Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

30-Irracional

La sacerdotisa de Reilie propuso que todos se unieran para detener a la amenaza, cada mundo contribuiría con cuatro de sus "dioses", a cambio todas las razas estarían en paz y no se atacarían mutuamente nunca más, así surgió el tratado.

Al llegar comprobaron lo dicho por Niamh. Jouktai, en forma de comadreja, peleaba con sus guadañas, contra Sariel, quien usaba el bastón Kaladanda como su arma.

Epify observaba, era fácil notar que no podría hacer nada, los dos que luchaban era colosos ante simples hormigas inofensivas, lejos de ayudar solo sería un peso muerto para Jouktai.

Su frustración era gigante al limitarse a mirar como su amigo se movía usando los escombros para esconderse y lanzar ráfagas de viento cortantes, en los momentos que veía la posibilidad de acercarse, intentaba ataques directos. Había logrado generar unos cortes, que no cerraban tan rápido como las del ángel con el que habían peleado anteriormente.

—¿Por qué las heridas de Sariel sanan lento? —Niamh preguntó.

—Porque el viento mágico de Tetsuo cubre las guadañas, para poder curarse primero debe eliminar los residuos mágicos que quedan en las herida —aclaró Drake.

Por detrás de ellos vio llegar a Argent y Drake, el primero lucía bastante herido y el segundo algo cansado.

—Ese tambien es el motivo por el cual tu fuego pudo matar al otro ángel —Epify agregó.

Epify sentía una mezcla entre preocupación y admiración ante la batalla frente a sus ojos, los golpes de Jouktai eran bloqueados y a su vez bloqueaba los contrarios. La comadreja lanzó una guadaña hacia su enemigo, pero este logró evadirlo, en eso la comadreja realizó un ataque frontal forzando a Sariel a bloquearlo, con eso centro su atención en él con lo que lo distrajo de la guadaña que regresaba como un bumerang y se clavó en su espalda.

La sorpresa fue aprovechada y estaba a punto de decapitarlo con la guadaña que tenía en la mano, pero un cuerpo de menor tamaño se atravesó.

—¡Dahlia! ¡¿Qué haces?! —exclamó Jouktai.

Todos quedaron atónitos ante tal acción, lo siguiente que Epify vio fue como el pico del bastón de kaladanda iba hacia Dahlia. Jouktai la agarró para sacarla del medio, soltó su arma, tomó su cuerpo en brazos y se dispuso a huir. Su deseo de salvar a otra persona lo convirtió en una diana esperando una flecha que lo atraviese.

Sariel vio una oportunidad al estar frente a la espalda de Jouktai, debido al ataque fallido el pico estaba apuntando en la dirección contraría y sabiendo la velocidad de la comadreja prefirió atacar con la base del bastón para no perder tiempo.

La vara perforó el pecho de Jouktai en la zona del centro, lo que le hizo escupir mucha sangre y caer al piso. En un intento de proteger a Dahlia la lanzó lo más lejos que sus brazos le permitieron, aun en el piso miró a Sariel desafiante.

Al verlo en el piso no quiso matarlo sino prefirió humillarlo. Lo golpeaba con la base del bastón una vez tras otra, pero sin importar cuantos golpes recibía siempre volvía a levantar la cabeza, la sangre brotaba de todas las heridas, la piel se hinchaba y enrojecía, sin embargo, no cedía, cual guerrero estaba dispuesto a recibir la muerte con la cabeza en alto.

—Atacaste mi pueblo, nos obligaste a hacer cosas terribles, evadiste toda tu responsabilidad y nos hiciste pagar a nosotros, pero aun así fui lo suficientemente ingenuo para pensar que no atacarías a alguien que te amaba.

—Ella al igual que todos los demás solo eran seres sucios que podían ser útiles. Como ángel que soy limpiaré la suciedad del mundo, ella debe estar agradecida, le permití el descanso eterno de una forma rápida e indolora. La he exonerado de todos sus pecados.

—¡¿Permití?! —Jouktai volteó su mirada a Dahlia.

