; la cosa estaba que tenía mucho trabajo ahora que Basil había pasado a su tutoría, la protección de Nono y Décimo, junto a la localización de bases enemigas para su eliminación y también entre encontrar un refugio para la Famiglia.

...

Senshi sonrió despreocupadamente, tenía que hacerle de distracción en la Mansión Vongola localizada en Boca del Río, Veracruz, en México. Había visto que la mejor coartada era cerca de la base de los Marinos, la seguridad es muy fuerte y hay cámaras cada tres metros.

Colarse fue su Plan A, pero como no le gusta la letra "A" se brincó a la letra "H" de Hayato, que significa entrar tocando con dinamita y un "Ya llegué, Perra" y despedazar a quien se te ponga enfrente sin importar que sea, excepto los felinos.

Gokudera ya debía de estar adentro localizando a Nono, él le daría la señal para poder volar la entrada en pedazos.

Escuchó un poco de estática en su auricular antes de que la voz de Gokudera se empezará a oír con un ligero tinte cantarín que indicaba la facilidad con la que lo encontró.

—Senshi, ya está. Puedes entrar tan sutil colo puedas, por hay podemos deshacernos del Cartel de la Nueva Generación, esos estúpidos se metieron en nuestra meta.

—Hai~

De repente muchas explicaciones en la entrada, la lluvia entró corriendo con dos espadas en sus manos y cortando a todo los que se acercan, las balas son desviadas por las mismas, en eso desaparece para patear a un tipo que murió al toque, esa es la capacidad de las llamas de la lluvia que te pueden matar de calma con un toque.

Las placas de chocaron indicando a donde pertenece, a CheckerFace, uno de los Fuku-Taichō de Inu.

Hayato entró entonces con un semblante arrogante, en la habitación Coyote, Nono y su guardián de la lluvia, estaban allí.

—¡Nono, atacan!—gritó abriendo la puerta de un portazo—¡Es CheckerFace!

Hubo alarma y empezaron a salir para la batalla.

—No puedo contactar a nadie—se frustró la novena lluvia.

Nono se sentó en su silla mientras se preparaba para la lucha, su intuición sonaba tan alarmante que le dolía la cabeza, algo había mal.

Hasta que una idea aclaró su mente y alzó el rostro para ver como el chico que los había alertado había roto el cuello de su lluvia con un movimiento fluido. Coyote sin dudar disparó solo para ser bloqueado por una flecha que se incrustó justo a un lado de la cabeza.

Entonces la ilusión cayó y las llamas de la tormenta iluminaron sus brazos así como su cabello, podían sentir el poder en bruto.

—Gokudera Hayato, tu...estabas muerto...vimos tu cuerpo—estaba en shock, claramente vió al niño ser enterrado junto a su madre, su viejo amigo murió de tristeza por nunca haber arreglado las cosas, G y Bianchi también habían estado doloridos por la negligencia que cometieron a su hermano menor.

La calma no era natural, podían ver qué su adrenalina se había calmado tan rápido como si fuera una calma falsa. Las llamas de la lluvia acariciaron sus piernas como una pluma recargada en su piel, no las sintieron.

—Puede que no sea bueno como Senshi en la lluvia pero puedo detenerlos, drenar su energía.

Sonrió, solo faltaba deshacerse de esa molesta nube, Coyote la mano derecha de Timoteo D' Vongola.

Había que admitir que era duro, cansado y herido, pero seguía luchando para proteger a su Cielo para que huyera.

O eso fue hasta que Senshi tomó su lugar y Dainamigth se fue por la cabeza de Nono, como quiera, Takeshi podía matar al toque, Coyote no tendría oportunidad.

...

Haru contoneaba sus caderas con esa sonrisa feliz y amorosa, en sus manos había una charola de plata con un domo del mismo material que ocultaba la comida, había pedido al Chef que le diera un momento para hacer ella la comida para su amado prometido.

Rió un poco al pensar en la cara que pondría la rubia, Giotto ama mucho a su abuelo, buscó amor de padres en él y lo consiguió.

El Mayordomo abrió las puertas en par para que ella pasara antes que las sirvientas

El intercomunicador en su oreja emitió una orden en claro.

«Kostume, lista para hacer sacrificio»

—Entendido—susurró en Alemán.

En cuenta regresiva dejó la charola en medio de la mesa mientras sonreía con amor a Giotto.

5

—Trabajé muy duro para traerlo a ti, Amore.

4

Una sensación incómoda se posó en los pechos de todos.

3

—Gracias, Bella.

—Jijiji

2

—¡TAADA!

1

La cabeza de Nono estaba allí con una manzana en la boca.

Ø

—¡Hail, Inu-Sama!

Antes de que Reborn pudiera hacer algo, la cabeza de Haru explotó bañando a Giotto y a Alaude en cursos y sangre.

Hubo gritos de sorpresa y mucho shock, el cuerpo de la traidora cayó en el suelo con convulsiones que derretía el cuerpo.

En la cabeza contraria de la mesa, Tsunayoshi alzó levemente la copa con vino tinto en un brindis silencioso hacia su subordinado muerto.

—Descansa—susurra Squalo en el mismo idioma, copiando el movimiento de la copa.

El Pandemónium se desató, la novena cabeza de Vongola había sido asesinada sin enterarse, entonces empezaron a llover fotografías de la novena generación crucificados sin cabeza, entre ellas, estaban las fotos de sus familias mascaradas.

Atrás de cada foto había un sello de un perro burlón.

La rabia invadió sus ojos, Giotto sentía la traición muy dentro de sí, pero no debía perder la temple y caer en la ira, el cielo no se debe corromper porque si no, sus atributos caerían en discordia y la discordia los llevará hasta su fin.

A sus veinticinco, Giotto ya estaba arto. De reojo miró a su hermano menor, tenía ya veinte años desde hace tres días.

Su hiper intuición zumbó cuando cruzaron miradas y se sintió sucio, y asqueroso a la vez.

Algo en Tsunayoshi le hacía desconfiar, desde pequeños Tsuna siempre fue extraño, su hiper intuición zumbaba en alejarse lo más posible de él, de alejarlo del peligro.

Su hermano entonces lo miró de reojo y un escalofrío subió por su espalda.

...

Tsunayoshi se encerró en su cuarto y estalló en carcajadas, tenían un tinte tétrico y se oían retorcidas, con humor oscuro.

Fue entonces que la presencia en su cuarto se dió a conocer.

Su largo cabello plateado en hilos finos que caen cuál cascada por su espalda, ojos grises oscuros sin ningún sentimiento y labios carnosos sonríen levemente.

—Boss, eso fue encantador—dice con ese matiz seductor que tiene alarma.

—Para CheckerFace, para nuestro dueño. Todo debe ser encantador, perfecto—sus ojos nublados van a la imagen de Kawahira-san.

Tan poético... Piensa en los traidores que hay en Vongola, aquellos que les pertenecen. Que no dudaría en sacrificar para su dueño.

—El siguiente movimiento será definitivo. Necesito que Elena valla trás Sephira, dile que use toda su... imaginación—rió un poco.

Con Sephira fuera de la cabeza y Lucè trastornada, Giglio Nero cae a manos de Gesso Famiglia, su aliada.

—Lo que desee, Boss.

...

Petsutōri se sentó en la orilla de aquel risco con una sonrisa apagada pero llena de orgullo por Kostume.

—Imoto, pronto la alcanzarás.

—Onii-chan, ¿Seguro de ello?—pregunta mirando los pequeños petirrojos volar.

—Morirás bajo la mano de Nii-san. Ese fue el trato.

Ambos sonrieron, Knckle no debía negar la sangre que lleva, no debe ignorar ese deseo de golpear todo hasta dejar una masa irreconocible en el suelo, que sus manos sientan lo que es quitar una vida a puros golpes.

Eran berserker, su familia siempre fue así. La sangre siempre llama y si la niegas es un sacrilegio, debes morir. La primera vez que la sangre prueba la vida de una persona, comienza a llamar más, la resistencia sería en vano, pero si la sangre es de la familia, uno será consumido.

El trato es que Kyoko será asesinada por su hermano mayor liberando la locura bestial de los Sasagawa, una que es imposible frenar. Ryohei, será el dueño de la correa de su hermano mayor una vez que entre en modo berserker.

Knckle ya había visto ello cuando era pequeño y su papá mató a su mamá, Kyoko había tenido cinco años, Knckle había estado tan asustado que se metió a la iglesia como monaguillo y rezó todo los días hasta tratar de meterse como sacerdote hasta que conoció a Giotto y se unió a su grupo, estar asustado de su sangre solo empeoró como lo veían ellos, sus hermanos comenzaron a alejarse de el, Kyoko tenía siete usando ella y Ryohei despertaron su sangre en las luchas callejeras, no pudieron parar.

—Elena-san ya se está moviendo, cuando ella sea descubierta Nii-san llegará y tú estarás con Haru-chan. Volverán a verse, tendrán un encuentro extremo.

—...Gracias Onii-chan.

...

La mujer, Elena, bajó del coche en dirección a Giglio Nero, su hermoso cabello dorado en ondas se agitaba a cada paso, sus azules destellan en color verde, sus curvas eran muy notables por el vestido violeta ajustado que usaba,  a cada paso que daba los tacones sacaban pequeñas chispas, incluso emanaba un aura fría.

Su amado Deamon estaba en una reunión con la almeja. Fue un momento perfecto, Petsutōri estaba detrás de ella a pasos lentos.

Ambas podían escuchar una melodía en sus corazones, una melodía funeraria con la cual danzaban.

Era hora de bailar con la muerte, sus manos huesudas eran cálidas y sus dedos de hilo las envolvía de los cuellos dejando ya su marca, reclamando sus almas.

Abrió un abanico negro que era tan alto como un niño de diez años y lo agitó en dirección a la Mansión.

—Piogga di lamento.

Varios rayos verdes cayeron del cielo nublado en dirección a la mansión destruyendo una buena parte del ala Oeste.

—Nebbia di tormento.

Petsutōri golpeó ambos puños al suelo sientiéndo como este se agrietaba por la fuerza, niebla índigo subía por la paredes incertándose en pequeños agujeros entrando.

Los gritos comenzaron, Sephira salió con la cabeza en alto, no permitiría que la vieran caer. Solo que no pensó que su amada hija Lucè saliera lista para luchar.

Cuando la mujer mayor salió y miró a las dos chicas palideció, ¿Porqué enviarían a sus dos mejores espías?, A menos que...

...

Reborn de repente se había detenido, su cabeza sonaba en alarmas y se levantó llevándose consigo a toda la Décima generación.

No dió ninguna explicación, solo les dijo que se subieran a los autos antes de acelerar.

Su esposa, algo pasaba.

Llegó viendo la mansión destruida, todos bajaron mirando e nivel de destrucción, Lampo sentía la electricidad en el aire y Deamon podía ver los restos de niebla.

Corrieron en dirección a la parte trasera donde las explosiones todavía eran escuchadas.

—Raggio di Mori.

Todos quedaron congelados mirando como una mujer rubia tomaba la cabeza de Sephira del cabello y con una mano cubierta de rayos la decapitaba en seco.

Reborn había intervenido en otra pelea a unos metros de ellos, donde Kyoko estaba a punto de matar a Lucè.

Knckle quedó allí quieto mirando a su hermanita.

—...Elena.

Todos quedaron en piedra mirando a la mujer rubia que limpiaba sangre de su mejilla.

—¡Querido!—sonrió agitando su abanico—¡Muere!

Varios rayos salieron de ella directo a su prometido quien no podía creer lo que veía.

De no ser por su jefe, habría estado empalado por esos rayos.

—¡¿Porqué haces esto?!

—¿Porqué? ¿Porqué? ¡¿Porqué?! Pff Hahaha ¡PORQUE QUIERO! ¡ME GUSTA!—reía—¡SOY UNA DE LAS FAVORITAS! ¡MÍRAME PETSUTŌRI! ¡MÍRAME!

Ella ya había enloquecido señalando a la chica que evitaba las balas de Reborn.

—¡INU-SAMA!—ella estaba éxtasis atacando y esquivando a Alaude con sencilla rapidez.

—Ara, Ara—Kyoko llevó su mano a la mejilla con preocupación y maldad en sus ojos—¿Knckle no me atacará?, ¿Porqué?

—Dios no me perdonará si ataco a mi familia, es un pecado.

Su hermanita se crispó, ¿Dios?. Ella se acercó evitando a todos y tomó el rostro sucio de su hermano y lo miró a los ojos

—Onii-sama. Dios nos ha abandonado, Dios te abandonó cuando negaste a la familia, cuando odiaste nuestra sangre. Y con ello nos perdiste.

—¡Knckle no las escuches!

—Abandonaste a Onii-chan y a mi por ir con ellos, por ir a adorar a un dios que te odia.

—Dios nunca me ha odiado—susurró perdido en los ojos de su hermana.

—Onii-sama, Dios te odia, el no hizo nada por más oraciones que le dedicaste, le rezas a oídos sordos. Nos diste la espalda y ahora es hora de aceptarlo.

—¡KNCKLE!

Todos gritaron a su amigo hipnotizado, Reborn ahora impedía que Elena matara a Lucè pero seguía mirando a aquella dirección.

—Vuelve a casa con nosotros Onii-sama.

—¡No lo hagas!—Giotto se acercó lo suficiente para agarrar el brazo de su amigo que se acercaba peligrosamente al estómago de su hermanita.

—P-pero Giotto, K-kyoko.

—Onii-sama, ¿No quieres volver a ser Familia?, ¿Familia sobre Famiglia?—el tinte triste no engaño a Giotto.

—Knckle—advierte.

Las llamas del sol ya cubrían su brazo e Ieyatsu hacía muecas por lo quemosas que eran, le hacían daño.

—Vamos Onii-sama.

Ella guió el otro brazo a su estómago y lo empujó hacia atrás para que ganará vuelo.

—Despierta a nuestra sangre.

Un anillo de SunFlames los rodeó expulsando a Ieyatsu.

—¡KNCKLE NO!

—Siéntete orgulloso de nuestras tradiciones.

El rostro de los guardianes se volvió en horror, todos sabían de esas tradiciones y vieron fácilmente en ese engaño.

—Mátame, Onii-sama.

Lampo se volvió extremadamente pálido, sus labios temblaban y el horror era claramente visto.

El anillo de fuego estalló cuando el brazo de Knckle empaló a su hermana pequeña atravesando fácilmente.

Kyoko sonrió abrazando ese brazo recibiendo la muerte con brazos abiertos.

—Gracias, Onii-sama.

Escupió sangre y sus llamas de niebla comenzaron a absorberse en Knckle.

Lo demás fue instantáneo.

Elena comenzó a llamar los rayos naturales a su cuerpo con rapidez como absorbiendo el cielo, su ropa comenzó a deshacerse cuando empezó a brillar en verde. Los cegó por un segundo.

—Ragazza di Raggio.

Su cuerpo entero estaba hecho de rayos concentrados, su cabello flotaba tan quebradizo y en su sola presencia los la estática les afectaba.

—RUAAAARGH.

Todos voltearon a ver a Knckle, su piel color gris y sus ojos en blanco les alertaron, sus músculos se habían marcado más y había crecido unas pulgadas, su ropa se hizo girones y no parecía ser razonable.

—Mierda.

—Ataca, Nii-san.

Ryohei salió de las sombras señalando a la Décima generación. La bestia se arrojó sobre sus amigos mientras recogía a su hermanita con delicadeza.

—Descanza, Kyoko. Ahora estarás con Haru-chan—sus llamas viajaron a el cuerpo de su hermana volviéndola cenizas.

...

Nanako partía una rebanada de pastel de moras cuando su hijo llegó con una sonrisa de oreja a oreja.

—Mamá.

Un pequeño niño de cuatro años corrió en dirección a Tsunayoshi y se lanzó en un abrazo.

Tsuna lo cargó con una sonrisa enorme mientras besaba la mejilla con cariño, revolvió esos cabellos castaños oscuros.

—Wonomichi-kun. ¿Cuando llegaste a Italia?

—¡Papá me trajo hoy! ¡Dijo que---

—Era una sorpresa para ti, Tsunayoshi-kun—Kawahira apareció de la puerta de la cocina acompañado de una mucama con un carrito de dulces.

—Es agradable, Gracias.

Se acercó y dio un beso de pico a risas de Nanako.

Tsunayoshi gimió un poco cuando sintió la mano de Kawahira yendo hacia abajo en su espalda, besó la frente de Wonomichi antes de entregarlo a Nanako, cuando lo hizo, desparecieron en el almacén.

...

Tres dedos.

—A pasado tiempo, Tsunayoshi-kun.

—S-si.

Gimió lastimero cuando los dedos se retiraron.

—No seas impaciente, mocoso.

Tsuna encarcó una ceja ante la referencia de la edad.

—Hn~

Y de una estocada se metió dentro.

—Soy un n-niño, d-debes de c-consentirme...ah~

La niebla sonrió egocéntrica.

—Llámame por lo nombre—ordenó acariciando su mentón como un perro.

—Esta bien, ••••••.

Kawahira juguetó escuchando su nombre de la boca ajena. Era difícil de pronunciar porque no estaba en idiomas dichos por humanos, Tsuna lo pronunciaban aún cuando lastimaba sus cuerdas bucales.

—Más, más por favor, ••••••.

...

—Obā-chan, ¿Porqué Mamá y Papá se encierran?

—Se demuestran su amor cariño.

—Oh.

El niño empezó a clonarse a sí mismo para jugar mientras el original se acercaba a Nanako de nuevo.

—¿Cómo nací yo?

Nanako tomó su tiempo pensando en lo que Kawahira y Talbot le habían dicho.

—Naciste de forma especial—Ante las caras confundidas del niño aclaró—Naciste de tres personas, Mamá, Papá y Wonosachi-kun.

—¿Wonosachi-kun?—interrogó uno de los clones.

—¿Uno de los fallecidos aprendices de papá?—dijo otro Clon.

—Si. Él se sacrificó para que Mamá pudiera vivir, le dió la mitad de su corazón y la otra mitad fue para ti, una mitad más vino de Papá para ti y así encarnaste cuando Papá te incertó en Mamá gracias a la niebla. Eres un milagro, eres especial.

—¿Mamá y papá me aman?

—Claro que sí.

Entonces todos los Wonomichi les sonrieron en grande.

...

Hayato sonrió al ver a su hermana retorcerse en el piso, su piel volviéndose violeta como el veneno con el que siempre lo alimentó.

Esta era su venganza.

Ella jadeaba fuerte y tenía ligeras convulsiones, sus ojos lo miraban directamente.

—...Yato.... Hayato.

—Te ves tan lamentable, Sorella—burló—Je~, así es como estaba yo. Aunque debo agradecerte, este cuerpo tiene una inmunidad a todo tipo de venenos y drogas.

La pateó en el costado para ver cuánto le faltaba.

—Es gracioso, digo, verte morir por algo en lo que eres muy bueno, Sorella, Fratello debería de verte, Geraltrh lloraría—se rió.

—...

—Perra, mi nombre es Arashi. Cuando mueras ve a mis enemigos. Confesaré que fui yo quien asesinó a nuestros, tus padres.

Burló dándole la vuelta, por él ni siquiera eran familia y mucho menos Famiglia. Eran mejor muertos.

Entonces, Senshi lo recibió en un beso candente y lo llevó a una motocicleta que es pegaba fuera de aquel complejo departamental en Grecia.

—Me haces los honores, bastardo— dijo cargando un pequeño control remoto.

—Como tú digas, Monstruo—Hayato ententonces aplastó el botón de aquella bomba, no era cualquier bomba, era una bomba de oxígeno que mataba a todo rastro de vida en un kilómetro.

Debían agradecer a su inventor después.

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By: Lizisi