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Fin de la guerra

El ejército de Arcadia marcho por la entrada de la ciudad con los dos generales pasando entre una multitud que los recibía a su paso por la calle principal de la ciudad, la gente común estaba feliz recibiendo sacos de arroz o trigo que arrojaban desde algunos carros tirados por caballos.

Era el día en que al fin todo el Imperio representaba se terminó, los soldados de Arcadia marchaban con el mismo paso, era una sincronía increíble y en todo el campo auditivo se podía escuchar como si una sola persona caminara en dirección al castillo del emperador.

El general Wellington estaba viendo todo con tranquilidad, sabía que podía haber alguna revuelta violenta, pero las probabilidades eran casi nulas y estaban preparados para sofocar cualquier intento de atacar la autoridad del nuevo Imperio.

Budo por su parte permanecía estoico con lo que sucedía a su alrededor, veía a las personas felices y se sorprendió de lo bien que se estaban tomando el cambio de régimen, solo esperaba que nada causará que esa alegría desapareciera y se creara una nueva guerra civil.

Los dos llegaron a la entrada donde estaba la zona del palacio y todo estaba destruido alrededor por fuego, había hielo en algunas partes que fueron congeladas pero se estaban descongelando, era una escena increíble a su parecer ya que nunca esperaron que pudiera ser dañada de esa manera el palacio.

Se quemó gran parte de la estructura, aunque el daño estructural intenso estaba en la entrada y podrían reconstruirlo si conseguían la mano de obra calificada que necesitaban, pero lo que les sorprendió fue ver a Dragomir en la entrada del palacio.

Estaba vestido con una capa color negra y con su acostumbrada máscara de lobo, los veía a todos desde las alturas acompañado de Merlin y Max que tenían máscaras iguales a las de su líder, los generales bajaron de sus cabellos y se inclinaron ante su líder.

Dragomir: ¡Bienvenidos al palacio! Conquiste este lugar con mis manos, logré vencer a las últimas fuerzas leales al imperio y oficialmente conquiste al Imperio -Camino hasta donde estaban sus generales y tocó sus hombros dejando ver sus manos transformadas en garras- ahora ustedes ven el comienzo de una nueva era

Budo: me sorprende que allá conquistado el palacio un grupo de tres personas, es algo que debería ser imposible -Admitió su opinión mientras dejaba que el hombre frente a él riera un poco-

Dragomir: yo existo para volver lo imposible algo posible y hacer realidad mi visión de un Imperio para su gente -Hasta ahora no mostró su rostro a las personas, solamente algunos habían visto su rostro transformado y esa era la apariencia que quería que las personas vieran en él de ahora en adelante-

Llevo las manos a su nuca y quito el seguro de la máscara, los soldados esperaban ver el rostro de un hombre común, pero en su lugar vieron una visión aterradora, la de una criatura semejante a un demonio y por instinto retrocedieron con rapidez asustados, incluso Budo y Wellington se sobresaltaron.

El muchacho se cubrió de fuego y su cuerpo volvió a tener su apariencia humana original, varios soldados lo miraron, estaban mas tranquilos al pensar que se trataba de una Teigu por lo que se tranquilizaron un poco, aunque por dentro seguían aterrados de la primera impresión que tuvieron de su líder transformado.

Entraron al palacio notando que todo estaba dañado por el fuego de la batalla, los soldados buscaban puerta por puerta al primer ministro y al emperador, pero el palacio estaba vacío y los pasajes de escape estaban llenos de cadáveres, el palacio se había vuelto una tumba para todos los residentes.

Todos caminaron hasta la que seria la nueva sala de guerra, los soldados tiraron todas las cosas relacionadas al antiguo regimen y les prendieron fuego junto a los cuerpos de las victimas de la batalla, pusieron en su lugar una bandera de Arcadia y tras limpiar lo mejor posible se sentaron los oficiales y generales.

Dragomir: tenemos el problema del ejercito revolucionario a las puertas de la capital, es evidente que podríamos detenerlos aquí mismo y evitar su avance por la zona, pero sus lideres podrían poner resistencia en el resto del pais, por eso planifique una operación -Miro a la entrada y allí estaba Merlín mirándolo con una expresión sonriente y abrió la puerta para mostrar a Najenda- pero primero les presentare a una persona que sin su contribución la causa pudo haberse retrasado

La puerta se abrió revelando una figura femenina, se trataba de Najenda, quien estaba vestida con un traje de militar semejante a la de Wellington, ella camino por la habitación ante la mirada atenta de todos los presentes, por una parte Budo presentaba su expresión indiferente y Wellington mostraba interés en las habilidades de mando de Najenda.

Unas horas antes

Los miembros de Night Raid con excepción de los que habían participado en la misión para llevarse a Budo y al emperador estaban en la sala del trono, todos veían a Rex sentado en las escaleras que llevaban al trono del emperador, estaba suturando la herida en el rostro de Max y Merlín estaba leyendo un libro.

Cuando terminó de hacer la curación el muchacho se levantó y miró a todos los presentes, incluso estaban presentes Bulat y Sheele, se acercó a ellos con una mirada sería mientras esperaba a que Najenda les explicará la razón por la que estaban en ese lugar.

Najenda: chicos tome una decisión muy importante, decidí despertar del ejército revolucionario —Sus palabras sorprendieron a todos que no entendían como tomo la decisión final de dejar a los revolucionarios— planeo ayudar a crear un nuevo imperio, uno alejado del antiguo 

Mine; ¿Pero cual es la diferencia entre los revolucionarios y Arcadia? —Ella no se mordió la lengua y pregunto cual era la idea tras la cual su líder escogió un cambio de bando—

Bulat: creí que el ejercito revolucionario planeaba eso —El guerrero se cruzo de brazos notando de reojo que Max tenia las manos cerca de sus bolsillos, donde seguramente guardaba algún arma—

Rex: es fácil de entender tras ver todo desde un ángulo mas grande, los revolucionarios estaba motivados por un cambio de regimen, pero realmente no hay muchos cambios, solo regresar a lo que era antes con privilegios para la mayoría y seguir adelante sobre los cuerpos de sus ciudadanos —Le mostro unas fotografías de aldeas arrasadas y ejecuciones— yo quiero algo diferente, no quiero mas segregación por el origen de donde vengas, tampoco los privilegios casi infinitos de los nobles y quiero que la gente pueda vivir, no solamente sobrevivir entre una tormenta de problemas

Sin dudas sus palabras llamaron la atención de todos, pero Mine parecía no estar convencida con él, se acerco hasta donde estaba el muchacho y lo encaro, Rex la miro sin inmutarse y se acerco a ella hasta que estaban a unos pocos centímetros de ella, pero despues se alejo y fue a donde estaban los demás.

Rex: diré solamente una vez esto, tienen tres opciones, la primera es unirse a mi para crear un nuevo imperio, la segunda es mantenerse al margen y tener una vida normal con el pago de sus servicios —Permaneció tranquilo y noto que mas de uno parecía curioso por lo que dijera el chico de anteojos— la tercera es que me ataques e intenten ganarme, pero lo mas probable es que mueran

Todos se mostraron sorprendidos ante su repentino ofrecimiento, por un momento parecía que estaban enfrentando entre servir o morir, pero en realidad sabian que seguirían a Najenda a cualquier parte, era su jefa y confiaban en su decisión por lo que miraron al que era ahora el emperador del imperio.

Bulat: creo que hablo por todos, nos uniremos a ti, pero al menos yo no podre luchar contra los revolucionarios —El hombre de cabello gris sonrió de lado mientras asentía—

Rex: no hará falta, ya que planeo dejar a los revolucionarios sin cabeza y obligarlos a postrarse sin disparar una sola bala —Su sonrisa mostró una afilada dentadura aún cuando seguía siendo humano—

El plan de Rex implicaba muchas cosas, entre ellas luchar contra antiguos camaradas y compañeros de Night Raid por lo que Wolfpack de nuevo tendría que hacer el trabajo de encargarse de los mandos del ejército revolucionario.

Actualidad

Cuando la noche había caído los ejércitos de Arcadia se estaban preparando para la guerra en la capital, en el exterior se veía el campamento de los revolucionarios en la lejanía y aún cuando faltaban dos horas para el amanecer todos se preparaban para el inevitable choque entre Arcadia y los revolucionarios.

Budo desde un principio se preparó para este tipo de enfrentamiento, sabía que podían atacar de inmediato y ganar de manera aplastante, después de todo tenían superioridad en equipamiento y adiestramiento, pero la orden era esperar un poco más antes del ataque.

El campamento principal era donde el los generales y oficiales revolucionarios habían puesto sus tiendas, se suponía que era la parte más segura debido a su alto nivel de tropas de elite y muchos guardias de élite, pero no estaban preparados para incursiones solitarias.

La tarea de eliminar al alto mando recayó en los hombros de Max y Merlin, sabían que Night Raid tendría un problema con esa tarea por lo que Rex mandaría a lo mejor de que tenía disponible para esa misión de máxima importancia.

Los dos asesinos estaban caminando entre el bosque que había cerca de la capital, los soldados revolucionarios estaban ocupados creando líneas de defensa en las cercanías, pero también estaban esperando la orden para atacar la ciudad capital.

Los dos se instalaron en una colina cercana al campamento principal, era una zona llena de árboles por lo que podían acomodar sus equipos y prepararse para sacar antes del amanecer, Max tenía una ametralladora pesada de calibre .50 y tenía la mira puesta en el campamento mientras que Merlín estaba preparando su bastón para atacar.

Las horas pasaron y Max tiro de la palanca del cargador, estaba apuntando con dirección al campamento donde veía a los oficiales y uso su ojo especial para poder ver a través de la tienda de campaña, dónde había varios oficiales listos para dar las órdenes a sus soldados.

Merlín: ataca despues de mi —A su alrededor aparecieron esferas de fuego etéreo y giraron hasta que parecían un aro de luz azul, levanto su bastón al cielo y fueron disparadas contra el campamento— Lluvia meteórica 

Las bolas de fuego viajaron a gran velocidad hasta impactar el campamento donde estaban los oficiales, los guardias vieron esto desde sus posiciones sin saber que era lo que se acercaba, parecía una lluvia de estrellas y desde su perspectiva nada parecía extraño hasta que vieron como proyectiles impactaron contra su posición.

Para los oficiales lo primero que vieron fue como las tiendas se quemaban por montones, la lluvia de meteoritos dejaba cráteres en todo el campamento y para empeorar la situación en que se encontraban una lluvia de balas acribillo a varios oficiales que cayeron al piso.

Max estaba masacrando a todos en la colina con la ametralladora y como noto que estaban corriendo hacia el resto del campamento o al bosque para ocultarse cambio su ametralladora por un mortero de 61 milímetros para seguir cazándolos en esa misión de exterminio.

Habia algunos soldados cerca pero cuando se acercaron Max dejo su mortero y corrió contra ellos disparando con su escopeta contra los enemigos que murieron uno tras otro al recibir el impacto de los perdigones, cuando se termino las balas cargadas saco una granada y la arrojo contra sus oponentes que murieron por los fragmentos.

Las explosiones sacudieron el campamento y aun con el caos un grupo de contraataque avanzo contra la colina donde estaba la pareja de asesinos, Merlín se detuvo y golpeo el piso con su bastón para crear un circulo mágico de transporte, lo activo y antes de que llegaran los atacantes ellos estaban de vuelta en el palacio.

Los dos estaban intactos y aunque estaban cansados lograron su objetivo de eliminar a todos los lideres revolucionarios o los hicieron escapar, ahora todo dependía de Rex y su capacidad para manipular la mente colectiva de la gente para que se rindieran y no tuvieran que enfrentar una batalla donde solo perderían mas vidas.

El hombre que dirigía Arcadia estaba sobre los muros de la ciudad acompañado de todos los oficiales y generales que disponía, ya tenían un plan para eliminar a los revolucionarios en un solo ataque si llegaban a atacarlos, pero primero esperaban que pudiera convencer a las personas de rendirse.

Cuando amaneció utilizo un artefacto altavoz que había tomado del palacio, estaba transformado en su forma de dragón humanoide y tenia sus acostumbradas ropas negras roídas y sin zapatos ya que le molestaban, todos sabian quien era Dragomir y conocían que fue quien enfrento a Esdeath en un combate uno contra uno y sobrevivió para contarlo.

Dragomir: ejercito revolucionario, la guerra a terminado, todos los nobles y funcionarios corruptos fueron ejecutados, la guerra no tiene porque continuar si podemos dar paz a nuestro hogar —Las personas vieron con asombro como una gran plancha de madera se acercaba, pero lo impresionante era quien estaba atado a ella—

El primer ministro estaba encadenado de brazos y piernas mientras las personas lo abucheaban y arrojaban cosas en contra del tirano, todos los soldados estaban sorprendidos al ver que incluso habían capturado al responsable de todo ese desastre que había aparecido.

Bajo circunstancias normales los oficiales y generales pedirían compostura para que todo continuara en paz, pero con todos ellos muertos o escapando el ejercito se separo y los soldados estaban ocupados en decidir si luchar contra Arcadia o rendirse para volver a casa.

Frente a ellos estaba un gran ejercito con las personas mas poderosas del continente y aunque asesinaron a sus lideres realmente estaban cansados de luchar, la guerra duro tantos años que ahora que las metas principales se cumplieron ya no valía la pena seguir adelante.

Había varios que consideraban la idea de seguir luchando por sus propias ambiciones, pero al ver al gran ejercito frente a ellos y a los usuarios de Teigu supieron que esa era una idea suicida. despues de todo estaban fantaseando con la idea de que lucharían contra un enemigo desgastado y no contra uno que seguía siendo capas de seguir luchando mas tiempo.

El líder de Arcadia dio un plazo de dos horas para que tomaran una decisión final sobre que harían, Rex se quedo cruzado de brazos mientras permanecía sentado en la orilla de la muralla esperando el avance enemigo o una rendición incondicional ante ellos.

El general Budo esperaba un baño de sangre antes de ver a los revolucionarios rendirse con tanta facilidad, estaba preparado para usar su Teigu en un ataque fulminante contra el ejercito enemigo cuando vio a varios soldados acercándose a los muros con banderas blancas en la mano y sin sus armas.

Caminaron hasta donde estaba Rex y este miro a todos desde la sima de la muralla con ironía, sabia que había ganado el juego al final, había vencido a toda oposición extranjera como interna y ahora era momento de consolidar su poder en el imperio, al día siguiente llegaría al final de esa aventura por la cual arriesgo su vida y tuvo que forjarse para conquistar todo.

En alguna parte del mundo, tres días después de la batalla en la capital

La ex general Esdeath estaba caminando por las calles de una ciudad imposible de imaginar para cualquier persona en el imperio, había miles de personas caminando por las calles, pero también había una especie de criaturas que parecían humanos con rasgos de una bestia peligrosa.

Había maquinas que en la superficie transportaban a la gente de un punto a otro, lamparas de aceite que se encendían por si mismas cuando el sol se ocultaba, pero lo que mas la impresiono fue ver a decenas de soldados entrenando con maquinaria bélica, lo que Siegfried le dijo se llamaban Tanques y aviones.

Esdeath: esto parece sacado de un cuento, aunque me gustaría probar la fuerza de la persona mas fuerte de aquí —Sus palabras hicieron reír a la mujer de cabello castaño que se presento como Katerin—

Katerin: realmente no se que decirte niña, la persona mas poderosa del imperio es un reto peligroso y si no se controla arrasaría con nuestro imperio —Se cruzo de brazos y miro a la mujer mas alta con una expresión indiferente—

Ellos viajaban en un camión de transporte militar por un camino dañado y viejo, no sabia que esperar ya que según el hombre de cabello plateado Katerin era mucho mas fuerte que él y el emperador de esa tierra la superaba por un margen muy amplio, eso le causaba impaciencia y pensaba en algunas cosas que pudieran servirle.

Levanto su mirada y se sorprendió al ver un gran palacio lejano, donde se veían varias rocas flotando en el aire, había una cantidad enorme de tropas en la zona y le pareció extraño que en un paisaje tan desolado hubiera vida vegetal surgiendo inclusive en tierra de apariencia estéril.

Llegaron a la entrada y la puerta se abrio lentamente para revelar un gran jardin, camino entre los aromas de las flores y llego a la puerta principal donde le esperaba un largo pasillo que seguir  hasta la puerta de la sala del trono, no sabia como se veria ese hombre y hasta cierto punto tenía la espectativa de que fuera un hombre de apariencia imponente.

Estaba llegando a la zona principal del palacio cuando el general y la líder de la policía secreta dijeron que tenían cosas más importantes que hacer en ese momento por lo que solo le dieron indicaciones sobre cómo llegar a la sala del trono.

La mujer de cabello azul caminó entre los pasillos pero ese lugar era un laberinto todavía peor que el palacio Imperial por lo que terminó llegando a un jardín muy grande con una fuente y un hombre meditando junto a un muchacho castaño, supuso que tal vez era un habitante del palacio por lo que se acercó a pedir indicaciones.

Ese hombre estaba vestido con ropa completamente blanca, era sencilla al menos en diseño y confección, pero lo que más llamo la atención de la mujer fue el cabello verde y esos afilados ojos dorados del muchacho, parecía ser de la edad de Esdeath por lo visto en esos días con sus nuevos jefes sabía que había veces en que la apariencia podía engañar a alguien en más de una manera.

Esdeath: disculpe, tengo que ir a la sala del trono y terminé perdida, le agradecería que me diera indicaciones —El muchacho de cabello verde enfocó sus ojos en ella y asintio—

???: Puedo llevarla a dónde desea ir señorita —Se levantó de un salto y sacudió el pasto que había en sus ropas— Ryu quédate meditando y yo llevaré a la invitada del emperador a verlo

Camino al interior del palacio y corrió por los pasillos seguido por Esdeath que no presentaba problemas en seguir el paso de su guía, bajo el ritmo y se acercó a ella hasta ase estaban avanzando al mismo ritmo.

???: ¿Usted es quien fue traída desde el otro lado del océano? Escuché historias de una mujer muy fuerte que era despiadada y creía que solamente el fuerte merece vivir —Su sonrisa era afilada y después dejo de correr para bostezar con pereza— no debí desvelarme tanto

Ella no estaba acostumbrada a que la tratarán con tanta confiar, pero no podía atacar a nadie sin preocupaciones en ese lugar ya que podría traerle problemas, bajo la velocidad hasta caminar al lado del muchacho que era más alto que ella por unos cuantos centímetros.

Esdeath: es la verdad de la vida señor, en el mundo solamente las personas fuertes tienen derecho de vivir, si eres débil morirás, es inevitable —Su idea no cambio en absoluto y siguió el camino del peliverde—

???: Creo que es una forma muy simple de ver la vida —Su respuesta fue desinteresada y logro irritar a Esdeath lo suficientemente para que dejara fluir su instinto asesino— las personas fuertes se protegen a si mismos y siguen sus propios intereses, pero los más fuertes protegen a los demás ¿Usted solamente es fuerte?

La mujer estaba por alcanzar el límite de su paciencia cuando el extraño personaje desapareció en la fila de un rato en la lejanía, mío a su alrededor y reconoció la puerta de hierro con esmeraldas en algunas molduras, sobre la puerta estaba la imagen de dos relámpagos cruzados en una equis y era la señal de que estaba en el lugar correcto.

Se acercó a la puerta cuando un hombre de gran tamaño apareció en la entrada y miró sus ojos azules con el único ojo que tenía, ella permanecio en silencio durante algunos segundos hasta que el guardia tocó la puerta y después la abrió de un simple empujón, algo asombroso si se tomaba en cuenta que era una puerta gigante que debería pesar varias toneladas.

Al entrar a la sala del trono se maravillo por el piso que estaba hecho de forma que emulaba un tablero de ajedrez, caminó por la sala hasta llegar a la zona inferior del trono dónde se arrodilló mirando al suelo como lo dictaba el protocolo en el Imperio de donde venía.

Esdeath: su majestad, mi nombre es Esdeath, yo e venido desde el otro lado del mar para servir a usted y su Imperio, escuché de su gran fuerza y quería saber si era posible volverme más fuerte y encontrar oponentes que de verdad logren sorprenderme —Escucho una pequeña risa de parte del monarca y después reconoció la voz del muchacho de cabello negro con quién hablo—

???: Levanté la cabeza, me gustaría que pudiera verme —la voz del emperador era tranquila y a pesar de eso podía sentir una extraña presión sonre ella—

Levantó su cabeza levantamiento y se encontró con el muchacho de antes, vestía un elegante traje militar a su medida, era negro como la noche y tenía decoraciones intrincadas hechas de oro y piedras preciosas, tenis una capa con lo que parecían ser plumas y en el lado derecho de su ropa había peluche negro.

Frente a ella estaba el emperador Ezra, la persona que según Siegfried lograría superarla muchas veces en cuestión de poder, miró los rasgos del rostro del monarca y aunque no parecía un guerrero podía sentir esa sensación que le decía que permaneciera alerta.

Ezra: preferiría que me llamara emperador Ezra por ahora, majestad es demasiado problemático —Bajo lentamente del trono dónde estaba hasta quedar frente a ella y le extendió su mano— levántese, tenemos mucho de que hablar

Ella tomó la mano del hombre de cabello verde y se levantó del piso siguiéndolo de vuelta al jardín donde había encontrado por primera vez al hombre que aria sería su jefe, ella no esperaba este desenlace, pero ahora no quedaba nada más que hacer, aunque le gustaba como estaba resultando su aventura en ese juego continente.

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