Todos los presentes corrieron hacia ella y lo vieron, del cuerpo de la zombi emanaban pequeñas luces que se esparcían hacia el cielo, mientras su cuerpo se convertía en polvo que caía al suelo. El pico del bastón la había tocado.

—¡¿Sariel cómo pudiste?! —Argent rugió con tanta fuerza que su voz resonó por todo el lugar.

Argent corrió hasta donde Sariel con su katana, su movimiento era tan firme que no parecía herido ni cansado, era como un león que defiende su territorio. En un segundo el humano desapareció y en su lugar se manifestó un dragón, sus escamas blancas cubrían todo su cuerpo y le daban un brillo sublime, sus famosos ojos turquesa habían adquirido una curiosa pupila vertical. Todo en él era tenía una belleza similar a la nieve.

Epify quien se dirigía hacia Dahlia no pudo evitar voltearlo a ver sorprendida por el aspecto tan inmaculado de aquel dragón.

—Es hermoso. —Las palabras salieron sin pensar, fue la simple verbalización de un pensamiento sin el consentimiento de la razón, cosa por la que se regañó y continuó su tarea.

Al llegar con Dahlia la levantó en sus brazos sin saber que hacer.

—Espera, dame unos segundos, debe haber algo que hacer, déjame pensar, ¡no te mueras hasta que se me ocurra cómo salvarte! —Epify zarandeaba el cuerpo inconsciente en sus brazos.

Cuando el cuerpo se terminó de volverse polvo se deslizo entre los dedos de Epify, ella sentía como si esa arena fuera la vida de su amiga que escapaba de sus manos.

—Fallé, nuevamente alguien que aprecio murió frente a mí y no hice nada, ¡maldición! ¡¿Por qué siempre fallo?!

—Epify... —Niamh llegó al lado de Epify.

—Siempre que quiero hacer las cosas bien esto pasa, siempre termina así, una y otra vez la historia se repite, por eso... por eso no quería querer a nadie, quería ser egoísta, si no me importaban otros no tendría que sufrir así. —Las lágrimas caían llevando consigo todo el pesar y dolor, cada gota era un fragmento del alma rota de la niña —¿Cómo puedo vivir sin fallar? ¿sin este dolor?

Niamh, sin tener muy claro que hacer, abrazó a Epify de la misma forma que ella lo hizo el día que la rescató.

Drake se aproximó a ellas y con su mano acariciaba la espalda de Epify, mientras le cantaba una canción de cuna cerca al oído.

Epify al sentir los brazos de Niamh y la voz de Drake cayó en cuenta de que no era el momento para rumiar en sus culpas, Argent, Jouktai y todos a su alrededor estaban en peligro.

Al fijar su vista en Sariel vio como Argent atacaba con garras, aliento y su enorme cuerpo, eso forzó al ángel a desplegar sus alas y pelear en el cielo.

—Con Jouktai no volaba ya que estaría en desventaja en el cielo, donde el viento es más fuerte —explicó Drake.

—Por más que se convirtiera en dragón Argent no es suficiente para vencerlo —Jouktai a duras penas logró llegar arrastrándose hasta donde estaban los chicos.

Todos desde el piso miraban hacia arriba como Argent seguía atacando con todo lo que tenía, pero Sariel lo superaba. Lograba dar algunos golpes y evitaba la mayoría de ataques hacía su persona.

En un momento Sariel logró golpear a Argent con el pico y mandarlo al piso, ante la mirada horrorizada de todos los presentes. En el piso Argent inconsciente perdió la forma de dragón, volviendo a ser el pequeño chico.

—¡Argent! —Epify iba a correr hacía él joven, pero se detuvo.

Al verlo notó algo muy particular, su cuerpo no lucía como el de Dahlia, aunque se veían las luces salir de su cuerpo, este último seguía siendo sólido. Parecía que el pico del bastón de kadandala no ejercía por completo su poder en Argent por algún motivo desconocido.

Al ver la situación tan compleja llegó a una conclusión, era imposible ganar en esta batalla por lo que debía recurrir a otro tipo de plan.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro