AKW20.- «Día 3»
Tema: Demon
Advertencia: Alternative Universe. Aparición de OC's (own characters)
Aclaración: Cuando algo está escrito en cursiva es un flashback o recuerdo de un personaje, cuando algo está en negrita y cursiva es un sueño.
Contenido adulto: [×]
Canción: Safe and Sound – Taylor Swift (Nightcore version)
Resumen: «Los demonios también existen, aunque la humanidad desconoce por completo que ellos también habitan la tierra.»
Al igual que los ángeles, habían demonios que habitaban la tierra.
Estos eran casos más raros, solo ocurría cuando un demonio era desterrado por enamorarse o de un ángel o de un humano: perdían sus alas, mayoritariamente negras con detalles carmesíes o argénteos. Al perder esa parte de su cuerpo, perdían sus recuerdos como demonios y pasaban a ser simples humanos en cuerpos de niños, usualmente de cuatro o cinco años.
Muchas veces eran confundidos con posibles ángeles debido a las cicatrices que quedaban en sus espaldas al perder las alas, por lo que solía ser llevados al centro de investigación al cumplir los diez.
Pero los humanos ignoraban el hecho de que si habían ángeles, también demonios; por eso, cuando aquella situación inédita se originó, la raza humana recién se dio cuenta de su gran error.
* * *
Dos años ya habían pasado desde que Sayuri y Rui empezaron su estancia en la misma habitación que Akashi y Kuroko.
Los científicos habían decidido dejarlos ahí ya que los adolescentes lograban que los niños fueran más colaboradores y no pensaran en escapar a cada momento.
En realidad lo que sucedía era que Tetsuya les pedía que fueran buenos niños ya que, si seguían todo lo que les decían sin rechistar —y mientras no los marcaran—, todo sería más fácil para ambos.
Al principio, el pequeño rubio se negaba, pero con el paso de los días tuvo que aprender a madurar más rápido de lo que un niño de su edad debería.
Mas aquella noche, durante la hora de la cena, demostró que aún seguía siendo un niño.
Usualmente era después de la hora del almuerzo cuando nuevos niños llegaban, pero ese día habían tenido complicaciones con uno de los niños, el cual les había dado muchísimos problemas a los científicos y que incluso había mordido a alguno que otro con tal de evitar que se lo llevaran. Al final, tuvieron que sedarlo para poder llevárselo sin más complicaciones.
Cuando los nuevos niños empezaron a entrar en el comedor, siendo vigilados por los científicos a cargo —quienes se veían demacrados y alguno que otro tenía vendas o parches en la cara o en la mano—, Rui dejó caer su cuchara en la bandeja, llamando la atención de Sayuri, Seijuro y Tetsuya.
—Rui-tan, ¿pasa algo? —cuestionó la fémina mirando al que se había convertido en su mejor amigo en esos dos años.
—No... no es posible... ¿Por qué está aquí? —murmuró completamente paralizado, viendo fijamente hacia la puerta por la que los niños estaban pasando.
—¿De qué estás hablando, Rui-tan?
El rubio no contestó, se puso de pie de inmediato y, sin importarle si le mandaban a la sala de castigos o no, corrió hacia uno de los niños con lágrimas acumuladas en los ojos, abrazando al chico que destacaba entre otros debido a las vendas que tenía por todo su cuerpo, como si estuviera bastante herido.
Los científicos cercanos intentaron separar a ambos niños, pero cuando el niño recién llegado —aquel que tantos problemas les había dado— también empezó a llorar desconsoladamente al igual que el rubio, los adultos no supieron qué hacer.
Nunca, en los años que los científicos estuvieron trabajando con niños para descubrir si eran ángeles, habían presenciado una escena que causara que todos quisieran llorar, pero era así: el llanto de ambos niños era desgarrador, como si sus almas se hubieran roto en miles de pedazos y se estuvieran reconstruyendo nuevamente al dejar correr las lágrimas.
Akashi miró a su pareja, quien sonreía enternecido ante aquel reencuentro entre ambos infantes.
—¿Sabes, Akashi-kun? —El pelirrojo le prestó completa atención al escuchar a Tetsuya hablar—. Este lugar solo hace infelices a los niños, quienes pierden el final de su infancia y parte de su adolescencia debido a la avaricia humana...
—Lo sé, Tetsuya, pero nosotros no podemos hacer nada.
«Al menos, no por ahora...», pensó Seijuro, entrelazando su mano con la de su pareja por debajo de la mesa.
* * *
«Los demonios son seres crueles, aterradores y sádicos, llenos de deseos oscuros y con pensamientos que pueden significar la destrucción de la raza humana.»
Aquella era una afirmación que se hacían las personas desde los tiempos antiguos, pero era errónea en varios aspectos.
Los demonios son seres crueles cuando no han conocido el amor o cuando les arrebatan a la persona que les enseñó a amar.
Los demonios son aterradores y sádicos cuando su orgullo es herido —en el caso de que aún no conozcan el amor— o cuando su persona amada ha salido dañada.
Están llenos de deseos oscuros hacia aquellos que quieren quitarles su felicidad.
Y los pensamientos capaces de destruir a la raza humana solo se presentaban en aquellos demonios que habían encontrado el amor y o habían perdido a causa de los humanos.
«Los demonios no son seres de confianza: son traicioneros, juegan sucio y no les importa sacrificar a otros de su misma especie con tal de conseguir lo que quieren; odian a todo y a todos por igual, y su aparición solo puede significar el fin de la humanidad.»
Nuevamente una afirmación errónea en diversos aspectos.
Los demonios son traicioneros cuando tienen miedo de que alguien les traicione a ellos, juegan sucio cuando están en desventaja y necesitan huir de la situación en la que se han visto envueltos, sacrifican a otros de su especie cuando estos quieren empezar una guerra entre demonios, tratando de enfrentar los unos a los otros.
Solo odian cuando han perdido todo, buscando la forma de recuperar aquello que han perdido refugiándose en el odio hacia los que le han quitado el significado a su inmortal vida.
Lo único completamente cierto era que su aparición podía significar el fin de la humanidad.
* * *
Cuando ambos niños se calmaron ya no hubo manera de separarlos.
El niño de cabellos de un rosa castaño se aferraba con fuerza al rubio, quien tampoco estaba dispuesto a soltar al menor.
No había forma de obligarlos, después de todo ellos intentaban no mostrar su verdadera faceta a aquellos que no habían sido confirmados como ángeles.
Los adultos lo dejaron pasar, pensando que al día siguiente podrían separarlos.
Nunca lo lograron: no había forma de que Rui quisiera dejar a un lado al otro niño, a tal punto que incluso tuvieron que moverlos a una habitación donde estuvieran ellos dos solos porque si alguien intentaba acercarse al menor de ambos el rubio los amenazaba con la mirada a tal punto que casi todos le tenían miedo.
Sayuri se entristeció al principio porque pensaba que había perdido a su mejor amigo, pero aquel aislamiento que tuvo junto al otro infante duró un mes exacto.
Al pasar cuatro semanas, Rui se acercó nuevamente a Kuroko, Akashi y Sayuri, con un claro golpe en la cara y con gran pena en la mirada. Se disculpó con su mejor amiga y con ambos adolescentes por su comportamiento tan infantil durante el último mes, explicando las razones de su comportamiento y aislamiento repentino: aquel niño que había llegado ese día era Will, su único amigo dentro del orfanato y al que siempre estaba protegiendo de los abusones de ese lugar; casi de inmediato su instinto protector se había activado al poder tenerlo cerca nuevamente, pero Will se había enfadado con él por ser un idiota sobreprotector, por ello le pegó y obligó a que fuera a disculparse y explicarse con ellos.
Sayuri solo pudo decirle que era un idiota antes de abrazarlo, darle un golpe en el estómago y pedirle que trajera con él a su amigo.
Rui no lo pensó dos veces: no quería seguir siendo golpeado por sus amigos más cercanos.
* * *
Ángeles.
Demonios.
Humanos.
Tres razas, un mundo.
¿Acaso no podían convivir en paz?
No.
Al menos no hasta que la ambición humana fuera aplacada.
* * *
Las alarmas del recinto sonaban a todo volumen.
El centro de investigación se estaba quemando al completo con todos los científicos dentro.
Los niños eran los únicos que podían escapar ya que estaban siendo guiados por todos aquellos ángeles que los científicos habían tenido retenidos en una zona oculta para su aprovechamiento personal.
Sayuri, con ahora 14 años, corría desesperada, siendo arrastrada por uno de sus mayores mientras ella no paraba de llorar.
La razón era sencilla: Kuroko había resultado ser un ángel de verdad, por lo que se lo habían llevado, dejándolos a Akashi y a ella completamente solos en su habitación.
La fémina nunca había visto al pelirrojo tan molesto: usualmente estaba calmado, era sereno y pensaba todo con calma, pero en esos momentos parecía querer destruir la pared debido a los golpes que le había dado a la misma.
Casi de inmediato, Will apareció por la puerta, alegando que se habían llevado a Rui para marcarlo como un posible ángel. El menor de los tres estaba llorando a mares, desesperado, lleno de furia y tristeza a la vez.
Con el siguiente golpe de Seijuro, saltaron chispas.
Sayuri podía jurar que, por un momento, fue capaz de ver unos cuernos y alas negras en el cuerpo de Akashi, pero tras parpadear pensó que solamente había sido una ilusión y que estaba demasiado cansada como para pensar correctamente.
—Sayuri. —Al escuchar su nombre con aquel tono tan frío se sobresaltó y un escalofrío le recorrió la columna vertebral debido al miedo—. Cuando escuches una explosión, saca a todos de aquí. Vamos, Will.
—¿Que cuando qué haga qué...? —cuestionó al aire, puesto que la habían dejado sola.
Ahora que estaba corriendo Sayuri entendía lo que pasaba.
Akashi era un demonio y, al parecer, Will también debido a que el pelirrojo solamente se llevó con él al menor. Seijuro había perdido los estribos al ver que le arrebatan al ser más preciado para él y, debido a ello, estaba acabando con esa institución que tanta infelicidad le daba a los niños.
—... Gracias, Akashi-san... —murmuró la fémina con una sonrisa, viendo desde fuera como habían más y más explosiones de diversas partes del enorme edificio, quedando completamente destruido y con todos los jóvenes que habían estado ahí dentro a salvo de morir.
* * *
Ese día, los humanos aprendieron que estaban equivocados y que su ambición los había sobrepasado.
Los ángeles estaban en su mundo por una razón y no por ello debían aprovecharse de ellos.
Porque allí donde hayan ángeles, habrán demonios dispuestos a castigar a la humanidad.
13/04/2020 => Demon [√]
Algún día Cinna escribirá el one-shot al completo uwu
Esta idea repartida entre el día 1 y el 3, Angel & Demon, fue algo que a Cinna se le ocurrió para hacer one-shots de diversas parejas en ese universo alternativo.
¿Cliché? Quizás, pero la idea solamente surgió y no saben lo mucho que Cinna ha tenido que omitir para hacerlo como un two-shot entre esos dos días de no muchas palabras, porque su servidora aquí presente es capaz de escribir capítulos de 50.000 palabras y Cinna cree que nadie quiere eso porque es una espera larguísima de, al menos, un mes...
Bueno, Cinna espera que les haya gustado uwu
Y Cinna ya va atrasada, otra vez :")
Nos leemos~
~Cinna fuera~
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro